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EDITORIAL Lillian Zapata Directora
GESTIÓN MULTIACTOR UN TRABAJO EN RED POR UN DESARROLLO SOSTENIBLE
La nueva realidad que nos toca vivir ha transformado las formas de hacer las cosas, trabajar, estudiar y relacionarnos. En ese sentido, la pandemia muestra dos caras de una misma moneda, aquella del dolor, la pérdida, la incertidumbre, el riesgo y el cambio constante; y la de las oportunidades para revalorar la salud y la familia, replantearse prioridades, retos y objetivos; pensar en el otro y articular acciones. Una manera de unir esfuerzos que cobra especial relevancia en esta coyuntura es el modelo de gestión multiactor en el que cada participante se convierte en pieza clave para lograr un objetivo en común y hacerlo sostenible. El planteamiento anterior se puede impulsar desde todo tipo de organización: familia, empresa, universidad, ya que están integradas por personas y depende de la voluntad para hacer viable el listado de retos planteados. Son diversos los casos que muestran cómo la pandemia ha motivado la creatividad de los diversos actores en el interés ciudadano, en salvar y cuidar la vida de las personas. La unión de la academia, empresa y Estado hizo posible que en el Perú se haga realidad la fabricación de más de un centenar de respiradores mecánicos con proyección a llegar a trescientas unidades; un hito en la historia que se encaminó desde la determinación de un grupo de científicos de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) resuelto a asumir el reto, al que se sumó el respaldo de un conjunto de compañías y del gobierno a lo largo del proceso. Otro de los rostros que también muestra la presencia de la COVID-19, enmarcado en un enfoque positivo, es la apertura a iniciativas para proteger la vida y acercar la realidad tecnológica. Desde el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS) en coordinación con la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), la Asociación de Bancos (ASBANC), la
Municipalidad de Jesús María y la Asociación de Comerciantes de dicha localidad, se puso en marcha el proyecto “Billeteras digitales”. Un modelo de gestión multiactor exitoso de amplia colaboración al compartir la responsabilidad tanto el comerciante como el usuario y asumir que con su compromiso será sostenible el plan piloto próximo a replicarse en otros lugares del país. Convocar aliados para hacer viable nuevos proyectos que compartan e integren el conocimiento conduce a construir organizaciones más fuertes capaces de estar presente en temas que la ciudadanía demanda; así como de alinearse, escuchar más y poner en valor un modelo cuya actuación articulada de cooperación genera confianza. De esta manera, el propósito es el que integra a los múltiples actores, marca una diferenciación, y ayuda a mostrar una mirada homogénea dirigida al bien común. En esa línea, la gestión multiactor, enmarcada en una práctica ética, transparente y una excelente comunicación, impulsa acciones orientadas al beneficio de la ciudadanía que está atenta al impacto que generan las organizaciones para respaldarlas o desaprobarlas en su licencia social. Existe una enorme oportunidad para impulsar el desarrollo sostenible mediante la gestión multiactor; hacer viable nuevos proyectos, poner en escena el valor compartido, generar confianza y mejorar la vida de las personas. Un modelo que implica pasar de la responsabilidad limitada a la responsabilidad ampliada, que es más integral, en el que todos los agentes aportan y muestran la forma de hacer tangible una labor conjunta, un servicio, abriendo el camino hacia el bienestar. En la presente edición de la revista Imagen y Comunicación casos que grafican el modelo de gestión multiactor, un trabajo en red para un desarrollo sostenible.