Edición 908

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Especial

San José de Cúcuta, mayo 1 de 2022

Apariciones de la

Virgen María Por: Pbro. Víctor Manuel Rojas Blanco, biblista y párroco de Santa Laura Montoya

E

n la Iglesia Católica, la veneración de María, madre de Jesús, abarca varias advocaciones marianas que incluyen oración, actos piadosos, artes visuales, poesía y música. Los Papas han alentado estas prácticas, al mismo tiempo que han tomado medidas para reformar algunas de sus manifestaciones. La Santa Sede ha insistido en la importancia de distinguir “la verdadera devoción de la falsa, y la auténtica doctrina, de sus deformaciones por exceso o defecto”. Hay muchos más títulos, fiestas y prácticas marianas venerativas entre los católicos romanos que en otras tradiciones cristianas occidentales. El término Hyperdulía indica la veneración especial debida a María, mayor que la dulía ordinaria por otros santos, pero completamente diferente a la latría debida solo a Dios. Las apariciones marianas son las manifestaciones de la Virgen María ante una o más personas, en un lugar y tiempo histórico determinado. Algunas han sido reconocidas por la Iglesia Católica. Dichas apariciones en algunos casos han dado origen a lugares de culto o peregrinación conocidos como santuarios marianos, algunos de ellos muy famosos. Otras han inspirado la creación de órdenes religiosas (Orden de los Carmelitas, Orden de los Mercedarios, Orden de las Concepcionistas, entre otras). Las “apariciones” o manifestaciones de la Virgen María son fenómenos que han sucedido a lo largo de la historia. La Iglesia Católica ha reconocido muy pocas, y aún estas son consideradas “revelaciones privadas”, dejando a los fieles en libertad de creer en ellas o no.

¿Cuáles son reconocidas por la Iglesia y las más conocidas? 40 d.C., Aragón, España. Virgen del Pilar. Vidente: Santiago Apóstol. 1531 d.C., Guadalupe, México. Nuestra Señora de Guadalupe. Vidente: San Juan Diego. 1830., Rue du Bac, París, Francia. Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa. Vidente: Santa Catalina Labouré. Aprobación en 1930. 1846., La Salette, Francia. Nuestra Señora de La Salette. Videntes: Melanie C. y Maximin G. Aprobada en 1851. 1858., Lourdes, Francia. Nuestra Señora de Lourdes. Vidente: Santa Bernardette Soubirous. Aprobada en 1862. 1876., Pellevoisin, Francia. Nuestra Señora del Carmelo. Vidente: Estella Fuguette. Aprobada en 1983. 1917., Fátima, Portugal. Nuestra Señora de Fátima. Videntes: Sor Lucía, Beatos Jacinta y Francisco Martto. Aprobada en 1930. 1932., Beauraing, Bélgica. Madre de Dios. Videntes: 5 niños. Aprobada en 1949. 1933., Banneux, Bélgica. Virgen de los Pobres. Vidente: Mariette Beco. Aprobada en 1942. 1953., Siracusa, Italia. Nuestra Señora de las Lágrimas. Lacrimación reconocida el 12 de diciembre, 1953.

Aún no aprobada: ▪ Reina de la Paz, Medugorje, Bosnia.

¿Por qué la Iglesia debe aprobar su veneración? La posición oficial de la Santa Sede es que, si bien la Congregación para la Doctrina de la Fe ha aprobado algunas apariciones de la Virgen María, de las más de 400 peticiones, los católicos romanos en general no están obligados a creerlas. Sin embargo, muchos católicos expresan su fe en las apariciones marianas. Esto ha incluido Papas, por ejemplo: Pío XII, Juan XXIII, Pablo VI y Juan Pablo II han apoyado la aparición de Nuestra Señora de Fátima como sobrenatural. El Papa Juan Pablo II profesaba

una devoción muy fuerte a Fátima y reconoció que esta advocación que le salvó la vida después de que le dispararan en Roma el día de la fiesta de Nuestra Señora de Fátima en mayo de 1981. Donó la bala que lo hirió ese día al santuario católico romano en Fátima Portugal.


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