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LO QUE SE OYE, lo que se dice...

FRANCISCO AVILÉS SÁNCHEZ faviles56@yahoo.com

LAS EXPORTACIONES mexicanas de carne bovina siguen también en aumento y podrían rebasar las 300 mil toneladas en este 2021, pues hasta el 27 de noviembre habían alcanzado casi 245 mil una vez superada su tendencia a la baja de meses anteriores, informó Juan Ley Zevada, presidente de Mexican Beef. El principal destino sigue siendo los Estados Unidos, del que México es segundo proveedor externo del producto con 24% de sus importaciones (el primero es Canadá, con 31%). Otros mercados importantes para la carne de res de nuestro país son el propio Canadá, Japón, Corea del Sur y Hong Kong. Para abrir el gran mercado de China se trabaja con el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) y la Asociación Nacional de Establecimientos Tipo Inspección Federal (ANETIF) en las cuestiones de sanidad y aprobación de plantas mexicanas que puedan exportar.

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Hasta ahora nuestras ventas al gigante asiático se concentran en carne de ave y cerdo, pero la de bovino también tiene allá grandes oportunidades, pues, aunque la producción interna ha estado aumentando no alcanza a cubrir la demanda de los casi 1,500 millones de chinos. También la producción bovina de países como los EU y la India ha crecido, pero como se ha estancado en otros, como Australia y Argentina, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) estima que este 2021 quedará prácticamente igual que la del año anterior. Según este organismo internacional, la producción global de cárnicos de todo tipo llegará este año a 352.7 millones de toneladas, que representa 4.2% más que en 2020, gracias a la recuperación de la producción de cerdo sobre todo en China. En cuanto a la carne de aves, la FAO afirma que su crecimiento en 2021 ha sido “marginal” …

UN PRESUPUESTO federal apenas superior al del año pasado y considerablemente cargado hacia el asistencialismo –en detrimento del apoyo a la producción– es el que tendrá el sector agropecuario en 2022. No debería sorprendernos, pues ésa ha sido la tónica desde la llegada del señor Obrador a la presidencia. El Programa Especial Concurrente, que incluye todas las partidas destinadas al sector rural, tuvo un incremento nominal de 8.15%, pero para calcular su valor real habría que descontar la inflación de 2021, que a estas alturas se estima ya en alrededor de 7.5%. Entre los rubros más afectados esta vez se encuentra el de apoyo a la comercialización, pues la Coordinación General de Inteligencia de Mercados, órgano que sustituye a la anterior Aserca, sólo contará con poco menos de 138 millones de pesos, contra los cerca de 9,000 millones de los que llegó a disponer aquélla. A su vez, el Programa de Fomento a la Agricultura, Ganadería, Pesca y Acuacultura sufrió un recorte de 32.7% en sus fondos. La Secretaría de Agricultura contará para su operación con 7.7% más dinero que en el año que termina, pero, de nuevo, la inflación dejará su presupuesto prácticamente igual, con el serio agravante de que ya visto a detalle se observa un fuerte sesgo hacia los programas asistenciales. Uno de los pocos renglones donde se ve interés en apoyar la producción es el programa de adquisición de leche a ganaderos nacionales, que se incrementó en 84.8%. Pero en prácticamente todas las áreas del gobierno está sucediendo lo mismo: el desmantelamiento de programas y organismos que funcionaban de manera autónoma para fines concretos en apoyo de grupos y segmentos sociales, en tareas necesarias y benéficas para la economía, la educación, la salud, etc., quitándoles sus recursos para entregarlos directamente a las personas, presumiblemente a las más pobres, con la evidente intención de comprar su voluntad. Hasta ahora ha funcionado y ha quedado dinero para la operación esencial del gobierno, pues el aparato de beneficencia ha estado echándose sobre los recursos que se tenían en fideicomisos y otros fondos, digamos, los “ahorritos” que había en las distintas dependencias. Agotados éstos, vino un golpe de suerte: las inmensas sumas distribuidas por el gobierno de los Estados Unidos entre sus ciudadanos para que pudieran enfrentar la pandemia de covid, dinero que ha beneficiado a México en diversas formas. Una es la posibilidad de que nuestros migrantes envíen a sus familias más remesas, que en este 2021 están por superar la cifra de 50,000 millones de dólares, cantidad hasta hace poco inimaginable y que está permitiendo a muchos millones de mexicanos sobrevivir a pesar de las erróneas políticas de la “cuarta transformación”. Otra es la demanda creciente de productos mexicanos por parte del vecino del norte, desde automóviles hasta zarzamoras, lo que ha hecho del sector exportador el principal sostén de la economía. Las ventas al exterior del sector agroalimentario llegaron a 36,382 millones de dólares en los primeros 10 meses del año (12.5% más que en el mismo periodo de 2020), y se calcula que al cierre podrían alcanzar la cifra histórica de 43,000 millones. Si vemos separadamente las exportaciones agrícolas y ganaderas, tenemos que llegaron en esos 10 meses a 15,989 millones, que representan un incremento de 6.1%, y sumadas a las cifras de noviembre, que son las más recientes, alcanzaron 17,808 millones. Aunque las importaciones agroalimentarias también han crecido, por séptimo año consecutivo se tendrá un saldo positivo en la balanza comercial del sector. En suma, a pesar del retiro de los apoyos a la producción del campo, agricultores y ganaderos han sabido aprovechar la fuerza de arrastre de la poderosa locomotora estadounidense, pero deben prepararse para cuando ésta frene su marcha o se detenga…

EL TIEMPO AVANZA y con él las investigaciones en torno a la carne “de laboratorio”. Una de las principales limitaciones para el aprovechamiento comercial de tal tipo de alimento es su alto costo de producción, pero éste también se ha venido abaratando. La empresa israelí Future Meats, que es de las mayores compañías del ramo, afirma haber bajado sus costos de 15 a 6.80 euros por libra de pechuga de pollo (unos 350 pesos el kilo al tipo de cambio actual), lo que empieza a sonar accesible al menos para ciertos consumidores, aquellos que tienen una situación más o menos desahogada y que están convencidos de los daños reales y supuestos que causa la avicultura comercial, y en general la ganadería de carne, al medio ambiente. Future Meats afirma no utilizar células madre para generar a partir de ellas los tejidos muscular y adiposo (grasa) de los que se compone la carne, sino sólo células naturales tomadas de aves normales y sin ninguna modificación genética. Además, asegura que no utiliza sueros para alimentar el tejido y que logró la señalada reducción de costos en sólo seis meses, y no en los 18 que se había propuesto…

EL PRECIO que paga Liconsa a los productores nacionales se incrementó, aunque no a 9.50 pesos por litro como se había solicitado, pero sí a 9.20 pesos en promedio, lo que sin duda permite un respiro a los ganaderos, tanto los que entregan su leche a esa empresa del gobierno como los demás, que esperan verlo reflejado en el precio que paga la industria. Además de incrementar su tarifa, que a partir del 1º de enero será aproximadamente un peso superior a la que estuvo vigente todo el año, se aprobó también en la Cámara de Diputados un aumento sustancial –de 84.8%, como ya mencionamos– en los fondos de que dispondrá Liconsa para la adquisición de leche entre los ganaderos del país, que en 2022 serán de unos 3,270 millones de pesos. Con ellos se adquirirán 755 millones de litros de leche fresca, anunció Víctor Villalobos, secretario de Agricultura, en conferencia de prensa efectuada a finales de noviembre en Ciudad Obregón, Sonora, adonde supuestamente se están cambiando las oficinas de la dependencia para instalarse en un salón de actos (o “de usos múltiples” como se dice ahora) que les prestó el gobierno del estado…

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