ÍNTIMO
Deseos
Zedestudio es una de las empresas que se ha visto afectada positivamente por la pandemia, pues su modelo de webcammers y sexo por internet ha sido una alternativa durante el aislamiento para quienes buscan una dosis de sexo y deseo.
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Por: Diego Salinas R.
elanie Osorio, cuyo verdadero nombre se reserva para ella misma, toma todos los días aquella buseta que va por la Autopista Sur y luego la Boyacá para ir a su trabajo en el occidente de Bogotá. Al llegar, se dispone cómodamente en su espacio laboral decorado exóticamente, lleno de juguetes sexuales, trajes, una cama, un sillón y una gran computadora. En una casa grande dentro un barrio tranquilo, como Normandía, se encuentra Zedestudio, un estudio webcam que lleva más de cinco años de funcionamiento.
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CORPÓREA, noviembre 2020
A principios de 2015 un empresario llamado Pedro Cadena, cuyo nombre verdadero también se reserva, comenzó a indagar en este nuevo y extraño mundo de las webcammers, pues estaba en un punto donde comenzaba a correr el voz a voz de que sería un buen negocio para el futuro. Con la convicción de comenzar a generar dinero por medio de chicas que compartían su intimidad ante una cámara de video conectada a internet, realizó la respectiva inversión con los requerimientos mínimos para su funcionamiento, contratando por primera vez una
modelo. “Milena ha sido, a mi parecer, quien impulsó esta empresa. Al principio desconfiábamos, pero poco a poco fue construyendo esa confianza con su carisma que tanto la caracteriza”, dijo eufóricamente Cadena, quien asegura que esta mujer iba a subir la reputación del estudio y dejar grandes enseñanzas para el futuro de la empresa. A raíz de que era un proyecto que apenas estaba en furor, los temas legales en un principio no implicaban gran reglamentación; sin embargo, sí era de obligación ofrecerles a sus empleadas espacios de trabajo adecuados y
Foto tomada de Freepick
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