3 minute read

Amor -Motor

Los ciclistas, actualmente, son una suerte de militantes extremistas, evangelizadores de esta opción de movilidad urbana. Tal es el caso de los Masa Crítica (cuya consigna es “+Amor - Motor”), un grupo de activistas que busca fomentar el uso de la bicicleta como medio de transporte recorriendo la ciudad el primer domingo de cada mes. Salen desde la plaza 9 de Julio, a la hora del mate, tienen su grupo en Facebook y sabían tener hasta un programa de radio. En Posadas, suelen ser varias decenas de personas cada vez que se juntan, este movimiento es mundial y en algunas capitales realmente son miles cada domingo. Cortan las calles y demuestran a la opinión pública lo distintas que podrían ser las áreas céntricas sin autos.

Actualmente la ciudad de Posadas cuenta con dos realidades para los ciclistas. Por un lado, el sistema de alquiler gratuito de bicicletas para paseo costero, una modalidad que resulta muy amigable y tiene dos estaciones de alquiler separadas suficientemente una de la otra. Es un servicio gratuito y sólo hay que presentar el DNI. Su color celeste es bien reconocible, y eso desalienta bastante los robos. El precio por romperlas suele ser exagerado en estos sistemas, pero hay más de “obligarte a cuidarla por el bien de tu bolsillo” que realmente por el precio de los repuestos.

Advertisement

De todas formas, sería interesante poder subirse a una en El Brete, no tener límite de horario (que actualmente es de una hora) y poder devolverla en la otra estación, o poder hacer el recorrido en viceversa. Supongamos que vivo por avenida Urquiza, salgo de mi trabajo en el centro, tomo una bicicleta en la ex estación y me voy andando desde el cuarto tramo hasta El Brete. Llego allá, la devuelvo y sigo mi camino a casa o me tomo el colectivo. Un paseo gratuito y saludable. Hasta podríamos pensar en replicar esa misma modalidad para el otro lado y tener una estación que te reciba en el Zaimán. Si algún guapo quiere pedalear desde El Brete hasta El Zaimán, también podría sentirse libre de hacerlo.

La otra realidad es la de las llamadas bicisendas por dentro de la grilla de la ciudad. Se las pudo ver en los laterales de las avenidas Francisco de Haro y Rademacher. Hoy ya no cuentan con mantenimiento, por lo que apenas se distinguen en la calzada, pero más grave aún, es que no cuentan con un agente de promoción que aliente su uso y eduque sobre el tema a los vecinos. Por el contrario, cada vez son más los que estacionan autos particulares sobre ella o simplemente desconocen su uso.

Esta modalidad no suele precisar un sistema de préstamo de bicicletas; los usuarios frecuentes tienden a tener la propia, pero precisa de estacionamientos adecuados, podríamos pensar, por ejemplo, una guardería de bicicletas en la plaza San Martín donde uno llega, la deja en un corralito custodiado y completa el recorrido hasta el trabajo o el banco, de a pie.

En el mundo, la tendencia es fomentar el uso de la bicicleta para moverse. Por primera vez, desde la Segunda Guerra Mundial, en Europa hoy se venden más bicicletas que autos. Las automotrices lo saben y las bicicletas más bonitas, por ejemplo, son las Peugeot; vienen como los autos con su leoncito y todos los chiches, pero son a pedal.

Mientras tanto, tenemos concejales locales que en vez de acompañar esta clara tendencia a favor del medioambiente, evalúan la posibilidad de sacar las bicisendas de Posadas y usar esos carriles para que lo vuelvan a

usar otros transportes, como la moto o los autos particulares. Eso no puede pasar, sería ir a contramano de lo que nuestro ecosistema necesita.

Creo que una demostración interesante del poder de esta opción para moverse por la ciudad y un llamado de atención claro para que las autoridades se ocupen de este tema fue la convocatoria que realizó un colegio conocido del centro, donde una vez más los chicos nos enseñaron a los adultos cómo podemos hacer para cuidar más el planeta que vamos a dejarles.

Es necesario empezar a pensar en un sistema de ciclovías acorde al de una capital de la Argentina, donde todos respetemos a quienes quieren hacer uso de ella, y para poder usarla no tengas que ser un activista evangelizador del uso de la bicicleta, que puedan usarla simples estudiantes y ciudadanos que elegimos esta forma de transporte por ser económica, práctica y sana.

Domingo de Masa crítica en Buenos Aires.

This article is from: