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Opinión Mujer Ganadera
GEORGINA GUTIÉRREZ RODRÍGUEZ Mujer Ganadera lavidalactea1@gmail.com
Lo importante contra lo simbólico
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Escribo esto el lunes 19 de octubre. Ayer voté para elegir a quien será presidente municipal de Pachuca y, aunque todavía no tenemos los resultados finales, el mapa del estado es muy colorido y variado, pero hay tres fechas más importantes que la de ayer. Dos fechas importantes vendrán en 2021, cuando elegiremos a diputados y muchos, muchos cargos locales, y en 2024 con la elección para determinar quién será el titular del Poder Ejecutivo y la renovación de todo el Congreso.
La tercera fecha, a la que dedico esta columna fue el pasado viernes 16 de octubre, Día Mundial de la Alimentación. El lema fue “Cultivar, nutrir, preservar. Juntos. Nuestras acciones son nuestro futuro” y este año se hizo un llamado a reconstruir mejor y rendir homenaje a los Héroes de la Alimentación. Durante toda la semana se realizaron eventos en todo el mundo, y por la pandemia que lo cambió todo, este año no tuvimos que elegir entre el Comité de Seguridad Alimentaria que se reúne en Roma y el Premio Mundial de la Alimentación junto con el Borlaug Dialogue que tienen lugar en Des Moines. Este año pudimos estar presentes en todos los eventos y celebrar todas las acciones que se llevan a cabo en el mundo para producir más y mejor, y llevar alimentos a quienes más lo necesitan, razón por la cual el Premio Nobel de la Paz fue otorgado al Programa Mundial de Alimentos. Al mismo tiempo celebré, junto con toda la comunidad científica y agroalimentaria del mundo que el Premio Nobel de Química fuera para dos mujeres que se han dedicado a la tecnología CRISPR que ha arrojado excelentes resultados y será la herramienta gracias a la cual seguiremos con vida y tengamos alimentos en el futuro (algo que seguramente molesta a esta administración porque se juntan dos cosas: mujeres y ciencia).
Todo lo anterior es de gran importancia y es, además, simbólico. Importante porque todos tenemos qué comer y no hemos dejado de trabajar para producir alimentos, y es simbólico porque el mundo volteó a ver a los productores y la obligación que tenemos de producir más, con menos recursos y por lo tanto, se puso sobre la mesa la necesidad que tenemos de contar con herramientas tecnológicas que nos lo permitan, pero hay a quienes no les llegan estos datos ni les importan.
Aquí bastó un tweet, y ya, para celebrar el día, donde se menciona a los productores del campo, la pesca y la acuacultura, pero no a la ganadería, mientras que los presidentes de otros países, los secretarios y en su caso, la monarquía, lanzaron mensajes que llamaban a dar notoriedad al Día Mundial de la Alimentación, que además coincidió con el aniversario 75° de la FAO, y compartir una visión de futuro, pero aquí estaban más preocupados por organizar un foro para hablar de Lázaro Cárdenas, pues hoy es su aniversario luctuoso.
Por otro lado, esta semana da inicio la discusión en la Cámara de Diputados sobre el presupuesto y no creo que tengamos buenas noticias sobre lo que se destinará a nuestro sector, porque aquí importa más gastar en lo que a uno le gusta y no en lo que se necesita, aquí importa más el simbolismo, de las grandes obras, que no nos dejarán ningún beneficio a corto plazo, y se cuestiona si en el largo plazo serán algo bueno. Pero este simbolismo no es nada bueno, porque expresa más los caprichos que la urgencia.
“Nuestras acciones son nuestro futuro” y aquí las acciones están encaminadas a destinar recursos que creen ilimitados a una refinería y los demás proyectos mesiánicos, que son cuestionados por organismos internacionales. Aquí las acciones que no se han tomado para ayudar a las empresas, del tamaño que sean, marcarán un sombrío futuro para millones de familias que perderán su fuente de ingresos, porque a nuestro gobierno parece no importarle la pérdida de empleos, porque querrá “ayudarlos” de otra manera, sin pensar que los recursos que le permiten repartir los programas sociales provienen de esos empleados y las empresas donde trabajan que pagan impuestos, sean micro empresas o firmas globales.
Si seguimos en este camino no habrá simbolismos, por más grande que sea la refinería o más largo el tren, que valgan la destrucción de nuestro país, y sé que esto se lee fatal, pero si en dos años no ha habido un giro de timón y una pandemia y al momento, más de 86,000 muertos oficiales por ella, no han logrado hacer que las autoridades vean las cosas de manera distinta, no sé qué más lo hará. Una pandemia puso de relieve la importancia de la producción de alimentos en todo el mundo, que por cierto se mantiene con superávit en nuestro país, y claro, la salud y el sistema de salud pública que tenemos, al que también le han recortado presupuesto, lo cual ya es absurdo. Si la comida y la salud no son importantes, no sé qué es.
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Lo único que nos queda es manejar bien nuestras finanzas en los ranchos, porque no habrá nada de apoyos, y seguir trabajando, porque al final y al principio de todo, estamos los productores, que tristemente somos valorados más allá afuera que aquí en México, y somos los encargados de que en Palacio Nacional tengan todos los ingredientes para preparar un “molito, caldito y arrocito”.
P.S. No todo puede ser crítica, aunque sea lo que domina el pensamiento, así que comparto que celebro que la Profeco esté vigilando el cumplimiento de las NOMs de varios alimentos para que los consumidores puedan comprar productos reales. Las NOMs nos obligan a mejorar y eso siempre es bueno.
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