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El primer contrato Dreyfus ante la legislatura de 1870

ticos, que tuvo una discrepancia con el Presidente. Entonces se produjo el nombramiento del coronel Juan Francisco Balta como presidente del Consejo y ministro de Guerra. A poco vino la designación de Manuel Ferreyros como ministro de Gobierno. Piérola (Hacienda), La Rosa (Justicia) y Barrenechea (Relaciones Exteriores) continuaron en sus portafolios. El 27 de julio de 1869, Rafael Velarde fue designado ministro de Gobierno por haber recibido el señor Ferreyros una comisión oficial.

Los ministros José Antonio Barrenechea, Teodoro La Rosa y Rafael Velarde presentaron sus renuncias el 22 de octubre. Seguramente tomaron esa actitud para no aparecer solidarizados con la política seguida en el ramo de Hacienda y se unie ron a la pode ro sa ola levantada contra ella, si bien lo negó Juan Francisco Balta en el curso del deba te parlamenta rio sobre el contra to Dreyfus. Quedaron solo este hombre público, jefe del Gabinete y el ministro de Hacienda, Piérola. Es te también dimitió con el pro pósi to de dejar en libertad al je fe del Estado para ob te ner la homogeneidad en el minis te rio; la falta de ella le había impues to a él, a Pié ro la, "los más penosos sacrificios, voluntariamente hechos en servicio de mi Patria" (23 de octubre).

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Juan Francisco Balta reorganizó su gabinete con los señores Mariano Dorado (Relaciones Exteriores), Francisco de Paula Secada (Gobierno) y Mariano Felipe Paz Soldán (Justicia); interinamente desempeñó la cartera de Hacienda Manuel Angulo, Director de Contabilidad en ese minis te rio. Pié ro la (de quien se dijo, cuando dimitió en octubre de 1869, que había te nido una vehemente discusión con el Presidente sobre el pago de los bonos de la deuda interna) volvió a los cuatro meses al portafolio vacante, antes que se produjeran los grandes debates alrededor del contra to Dreyfus en el Parlamen to (26 de febre ro de 1870).

El pRI mER coN tRa to DREY FuS aN tE la lE GIS la tu Ra DE 1870.- Tocó a la legislatura

de 1870 re sol ver el asun to. El deba te empe zó el 21 de setiembre, es decir, al año jus to en que Cisneros defendió tan brillante como estérilmente, el contrato ante la Corte Suprema. Las comisiones de Hacienda y Justicia de la Cá mara de Diputados se pro nuncia ron a fa vor de la aprobación de los ac tos del Ejecuti vo, en un dictamen notable cu yo tex to debe ser estudiado por to do aquel a quien interese el problema; pero hicieron la salvedad de que "el Supremo Gobierno no podrá prorrogar el contra to celebrado con la Ca sa Dreyfus para la venta de otra cantidad de guano, sin previa y especial autorización del Cuerpo Legislativo". El debate fue largo y agitado (1). Intervinieron en contra del contrato los señores José María González, José Mercedes Puga, Santiago Figueredo, Natalio Sánchez, Juan Urbina, Juan C. Luna, Manuel Basurto, Nicanor Rodríguez, Francisco Flores Chinarro, Luis Esteves, Tomás Gadea, Mariano Velarde Álvarez, Ricardo W. Espinoza, Foción Mariátegui, Hipólito Valdez y Manuel Rivarola. A favor: Pedro Bernales, Manuel I. García, José Ignacio Távara, Guillermo Pino, Antolín Gago, Juan Pedro Fernandini y, sobre todo, Luciano Benjamín Cisneros, diputado por Huánuco, y Piérola. Este último pronunció unas palabras, más tarde muy recordadas, que, en realidad, habían sido dichas ya por el político francés Gui zot. Al re fe rirse a sus enemigos que lo calumniaban, exclamó en la sesión del 10 de octubre: "Vuestras calumnias no llegarán jamás a la altura de mi desprecio". Otro detalle oratorio de Piérola fue el de decir textualmente lo siguiente:

(1) Según algunos historiadores recientes tiene gran importancia un episodio narrado por Echenique en sus memorias. De acuerdo con lo que este dice, el Presidente José Balta dio la orden para que el Congreso votase a favor del contrato Dreyfus cuando obtuvo las seguridades de que él no competiría en la sucesión presidencial contra Juan Francisco Balta. (Echenique Memorias... Lima, 1952, pág 300). La entrevista entre el Jefe de Estado y el anciano mandatario de 1851-1854, con fecha más o menos, octubre de 1870, sin duda fue auténticamente porque inspira confianza el tono y el acento del llibro de recuerdos antedicho. Pero no pasó de ser una maniobra adjetiva o complementaria dentro del gran proceso abierto desde abril de 1869. Ya se habían producido el litigio judicial y la sentencia de la 1a Corte Suprema, el debate en la Comisión Permanente y en general la opinión de que ambos contendores -Dreyfus y los consignatarios- gastaron mucho dinero para conquistar los votos de los miembro del Poder Legislativo. En realidad el asunto se había escapado de las manos de Balta. Éste no se hallaba ya en la condición de ordenar, como algunos creen, el voto favorable del Congreso. No eran de tipo netamente suiso al Palacio de Gobierno las mayorías parlamenta-rias en aquella época. En este caso, el voto favorable estuvo en consonancia con toda la trayectoria de la política iniciada sin desviaciones en enero del 69. JuaN maRtíN EcHENIQuE (1841-1913)

En 1869, este militar y político limeño, experto en tácticas militares y armamento, suscribió en la ciudad de parís (Francia) un contrato con la casa Dreyfus. Este suponía el término de las consignaciones del guano, y le entregaba a augusto Dreyfus el monopolio de la explotación de este material. El documento desató gran controversia y su aprobación por el congreso peruano se dio recién al año siguiente. En 1879, Echenique fue nombrado comandante general de lima, y encargado de dirigir la defensa de la capital contra la invasión chilena.

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