Narrativas o modos de contarnos

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Junta Editora: Alexandra Pagán Vélez { Directora Anto Gamunev Sonia Cabanillas Martín Cruz Santos Eloísa Gordon María José Moreno Hugo R. Viera Vargas y Mónica Lladó Ortega { Lectorxs externos

Junta Asesora: Mariveliz Cabán Montalvo { Presidenta Roxanna D. Domenech Sugelenia Cotto

Portada: Aydasara Ortega Torres, de la serie Lo velado

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ÍNDI E “LO VELADO” COLLAGES EN PAPEL HECHO A MANO

AYDASARA ORTEGA TORRES.................................... 4 ENTRE EL AMOR LIBRE Y LA MATERNIDAD CIENTÍFICA: MADELINE VERNET EN EL DRAMA “INFLUENCIAS DE LAS IDEAS MODERNAS” Y EL RELATO “AMOR LIBRE” DE LUISA CAPETILLO LIMARY RUIZ-APONTE....................................... 14 VERSIÓN ORIGINAL

JOSÉ DARÍO MARTÍNEZ MILANTCHI............................ 26 “MONTAGE QUOTIDIEN: THE PHOTOGRAPHS OF MÁXIMO COLÓN”

EXHIBICIÓN EN BROOKLYN COLLEGE........................... 29 TOTALIDAD

JAVIER FEBO SANTIAGO..................................... 44 POEMAS

YOLANDA ARROYO PIZARRO................................... 48 LOS GALLOS DE CIALES PELEAN POR NOSOTROS

FABRICIO ESTRADA......................................... 54 DINORAH CORTÉS-VÉLEZ, FUGAS DE DUERMEVELA: PROSAS HERIDAS, ISLA NEGRA EDITORES, 2018. DORIS E. LUGO RAMÍREZ.................................... 58

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Aydasara Ortega Torres

“Lo velado� collages en papel hecho a mano

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Entre el Amor libre y la maternidad científica: Madeline Vernet en el drama “Influencias de las ideas modernas” y el relato “Amor libre” de Luisa Capetillo Limary Ruiz-Aponte Pues a pesar de toda esta franqueza, no he sido comprendida, y además, calumniada y mal interpretada. Luisa Capetillo Je n’ignore point qu’à la première lecture, ma théorie sur l’amour va paraître à beaucoup de personnes tout à fait immorale. Certaines d’entre elles y verront la consécration de la débauche, la légitimité du libertinage, l’excuse de tous les dérèglements. Madeline Vernet

Escribir sobre Luisa Capetillo planteauna revisión histórica de Puerto Rico sobre sus luchas y sus conflictos en cuanto a los ideales de una sociedad. En esta investigación deseamos hacer una comparación sobre las ideas de Amor libre propuestas por la educadora y pacifista Madeline Vernet que entendemos Luisa Capetillo refleja en el drama “Influencias de las ideas modernas” y el relato corto “Amor libre” ambos publicados en 1916 en su libro Influencias de las ideas modernas1. Para hacer este acercamiento ofreceremos una introducción sobre los datos de la vida de la autora y contextualizaremos su lucha en el discurso e historia puertorriqueña. Luego se estudiará y analizará en los textos las ideas del amor libre que Capetillo asume de Vernet y las concepciones sobre la maternidad que esta propone.

1 En nuestras citas utilizaremos las siglas IIM y seguiremos la edición de Lara Walker.

Luisa y los pantalones Luisa Capetillo nació el 28 de octubre de 1879 en Aguadilla, Puerto Rico. Hija de la emigrante francesa Margarita Perón y el español Luis Capetillo, quienes nunca se casaron. Su madre tuvo un rol vital en su desarrollo intelectual. Norma Valle Ferrer, en Luisa Capetillo: historia de una mujer proscrita (1990), describe la relación de ambas, en especial señala la importancia de las ideas románticas que ella le transmitió a su hija desde Francia (13). También cuenta cómo ambos padres se preocuparon por la educación de Luisa en un tiempo en el cual la mujer no tenía tales oportunidades2. Así obtuvo sus primeras lecciones de lectura, escritura y aritmética de su padre y luego fue a la escuela privada de Doña María Sierra Soler (45). Un hecho sobresaliente y necesario recordar es que Capetillo fue autodidacta toda su vida. Leyó textos 2 Para más información sobre el contexto educativo de la mujer en Puerto Rico se puede consultar el primer capítulo del citado trabajo de Norma Valle Ferrer titulado: “Primeros fermentos de la lucha femenina en Puerto Rico”. Narrativas o modos de contarnos


románticos, naturalistas y anarquistas. Junto con esas lecturas y sus experiencias se convirtió en una de las primeras defensoras de los derechos de los trabajadores y de la mujer en Puerto Rico. Luchó junto a los sindicalistas para mejorar las condiciones laborales. Trabajó como lectora en las fábricas de tabaco en Estados Unidos y Puerto Rico. Fue defensora del vegetarianismo, del espiritismo, de la educación y del anarquismo. En 1909 participó de la Cruzada Ideal, movilización de diferentes grupos de trabajadores bajo la Federación Libre de Trabajadores (FLT) para agitar y hacer propaganda en favor sindical (Valle, 69). En 1911 publicó el libro Mi opinión sobre las libertades, derechos y deberes de la mujer3, el cual es considerado la primera tesis feminista del país y el más importante de feminismo de Puerto Rico. Según afirma Félix V. Matos Rodríguez, este es uno de los primeros textos feministas de toda América y el Caribe4 (MO, xix). En 1912 viajó a Tampa y allí colaboró con los tabacaleros y líderes obreros cubanos, italianos, y afroamericanos y allí trabajó como lectora. Fue en Tampa que en 1913 rescribió Mi opinión. Luisa Capetillo viajó en 1915 a Cuba, y es en La Habana donde ocurre uno de los incidentes que la ha llevado al imaginario popular como la mujer que fue arrestada por llevar pantalones ya que fue considerado un escándalo público. Un año después del incidente, en 1916 publica Influencias de las ideas modernas. Luego a inicios de la década del 20 se muda a Nueva York y establece una casa de hospedaje en la cual sirve comida vegetariana. En su vida personal tuvo tres hijos. Su hijo menor fue el que la acompañó hasta la muerte. Capetillo no pudo criar a 3 Para citar este texto reditado e introducido por Félix Matos utilizaremos la abreviatura MO. 4 El autor dice que, aunque para otros estudiosos como Isabel Picó y Sánchez González, el libro Influencias de las ideas modernas es el más maduro y el más importante, MIO es el más importante porque es el primero que habla sobre feminismo en Puerto Rico. (Matos XLVI) Estamos de acuerdo con lo expresado por el autor, pues entendemos que son estas ideas las que continúan en sus siguientes trabajos 14 de febrero de 2019

LuisaCapetillo por Molly Crabapple

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sus dos hijos mayores, pues la familia paterna pensaba que ella era una mala influencia. Murió el 10 de abril de 1921 en Río Piedras, Puerto Rico de tuberculosis y a su entierro asistieron muchos de sus compañeros de lucha. Contexto histórico: Luisa Capetillo y Puerto Rico Como es sabido, en 1898 tras la Guerra Hispanoamericana Puerto Rico pasa como botín de guerra a los Estados Unidos. Esto trajo grande cambios estructurales, políticos y sociales. También trastocó el sistema económico, el cual cambió de una economía mercantilista a una industrial dominada por dueños norteamericanos en el extranjero. A principios del siglo XX la condición del obrero en Puerto Rico era decadente, no obstante, se levantaron y organizaron movimientos


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Luisa Capetillo

obreros. En 1899 se fundó la Federación Libre de Trabajadores (FLT) cuya iniciativa sirvió de propulsora al Partido Socialista Puertorriqueño el cual fue fundado en 1915. La lucha sindicalista estaba principalmente dominada por hombres, pero la mujer conformaba parte activa del movimiento y Capetillo fue una de sus líderes destacadas. Según se apunta en el artículo de Milagros Rodríguez “Algo más que pantalones: Un acercamiento a Luisa Capetillo”, citando a Ángel Quintero: Para 1899, según cita Quintero Rivera, en la industria del tabaco solo encontramos 60 mujeres, el 1.6% del empleo total en la industria, pero para 1920 ya habían 8,766, lo cual representaba un 52.9% del empleo total. (5) Por otra parte, fuera del campo laboral, el orden intelectual de la época puertorriqueña estaba dirigido por varones que promovían un discurso nacional en contra

de la invasión americana. Como apunta Julio Ramos en Amor y anarquía: Los escritos de Luisa Capetillo5 (1992) tanto la escritura como la lectura eran medios empleados por los intelectuales universitarios, lo cual estaba muy lejos de la realidad obrera. Cita el Censo de 1899, en el cual el 77% de la población era analfabeta (14). Esta realidad divide a Puerto Rico en una minoría letrada, de la cual Luisa Capetillo, como mujer, sindicalista, anarquista no era parte, pero se integra, como bien señala Ramos. Dicha integración desde el margen la hace desde un llamado universalista, en el cual se une a las voces ilustradas europeas, las luchas anarquistas y feministas a nivel mundial, mientras evita los nacionalismos. Como apuntan el mismo Ramos y también Norma Valle Ferrer, Luisa entra a este mundo por la educación recibida en su hogar y por su educación autodidacta. Veamos la acertada cita que recoge Valle Ferrer de Luisa, tomada de Influencias de las ideas modernas: Yo hablo de todo con perfecta comprensión de lo que digo, con una profunda intuición que me orienta; pero nada he podido estudiar de acuerdo con los preceptos de los colegios, cátedras o aulas de enseñanza superior. Hoy me he presentado como propagandista, periodista y escritora, sin más recomendación que la mía, ni más ayuda que mi propio esfuerzo, importándome poco la crítica de los que han podido cursar un completo estudio general. (Valle, 18) Así Capetillo escribe para lograr su ideal, el cual no veía como imposible, pues para ella era la restitución del orden natural. En sus escritos, de estilos eclécticos- encontramos cartas, obras de teatro, relatos, ensayos- el anarquismo y la expresión sentimental 5 Primer libro que edita y republica los textos de Luisa Capetillo. Narrativas o modos de contarnos


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dada por el Amor libre se proyecta como el logro de una humanidad saludable, igualitaria y productiva. Todo esto conseguido por la educación, pues para Luisa la educación era el motor que ocasionaría el cambio. Y no solo se refería a la educación académica, sino que incluía el conocimiento del cuerpo, de la buena alimentación y ejercicios; creía en la educación integral. En relación con las luchas de la mujer y sus derechos a la educación a nivel intelectual en Puerto Rico, a finales de siglo ya habían sido difundidas las ideas de Eugenio María de Hostos en su ensayo la “Educación científica de la mujer” (1873). Hostos creía que la educación era la clave para la liberación de la isla y así concretizar su proyecto la Confederación de las Antillas. Para lograr esto proponía la educación de la mujer: El hombre que educa a una mujer, ése vivirá en la plenitud de su ser, y hay en el mundo algunos hombres que saben vivir su vida entera; pero ellos no son el mundo, y el infinito número de crímenes, de atrocidades, de infracciones de toda ley que en toda hora se cometen en todos los ámbitos del mundo, están clamando contra las pasiones bestiales que la ignorancia de la mujer alienta en todas partes, contra los intereses infernales que una mujer educada moderaría en el corazón de cada hijo, de cada esposo, de cada padre. (Hostos, 1) Si bien Hostos es uno de nuestros adelantados en materia de lucha en favor de la educación de la mujer, Luisa, precisamente como mujer, va más allá y señala que la importancia de la educación de la mujer no es solo para su prole, sino para su rol fundamental como ser integral de la sociedad. Señala Félix Matos en la introducción a la edición bilingüe de Mi opinión sobre las libertades derechos y deberes de la mujer6 (2004): What was innovative in Capetillo’s discourse was that the education for which she was advocating

could not be just any type of education wisdom and thus ingrained in woman the values of exercise, hygiene, nutrition, sexuality, health, honesty, and true love. She also wanted and education for women of all social classes, not just for privileged elite. (xxxix) En el Puerto Rico contemporáneo junto a las luchas sindicalistas y feministas de Luisa estaba el movimiento sufragista liderado por Ana Roqué de Duprey. Sin embargo, Luisa se distanció, pues creía en oportunidades para todas las mujeres en igualdad y el movimiento sufragista privilegiaba a la clase burguesa. Valle Ferrer escribe: Mientras en el 1917, Isabel Andreu de Aguilar, Mercedes Solá y Ana Roqué de Duprey, entre otras, organizaban la Liga Femínea Puertorriqueña710, para luchar por el sufragio, Luisa Capetillo está dirigiendo la huelga agrícola de Patillas, y escribiendo para los periódicos obreros. (82) En este contexto puertorriqueño en el noroeste de la isla y en medio de las luchas escribe Luisa Capetillo sus ideas anárquicas y socialistas. Esta mujer abogaba no solo por una educación para la mujer sino también por la gobernanza del propio cuerpo y del disfrute de la mujer de su sexualidad, entendiéndola como un deseo natural humano y que no era reservado solo para el hombre. Un hecho ya mencionado e importante destacar es que ella trabajó tanto en Puerto Rico como en Tampa como lectora en las fábricas de tabaco. Allí les leía a los obreros textos de pensadores anarquistas como Bakunin y Malatesta. También leía a Tolstoy y Zolá. Entre otras de sus grandes influencias se encuentra la pensadora y escritora anarquista Madeleine Vernet. El influjo de la pensadora francesa ha sido reconocido por los estudiosos de Capetillo, entre ellos Valle Ferrer, quien dice que fue de ésta de quien Luisa

6 Primer libro de Luisa republicado totalmente y traducido al inglés. Luego en 2009 se traduce y publica “Influencias de las ideas modernas” a cargo de Lara Walker.

7 En Puerto Rico el voto femenino para mujeres letradas fue aprobado en 1929 y no fue hasta el 1935 que se obtuvo el sufragio universal.

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obtuvo su conocimiento sobre el amor libre. De hecho, esto se puede ver en la transcripción que Capetillo hace en su libro Mi opinión del texto “Amor libre” de Vernet. Este fue publicado en 1907 en Francia y el que Capetillo transcribe de una Revista de Barcelona. En Mi opinión también aparece el texto “Impresiones de viaje Julio 19098”, en cual Capetillo hace alusión a la Cruzada de la Federación y comenta: Empecé a tratar la cuestión sexual bajo el punto de vista de “Amor libre”, como lo explica Magdalena Vernet, y no hay una mujer, por mística y pudorosa que se haga, que al leer esa explicación no la encuentre razonable y prudente; pero el obstáculo que han establecido las fórmulas sociales, la hacen enmudecer. (309) Este hecho, sigue confirmando su universalismo y sus ideas fuera del discurso nacional de la isla. Defender el Amor libre provocó escándalo además de sufrir acoso sexual por parte sus compañeros varones9. Valle Ferrer dice acerca de la relación de ideas de ambas pensadores y educadoras anarquistas: Para la Vernet, el matrimonio, el amor y el deseo son tres factores diferentes. El matrimonio es una conveniencia social, una entintas carcelaria, una prostitución del amor. El amor es apasionamiento, la unión de la emoción con el intelecto; mientras que el deseo es una mera necesidad carnal. Vernet y por ende la Capetillo, aboga por que se instruya a la mujer sobre su sexualidad para que pueda recocer en forma natural lo que es el deseo, y lo que es el amor y pueda satisfacer ambas necesidades… 8 Este texto según apunta Félix A. Matos, fue luego retirado de la edición de MO de 1913. Esta edición no se ha reditado y su original se encuentra en Puerto Rico. 9 Como apunta Norma Valle Ferrer en un fragmento de una carta publicada en Influencias Luisa le responde a un compañero por su acercamiento sexual. (80) Al consultarla efectivamente Luisa le contesta y le dice que entiende su deseo sexual, pero que ella solo le puede corresponder como amiga y compañera de lucha. (Ver “Fragmento de una Carta” en la Edición IIM de Walker página 231. Sigue las divisiones de Vernet, del deseo y la importancia de la correspondencia mutua. Por tanto, maestro sus palabras en acción.

abogan por que la mujer no se vea obligada a subordinar su sexualidad a la del hombre, y porque en cambio se sienta libre para manifestar sus inquietudes. (79) En el texto de Vernet, ciertamente apunta lo señalado por Valle Ferrer, pero lo que se nos hace muy interesante es cómo Capetillo lo aplica a sus textos de manera didáctica y en el contexto puertorriqueño. Como indicamos, en este trabajo nos detendremos en dichas influencias en la obra dramática más conocida y estudiada10 “Influencias de las ideas Modernas” y en un relato corto “Amor libre” ambos publicados en su libro de 1916 Influencias de las ideas modernas. Si bien es cierto, que la defensa del Amor libre también se encuentra en la figura emblemática del anarquismo feminista estadounidense Emma Goldman, con su famoso ensayo “Matrimonio y amor libre” publicado en 1910, no creemos que Capetillo haya recibido gran influencia de esta a ese tiempo. Luisa, aunque quiere un distanciamiento del mundo académico, sus textos están llenos de citas, de títulos y lecturas para evidenciar su conocimiento y sus fuentes y por eso se nos hace sospecho que no mencione a Goldman en sus textos. No obstante, no descartamos que la haya leído o que estuviera al tanto de su figura, pues por sus viajes tanto a Nueva York y Florida y al contacto con grupos anarquistas pudo haberla leído. Sin embargo, su mayor argumento del Amor libre sigue muy de cerca lo planteado por Vernet y como ella misma nos dijera, esa era su fuente. Cristina Guzzo en su estudio comparativo de la obra de Luisa Capetillo y Salvadora Medina Onrubia11 menciona la diferencia entre la maternidad defendida entre las sajonas anarquistas y las hispanoamericanas que 10 Norma Valle Ferrer en el citado libro relaciona al personaje de Luisa con la misma Capetillo. También asocia directamente las ideas que se presentan en el texto con la vida y obra de Tolstoi. Pues Angelina, protagonista y actante principal de la obra deja su estado burgués y por medio de la lectura llega al conocimiento libertario y se despoja de todo, para luego ser parte de una comunidad anárquica. (52-54) 11 Ver bibliografía: “Luisa Capetillo y Salvadora Medina Onrubia de Botana: Dos íconos anarquistas. Una comparación” Narrativas o modos de contarnos


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que deseamos detenernos en la influencia de Vernet la cual encontramos textualmente en relación con las ideas del Amor libre. Vernet y Capetillo en influencias El texto que transcribió Capetillo para Mi opinión, según dice, fue traducido y editado por la agrupación “Nueva Vida” de Barcelona (Mi opinión 171). En este, Madeleine, “Magdalena” como la llama Luisa, habla sobre la diferencia entre el matrimonio y el amor; afirma que el matrimonio sin amor es prostitución:

Ana Roqué de Duprey

no la rechazaban. Entonces, por lo expuesto estamos de acuerdo con Guzzo, Valle Ferrer y Matos Rodríguez12. Por otro lado, las publicaciones de estos textos y el año que fueron escritos difieren del año de publicación. El drama fue escrito en 190713, antes que los textos de Goldman, mientras por otra parte el relato corto “Amor libre” fue escrito en 1913. Por tanto, creemos que debió haber estado muy influenciado por la re-edición que hizo Capetillo en el mismo año de Mi opinión sobre las libertades, derechos y deberes de la mujer en el cual se encuentra el texto de Vernet.

No obstante, nuestro interés en esta investigación no es probar si Luisa tuvo influencia de Goldman, sino 12 Aunque en 1921, un año antes de la muerte de Capetillo, en Argentina se publica el libro Voces libertarias en la que se encuentra textos de Goldman y Capetillo no encontramos en los textos publicados de Luisa alusión directa a sus ideas. 13 En la redición hecha en 2009 del texto de Capetillo, bajo la lista de los personajes dice que fue escrito en noviembre de 1907 en Arecibo. (169) 14 de febrero de 2019

Que no se confunda el amor con el matrimonio. El matrimonio es una conveniencia social; el amor es una ley natural. El matrimonio es un contrato; el amor es un besar. El matrimonio es una cárcel; el amor es un apasionamiento. El matrimonio es la prostitución del amor. (172)


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14 Luisa en el prefacio de Mi opinión dice: “No creo que nada sea imposible; ni me asombro de ningún invento ni descubrimiento, por eso no encuentro utópica ninguna idea. Lo esencial es llevarla a la práctica, empezar. Lo demás, es debilidad, y un concepto errado del poder humano.” (131)

dice la pensadora francesa: El matrimonio, el amor y el deseo son tres cosas distintas. El matrimonio es la cadena que tiene al hombre y a la mujer prisioneros el uno del otro. El amor es la unión integral de las dos. El deseo es el capricho de dos sensualidades. Yo dejo el matrimonio, del cual soy adversaria, para venir a la cuestión del amor libre. Yo digo que el amor debe ser absolutamente libre, tanto para la mujer como para el hombre y todavía añado: el amor no puede verdaderamente existir más que en la condición de ser verdaderamente libre. (IFI 180) Luisa Capetillo en el drama para representar la unión de Carlos y Angelina escribe: Carlos: (Toma a Angelina de la mano.) Desde hoy nos unimos nuestra existencia, hasta que el destino quiera; el día que no me ames, que estés hastiada de mí, tienes perfectísimo derecho de irte a donde te plazca (Angelina se arroja en sus brazos.) Angelina: Seré feliz mientras me ames, cuando vea en ti indiferencia o desvió me alejaré sin dejar de ser tu amiga. (IIM 213) En el relato corto “Amor libre” aparecen Elena y Andrés, quienes se encuentran en una calle y aunque se

Luisa Capetillo, tomado de merodea.com.

Así el amor es regla natural, idea que Capetillo va a abogar en sus textos. En el drama “Influencias de las ideas modernas”, aparece el personaje femenino Angelina, hija de un hacendado, que quiere que su padre Don Carlos les ceda la tierra a sus trabajadores y proscriba el sistema feudal que tiene. Este accede a las peticiones de sus empleados convencido por su hija. Paralelamente Angelina conoce al joven líder sindicalista Carlos con quien, tras compartir palabras intelectuales, se confiesan mutuamente amor. Fuera de toda idea de utopía14que no exploraremos, pues para Luisa, como señalan sus críticos todo era posible con la educación, se crea una sociedad anárquica exitosa en la obra. En este drama encontramos la idea del amor natural de Vernet ejemplificados por la voz de la pareja de uno de los trabajadores: Rosalina: ¿Qué les parece a ustedes? Si las generaciones pasadas pudieran enterarse de un matrimonio sin dios, sin amo, sin rey y sin cura. Asombrados quedarían. Carlos: En las primeras etapas de la humana especie, no usaban entre ellos ningún rito, se unían entre ellos libremente, después del cristianismo quedó el matrimonio constituido Rosalina: Naturalmente así debió de continuar, un hombre y una mujer tienen perfectísimo derecho de unirse libremente si se aman mutuamente, sin engaños Carlos: No cabe el engaño donde hay libertad, pues si se han equivocado respecto a su carácter, libremente vuelven a separarse Rosalina: Comprendo, pero quiero decir que se amen, que no sea simplemente el deseo que los una. Aquí Capetillo utiliza las categorías y diferencias que Vernet establece entre el matrimonio, el deseo y el amor,

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indica que ya se conocen, es allí, él desde el carro y ella en la acera, en dónde hay una propuesta de parte de él para vivir juntos: Ella -tú quieres decir que mientras nos gustemos, Él- desde luego cuando no te guste más, te vas. (IIM 255) Mientras ocurre esto, dos hombres en la calle los observan y discuten sobre la moralidad de Elena. Hay uno que sirve de voz de defensa, mientras el otro la acusa de inmoral. De hecho, hablan sobre la inmoralidad del goce sexual de la mujer. Recordemos que Vernet defiende que todos los seres humanos tienen deseo sexual y que eso es natural de todos los sexos vs. la inmoralidad real que son los matrimonios sin amor (MO 186). En este relato corto, que mezcla diálogos extensos, lo que lo acerca al formato de una obra teatral15, Luisa defiende el Amor libre y también demuestra lo injusto del requerimiento de la virginidad para las mujeres, mientras el hombre no se conserva para ella. En el primer texto de Mi opinión Luisa escribe: Yo opino que el hombre no debe pertenecer a ninguna mujer antes de su completo desarrollo y llegado este debe escoger la que realmente 15 Decimos esto porque la estructura del relato se divide en tres partes: en la primera, todo es el diálogo entre Elena y Andrés; la segunda parte, es el diálogo entre los curiosos; y la tercera es la narración de cierre que cuenta lo que sucedió con la pareja.

ame con toda su alma y hacerla su mujer y crear familia […] hombre y mujer se pertenecen vírgenes, y así no hay temores de prostitución ni adulterios (167) En el relato “Amor libre” argumentan las voces: Uno- ellos no, pero yo que deseaba esa mujer, después de haber ido con otro El otro- ¿y nosotros podemos ir con cualquiera y donde quiera y ella no? Al final del relato el deseo entre Elena y Andrés se convierte en amor y se muestra el resultado en los hijos y la relación estable de la pareja. “Maternidad científica”: Evidencias de amor Para Luisa Capetillo, en sus textos, la maternidad se convierte en logro máximo de esa libertad, el amor. Es decir, del amor sin instituciones que los cobijen. En el artículo “Matrimonio y amor” de Goldman la maternidad se proyecta más como una elección16. En Capetillo, sin embargo, hay una necesidad de la maternidad como concretización del sentimiento. La elección ella la pone en el momento de escoger o sentir al verdadero hombre. Decimos hombre pues para Capetillo el ideal del Amor libre era la pareja heterosexual. De hecho, la masturbación y las relaciones sexuales entre los mismos sexos las encuentra antinatural y como una perversión: [… ] y de este modo se atreven a hablar de moralidad, una sociedad que encuentra inmoral que la novia huya con su amante y viva con él y creen una familia, y no se espanta de que ambos sexos cometan actos contra lo natural atrofiando el cerebro y la belleza y pervirtiendo el acto de más importancia para los humanos: la procreación. Demostrando que tales desvaríos criminales se cometen por ignorancia de ellos, e imprudencia de los padres, sus brazos 16 Recordemos la mencionada diferencia que Crisitna Guzzo hace en su artículo. -y con la cual estamos de acuerdo- sobre la relación de la maternidad que promueven las pensadoras anárquicas anglosajonas en oposición a las hispanoamericanas.

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como ordena la ley natural; se entreguen a la masturbación o al delito contra natura del mismo sexo. Y las damas o señoras que lo saben, tampoco protestan cuando se verifica en el sexo contrario. (MO 162) En este sentido podríamos afirmar que su libertad también estaba atada mucho a los preceptos paternalistas de su época. Capetillo creía que lo natural era el amor heterosexual y que todo lo demás, como vimos en la cita, se evitaría con la educación sin falsas morales. Por eso, su ideal era lograr la maternidad, como ese fuerte creador de amor, de hijos saludables instruidos en la libertad. Este pensamiento a pesar de que para los ojos del siglo XXI es problemático, para el contexto de la época, en especial en Puerto Rico en donde las mujeres comenzaban a trabajar, el catolicismo se defendía con vehemencia y hasta las sufragistas pedían votos elitistas; era un pensamiento adelantado. La mujer practicante del Amor libre de Capetillo, filtrado por Vernet, consecuentemente sería madre, pero en la lógica de Luisa una madre libre, pues la mujer sexualmente iba a escoger al hombre que desease, que amase, que la respetase, y que tuviese sus mismos ideales. En relación con los textos que deseamos establecer, el amor libre en ambos se presenta como la capacidad de la elección y correspondencia de ambos sin presencias religiosas ni políticas. La educación como herramienta emancipadora les proveía a los amantes la capacidad de entenderse y amarse. Aunque sus amores son de un encuentro, es por medio del descubrimiento de la voluntad y la no retención de ambos que se forma. En el caso del drama “Influencias de las ideas modernas”, Capetillo, al segundo encuentro de sus amantes se declara su amor. Sin embargo, siempre ante la posibilidad del dejarse, ya que si el otro no se siente a gusto se podrá ir. El amor se concretiza en la obra y se expone como el logro de la libertad y los hijos como la futura evidencia: Bellas niñas que me habéis escuchado, si queréis

ser madres de generación consiente, y ser libres, no hagáis contratos en el registro civil, ni en los templos, porque eso es una venta y la venta es prostitución. El amor debe ser libre, como la brisa que respiráis, como las flores que abren sus corolas para recibir el polen fecundante y brindar al aire su perfume, así debéis brindar vuestro amor y prepararos a hacer hijos por amor. (IIM 214) En este sentido, el amor encuentra en los hijos la concretización y manifestación física del mismo. Esta idea se expone claramente en el relato: Cuentan que pasó algún tiempo y Elena no volvió sola a la ciudad; volvía con un precioso niño a ver a su familia, que habían querido recriminarla, pero ella decía, soy libre y soy feliz, sino quiere que vuelva a veros no volveré, pero no quiero otra garantía que el amor. Algunos años después, tuvieron ocasión los dos curiosos de ir a cazar y la sorprendieron lactando a un niño, y con dos más que jugaba a su lado, una niña y un niño. El amor había hecho milagros, había convertido a dos en cinco. El milagro de los panes y los peces, se habían multiplicado siguiendo el consejo del autor de los milagros. La reproducción es el misterio más hermoso y encantador de la creación, sembrad un grano de maíz y tendrás miles, dad un beso y sonarán dos, producid un sonido y el eco os devolverá otro. Uníos dos y os convertiréis en tres, cuatro. (Resaltado nuestro IIM 257-58) La maternidad en este vuelve a ser centro y motivo de ese amor. Los hijos sanos sirven de evidencia científica del resultado de esa unión. Luisa era lectora voraz de Zola, padre del naturalismo, de hecho, en el drama IIM Luisa lo menciona como una de las lecturas de su protagonista: “Angelina: He leído a Malato, Matesta, Tolstoy, Zola. De modo que he comprendido muchas cosas que no podía comprender antes” (IIM 197) Así, Narrativas o modos de contarnos


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para completar el amor son retrógradas y necesitan ser problematizadas, se presentan en su época como ideas de adelantadas. En su realidad, insistimos, era y fue un escándalo la aceptación de alguna unión consensual sin matrimonio. Como comprueban tanto Vernet como Capetillo, dicho argumento es inválido pues la inmoralidad trasciende la propia institución. También creemos que Luisa Capetillo con su lucha por el Amor libre, así como el solo hecho de promover igualdad de trato, de derecho y de placer sexual a las mujeres es una adelantada a su época. Como se mencionó, en 1915 la arrestan por vestir pantalones, ella era defensora de los pantalones, y como

Arte de Vagabond, https://nothingtobegainedhere.wordpress.com/2014/05/26/memorial-day/luis-capetillo/

las ideas positivistas también que le fueron transmitidas sirven para la elaboración de sus ideas. Para ella, lo natural era el amor y de ese amor, como vimos con la cita, la reproducción es su consecuencia. Por tanto, los hijos son la evidencia del buen amor- ergo libertad. Ya desde la primera publicación de Mi opinión en la cual relata cómo fue rechazada por sus panfletos de Amor libre basados en Vernet, la autora expresa: Si el acto de procreación no estuviera confundido como un placer en vez de una necesidad reglamentada por la ciencia y el estudio y el dominio de la voluntad, seguramente no habría tantos locos, idiotas, contrahechos, criminales y lujuriosos. (MO 310) Esta cita conecta con las ideas de Vernet y el desarrollo de lo que hemos llamado esa “maternidad científica” de Capetillo. En la época, la necesidad sexual de la mujer no era considerada, por eso no era discutida. Luisa sigue a Vernet y también la propone como ciencia comprobable. Al mismo tiempo ambas piden dejar los estigmas de las inmoralidades. Por eso en el relato estudiado, uno de los hombres le dice que si ellos tienen deseo también las mujeres deben tenerlo. Por tanto, en la fórmula de Capetillo y su interpretación de Vernet es: si se ama se desea, entonces se escoge al hombre adecuado y por tanto la maternidad es también deseada y sirve como evidencia, fruto de ese amor, que solo es posible en la libertad. Creemos que Capetillo proyecta el Amor libre como una solución radical para el Caribe, con influencias europeas como la de Vernet. Rompe así con los deseos nacionalistas de la época y expande la visión de Puerto Rico. También que la maternidad de Luisa es una científica, una evidencia de la corrección de sus ideas y en fin último la posibilidad de tener una sociedad criada en los postulados de la libertad, la moral y el orden natural. Si bien entendemos que desde el siglo XXI su posición en relación con los homosexuales, la masturbación y hasta la misma idea de que tenga que haber una maternidad


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positivista de la época los defendía con argumentos científicos de su buen provecho para la mujer. Luisa ya adelantaba que las construcciones de género son sociales y como buena anarquista había que romperlas, no con un deseo de espectáculo sino de razón científica. Capetillo supo demostrar y ponerse en el mismo lugar de los hombres: teorizar, citar, y proyectarse como una mujer que entendía, al menos teóricamente, el deseo, el amor y la libertad. Esta mujer creyó en lo imposible por medio de la acción y tanto su vida como su obra fueron consecuentes. Quizás tengamos que recriminarle alguno de sus argumentos, pero no podemos negar que fue una pionera y la primera feminista caribeña en publicar un tratado sobre sus ideas. Fuera del campo letrado patriarcal nacionalista isleño supo acaparar la escritura y llevar su voz, y su lucha y promover el Amor libre.

Referencias Textos primarios Capetillo, Luisa. Absolute Equality. An early Feminist Perspective/ Influencias de las ideas modernas. Trad. Lara Walker. Texas: Arte Público Press, 2009. Impreso

Textos secundarios Baigorria, Osvaldo. El amor libre. Eros y anarquía. Buenos Aires: Utopía libertaria, 2006. Impreso. Goldman Emma. Anarchism and other essays.2nda ed. Nueva York: Mother Earth Publishing Association, 1911.233-245. Libro digital. Guzzo, Cristina. “Luisa Capetillo y Salvadora Medina Onrubia de Botana: Dos íconos anarquistas. Una comparación”. Alpha Osorno 20 (2004) 165. Impreso. Hostos, Eugenio M. “La educación científica de la mujer”. Revista Sudamericana (1873). http://www. ensayistas.org/antologia/XIXA/hostos/hostos3.htm. Picó, Fernando. Historia general de Puerto Rico. Río Piedras: Ediciones huracán, 1993. Impreso. Scarano, Francisco. Puerto Rico: Cinco Siglos de historia. San Juan: McGraw-Hill, 1993. Impreso. Townsend, Sarah. “After Death”. Stage of Conflict. A critical anthology of Latin American Theater and Performance. Diana Taylor y Sarah J. Townsend, Eds. Ann Arbor: University of Michigan Press, 2008. Impreso.

---. A Nation of Women An early Feminist Speaks Out/Mi opinión sobres las libertades derechos y deberes de la mujer. Ed. Felix V. Matos. Texas: Arte Publico Press, 2004. Impreso Ramos, Julio. Ed. Amor y anarquía. Los escritos de Luisa Capetillo. San Juan: Edición huracán, 1992. Impreso. Rodríguez, Milagros. “Algo más que pantalones: un acercamiento a Luisa Capetillo”. Granos, Edición especial (2004) 4. Red cibernética. Valle Ferrer, Norma. Luisa Capetillo Historia de una mujer proscrita. San Juan: Edición Cultural, 1990. Impreso. Vernet, Madeleine. “L’amour libre”. http://www. marievictoirelouis.net/pourquoi.php. Artículo digital. Narrativas o modos de contarnos


https://www.rejectedprincesses.com/princesses/luisa-capetillo

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Versión original

Ella me miraba con una sonrisa que podía haber sido coqueta, pero que yo reconocí como una mezcla de nostalgia y reproche por mi partida inesperada. — Ya era hora, amiguito. El diminutivo se burlaba tanto de mi afán caribeño por esos “-itos” e “-itas” como de mi ausencia notable de verticalidad. Sentado en las escaleras de su apartamento, dejé que su sombra me alcanzara para responder, queriendo exhalar el humo de un cigarrillo inexistente. Lo dejé tres años atrás, no por ella, quizás por ella. De todos modos, sabía que mi antigua costumbre de fumar la habría enojado. Sonreí mirando el piso. —Me perdí de camino... Hacía un año que ya tenía mi respuesta preparada, me reí y seguí: —Creo que doblé por donde no era. —Y cinco años después llegaste a mi casa. Una vueltota, hermanito. El apodo fraterno lo usaba también para

José Darío Martínez Milantchi

castigarme, por disfrutarme tanto aquella primera respuesta premeditada acerca de mi carencia de sentido de dirección. —¿Me vas a invitar a subir o tengo que buscarme un hotel por acá cerca? —Eres un bobo— me respondió, enseñándome los dientes y esos ojos negros y enormes que al principio no me gustaron para nada (“Le cubren más de la mitad de la cara , loco” le espeté a un amigo después de conocerla) y que ahora son un modelo, un ejemplo cuando explico las cualidades de una mujer ideal (“Me gustan las chicas con ojos grandes”). Subimos y nos tomamos una taza de té tras otra. Después de una hora de escuchar sobre su vida, su novio de cuatro años (él ahora vive en Londres, pero estaban planificando mudarse juntos en agosto) —y a mí que tanto me gustaban los veranos— su trabajo en el banco, como la habían ascendido de analista a directora y ahora a jefa de departamento, de asuntos latinoamericanos, para colmo. Narrativas o modos de contarnos


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Lentamente la conversación giró hacia qué había sido de mí desde nuestra separación. —Empieza por el principio— me dijo. —Por donde más voy a empezar, chica. No sé cuánto duró el recuento. Hablaba no para llenar un vacío, sino para evitar esa primera pregunta que ya leía formándose en sus labios Le conté de Chipre, Tayikistán, el DF, Freetown, de mis novias (más de una inventada), de mis amigos (felizmente reales), de cómo me las arreglaba para vivir enseñando Inglés y traduciendo todo lo que se me ofrecía, de cómo estaba listo para calmarme un poco y no viajar unos años, de cómo había perdido los papeles, después de leer muchas novelas policiacas, de cómo los encontré, revisando unos libritos de ajedrez. Le conté muchas cosas esa tarde y a cada cuento le respondía con el mismo gesto materno, la mirada que no cambia cuando detecta una mentira, un error, que goza nada más escuchando una voz arenosa que nunca parará de ser familiar. Le conté muchas cosas esa tarde, y a cada cuento le respondía de la misma manera, aunque me ruborizara con una descripción melodramática o una anécdota incómoda. Me dijo que empezara por el principio así que le conté con una carcajada que había escrito una novela, que le tenía tanto miedo a escribir que me tardé cinco años en terminarla, que ensayaba mis cuentos en voz alta, repitiendo miles de versiones en diferentes lugares a cualquiera que tuviera la paciencia para escucharme. Le conté que hice todo lo posible, y creo que lo logré, por caer en la tentación del fracaso que asedia a cada hombre que no goza de una confianza inquebrantable. Le conté que escribí mi novela a mano, que estaba tan nervioso de que alguien analizara mi letra que la disfrazaba, maniático a ratos, elegante después. Finalmente me rendí y empecé a escribir a computadora como una persona normal. Le conté que después de esta ridiculez, hice lo que hacen todos los escritores fracasados; intenté incorporarme a la academia (debo decir narradores 14 de febrero de 2019

fracasados, porque verdaderamente nadie sabe lo que les pasa a los poetas). No obstante, mis ansias por refugiarme en la torre de marfil no prosperaron. Mi prosa confundía, no por densa, sino por distraída, mi afán por proclamar la revolución en la crítica literaria y su inmediata fusión en igualdad de condiciones con los textos estudiados perdió su encanto después de mi primera acometida y la gente me seguía diciendo que carecía de algo llamado “rigor”. Nunca pude averiguar exactamente qué querían decir, pero sí sabía muy bien que mis artículos que detallaban conspiraciones inventadas y se empeñaban en describir posibles biografías paralelas, sin ser explícitamente falsos, nunca se podrían tildar de rigurosos. Los pseudónimos tampoco agradaban. Le conté que resignado a mi incapacidad de imitar el lenguaje formal de la academia, pasé, por no decir caí, al peldaño de periodista, pero periodista deportivo que siempre fue mi sueño de niñez. Le conté que por algunos años escribí resúmenes floridos de partidos intrascendentes, publicados en mi columna


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“Ana-crónicas”. No mencioné que “Anacrónicas” solamente salía en la versión electrónica de mi periódico y que estoy seguro de que casi nadie lo leía. Le conté que por ser estadounidense ella no se podía dar cuenta, pero los quince años que había pasado fuera de Puerto Rico habían limado mi acento en español, desde un principio un poco extraño, hasta dejarme con una pronunciación neutra y mecánica, sin rastros regionales, sin rastro alguno de hecho. Le conté que esta voz me daba vergüenza, pero que ya me había rendido, porque si perder un acento es imposible, intentar recobrarlo es patético. Le conté que esa misma voz me salvó del desempleo, que comencé leyendo anuncios en la radio, pero que rápidamente me gradué a los doblajes. Le conté que, sin que nadie supiera mi nombre, mi voz se escuchaba en muchos países. Le conté que me enamoré. Finalmente, llegó la pregunta que tanto terror me había causado. Aunque lo intenté, nunca pude ensayar una respuesta en esos cuadernos grises donde bosquejaba este encuentro como un entrenador de fútbol mediocre. —Sabía que te tenías que ir. La verdad, yo también quise que te fueras, lejos de verdad, pero ¿por qué no volviste? ¿por qué tardaste tanto? Todos mis borradores de esta conversación terminaban aquí. Sin poder decidirme por una respuesta apropiada, intenté usar el humor: —Cinco años no son tantos, por Dios, no estoy muerto, ni tampoco tan viejo, y mira qué poquito han cambiado las cosas. Hasta Obama sigue de presidente, igual que cuando me fui. —Sí, quizás tengas razón, pero ahora es un criminal de guerra, el Congreso no le hace caso y todos los jóvenes están desilusionados con él. —Qué manera de hablar, chica. Nadie se podría imaginar que tú trabajaste gratis en su campaña en 2008. Quizás la que ha cambiado eres tú. —Uno se cansa de esperar— su mano fría se

posó en mi hombro. —Creo que tú esperas demasiado. Estoy seguro de que, si su té no estuviese hirviendo, me lo hubiese tirado en la cara. Vi las lágrimas, casi cómicamente grandes, que se asomaban mientras agarraba las llaves y tiraba la puerta, dejándome solo en su apartamento.

_______________ Pinturas de Mark Acetelli.

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Exhibición en Brooklyn College

“Montage Quotidien: The Photographs of Máximo Colón”

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TOTALIDAD

A partir de una particularidad se puede crear una totalidad. Suena descabellado para la gente sin imaginación. Más bien, y lo siguiente lo escribo lentamente: podría sonar descabellado para la gente sin imaginación. No quiero ofender a nadie. Por eso lo anterior lo escribí lento. Deseo pensar que todos tenemos imaginación. No pienso crear una Novela Luminosa a lo Mario Levrero. O una al estilo El espectáculo del tiempo de Juan José Becerra. Tampoco una parecida a El pasado de Alan Pauls. Y mucho menos, una como El absoluto de Daniel Guebel. Tres argentinos y un uruguayo que vivió en Buenos Aires, Argentina. Argentina al parecer tiene algo que ver con lo total. Es posible que lo literario lo tengan en el ADN. Así como lo tuvo Jorge Luis Borges, y lo tiene Cesar Aira. Ese apellido Aira, a veces me suena a aire, y otras veces a ira. Es increíble lo que puede hacer un apellido con el pensamiento. Me gusta cuando Aira habla. Habla como si no quisiera

Javier Febo Santiago

hablar. Pero habla con sentido. Se le nota que no quiere impresionar, pero ese no querer, es lo que impresiona. Termina impresionando sin la intención. Cuando no se tiene la intención de impresionar y se termina haciéndolo, uno realmente impresiona. Impresionar no es fácil. Se necesita dominar algo, lo que sea. Dominarlo sin dejar dudas de que sabes lo que estás diciendo y haciendo. Los titubeos antes del momento de las preguntas (las malditas preguntas) deberían estar muertos y enterrados. Para que no apesten. Lo que pienso crear es una especie de laberinto del ocio. Porque si usted está leyendo este relato debería saber que es un ocioso. No se ofenda. Ser ocioso es bueno. Yo lo soy. Si no lo fuera, usted no estaría leyendo. Recalco. La palabra ocioso es hermosa. Empecemos por Narrativas o modos de contarnos


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ahí. Nada tiene que ver con vagancia. Si tuviera que ver con la vagancia las repercusiones de lo que dijo Sócrates, Platón, Aristóteles, y muchos más hasta el día de hoy, no existirían. El ocio ha producido lo que vemos hoy. Todo partió del ocio. Jehová, el dios de los cristianos, era y sigue siendo un ocioso. Creó un sistema solar. En seis días. Lamentablemente sus representantes en la tierra nunca han sabido cómo funciona. Más bien, los supuestos representantes de ese dios en la tierra. Cosa rara. ¿Qué hizo el séptimo día? Descansar y admirar su creación. Digo que era ocioso para no ofenderlo. Porque un dios tan poderoso debió crear lo que creó en un abrir y cerrar de ojos. En el ínterin de esos seis días, ¿Qué estuvo haciendo? Para mí, no es un gran misterio. De seguro, estuvo leyendo el libro de Apocalipsis, o el Quijote. ¿Quién sabe? Es un dios poderoso. 14 de febrero de 2019

¿Qué estuvo haciendo antes de la creación? Lo más probable nada. O muy poco. No existe en ningún libro sagrado que especifique cuánto fue el tiempo que dios se tomó en crear el reino de los cielos, los ángeles, y el infierno. ¿Qué ha estado haciendo luego de crear lo que creó? Por supuesto, obviando sus múltiples intentos de destruir su creación. Para mí, nada. Si no haces nada, eres vago. Ahora, si en el tiempo que le sobra, usted lo utilizas para leer, escribir, pensar, amar, soñar, y hacer ejercicios, no eres vago, eres ocioso. Usted y yo no somos vagos. Somos ociosos. Siéntase orgulloso. ____________ Detalle de pintura de Edward Hopper, Automat [1927 – Des Moines Art Center, Des Moines, Iowa – U.S.A.]


La revista Cruce se encuentra en este momento recibiendo colaboraciones para la Edición Especial Asuntos de Género. Contamos con la colaboración de la Dra. Roxanna Domenech como editora invitada. Consideraremos reseñas de libros relacionados, así como todo tipo de texto o pieza artística que explore temas afines desde las siguientes disciplinas u otras (como acercamientos propios de la Arqueología, Teología, Antropología…): Política y sociedad: •

la diversidad de discursos y manifestaciones sociopolíticas y culturales relacionados o que resultan de la mirada y el cuestionamiento de las construcciones de género

la identidad sociopolítica y cultural que consciente e inconscientemente se cimenta del patriarcado

las tensiones que resultan tras los feminismos en los discursos históricos, antropológicos, artísticos…

los discursos mediáticos y del Estado en la configuración de la construcción de los roles asignados al género

perspectivas históricas: historias de las mujeres, historia de la sexualidad, las sexualidades, las terminologías que redefinen las relaciones con los cuerpos y el espectro del género

prevención de la violencia de género a través de la acción social

reflexiones que resultan de la investigación académica que parta o se instale en el eje temático en cuestión


Arte: •

expresiones escritas y piezas plásticas que partan o se instalen en el eje temático en cuestión

análisis de las diversas manifestaciones y expresiones artísticas que cuestionan y reflexionan en y desde la complejidad de los asuntos de género

foto-ensayos o documentación relativos a la complejidad de la construcción del género

novelas gráficas o textos ilustrados alusivos

Letras: •

mirada historiográfica del género como tema en la literatura

acercamientos al lenguaje como mecanismo de opresión o como mecanismo de liberación o subversión

análisis lingüístico de cómo el lenguaje refleja la inequidad de género y cómo de esto resulta toda una controversia sobre la Gramática del español u otras lenguas

recopilación de crónicas, microhistorias y testimonios que partan o se instalen en el eje temático en cuestión

Cine: •

reseñas de películas alusivas

El plazo para someter las colaboraciones es hasta el 8 de marzo de 2019. Invitamos a todxs lxs interesadxs en participar en esta convocatoria a enviarnos sus manuscritos y piezas. Las fotos, pinturas, entre otros formatos de imagen deben ser enviados en alta resolución. Los textos deben presentarse con el siguiente formato: Letra Times New Roman, 12 puntos, doble espacio, tamaño carta, en formato de Word, identificado con el o la autor(a). Los artículos no deben exceder de las 12 páginas. Las reseñas de libros no deben superar las 6 páginas. Los textos creativos tendrán un límite de 8 páginas. No se recibirán manuscritos que superen estos tamaños. Debe incluir una foto y una biografía del autor que no exceda las 200 palabras. Los textos y piezas deben enviarse a editorescruce@suagm.edu. Si se incluyen mapas, ilustraciones, tablas o cualquier tipo de gráfico explicativo dentro del documento, deben estar en alta resolución (en formato jpg o png con el título con el cual será identificado en la publicación) y el o la suscribiente debe contar con los permisos de uso o regirse por la Ley de Derechos de Autor. Para más información sobre la revista pueden visitar contactar editorescruce@suagm.edu.


Poemas

Yolanda Arroyo Pizarro

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Balcón de Hostería Intemperie rodeada de palmas y castillos de arena deshechos por el marullo debajo, un piso que se mueve gelatinoso gongolíes y gungulenes que se arrastran barrotes que detienen la caída y que invitan la caricia que acomodan la embestida tu dedo corazón, un torbellino tu palma de la mano un frotar riguroso restriegas limpiando mi panerótica suciedad es nochebuena

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Vaciado de Circos El mago enamorado / de la peluca de alacranes me ha dejado el frasco /del huracán vacío Javier Febo Cerramos las carpas y el elefante que iba a ser alimentado ha enflaquecido no quiere hacer los trucos no va a pararse en tres patas ni a entregarme la cuarta para que le bese las pezuñas el mago esconde el sombrero y la luz de luna que despliega el menguante ilumina al revés sale su irradiación desde la tierra que piso hacia el cielo desde los ojos que lloran hacia las nubes desde la boca que se tuerce cansada frustrada hacia las estrellas entonces el payaso se pasea los crayones de colores sobre el rostro y la pintura se desvanece porque ya no estás y haces toda la falta del mundo

_______________ Elefantes de Eugenio Salvador Dalí

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Los gallos de Ciales pelean por nosotros

Fabricio Estrada

Al sol se le ponen espuelas. Las necesita para plantarse al borde de la noche y romper en cantos. Cantar en Ciales-Puerto Rico, cantar en Talanga-Honduras, en Guanajuato-México, en Caucupé-Paraguay, pero cantar con las armas puestas para enfrentar a los otros soles que se le vienen encima, sortear las pruebas del peso del corazón, el griterío previo al combate (¡Voy de a seis, voy de a seis!), el encierro y la furia dentro de la urna cósmica. Nunca había asistido a una pelea de gallos y vine a verla aquí en Puerto Rico, en Ciales, un pueblo de montaña de larga tradición en este tipo de justas. Acompaño a don José Maldonado, mi suegro, gallero irredento que este día les apuesta a dos guerreros. Van con nosotros Juan y Víctor, este último, un extemporáneo pirata de corazón noble, todo investido de autoridad gallera y con los atavíos de cada sábado: su camisa roja y las argollas bucaneras colgando de sus orejas. Más tarde lo veré cortando espuelas y negociando, gritando y alentando, socarrón y alma indefinible del Coliseo de Gallos. Nos

tomamos las Medallas, hago las debidas libaciones y observo, ya metido al plan de documentalista. Don José me va presentando y es la confianza y el respeto que le tienen lo que me permite poner mi cámara casi en el pálpito nerviosos de los duelistas. Los veo ahí, con su corte de guerra, con sus músculos tensos y sin crestas (a la muerte no le enamoran las crestas ni nada que pretenda impresionarla). El corte y puesta de espuelas artificiales es rápido y tiene características industriales, casi automáticas: se toma al gallo con cierto amor descuidado, se toma la pata y sin aviso se corta; de inmediato se le aplica un cauterizador y se le venda con una cinta de meticulosas vueltas. Veo a un gallo que tiembla incontrolable y me trae al gladiador inexperto que se orina en la primera pelea que Russel Crowe acomete en Gladiator. Aquí no hay palabras de aliento pues hay unos sesenta gallos en proceso de armado, así que no creo que existan tantas citas épicas para repetírselas al oído y que tiemblen de Narrativas o modos de contarnos


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otra cosa que no sea pánico, que tiemblen de excitación, por ejemplo, que tiemblen porque saben que los otros vienen dispuestos a que el día los ilumine. Don José me ha conseguido una locación justo al borde de la arena de combate, al lado del juez, lo que me permite descifrar su monótona narración de los duelos, algo que para muchos viene resultando imposible de entender desde el principio de los tiempos y que han aprendido a identificar como un tantra tibetano de pase a la otra vida. La verdad es que apenas lo entiendo, apenas percibo la frase que más repite al micrófono, el sigue perdiendo, sigue perdiendo, sigue perdiendo que es lo último que escucha el gallo más desesperado. Desde esa distancia, me impresiona sobremanera el porte de estas bellas aves, pero ¿qué estoy diciendo? ¿aves?, ¡mejor decir archaeopteryx reencarnados e implacables! Las plumas del cuello se despliegan, las alas se extienden en una curva tensa y alarmante, la danza prevista en los genes con toda y su solemnidad… el arquetipo de todos los trajes guerreros y la más pura furia delicadamente desencadenada. Cada parte del cuerpo es escudo, lanza, espada y puñal, cada giro una finta desconcertante que antecede al casi invisible tajo de las espuelas. Una fascinación culpable recorre mi espina dorsal, esa sangre que salta hacia mi rostro en gotas terribles, esa decisiva promesa de no dejar en pie al oponente… y las tribunas gritando, y el dueño del gallo que va perdiendo casi sobre la pista, en el borde acolchado, eufórico de tristeza, cantándole las palabras más melodiosas del Caribe, las más boricuas e intraducibles, esa cantao que es de niños y de grumetes a la vez. Me he detenido por segundos para limpiarme el rostro y continuar fotografiando y, también, para hacerle caso al juez que me pide no meter la cámara a pelear. Quiero la foto más cercana quizá, la que le haga sacar espuelas a la cámara, pero ese otro ojo distrae, esa otra coraza japonesa no es permitida a menos que ayude en algo, que devuelva la vista al gallo que ha quedado

cegado por el pico contrario. Disgrego por segundos y me dejo llevar por los rostros de la tribuna. El primer combate duró apenas 40 segundos y creo que al final se llevó el premio, pero hay otros que no comprendo por su extensa duración y escarnio. Luchas ciegas, estocadas ciegas, adiós lirismo en el coágulo que un guerrero expulsa por su pico, resurrecciones impensables, huidas auténticas, fragor, asfixia… creía que todas podían durar cuarenta segundos, pero no es así. Registro combates de hasta cinco minutos en los que se declara empate tan solo para que ambos vayan al sacrificio de otra forma, más privada y silente. Prefiero no ir a ese teocalli mexica, me quedo hecho un mar de contradicciones al ser testigo del carácter de especie que vuelve al gallo implacable una vez que comprendió que su oponente está a su merced. Sigue picoteando los ojos, sigue aplastando cabezas con arrogancia, danza de lado, arremete, canta. No hay piedad en ese canto, es como gritarles a todos que triunfó sobre el inframundo y que ha salvado a la humanidad de su pusilánime destino en las sombras. Salgo del Coliseo aturdido. Algo perdí ahí adentro y a la vez, alguien ganó por mí. Al sol se le quitan las espuelas y se le cuentan las heridas. Es posible que pueda seguir peleando y que se cure luego de un largo tiempo en recuperación. Pienso en quiénes somos cuando otros luchan por nosotros y la voz del juez se eleva más clara que nunca, traducido a todos los idiomas y dialectos, cantados o murmurados, escritos u orales; la misma frase que el gallo al morir escucha por última vez es la que escucho yo una vez que veo la noche cerrarse sobre los campos, la misma frase y el mismo sino. La verdad es que en lo humano algo sigue perdiendo, sigue perdiendo, sigue perdiendo.

____________ Fotos suministradas por el autor. Este artículo fue publicado originalmente en el blog http://fabricioestrada.blogspot.com/.

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Dinorah Cortés-Vélez, Fugas de duermevela: prosas heridas, Isla Negra Editores, 2018. Doris E. Lugo Ramírez

Contexto Le debo al trabajo que realizo como coordinación y editora de la Revista del Instituto de Cultura (RICP) el recuperar el contacto con los escritos literarios de la autora, oriunda de Isabela, Puerto Rico, Dinorah CortésVélez. La lectura de los ensayos: “Puertorriqueñidad y negritud en Down These Mean Streets”, (RICP # 5 Afrodescendencia, 2016), el “Kitsch neobarroco en la novelabingo de Manuel Ramos Otero” y “Mitopoeia y posmodernidad barroca en Las brujas del teatro feminista de Abniel Marat” (RICP # 7 Rostros y Rastros, 2017) despertó el deseo de seguir nuevamente su escritura. Estos trabajos críticos desprenden gran meticulosidad en la investigación y una depuración expresiva de una pluma académica e incisiva, pero que no oculta el vuelo imaginativo del que es capaz en sus escritos narrativos.

A Cristina Campo Son mis voces cantando para que no canten ellos, los amordazados grismente en el alba, los vestidos de pájaro desolado en la lluvia. (Alejandra Pizarnik, “Anillos de ceniza”, Obras completas. Poesía y Prosas, Buenos Aires, Ediciones Corregidor, 1990, p. 247.)

Cuando escribí el texto de contraportada del libro Fugas de duermevela: prosas heridas usé el término: Advertencia (que, finalmente, no fue incluido). Al releer el texto y otros libros anteriores de la autora, como El arca de la memoria (2012) y Cuarentena y otras pejigueras menstruales (2013), confirmé que este aviso sería un acierto para el lector que, entre anaqueles, busca entrar al incierto mundo de la lectura. Esta admonición le dejaría claro que, antes de abrir las páginas de este escrito, deberá renunciar a toda idea de pasividad o pretensión consumista al leer. Deberá optar por la lectura como Narrativas o modos de contarnos


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proceso y no como un acto. Fugas de duermevela- prosas heridas exige y construye un lector osado con la misma hambre de cultura universal de la autora; capaz de seguir rastros, entrar en la nebulosa, la frontera difusa entre el sueño-ficción, la realidad-mitobiográfica y la historia para descifrar el paisaje– “cicatriz” familiar, femenino, puertorriqueño y latinoamericano, muchas veces, “manchado” (como digo en la contraportada), de marginalidad, xenofobia, misoginia, violencia e inequidades milenarias y ancestrales. Este libro nos presenta 30 escritos en prosa y 3 poemas intercalados, nos parece, de manera aleatoria. Ante una escritura laberíntica, tótem, jardín telúrico [siempre isabelino] hay que estar consciente que su lectura, como el de la Escritura (la Sagrada, el 14 de febrero de 2019

Torá), exigirá pasar y traspasar todos los niveles de la exégesis1 para el goce supremo de estas viñetas, cuadros o “imágenes disgregadas” como las que asaltaron al emigrante Olontetl–Quetzalcóatl -protagonista del cuento “Xocolatl”– [inevitable pensar en Jorge Luis Borges o en Julio Cortázar] antes de morir ahogado en una planta procesadora de chocolate en Camdem, New Jersey. Tales fugas de memoria condicionarán el placer lector al nivel de participación que este realice. Así que, habrá niveles de placer como niveles de lectura. Fugas de duermevela- prosas heridas se presenta con una estructura no lineal como es la de los sueños y la rememoración- cultural, histórica, literaria y familiar. Debemos entonces considerar cada lugar y nombre como pistas (alusiones o insinuaciones; Rémez del Torá) para poder entrar a tal fascinante universo literario y de saberes, tan profuso. El lector podrá escoger disfrutar del 1er nivel- el Peshat o sentido general del texto como quien mira desde una montaña las marcas de un terreno, en este caso, de localidades recurrentes [pero no las únicas] como PR, el Caribe, EU y Latinoamérica enlazadas por temas comunes que “Piedra sobre piedra” crean un túmulo funesto, descifrable de manera indirecta, sobre estas regiones. El lector podrá identificar la vil historia colonial (“Mictlán” en homenaje a Monterroso o en “Indiátides”), la explotación de los nativos americanos desde la conquista (“El transeúnte de nebulosas”, “ La muñeca haitiana”), la farsa inextirpable en nuestra política latinoamericana (“El quince uñas ”), [leyenda corta sobre el generalísimo Santa Anna, presidente 11 veces de México] o el martirio en “intiempo” de los inmigrantes (“Sin título”) [leyenda sobre Martín Ramírez considerado, hoy, uno de los mejores representantes del “arte outsider” del siglo XX] . Desde ese primer plano el lector podrá percatarse, sin mayores esfuerzos, de una narrativa incómoda por crítica e impugnadora de la historia -la nuestra- y sus constructos, pero sin dejar escapar las microhistorias como la del reo hawaiano [solo 1 En hebreo los niveles son Peshat, Rémez, Drash y Sod. https://elcaminodeyhwh.com/escritura-pardes-jardin/.


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una palabra delatará su origen] en espera de su última cena poco antes de la inyección letal (“última cena”); la de los adictos ( “Querer a Quiterio”), los huérfanos (“la grabadora”), los trabajadores de la tierra (“Lamedor de coquí”) o los despreciados (“Facelift”); TODOS, viven una eterna “víspera de la espina y el clavo” o la Pasión del Yeshua de la esperanza. También, el lector podrá acceder al 4to nivelSod, como Ambrosio [innegablemente San Ambrosio de Milán, considerado uno de los 4 padres de la iglesia latina] en el relato “Ambrosio lee en silencio”, quien entra al reconocimiento del misterio; acceso que solo se logra desde una postura activa, una lectura consciente, con preguntas e indagaciones (3er nivel-Derásh) sobre la historia, noticias pasadas, leyendas, relaciones entre los textos-parábolas (incluso relaciones con sus libros anteriores), junto a la apertura de la percepción y el entendimiento, desde las propias lecturas. Entonces, como le ocurrió a Ambrosio: “irrum[pirán] nuevos signos de la lectura en el texto del Evangelio tantas veces leído…” (59) reconociendo que “hay toda una teología del acto pensante”, y la de esta voz narrativa es la Pasión de la causa femenina, a la que se le ha negado “su potenciación” y ministerio en el árbol familiar del Planeta: Emergí amniótica de la entraña sagrada de la Madre Tierra que tuvo a bien parirme para que fuese relieve de su genio y desmadejada figura. Gaya me siguió la pista con sus manos anchas, me esculpió los contornos de ánfora, me dotó de estos trazos de existencia que tú me has arrebatado, que has querido borronear de roja infamia (“La pasión según Ana Mendieta”, 16). Cortés-Vélez en este texto nos transporta en una nave mítica por experiencias insólitas y desconcertantes, hombro con hombro con mujeres como Ana Mendieta, artista conceptual cubana (“La

pasión según Ana Mendieta”), la madre, las amigas anónimas de esta, Malala, María, madre de Jesús (“Ambrosio lee en silencio”), Mamá-abuela, Isadora, Ix Chel–la diosa maya de las aguas, la gestación [Atabey en nuestro contexto caribeño]– (“Hacia el averno de las baldosas”), las monjas alquimistas, la guerrera de Brasil Dandara [encarnada en el martirio transexual en el cuento del mismo nombre]; TODAS, junto a sus musas-brujas literarias (Sor Juana Inés de la Cruz, Alejandra Pizarnik, Clarice Lispector, Julia de Burgos, Vilariño, Ángela María Dávila, entre otras) para cruzar el río del sueño difuso de “ese desequilibrio danzante de las correspondencias” (“Variaciones del hastío en tres figuras”, 35 ) con el Otro, con la realidad contada vs la vivida; solo la ficción salva, las/nos salva porque: “aun herrada de estigmas supurantes la piel, me fertilizo… y de cada lacra, nacen como potrancas enardecidas en su autogénesis las palabras” (“la piel”, 96) en una escritura de juego de cuadros: “Por delante, vulváceos promontorios, infinitamente curvos, serpentinamente ondulantes, tortuosamente zigzagueantes…” (“Sin título”, 88). En medio de este viaje-juego, paseo por el PaRDeS (por las primeras letras de los 4 niveles de las Escrituras Peshat, Rémez, Drash y Sod) o jardín de la Escritura, encontramos el escrito–cuasi caligrama–“El autor y su brújula” (94) en la que la autora agrupa de manera poco tradicional palabras sueltas, inconexas o, conexas desde otra lógica que no es la linealidad, pero que paradójicamente comunican y develan la retórica de lo difuso. ¡He aquí su advertencia y anuncio al lector! Este escrito, diseñado como una tarjeta, viene a ser clave; ¿explicación? receta o ¿calmante? para el transeúnte perdido-asombrado por “Le soir”, el espejo, el círculo de duplicidad-desconcierto-novedad [palabras tomadas de “El autor y su brújula”.] que ofrecen cada uno de estos relatos-mímica-transpuesta-traición; metáforas también de una escritura en diálogo con personajes, sucesos históricos y con las mejores tradiciones literarias Narrativas o modos de contarnos


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tales como: La pasión según Antígona Pérez de Luis Rafael Sánchez; El arpa y la sombra de Alejo Carpentier; “Ruinas Circulares” en El jardín de los senderos que se bifurcan de Jorge Luis Borges, Final de Juegos de Julio Cortázar, La amortajada de María Luisa Bombal; Libro de los pasajes de Walter Benjamin; Alegorías en la lectura de Paul De Man, entre otros títulos) pero con brújula propia, abierta a la novedad de la construcción en la ficción y a la experimentación con el lenguaje hasta suprimir sus reglas como indicios de la fluidificación o flujos de los sueños o la memoria en la escritura (“Variaciones del hastío en tres figuras”; “El quince uñas”; “ la grabadora”; “ la piel”).

Palabra Pura, junio 2013, Dinorah Cortés-Vélez

14 de febrero de 2019

La escritura de Dinorah Cortés-Vélez en Fugas de duermevela: prosas heridas y sus otros trabajos son un espacio de incalculable medida y posibilidades de estudio. Su facultad alquimista, taumatúrgica y “fabuladora” [como ella misma se describe (El arca de la memoria, 11)] nos asegura una fuente desbordada de textos monstruos y “menstruos” impactantes-por comprometidos- (con o sin “calma ojos” o paños tibios [que los hay en este libro]) productos de una “lengua filopalabra tropel verbo…” (“Crónica de Alzhéimer”, 111) que denuncia, da voz a las/los “amordazados” sin renunciar a sus querencias el amor, la infancia, la familia; el misticismo. Fugas de duermevela: prosas heridas un libro para asediar y desmenuzar placenteramente.


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Para colaborar en Cruce: artículos de investigación, reflexión; reseñas; notas de opinión; comentarios de textos; fotoensayos o arte plástico; entrevistas; textos creativos; y otro tipo de escrito que suponEn Cruce publicamos:

ga un análisis o mirada crítica a la sociedad contemporánea. Toda persona que desee colaborar deberá enviar su artículo por correo electrónico, comprometiéndose a que dicho texto respeta las normas internacionales en materia de conflicto de intereses y normas éticas.

Los escritos se someterán a estricto arbitraje y proceso de edición y corrección, por lo que la colaboración puede sufrir alteraciones, a menos de que se trate de un texto literario. Debe seguir MLA o APA como manual de estilo. Nos enfocamos en los siguientes temas:

Política y sociedad:

Los escritos de crítica sociopolítica presuponen colaboraciones de los diferentes saberes de las Ciencias Sociales, las cuales a través de principios o esquemas conceptuales o teóricos analizan y explican los fenómenos y estructuras sociales.

Letras:

Los escritos literarios de autor (poemas, cuentos, dramas, fragmentos de novela, prosa poética…) que muestran la sensibilidad humana e inspiran a la creación. Asimismo, reseñas, críticas a textos literarios y otros acercamientos literarios o propiamente lingüísticos.

Arte: Los escritos dedicados al análisis,

el estudio y la presentación de todo aquello que comprenda al mundo cultural. Abarca la gestión cultural, la autogestión, los estudios culturales, la música, el arte plástico, movimiento escénico, danza, la cultura popular y el arte urbano, vistos preferentemente desde el prisma de la cotidianidad. La fotografía como narrativa visual que sirve para retratar la cotidianidad y la realidad social, y los acercamientos a la obra fotográfica de algún autor.

Cine:

Los escritos que analizan o reflexionan acerca del mundo cinematográfico y cómo se atiende desde lo visual los temas de relevancia contemporánea. Los derechos de las publicaciones son exclusivas del autor. Todas las colaboraciones y comunicaciones se harán al correo institucional de la revista

editorescruce@suagm.edu

Narrativas o modos de contarnos


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To collaborate: Cruce publishes: research articles, reflections, opinion columns, texts of commentaries, photo essays and plastic arts, interviews, creative texts, and any other type of writing that present an analysis or critical look into contemporary society. Every person that wishes to collaborate must send the piece via email, pledging to respect the international rules in subject of conflict of interest and ethical norms in the submitted text. All pieces will be subjected to evaluation, editing process and corrections, which could result in alterations, unless it is a literary piece. Submissions must follow the MLA or APA manual of style. We focus on the following topics:

Politics and society: pieces

of sociopolitical criticism suppose collaborations of different knowledge of the social sciences, which analyze and explain phenomenons and social structures through principles or conceptual schemes or theories.

14 de febrero de 2019

Literature: literary writings by an author

(poems, stories, dramas, passages of novels, poetic prose...) that demonstrate the human affection and inspire creation. Also, reviews, critiques of literary texts and other literary approach or properly said linguistic.

Art:

texts dedicated to the analysis, study and presentation of everything that comprehends the cultural world. This covers cultural management, self management, cultural studies, music, plastic arts, scenic movement, dance, pop culture and urban art, viewed preferably from the prism of reality. Photography as visual narrative that serves to restructure the social day to day and approaches of the photographic piece of an author.

Cinema:

Texts that analyze or reflect about the cinematographic world and how to understand topics of contemporary reality from a visual perspective. The rights of publication are exclusively of th author. All collaborations and correspondance should be send to

editorescruce@suagm.edu


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ESCUELA DE CIENCIAS SOCIALES, HUMANIDADES Y COMUNICACIONES

https://issuu.com/revistacruce revistacruce.com

Narrativas o modos de contarnos


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