TIENDEO
La tienda física nunca va a desaparecer El sector del retail se encuentra en pleno proceso de transformación. Ya no se trata únicamente de intentar integrar el mundo digital al mundo real, sino de moldear el mundo real a la imagen del mundo digital, adoptando sus códigos, lenguajes y lógicas, con el objetivo de crear experiencias integradas que aúnen lo mejor de ambos mundos.
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La digitalización de las compras es a día de hoy una realidad, sobre todo desde que la mayoría de nuestras vidas se han trasladado a los smartphones. Un hecho que se ha acelerado considerablemente en los últimos años y que ha encontrado en la tecnología un catalizador natural y un nuevo medio para conectar con los consumidores. Tras la relajación de las medidas sanitarias y la vuelta a la tan ansiada normalidad, la tienda física se resiste a perder su hegemonía. Esto se debe a la agilidad mostrada por los principales actores del comercio físico, y a la decidida apuesta por una experiencia omnicanal que incluya la digitalización del customer journey. En pocos años, los retailers han evolucionado y se han reinventado a fin de ofrecer a sus clientes una experiencia integrada que no admite comparación con el "mundo pre COVID".
El digital manda en la compra, incluso en la tienda física
En segundo lugar, una vez el consumidor se encuentra en el punto de venta, éste desea vivir una experiencia sin ningún tipo de fricción: hay que evitar esperas, colas de caja, ofrecer alternativas de compra para que el cliente se empodere y tome la mejor decisión de compra utilizando el smartphone como elemento nuclear en su proceso de decisión.
Un lugar de experiencias de marca ricas e inmersivas A pesar de la revolución digital, ir a la tienda física sigue siendo una experiencia que permite a los consumidores conectar con el personal de tienda: asesores que le ayudan a elegir qué tipo de producto necesitan y les encaja mejor. Así, el comercio físico está pasando de ser un lugar transaccional, donde sólo se compra y vende, a un espacio de conexión entre el consumidor, la marca y su comunidad, con un claro papel de socialización.
Seis de cada diez clientes realizan sus compras en la tienda física, si bien el 93% de los consumidores busca sus productos online antes de realizar la compra. Entonces, ¿cómo deben cambiar los comercios para adaptarse a este consumidor digital?
Nadie puede borrar todos los puntos fuertes de la tienda. Al fin y al cabo, somos individuos que buscan relacionarse con otras personas que buscan sensaciones, pero con la compra digital el consumidor ha aprendido a utilizar lo mejor de ambos mundos para crear una experiencia de compra fluida y mejorada.
En primer lugar, El consumidor digital quiere acceder desde el sofá de su casa o cualquier otro lugar, a toda la información disponible: precios, productos, disponibilidad, servicios, la posibilidad de chatear con un asesor, pedir una cita, ... La tienda física debe garantizar esta experiencia de compra, de lo contrario se puede perder la posibilidad de influir en las decisiones de los consumidores y en consecuencia en las ventas.
La tienda física tiene que adaptarse a las nuevas tendencias añadiendo tecnología como elemento pivotal en su estrategia de comunicación con el consumidor. El error sería pensar que son mutuamente excluyentes, cuando en realidad son complementarios, ya que la unión de ambos genera experiencias de compra omnicanales y únicas, que abren las puertas a un futuro más vanguardista y competitivo.