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Las denuncias públicas contra los consignatarios
camIlo caRRIllo (1830-1901)
En 1871, el ministro de Hacienda y comercio anuló una resolución del fiscal José Gregorio paz Soldán que aceptaba llevar a los tribunales peruanos la controversia entre la casa thomson Bonar y Joaquín torrico, encargado de la comisión que la investigaba. En 1874, carrillo, que era marino de carrera, se hizo cargo de la Escuela Naval. Durante la guerra del pacífico, luchó a bordo del monitor manco cápac y de las baterías apostadas en arica, así como en la batalla de miraflores (1881). Fue ministro de Hacienda y de Guerra durante el gobierno de Francisco García calderón (1881), y en 1888 fundó la Sociedad Geográfica de lima.
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laS DE NuN cIaS pÚ BlI caS coN tRa loS coN SIG Na ta RIoS.- La ofen si va contra los
con sig na ta rios que el con tra to Dreyfus sim bo li za, tuvo también otro frente. Fue el de la de nuncia de sus ac tos, el em pe ño por he rir los mo ral men te y hasta el plan de uti li zar contra ellos la vía ju di cial.
La campaña contra los consignatarios había partido en sus comienzos de sectores no políticos y tenía ya una larga his to ria reunida a lo largo del presen te libro. Su etapa inicial empieza con las revelaciones hechas hacia 1857 sobre abusos cometidos en la venta del guano. A esta época pertenecen los escritos de Carlos Barroilhet, las revelaciones de Luis Mesones, las polémicas entre los diplomáticos señores Rivero y Mesones sobre el precio de esa venta, las acusaciones de la Sociedad Ma rí tima de Pa rís contra las Ca sas Gibbs y Montané; y, por último, la contro versia que dio lugar al enjuiciamien to de los empleados que in tervinie ron en el examen de las cuentas presentadas por esta. La Convención Nacional, después de las denuncias hechas por José Gálvez contra los consignata rios nombró, por ley de 9 de setiembre de 1857, las primeras comisiones fiscales con tres delegados, uno para Inglaterra, otro para Francia y otro para Estados Unidos, recayendo los nombramientos en los señores Manuel Mariano Basagoitia, Tomás de Vivero y Toribio Sanz. Los comisionados anotaron diversos defectos en el sistema y terminaron sus funciones por decre to de 25 de abril de 1858. La Casa Montané llegó a restituir al Estado una cantidad de dine ro. Tan to ella como la Ca sa Gibbs se aparta ron del negocio del guano.
El descontento ante el manejo de las consignaciones por capitalistas extranjeros influyó para la resolución legislativa de 1860 que ratificó el derecho preferencial de los nacionales. Entre 1860 y 1862 cambiaron los consignatarios, se intentó regularizar y ordenar sus contratos y se llevó, a la vez, a la práctica el principio de dar inje rencia a los nacionales en es tos negocios.
La segunda etapa en la lucha contra los consignata rios se inició el 28 de noviembre de 1866 cuando Guillermo Bogardus presentó ante el dictador Prado un recurso en el cual enumeraba los siguientes actos de los consignatarios en desmedro del Fisco: 1°) el recargo indirecto e indebido en el impor te del fletamen to de buques para la exportación del guano; 2°) el cobro indebido de una cantidad a cada na ve, por agencias en el Ca llao y diligencias en Lima, en cada uno de los viajes efectuados para la exportación del abono; 3°) el crecido número de toneladas de guano (más de quinientas mil) que constituía un déficit para el era rio nacional en la cuenta de este abono después de hacerse el cómputo entre la exportación general, las toneladas vendidas y las que disminuyeron por pérdidas de mar; 4°) no haber organizado establecimientos para aprovechar debidamente el guano que no llegaba en buenas condiciones a los lugares de su importación, con lo cual perdía el Fisco cuantiosas sumas; 5°) no haber alzado el pre cio del guano cuando pudo y debió hacerse; 6°) haber cobrado indebidamente una pensión por los giros contra las mismas casas consignatarias en los países de expendio sobre las cantidades pertenecientes al Estado y otras comisiones igualmente ilegales; 7°) el cobro indirecto e indebido hecho al Estado, de intereses más altos que los pactados y la capitalización de intereses, trimestral y semestralmente.
Pero el objetivo de Bogardus era mucho más tangible e inmediato: era atacar el empréstito celebrado en 1865 con la Ca sa Thomson Bo nar y el emprésti to de la misma época con la Ca sa Thomas Lachambre, para la compra de los barcos Unión y América. Thomson Bo nar era el agen te del guano en Inglaterra y Tomás Lachambre, consignatario en Francia. Bogardus involucraba, además en su denuncia a Federico Barreda, ministro peruano en Londres, y a Manuel Pardo gerente de la Compañía de Consignación en Inglaterra y comisionado fiscal enviado a Europa en 1864.
El Congreso Cons ti tu yente de 1867 pretendió, como la Convención Na cio nal de 1857, adop tar una ac ti tud de fis ca li za ción y de sanción para los con sig na ta rios, si bien ya ellos eran en ti da des o per so nas dis tin tas. El di pu ta do Luis Me so nes, an ti guo mi nis tro en Londres, reve ló la existencia de de frau da cio nes co me ti das en la con sig na ción de In gla terra por quienes se
polémIca EN El SENaDo. a finales de la década de 1860, tras la aparición en el diario El comercio de un artículo escrito por el ex secretario de Gobierno manuel pardo, se desató una gran polémica entre este y el senador Daniel Ruzo. la discusión se centró en torno a la administración del guano por pardo, durante su gestión como gerente de la compañía Nacional de consignaciones, entre 1862 y 1864. En esta fotografía de fines del siglo XIX se aprecian los exteriores del Senado, donde Ruzo sesionaba como presidente de la comisión de Delegados Fiscales.