De la tradición a lo monstruoso en Nota de duelo, de Melissa Figueroa Daniel Torres Rodríguez
Los quince cuentos de Notas de duelo, de Melissa Figueroa no tienen desperdicio. Recrean la vida en Yabucoa, Puerto Rico, “el pueblo del Nuevo Amanecer”, cuyo santo patrono son los Santos Ángeles Custodios. Como advierte la “Nota preliminar”: “Esta colección de cuentos intenta explorar algunas prácticas de eso que llamamos ‘cultura puertorriqueña’… no quieren evocar tradiciones desde la nostalgia, sino desde la monstruosidad” (9). La intención deliberada de la narradora es poner la llaga en los puntos neurálgicos de las tradiciones y nuestra cultura para desenmascarar lo que de verdad nos cuentan esas anécdotas sobre nosotrxs mismxs. Las tres citas que sirven de epígrafe, de una canción navideña, de Manuel Fernández Juncos y Karl Popper, enmarcan el texto preparándonos para su lectura. Hay una intención didáctica en el libro porque nos quiere enseñar a mirar la tradición en lo que de monstruosidad tiene. La canción navideña nos dice que tenemos que preservar la tradición porque si no, el coquí no canta. Fernández Juncos nos advierte acerca de que no pinta la sociedad puertorriqueña sino su parte defectuosa. Popper habla de la doble función de la tradición, no solo para crear un orden, sino para darnos algo con lo que podamos operar, criticar y cambiar (11). Esa es la mirada que Figueroa nos pide que sigamos en la elucidación de sus historias. Desde “Nacimiento” hasta “Nota de duelo”, el cuento que da título al libro, viajamos al pueblo de Yabucoa, Puerto Rico y se nos presenta la práctica de las comadronas para traer hijos al mundo (“Nacimiento”), el caso macabro del comercio con ombligos de bebés (“Tras la huella de tu ombligo”), un programa de radio donde se comenta, por medio de llamadas a “Radio Pueblo 860 AM”, el caso del joven que se circuncida en la plaza del pueblo (“Una prueba de amor”), el ratoncito que se lleva el primer diente de leche de lxs niñxs (“De ratones y hombres”), la visita de los Testigos de Jehová o “los Atalayas” (“Los visitantes”), el juego de las picas en las fiestas patronales (“Manivela”), el abuso intrafamiliar (“Varita mágica”), el problema del mantengo (“Instrucciones para recibir los WIC”), el Día de Acción de Gracias (“Réquiem de otoño”), un “asalto” navideño (“Aguinaldo puertorriqueño”), la lesbofobia y el machismo (“Fuegos”), la muerte de Filiberto Ojeda y la militancia política (“Atabales de septiembre”), cómo nos preparamos para un huracán (“Temporal”), la aparición del chupacabras (“Sobre héroes y otras criaturas”), y la práctica de anunciar los funerales con altoparlantes por las calles del pueblo (“Nota de duelo”). En cada uno de estos cuentos la narradora hurga en el lado macabro y monstruoso de la tradición que encarna 28
Fragmentos