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A River Runs Through: del Combahee River Collective a la Colectiva Feminista en Construcción Vanesa Contreras
“The river of black struggle is people, but it is also the hope, the movement, the transformative power that humans create and that create them, us, and makes them, us, new persons. So we black people are
socialistas, así que cuando empezamos a reunirnos no solo para denunciar la violencia machista sino también para hablar de lo que queríamos abordar como socialistas, y como feministas, y qué tipo de trabajo
the river; the river is in us. The river is in us, created by us, flowing out of us, surrounding us, re-creating us and this entire nation”. Esta cita del libro book There is a River. The Black Struggle for Freedom in America, de Vincent Harding, establece el tono de esta columna, en la cual me gustaría compartir parte de la historia, el trabajo político y el discurso de la organización feminista, La Colectiva Feminista en Construcción, y la influencia de las compañeras del Combahee River Collective en el trabajo de la Colectiva. Cuando en 2014, un grupo de compañeras de diferentes organizaciones políticas decidimos juntarnos, fuera de nuestras respectivas organizaciones, y hacer trabajo político para denunciar la violencia
político queríamos hacer, sabíamos que teníamos que construir una nueva organización porque las nuestras no estaban preparadas para escuchar nuestras reclamos y tampoco estaban preparadas para erradicar el sexismo dentro de la organización. Por eso, además de denunciar el sexismo que sufren en Puerto Rico las mujeres, especialmente las mujeres de negras de clase trabajadora, tuvimos algunas reuniones para determinar cuál sería nuestra dirección política y nuestra estructura. Teníamos dos objetivos: queríamos romper con todas las estructuras burocráticas que conocíamos de nuestras organizaciones políticas y queríamos luchar contra todas las opresiones juntas. De todas esas discusiones, reuniones y acciones,
de género en Puerto Rico, nos dimos cuenta de que estábamos dividiendo nuestro tiempo para hacer trabajo político en dos lugares. Por un lado, no nos sentíamos cómodas en otros grupos feministas porque no abordaban la lucha de clases y, por otro, estábamos cansadas de discutir con nuestras propias organizaciones por no incorporar la opresión de género en todas las luchas. Después de varios meses, las acciones específicas nos llevaron a las conversaciones sobre nuestras realidades como feministas y también como
salió nuestra Manifiesta, que es nuestra declaración política, y cuando esta nació nos llevó bastante tiempo comprender que no solo estábamos haciendo un trabajo de activistas, sino que también estábamos produciendo conocimiento desde nuestra propia experiencia como feministas que viven en un estado colonial. Por eso, cuando decidimos dejar los espacios donde estábamos haciendo nuestro trabajo político, sabíamos que La Colectiva iba a tener que abordar ese feminismo específico, “un feminismo interseccional que reconoce que las diferentes manifestaciones de Edición especial Asuntos de Género