Revista VAS 4.0 / nº100+9
INNOVACIÓN
RECICLAJE QUÍMICO DE POLIESTIRENO EN CHILE: REALIDAD QUE AVANZA A PASO FIRME
8/
CARLOS HORTUVIA
REVISTA VAS 4.0 CONVERSÓ CON EL GLOBAL FRESH FOOD R&D MANAGER DE COEXPAN, CARLOS HORTUVIA, QUIEN DETALLÓ LA INICIATIVA QUE BUSCA CONVERTIR EL ANHELO DE LA CIRCULARIDAD CERRADA ENTRE EL MONÓMERO DE ESTIRENO Y EL POLIESTIRENO AQUÍ, EN SUELO NACIONAL. DE POLÍMERO A MONÓMERO Y VICEVERSA, EN UN LOOP FUNCIONAL Y ALTAMENTE EFICIENTE.. POR | Eva Débia
C
Coexpan es una compañía que una fracción importante de su oferta de packaging alimenticio está en el área láctea; Carlos Hortuvia, Global Fresh Food R&D Manager, explica que “hay otras opciones, pero el poliestireno sigue siendo superior a la hora de envasar estos alimentos sobre las otras opciones”. Frente a qué motivó a Coexpan a trabajar en torno al reciclaje químico de poliestireno en Chile, Hortuvia explica que el año pasado “nos juntamos en torno a esta idea con el académico de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile Humberto Palza, la gerente de CENEM Mariana Soto y el socio director de PackagingXpert Fernando Álvarez, y empezamos a pensar en cómo hacer un proyecto en el cual a nivel piloto pudiésemos demostrar una economía circular usando el reciclaje químico y reconstituir lo que se llama pot to pot, o sea, circuito cerrado del pote de yogurt al pote de yogurt; ahí se establecieron diferentes rutas”. Hablaron sobre el reciclaje químico y el mecánico, y de cómo la pirolisis en Chile estaba un poco cuestionada por el campo legislativo; entonces, comenta Hortuvia, “hice un pequeño recuento de cuáles eran los procesos químicos, donde vi que el poliestireno tenía dos vías de salida en el área química fuera del mecánico: una era la solvólisis y la otra la
pirolisis por cracking, entonces empezamos a pensar qué podíamos hacer en torno a tratar de transformar la pirolisis en un método que no generara combustible (que era la parte más cuestionada), sino como una manera de fraccionar el poliestireno y transformarlo en monómero, desde ahí seguir una cadena de refinación y un ciclo circular de diferente al nivel mecánico, pero complementario, y así a poder darle solución a la fracción más sucia del poliestireno”. Polímero a monómero y viceversa Si bien en estos momentos en Chile no existen circuitos circulares de tratamiento de residuos domiciliarios de muchas de las resinas de plástico, Carlos Hortuvia explica que “sí hay un pequeño circuito alrededor del polipropileno, del poliestireno y del PET, que en el reciclado mecánico incluye en primera instancia la recolección; luego tenemos la selección, donde las resinas de los diferentes plásticos se pueden separar por densidad, por rayos infrarrojos. Luego, viene el molido de estas fracciones por separado. Posteriormente a esto hay un proceso de lavado, en frío y en caliente, para separar etiquetas y pegamentos, y por último el secado y empacado”. Esto pasa normalmente en las economías más desarrolladas; “en el caso de nosotros, es decir, Chile – indica Hortuvia -, lo que buscaríamos es separar la fracción de