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9. UN TROPEZÓN NO ES UNA CAÍDA

¿Qué pasa si un día o dos tuviste un evento que duró hasta altas horas de la noche o madrugada y te levantaste con resaca y asaltaste la nevera pensando que cualquier cosa que tomes de ahí te haría sentir mejor?

¡NO PASA NADA! Todas nos hemos caído mil veces, tenemos que levantarnos una vez más, nada más.

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Como te dije esto es para toda la vida, empieza de nuevo, siempre. Luego de darte cuenta lo que hiciste, haz una especie de reposo gástrico y verás lo bien que se va a sentir tu cuerpo a medida que pasan las horas, inclusive puedes llegar al día siguiente sin comer.

Entonces, ¿Qué hago después de un atracón? ¿Te pasó que comiste sin motivo y, casi, hasta reventar? No te preocupes, a todas nos pasa.

Lo importante es que te des cuenta. Hoy es un nuevo día y tienes una nueva oportunidad:

1. BEBE mucha agua, te mantendrá hidratada y te ayudará a facilitar los procesos fisiológicos y reducir el apetito;

2. EMPIEZA de nuevo el ayuno, reducirá el estrés intestinal y así realizará una limpieza interna;

3. MUÉVETE, camina, sal al sol, ve al gimnasio;

4. COME, cuando toque de nuevo: proteínas, grasas y vegetales.

TIP#8 TODOS LOS DÍAS PUEDES EMPEZAR DE NUEVO

10. COMO AVANZAR

“El enemigo no está afuera sino adentro y lo que nos limita no es la escasez de recursos, sino nuestra creencia sobre lo que podemos y no podemos hacer” Timoty Gallwey.

Antes que nada: el mejor método de ayuno es el que se adapta a ti.

El ayuno de 12 horas, cuesta los 10 primeros días, luego vas pasando sin darte cuenta a 14. Cuanto estes en 14, vas a poner un poco más de fuerza para llegar a 16 que es el ayuno mayormente practicado.

También puedes empezar la primera semana probando dos días alternados, y la segunda semana probar con cuatro, así te vas conociendo y vas perdiendo miedo.

La mejor noticia es que se convierte en hábito. Yo luego de practicar durante 5 años, digo: es el mejor hábito que incorporé en mi vida adulta. Forma parte de mi estilo de vida, pues voy en modo “piloto automático”. Es como levantarse y cepillarse los dientes.

Cuando tengo algún evento a la noche, me fijo a que hora ingerí el último bocado y si son las 11 de la noche, con más razón al día siguiente intento alcanzar por lo menos 12 horas.

Los fines de semana es difícil alcanzar 16 horas entonces me enfoco y no bajo de 12 horas, nunca.

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