LAS LAMIAS MITOLOGÍA
Son númenes femeninos. Tiene figura humana, y se caracterizan porque la parte superior de su cuerpo es de hermosa mujer mientras que sus extremidades inferiores pueden ser como las de una gallina, un pato o una cabra. Son Ninfas que se relacionan con el medio acuático y pasaban gran cantidad de su tiempo peinando su cabellera con peines de oro en las riberas de los ríos. Los hombres se enamoraban de ellas y las lamias también de ellos, aunque según la mayoría de relatos no salían muy bien parados.
Generalmente son benignas y reciben con agrado a quien les va a visitar, se dice incluso, que pedían auxilio a los humanos para que hicieran de matrona o les ayudaran en su “transito” ya que una Lamia no puede morir sin ser vista por un humano y que éste entone una plegaria por ella. Recompensaban generosamente con oro, a quienes les ayudaban. Pero también les castigaban, llenando sus campos de piedras si osaban no hacer lo que ellas les pedían o les engañaban. Entre sus ocupaciones destacan: hilar con rueca y huso; construir dólmenes, puentes (como el de Ligi, Bidarrai o Arrosa), casas nobles; y lavar la ropa por la noche. Se alimentan con pan, tocino y sidra que exigían a las personas, o con pan, cuajada y leche que estos les ofrecen.
LA LAMIA ENAMORADA Un joven de Arrasate y una Lamia que vivía en Kobaundi se enamoran y deciden casarse, pero antes, el tiene que acertar la edad de ella.
Defensoras de la verdad, y en contra del fraude, al igual que Mari, se dice de ellas que viven del “no”. Ellas se cobraban los impuestos no declarados por los labradores de manera que si uno decía haber producido una cantidad de grano y en realidad había producido más, ellas se quedaban esa diferencia. Su decadencia y posterior desaparición, se asocia según algunas leyendas a la construcción de ermitas, a ciertos conjuros o al sonar de las campanas cristianas, es decir, la entrada y toma de mayor poder del cristianismo.
Ayudado por una amiga, el consigue saberlo y concertar la boda, pero se da cuenta que ella tiene pies de pato y comprende que no es humana y no pueden casarse. El chico enferma y muere de pena. Durante el velatorio apareció la lamia y cubrió el cadáver con una sábana que sacó de una cascara de nuez. Ella fue en el cortejo fúnebre aunque sólo llego hasta la puerta de la iglesia de Garagartza. 16
