Enrique Vila Matas Chet Baker piensa en su arte. Ficción crítica WunderKammer, Terrades (Girona), 2020 208 páginas, 10.00 €
Procedimiento nocturno Por JULIO SERRANO Aquí, al igual que allí, todo el mundo está de paso. Incluso Chet Baker, quien atraviesa Chet Baker piensa en su arte. Ficción crítica como una figura evanescente que emana del ensayo (más alquimia que tratado) del sospechoso narrador Enrique Vila Matas (Barcelona, 1948), quien ya en sus albores de escritor quiso matar y no matar al lector y ambas cosas le fueron posibles por obra y gracia de cierto tipo de divertimento, que de soslayo, como quien no quiere la cosa, abre serias fisuras en la realidad. Aquí, como entonces, vibra una tensión funesta, anticipada de forma acústica. El relato suena. Lo dice el libro en su primera línea y luego varias veces más. Se interrumpe a sí mismo un texto que nos levanta del asiento –porque la música hay que ponerla– antes de anclarnos a él. Extraño porque, por lo que
sabemos de los textos, reclamar atención para sí es condición sine qua non, y no lo es bifurcar la escucha hacia unas campanadas nocturnas, unos pasos amenazantes y una voz espectral que nos hacen sentir, por cierto, muy poco confortables en nuestro sillón. La telúrica música Bela Lugosi’s Dead, interpretada por sucesivas bandas, salpica la lectura de acordes inquietantes y de frases que se intercalan en la lectura en un tiempo y forma que escapa del control que Vila Matas pueda tener sobre su propia obra: black caves, victims, black box... en fin, nada bueno. El punk experimental da una pátina de atmósfera gótica a nuestra intimidad, siempre que se acceda a colaborar un poco, con esa «sintonía ideal», nos dice en el prólogo, para la lectura e interiorización de una noche crítica, la que aquí se cuenta,
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CUADERNOS HISPANOAMERICANOS