“La Casita del Árbol: una fundación sin fines de lucro en épocas de Pandemia”
L
a Casita del Árbol es una fundación sin fines de lucro creada para trabajar por las personas con discapacidad y sus familias. Tiene por objetivo la promoción de los derechos de las personas con discapacidad, a fin de acercarles a la sociedad en general, y a todo aquel que lo necesita, la información necesaria. También nos encontramos abocados a la realización de proyectos sociales para intervenir en la sociedad de modo que sea un lugar para todos, y favorecer de esta manera la plena inclusión de las personas con discapacidad en igualdad de condiciones. Asimismo, es nuestro objetivo continuar trabajando en la contención y asistencia de las personas con discapacidad y su grupo familia. La pandemia y las consiguientes medidas de aislamiento social, preventivo y obligatorio, importaron
la configuración de un escenario distinto: la imposibilidad del encuentro presencial con el otro. Sin embargo, esta imposibilidad de encontrarnos físicamente, no importo una imposibilidad de acercarnos de manera virtual. La Fundación suspendió sus encuentros presenciales, pero continuo con la atención en aquellos casos cuya intervención resultaba requerida, tratando en todo de atender los requerimientos realizados. En un primer momento las familias se comunicaban a fin de hacer “catarsis” o compartir sus experiencias en torno a las medidas de aislamiento, luego fueron muy pocas las consultas relacionadas a la cobertura social, por ejemplo. Como Fundación, y también como familias de personas con discapacidad en algunos casos, la pandemia nos tomó por sorpresa,
como a todos. Nadie estaba preparado para ello. Acomodarnos a las nuevas rutinas con nuestros familiares con discapacidad, fue una tarea complicada, que requirió mucho esfuerzo y paciencia, a lo que se sumaba el miedo y la incertidumbre por lo desconocido. En la actualidad seguimos en esta tarea de acomodarnos, de pensar a futuro el trabajo de la Fundación, en este nuevo contexto mundial. Las situaciones vividas individual o colectivamente como crisis o catástrofes importan una bisagra en la vida de las personas, un antes y un después. Seguramente a partir de esto todo será antes y después de la pandemia. Por otra parte, la pandemia configuro un cambio de paradigma: no siempre será posible tener contacto físico con el otro, pero aún así debemos asegurar un contacto y una presencia.