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A izk or a
TATTOO Hace unos meses, Mikel, responsable de AIZKORA TATTOO nos habló de un proyecto artístico que se salía de lo habitual. Consistía en adaptar al tatuaje los dibujos de su abuela Josefina. Vimos algunos de esos dibujos y la idea nos entusiasmó ya que resultaron ser piezas originales, ajenas a influencias externas y con un estilo y una imaginería únicos. Por fin hemos podido hacerles un hueco. Josefina, ¿cuándo y cómo empezaste a pintar? JOSEFINA: Cuando Yolanda, mi hija, era pequeña. En el jardín de nuestra casa hay un gallinero y empecé a pintar sus paredes con pinturas de cera. Pinté a Zakilixut, un personaje del diario Egin y a una mujer narigona. (risas) También escribo textos relacionados con los dibujos. Vemos que tus dibujos tienen un imaginario muy particular basado en lo cotidiano. JOSEFINA: Mis dibujos son reflejo de lo que mis ojos han visto. Me crié en el campo, en distintos pueblos de la Ulzama, y recuerdo esa etapa muchas veces: el paisaje, el caserío, los animales, etc. Dibujo gente que veo, ropa… junto con paisajes que están en mi imaginación. También me gusta ridiculizar a políticos y reyes. Empiezo trazando líneas a lápiz y nunca sé lo que pasará después. Hago líneas para arriba y para abajo de distinta manera, dependiendo del pelo que les quiera poner. (risas) ¿Qué te aporta dibujar? JOSEFINA: El dibujo me aporta felicidad, porque la soledad es muy dura. Me río sola mientras dibujo, viendo lo que hago. Así estoy entretenida.
Si no, pienso mucho en Santi y le suelo decir que no tenga prisa en que llegue. (risas) ¿En cuántos diseños estáis trabajando? JOSEFINA: Suelo preparar uno o dibujos cada día. Mis ojos están muy cansados y no me permiten más. Pero estoy mucho mejor dibujando que viendo la tele. Ahí no hay más que mamarrachos y mentirosos. Háblanos de tu Abuela, Mikel. MIKEL: Tengo a Josefina en mi recuerdo desde que era muy pequeño: sentados en la cocina de su casa, rodeados de cuadernos llenos de dibujos. Ella fue la persona que despertó en mí esa inquietud artística. Por entonces ya quedaba fascinado por su visión y manera de resolver los dibujos. ¿Cómo, tras años viendo esos dibujos, decides que podrían ser tatuajes? MIKEL: Hace unos meses abrí uno de sus cuadernos y quedé impresionado. La simpleza y fuerza de sus dibujos conectaban a la perfección con el tatuaje clásico que tanto tiempo llevo estudiando. Fue entonces cuando lo vi clarísimo y decidimos empezar este proyecto juntos.
