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Capítulo 11: Liderazgo

CAPÍTULO ONCE LIDERAZGO

Panorama general

La finalidad de este capítulo es resaltar algunas cuestiones relacionadas con el concepto y la práctica del liderazgo en un partido político. El capítulo esboza los estilos, papeles y responsabilidades del liderazgo y las cualidades y calificaciones deseadas en un líder.

¿Qué es un líder?

El liderazgo es el arte de liderar a otros ejerciendo el poder, controlando resultados, fijando el ritmo y los planes de la organización, explorando nuevas opciones de desarrollo, aprovechando las capacidades y habilidades de otros, logrando que las cosas se hagan, y alcanzando metas y objetivos corporativos. Liderar es asumir la responsabilidad y crear un espacio para otros mediante la delegación.

¿Quién es un buen líder?

Un buen líder es una persona capaz de suministrar una guía o dirección. Es como un puente, un abanderado, y un pilar de cualquier grupo o sociedad. El liderazgo tiene varias definiciones, pero hay consenso en que los líderes necesitan la: • habilidad de unir a las personas para la búsqueda de una meta y objetivos comunes; • habilidad para organizar, ordenar y dirigir misiones y estrategias grupales orientadas a alcanzar los objetivos establecidos; y • habilidad de tomar responsabilidades a nombre de otros.

Un buen líder político no es un amo o jefe, sino un sirviente que es capaz de trabajar con otros miembros de la comunidad, sin dominarles ni apropiarse de sus ideas y actividades. El líder debe ser una persona honesta y responsable, debe saber escuchar, ser un buen comunicador, un modelo de conducta, ser conciliador, transparente y saber manejar conflictos allí donde haya disputas individuales, comunales o cualquier otra forma de ellas. Un buen líder es valeroso, paciente y consulta a miembros de su grupo o comunidad antes de emprender funciones o actividades a nombre suyo.

Un mal líder manda ya sea por sí solo, con unos cuantos amigos o sicofantes que a menudo asumen un pseudo poder, al cual usan para intimidar a los enemigos reales y percibidos de los ‘poderes establecidos’.

Cualidades de un buen líder

El éxito de un partido político es esencialmente un reflejo de la calidad de su liderazgo. Idealmente, los líderes del partido debieran ser de cierto pedigrí, a fin de conducir al partido a niveles mayores de logros. Algunas de las características de los líderes más exitosos son: • Integridad moral: se espera que un líder muestre principios morales más altos que ciudadanos o miembros del partido comunes.. Un liderazgo inmoral puede producir ambivalencia, especialmente entre los jóvenes.

• Superioridad intelectual: un líder debe tener una capacidad de captar cuestiones complejas por encima del promedio. La prueba principal de la superioridad intelectual de los líderes, es su capacidad de consistencia en la toma de decisiones, una mayor comprensión de los temas y una participación informada en el debate público. • Visionario: el líder debe entender la finalidad del liderazgo y contar con un plan del futuro de la sociedad y del partido. • Empatía: capacidad de conectarse con las personas ordinarias e internalizar sus necesidades y problemas. El líder del partido debe ser cordial con los pobres y no debe verse que les desprecie de algún modo. Debe, en otras palabras, ser “un hombre del pueblo” y no se le debe ver identificado con ciertas clases o subgrupos de la sociedad, mientras que ignora a otras.

El éxito político individual está estrechamente relacionado con la capacidad de la persona para liderar. De igual modo, el éxito de un partido político puede atribuirse en gran medida a la calidad de su liderazgo. Por ello, los dirigentes que desean mejorar la posición nacional de su partido deben actuar lo mejor que puedan para: • establecer fines y metas; • construir, motivar e inspirar a la militancia; • diseñar e implementar estrategias; • monitorear la implementación de los planes; • rediseñar programas para alcanzar mejores resultados; y • comunicarse de modo eficiente y efectivo.

Clasificación del liderazgo

Hay tres categorías fundamentales de liderazgo, a saber, conservador, liberal y radical: Liderazgo conservador: este estilo/tipo ve el cambio como algo inquietante, desestabilizador y contraproducente. El estatus quo es considerado como el nivel máximo de la civilización y se le defiende incondicionalmente. • Los líderes conservadores creen firmemente que las estructuras de ayer son las mejores que el partido y la sociedad podrían tener, y por lo general resisten el cambio, en especial a la estructura de gobierno; • Liderazgo liberal: éste adopta el cambio pero cree que debe llegar lenta y sistemáticamente, y ser beneficioso para la mayoría. Los líderes liberales valoran la igualdad, el desarrollo basado en derechos, y buscan cambios mediante una amplia consulta para asegurar que los derechos del pueblo no se vean comprometidos. • Liderazgo radical: los líderes radicales buscan el cambio rápido y feroz, y sus medios no necesariamente excluyen la violencia. Cuando tienen la oportunidad de cambiar las cosas, buscan hacerlo mediante la revolución. Buscan y efectúan cambios extremos muchas veces sin pensar mucho sobre sus consecuencias. Los líderes radicales prefieren hacer frente a las repercusiones a medida que éstas se dan, antes que demorar el cambio. En suma, los líderes buenos se concentran en las necesidades de sus ciudadanos. Un buen liderazgo deriva su autoridad y legitimidad del pueblo, que es la parte interesada clave en el proceso de toma de decisiones. Éste basa su gobierno sobre el imperio de la ley y tiene contrapesos, manifestados en las estructuras del partido. Usualmente se le conoce como un liderazgo democrático.

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