Y el tiempo pasa. Y llega el frío.
Eso no debe importarnos, todo se disfruta. La nieve, la lluvia y las tardes que se oscurecen pronto y que nos invitan al recogimiento con ayuda de una taza de algo caliente.
Disfrutemos de cada uno de esos momentos, pensando que ya podemos soñar con la vuelta de la luz.
A partir del Solsticio de Invierno cada día gana unos segundos de luz a la sombra. Todo permanece en movimiento, y el ciclo vuelve a inclinar la balanza del lado del sol, de la luz, del Rey del Roble.
Aunque su plenitud aún queda lejos, a partir de Imbolc seremos más conscientes de su presencia e iremos recuperando la energía, ganas y empuje para iniciar todos aquellos proyectos que durante este tiempo de introspección han rondado nuestra cabeza y han ido tomando forma.
También conoceremos a lo largo de este 4º número de El Caldero, un poquito más sobre las Lamias y sus leyendas, y nos adentraremos en la mente de el último Dragón sobre la faz de la tierra.
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