Doroteo Antonio
TAPIA CALDERON
En cuyo honor se le puso el nombre de Villa Tapia a La Jagua, en la provincia Hermanas Mirabal”. Nació en Santiago de los caballeros el 13 de octubre de 1844, hijo del procer santiagués Pedro Tapia y de Teresa Calderón. Pocos conocen la historia detras de este insigne patriota, su legado y sus aportes han sido presentado timidamente, por lo que hay una gran laguna e incluso datos errados del hombre por quien lleva el nombre uno de los tres municipios de la provincia Hermanas Mirabal. “A los 19 año, el primero de agosto de 1863, y pocos días antes del célebre Grito de Capotillo con el que se inició la Guerra restauradora, don Doroteo contrajo nupcias con su prima Rita Calderón (fallecida en Salcedo el 6 de abril de 1916, a los 79 años de edad), con lo cual obviaba los lazos de consanguinidad existentes entre ambos, práctica muy común a lo largo del siglo XIX y contra la cual luchó denodadamente la iglesia católica”, subrayó. En el año siguiente del enlace nació Ana Rita Ramona, luego Pedro Ignacio. Posteriormente, vino al mundo Estanislao Francisco, quien murió asesinado. Luego, María Teresa, José Francisco, Martina Eliodora Tapia y Martina Eneida Tapia. Don Doroteo fue padre también de Doroteo Tapia Brito (Teíto), procreado fuera del matrimonio con la señora Pía Brito. En el libro “Doroteo Antonio Tapia Calderón”, el historiador Rafael Darío Herrera dice que en febrero de 1861, junto a su padre Pedro Tapia y a sus parientes Florencio y Basilio Tapia, Doroteo participó en el golpe contra la anexión a España y en septiembre de 1863 firmó el acta de independencia del país junto a un numeroso grupo de combatientes de la región Norte. Don Doroteo nunca fue un hombre de armas por lo que detestaba el militarismo, razon por la que su participación en la gesta bélica del 1863 se circunscribió a la recolección de recursos materiales, a la confección de armas, así como a la organización de los diferentes contingentes de lucha.
“Apesar de que Doroteo carecía de formación académica, como era habitual en esa época por la inexistencia de un buen sistema educativo nacional, se tienen evidencias de que poseía un elevado nivel cultural y facilidad de expresión” Herrera, ganador en el 2018 del Premio Anual de Historia del Ministerio de Cultura de la República Dominicana, acotó que Doroteo A. Tapia se desarrolló en un entorno social y político caracterizado por el predominio del despotismo, las crisis económicas, los sempiternos enfrentamientos entre los caudillos, el militarismo y la crisis política. Don Doroteo Antonio Tapia era un hombre sencillo, amante del campo que se empeñaba en desarrollar los lugares donde vivió, como gobernador de la provincia La Vega y su comunes emprendio obras de desarrollo y fue prepulsor del ferrocarril que uniria a La Vega, Sanchez y Samaná, a Samaná con Salcedo y a Santiago con Puerto Plata. Tapia Calderón fue un hombre adelantado a su tiempo, pues además de hablar y entender los idiomas inglés y francés, supo ser un fiel y permanente abanderado de elevar la moral pública, la educación, la apertura de caminos, vías, carreteras y el citado ferrocarril para contribuir con el desarrollo de la agricultura. Tapia Calderon es presentado en la amena obra de Rafael Darío Herrera como uno de los servidores públicos de trascendencia nacionalista, sin que haya un solo dato que oscurezca su paso luminoso por la tierra. “Quiso hacer del país un gran país”, llegó a decir el maestro Hostos de don Doroteo Tapia, en cuyo honor se le puso el nombre de Villa Tapia a una común llamada antiguamente La Jagua, en la provincia Hermanas Mirabal”, murio en Salcedo.
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Revista Papel Krepé • Edición #10 AÑO 4 / MARZO 2020