Laberinto No.1026 (11/02/2023)

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Lacaja:

Alberto Chimal: las suras de lo real

Concepción Company: nuestros mexicanismos

Suplemento cultural de MILENIO LABERINTO
SÁBADO 11 DE FEBRERO DE 2023 AÑO 19 - NÚMERO 1026 HOMBRE DE CELULOIDE FERNANDO ZAMORA
Guadalupe Alonso Coratella/ FOTOGRAFÍA: JORGE GONZÁLEZ
viaje al in erno de la maquila Foto: Ivanhoe Films ENTREVISTA SILVIA HERRERA
Foto: Dushka Barranco

EN EL BANQUILLO

Expedición N

o posee ningún mecanismo mi máquina del tiempo: ni manivelas, ni tornillos, ni aspas, ni hélices, ni tubos, ni cuadrantes. La pongo en marcha colocando la punta del dedo índice de mi mano derecha en mi entrecejo y contando del cinco al cero en voz baja y muy despacio. No importa si mis ojos se mantienen abiertos o parpadean o cuánta luz se mete en el cuarto o si es simple o compleja la naturaleza del ruido. Se me concede un solo tránsito al pasado y el único futuro accesible es el día siguiente. No viajo yo: viaja el tiempo, con lo cual se evita el escollo de que me tope conmigo y se altere el espacio con dos cuerpos iguales y simultáneos. Mi conciencia es apenas una pantalla cuando comienzo a retroceder suavemente hacia la fecha elegida: miércoles 25 de marzo de 2020 a las 13 horas con 2 minutos. Estamos sentados tú y yo en el borde de la cama a punto de inventar una vida nueva a partir del encierro. Podría ser el Canto XXVIII de mi Comediaapócrifa o podría ser también una reinterpretación de los hechos selectos que he ido desmenuzando y que tacho o palomeo según los matices que le da mi memoria a nuestro comportamiento: cuántas sonrisas o indulgencias o disparates o silencios o ternura o caricias o reticencias. La cola larga del animal diminuto o la cola corta del animal gigantesco. Nos vestimos con ropa deportiva para el acto inicial. Combinan nuestros tenis con nuestros calcetines grises y verdes. Me amarro el pelo y te acomodas los lentes antes de ajustarte la gorra.

“Las frases breves denotan cierto titubeo gramatical o un vínculo frágil con el idioma de uso”. Conozco las consecuencias y el desenlace. En tu libro del Renacimiento se habla de la “historia del entusiasmo”; yo aquí me refiero —y lo subrayo— a una “historia de amor”. Ya calculé los riesgos de contarla como si aún no hubiera ocurrido: el consuelo rebasa con mucho los peligros de cavar un hoyo o construir un laberinto. Salimos de la casa, bajamos la escalera hacia la calle y nos dirigimos al parque. En la zona de grava nos detenemos para realizar una serie de “estiramientos”. Nadie va a lastimarse. Trotamos y sacudimos los brazos como títeres cuyos hilos penden de las ramas o de las sombras de los postes de electricidad con sus alambres suspendidos entre nudos y púas. Un niño —el último de la temporada quizá— persigue una pelota y su perro ladra amarrado al barrote rojo de los columpios. Registro la velocidad y la temperatura de nuestros ejercicios. El sol dulce, el sol estable, el sol blanco, el sol de marras, reclamaría el dilecto profesor de lenguas muertas. No hemos dicho todo; nunca lo diremos todo. “En pie dormirá el venado negro de cuanto no se ha de hacer, no se ha de conseguir”, escribe Gerardo Deniz en “Verano del ‘42”. Y parafraseo: lentamente lee un demiurgo la tiniebla en su banca de troncos. Han de golpear huesos los changos para que se levante por fin el telón. Tú y yo vemos las astillas en el cielo. No tardarán en caer. Estoy contigo. _

Detrás de la palabra maquila se esconden todas las injusticias, los conflictos que desgarran a los personajes de esta buena película: Lacaja, dirigida por Lorenzo Vigas (disponible en Cinépolis Klic). Lacajaes una suerte de bildungsromanen que el protagonista se enfrenta a la existencia, pero, en lugar de aprender el valor de la vida, aprende a mentir y a explotar a los trabajadores muertos de hambre. “Estamos en guerra”, grita un capataz. “¿Y saben con quién? Con China. ¿Vamos a dejar que los chinos nos quiten el trabajo?” El trabajo en cuestión es la maquila, pero ¿cómo llegó el muchacho hasta aquí? Con la inteligencia que ha demostrado en otras obras, Vigas construye un personaje a fuerza de imágenes. Un chico tiene que enfrentar la frialdad de la burocracia y recoger unos restos que caben en la caja que da título a la obra. El muchacho encuentra en los restos, sin embargo, una credencial que le permite encontrar al segundo personaje en esta tragedia, un hombre de aspecto patibulario que medra con la gente que necesita de estas fábricas para obtener un poco de dinero para comer. Sí, abuela, estoy bien, dice el niño cuando decide bajar del camión que tendría que llevarlo de regreso al pueblo. Cambia así su trayecto dra-

HOMBRE DE CELULOIDE

Maquila

mático para conocer al hombre que es dueño de la credencial. Poco a poco el protagonista se va metiendo en la mafia, en el bajo mundo, en las fábricas. Gracias al cine el director nos permite adivinar un sistema de injusticias que se van construyendo desde la calle, hasta, adivinamos, la opulencia de quien gana con la esclavitud de estos hombres y mujeres que se enfrascan en trabajos miserables. Pero hay, además, una relación entre un niño y un hombre. Es aquí donde Vigas vuelve a realizar una excelente película. En la producción entre México y Venezuela que realizó en 2015 (Desdeallá), Vigas construía una elaborada relación homosexual entre un hombre y un muchacho que podría ser su hijo. El erotismo se insinuaba apenas, era incapaz de manifestarse en parte gracias a los complejos de sus protagonistas. Desdeallá se veía completada por un cortometraje que está disponible en YouTube y que se llama Los elefantes nunca olvidan. Pues bien, Lacaja forma con aquellas dos un tríptico,

un todo que, si uno se esmera en observar, presentará al espectador la necesidad de los hombres jóvenes por encontrar en un hombre adulto una imagen masculina que complete todo aquello que permanece latente cuando uno es demasiado joven como para enfrentarse a la vida. La de Vigas es una suerte de trilogía de la paternidad perversa; una que enseña no a crecer como en la literatura dieciochesca, sino a perturbarse como en los tiempos que corren. Cuando el niño, sin sentir casi nada, arroja un cadáver en un agujero que envolverá para siempre su existencia miserable, la educación ha tenido lugar. México tiene a un nuevo criminal.

Lacaja es una magnífica película. Lo es por la simplicidad con la que cuenta la historia de un país que se vendió a la maquila. Sin necesidad de truculencias, la película se centra en dos personajes entrañables a pesar de sus defectos, que están bien actuados y escritos. Son creaturas que reflejan una realidad que los supera porque nos supera a todos, la realidad de una supuesta guerra que nadie puede ganar. Y es que no hay que ser sabio para decirlo: la guerra en este país es la de todos aquellos que aman el dinero sin escrúpulos y la de todas estas personas que siguen viviendo explotados. _

-02- 11 DE FEBRERO 2023 ANTESALA
FERNANDO ZAMORA @fernandovzamora FOTOGRAFÍA IVANHOE PICTURES
En lugar de aprender el valor de la vida, el protagonista aprende a mentir
La caja. Dirección: Lorenzo Vigas, México, 2021.
Mi conciencia es una pantalla cuando comienzo a retroceder hacia la fecha elegida

ESCOLIOS

Jamás entregues todo el corazón

Jamás entregues todo el corazón, porque el amor será apenas cierto, si es auténtico, para las mujeres apasionadas, y ellas nunca sueñan que se seca en la boca, beso a beso; porque todo lo que es amable no es sino un breve, gozoso, ingenuo sueño. Oh, nunca des el corazón del todo, porque ellas prestaron, con sus labios suaves, el corazón para jugar.

¿Y quien podría jugar de forma justa si es sordo y ciego y mudo en el amor?

Quien ha vivido el juego sabe el costo, porque ha perdido el corazón al darlo.

Ramón y Franz H

ace poco, en un puesto callejero de libros, encontré, exactamente uno junto a otro, dos notables hallazgos: por un lado, la biografía de Kafka del italiano Pietro Citati; por otro lado, la VidaypasióndeRamón López Velarde, del profesor y orador mexicano Baltazar Dromundo. La fortuna crítica de estos dos libros no podía ser más contrastante: el de Citati es un paradigma de la biografía como ejercicio literario; mientras que el de Dromundo es un estudio olvidado que nos interesa exclusivamente a los aficionados a López Velarde. Más allá del contenido de los libros, y de la asimetría en la celebridad de los biógrafos, me llamó la atención la extraña vecindad de los biografiados en un mar de volúmenes y me hizo pensar en una correspondencia mágica entre dos genios malogrados y fraternos, como son Franz Kafka (1883-1924) y Ramón López Velarde (1888-1921). A raíz de esta casualidad pensé (sin duda no soy el primero que plantea esta correspondencia) en los muchos paralelos que existen entre dos contemporáneos, mártires de la literatura y hermanos de desventura, Ramón y Franz. Empecemos por las analogías más evidentes: ambos son hijos primogénitos y tienen relaciones difíciles con la autoridad paterna; ambos estudian leyes influidos por el padre; ninguno de los dos puede ejercer a plenitud su vocación de escritor y ambos deben crear su obra en horas robadas a la burocracia que les brinda escasas recompensas personales y materiales; ambos transcurren su vida en el núcleo de la familia, sufren la difícil cohabitación y sueñan con romper amarras sin lograrlo (Ramón, tras la muerte de su padre, asume como prematuro jefe de una familia muégano por la que siente constante angustia y responsabilidad; Franz es incapaz de escapar del nido, salvo en sus meses de agonía, y del maltrato de un padre déspota); ambos son enamoradizos y hacen famosas a sus musas (Fuensanta, Margarita, Felice, Milena, Dora) pero rompen promesas y compromisos y, por elección o fatalidad, permanecen solteros, aunque para nada célibes; los dos mueren jóvenes por sus débiles pulmones; ambos quedan casi inéditos y, parte de su pervivencia editorial, se debe a los amigos. La fama, que con ambos es esquiva durante su vida, acude a raudales, sobre todo en el caso de Franz, en forma póstuma. Por lo demás, los dos crecen en la periferia de su cultura, en tirante relación con el centro (Franz el judío checo que escribe en alemán, Ramón el provinciano que choca con el gusto y las maneras de la elite literaria de la capital); ambos cultivan una introversión estética que los hace inmunes a las modas de su tiempo y desarrollan su propia revolución: Ramón esgrimiendo su excéntrica nostalgia y su atormentado y colorido erotismo; Franz naturalizando la angustia, el absurdo y la rendición como rasgos definitorios del individuo moderno. Ninguno, pues, está “al día”, ni sigue programas estéticos o políticos y ambos extraen su inimitable subversión y novedad de sus más hondos abismos. _

-03- 11 DE FEBRERO 2023
POESÍA
EX LIBRIS Telón de carne/ EKO ANTESALA
Del libro En los siete bosques (1904). Versión de Víctor Manuel Mendiola. ARMANDO GONZÁLEZ TORRES @Sobreperdonar
Los dos crecen en la periferia de su cultura, en tirante relación con el centro

Concepción Company lingüísticos y sociales demexicanismos.

“Las lenguas, de capas

inicios, piosycompartidos

rear diccionarios es una de las misiones de toda Academia de la Lengua y la mexicana guarda esta tradición desde sus inicios, hace casi 150 años. Al Diccionario de mexicanismos. Propiosycompartidos, el más reciente compendio de voces mexicanas, lo anteceden otros como el Vocabulariodemexicanismos, de Joaquín García Icazbalceta (1899), que solo llegó a la letra G; o el Diccionario breve de mexicanismos de Guido Gómez de Silva (2001). Sin embargo, a decir de la lingüista Concepción Company Company, “ninguno de los dos responde a la definición de mexicanismo, es decir, lo normativo y general para el español de México contrastado con el español de España y lo que compartimos con el español de Hispanoamérica. El mexicanismo no se refiere al folclor o a las palabras derivadas de lenguas indígenas”.

mexicanismos pan que estos son sus modos

En 2010 se publicó el Diccionario de mexicanismos de la Academia Mexicana de la Lengua que, si bien sirvió de base, es distinto del actual, sobre todo por su estructura. “Hicimos un trabajo para que los mexicanos se sientan identificados, lo gocen, sepan que estos son sus modos de hablar”, explica Company.

“Fue un trabajo colaborativo con seis académicos y nueve lexicógrafos. La idea fue darle

Ccarta de naturaleza a nuestra gua, un aval de uso. Saber que hablamos, que no tenemos por decir ‘aceras’ en lugar de ‘banquetas’, ni ‘moño’ por ‘chongo’, pero ‘ponernos nuestros moños’ cuando nos enojamos. Al igual que preferimos ‘platicar’ y no ‘charlar’, o diminutivos como ‘ahorita’, donde el tiempo de las acciones no disminuye, pero ahí está. Hay mexicanismos exclusivos, por ejemplo, tate’; mexicanismos de frecuencia: decimos ‘güero’ y ‘prieto’, no bio’ y ‘moreno’; decimos ‘pararnos’ y no ‘ponernos de pie’. Hay mexicanismos de relación, un montón voces que compartimos con panoamérica”, apunta Company, “y otras que pertenecen al español general y no son mexicanismos, mo ‘mesa’, ‘dormir’ y ‘cantar’. propuesta fue crear un diccionario más ambicioso, que abarcara zonas geográficas y representara muchos ámbitos dialectales. Se zo un trabajo intenso de investigación sociolingüística de cuáles los registros cultos generales. ejemplo, ‘banqueta’ y ‘asfalto’. miles de mexicanismos generales, también mexicanismos cultos mo ‘parteaguas’, ‘vocero’, ‘bienes mancomunados’. ¿Cómo le llamar a un ‘pase de abordar’? es coloquial, es el único modo tenemos los mexicanos. Debemos estar seguros de que son ‘pases abordar’ y no ‘tarjetas de embarque’ y que ‘abordamos el avión’ tenemos ‘puertas de embarque’. Además, es lindo, porque son reminiscencias del mundo marítimo través del cual ese mar llevó la gua española a América”.

-04- 11 DE FEBRERO 2023 DE PORTADA
La lingüista mexicana, investigadora emérita del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM.

Company expone los alcances sociales del Diccionario mexicanismos.Propiosycompartidos lenguas, crisoles culturales”

nuestra lenque así por qué ‘banquepero sí cuando preferiusar donde dismimexicanis‘mefrecuencia: no ‘ru‘pararnos’ mexicamontón de HisCompany, español mexicanismos, co‘cantar’. La diccionario abarcara más representara Se hiinvestigaeran generales. Por ‘asfalto’. Hay generales, cultos co‘bienes vas a abordar’? No modo que Debemos ‘pases de embaravión’ y embarque’. remimarítimo a la len-

Un diccionario es una herramienta, un mapa cultural, y, sobre todo, expresa y comparte una visión de mundo. No es otro el espíritu que guía al Diccionariodemexicanismos. Propiosycompartidos(AML/ Planeta, México, 2022), resultado de un trabajo titánico que la Comisión de Lexicografía de la Academia Mexicana de la Lengua inició en 2011. Contiene 10 mil 587 enunciados y 22 mil 333 acepciones, de las cuales 6 mil 108 compartimos con Hispanoamérica.

La estructura tomó cuatro criterios en consideración: voces que solo se usan en México, construcciones mexicanas que

¿Cómo y en qué circunstancias se originan los mexicanismos? ¿Qué se necesita para que una palabra adquiera patente y se consigne en un diccionario? Company advierte que “donde más mexicanismos surgen es en la construcción de frases: ‘A darle que es mole de olla’, ‘Si no es Chana, es Juana’; o cuando el hablante se encuentra en una proximidad íntima, entonces aflora el mundo sexual, el mundo de la transgresión, de manera más frecuente. Es un diccionario hecho sin puritanismos, esto es importante. Hay voces como ‘chingue su…’, y ‘pasu’, porque son interjecciones que usamos los mexicanos, pero, claro, nadie va a una entrevista laboral a decir ‘chingue su…’. Eso

carecen de significado en el español peninsular, voces que comparte el español peninsular pero florecieron en México, y voces de origen mexicano que se han generalizado en el español peninsular.

Dos ejemplos: Saliva: “Ese político tiene buena saliva y convenció a todos”. Sobres: “¿Vamos al cine?” “Sobres”.

El Diccionario de mexicanismos. Propiosycompartidos se presentará el 12 de febrero, a las 12 horas, en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes. Participarán Concepción Company, Gonzalo Celorio y Leonardo Curzio.

está marcado como malsonante o vulgar en el diccionario. Lo que hace la Academia es consignar usos que consideramos identitarios para México y con alta frecuencia de empleo. No se trata la creatividad o la ocurrencia de un solo hablante que se levantó y dijo: ‘Ahora voy a decir tal cosa’. Hay una investigación. Las voces deben estar consignadas en lengua escrita y lengua oral. Hay novelas que consignan el ‘chingue su…’ o ‘ínguesu’, pero deben estar documentadas a lo largo de cinco años, mínimo, de manera continuada en diferentes registros y soportes. Ahí se empieza a investigar si es un mexicanismo y se contrasta con diccionarios del español de España”.

Quien consulte el diccionario encontrará diferentes marcas, por ejemplo, supran, referido a lo supranacional, voces que son compartidas con otros países, en

este caso hispanoamericanos. Lo mismo una jerarquización geográfica donde se consigna el lugar de la República mexicana del que es originaria una palabra y los distintos significados que tiene en cada estado. Por ejemplo, la palabra “tarecua”, que en Occidente significa zapato viejo y desgastado; en Guerrero y Michoacán, es un instrumento de labranza; en Jalisco, una especie de sandalia; en Michoacán, un hongo, y en Nuevo Léon, persona de pie grande. “Asimismo —refiere Company—, contiene mil y pico de voces del mundo botánico y zoológico. Por ejemplo, de la hoja santa hemos puesto toda la lista de cómo se le llama en distintos estados. Creo que esa labor no estaba hecha. Es un diccionario científico. Hemos hecho un trabajo de darle su ámbito a las voces, por un lado, geográfico, y, por el otro, cuando nos referimos a voces generalizadas, es decir que de forma acelerada van a dejar de ser mexicanismos. La ‘mordida’ era nuestra, exclusiva en el sentido de soborno, y se está empezando a usar en España y otras partes más allá de Hispanoamérica. Entonces. ya lleva marca generalizada. Pero ‘morder’ y ‘mordelón’ siguen siendo mexicanos. Por otro lado, están los anglicismos que ya forman parte de nuestra lengua, como ‘jazz’, ‘rock and roll’ o ‘hot dog’. ¡Hasta nos hemos inventado los ‘jochos’! Hay un prejuicio sobre la pureza de las lenguas. Las lenguas son crisoles de capas de culturas. ‘Huitlacoche’ es un extranjerismo porque el náhuatl es una lengua ajena al español, nada más que la consideramos patrimonial porque es una lengua originaria, de Mesoamérica en este caso”.

La edición, que contiene un índice de 6 mil voces exclusivas de México, también ha puesto énfasis en palabras que sobreviven a la oralidad, voces onomatopéyicas como ‘diantre’, referidas a alguien maldoso, o ‘takataka’, conjunto musical constituido generalmente por guitarra, contrabajo, acordeón y tarola. Para Company, “esto nos diferencia de otros diccionarios, pues muchos no consignan el mundo de la oralidad por resultar efímero. Nos propusimos consignar esa oralidad asociada a creatividades como el mundo del albur, el mundo del juego, que tiene bases onomatopéyicas o sexuales muchas veces. Hay un esfuerzo por mostrar que las lenguas viven en su oralidad y, por lo menos para los lingüistas, la lengua oral tiene prioridad biológica porque todos los seres humanos que nacen sin patologías tienen la capacidad de hablar. La lengua vive en su oralidad desde hace 200 mil años y tiene prioridad absoluta porque de las 6 mil

100 lenguas inventariadas, solo 7 por ciento ha generado escritura. La escritura sigue siendo un registro de alto prestigio. El ‘chingue su…’ empezó en la oralidad, por supuesto. Y quién se atreve a decir ‘rapidín’, a lo mejor Élmer Mendoza en sus novelas. Hicimos un esfuerzo por recoger la oralidad de los mexicanos en muchos ámbitos y rangos de edad”.

Uno de los atributos del diccionario es que además de las 11 mil voces que recoge, incluye alrededor de 20 mil acepciones. Esto es, los distintos significados que se generan cuando a una palabra se le agrega otra. Concepción Company da un ejemplo: “Quien busque la palabra ‘dar’ en este diccionario, lo va a gozar porque encontrará: ‘dar’, ‘darle’, ‘darse’, ‘darla’. Es un solo lema, pero tiene sublemas. Luego está: ‘dar el arrimón’, ‘dar el changazo’, ‘dar en la madre’... y luego está ‘dar’ de ‘me doy’, ‘a darle que es mole de olla’, ‘darlas’: las televisiones las dan cuando tienes que cambiarlas, pero también las personas las dan cuando acceden fácilmente a ciertas solicitudes. Hemos sido muy cuidadosos de no caer en estereotipos machistas porque dices ‘darlas’ y automáticamente piensas en mujeres. Pues no, está definido como persona que accede con facilidad a una solicitud sexual, puede ser hombre, mujer o quimera. La Academia no puede caer en estereotipos. Nos dimos cuenta de que los mexicanos gozan con el mundo sexual, un mundo sexual muy machista. Hay muchísimos términos para pene como un imaginario fálico metafórico que desborda el español de México, especialmente creativo en ese mundo sexual donde juega muchísimo. Y hay al menos 30 denominaciones para vagina, para darnos una idea del machismo”.

El Diccionario de mexicanismos.Propiosycompartidos funciona como un espejo de nuestra identidad, del modo como vemos y codificamos el mundo. “Si a esto añadimos la innovación de recoger el mundo oral además del mundo escrito, los rangos etarios y la vida cotidiana, el espejo de identidad se vuelve muy transparente”, concluye Company. “Es un diccionario para que el pueblo de México, los mexicanos, se reconozcan y estén seguros de que esta es su lengua. No tenemos por qué estar pensando que cool es más chido que ‘chido’. Aunque no sabemos si en el futuro cool vaya a incluirse en un diccionario de lengua española”. _

-05- 11 DE FEBRERO 2023 DE PORTADA
GONZÁLEZ
Quisimos también consignar esa oralidad asociada a creatividades como el albur
Una visión de mundo

ENTREVISTA

“Busco transformar mi experiencia de lo real”

El teatro como ritual es la materia que anima a La visitante, la más reciente novela de Alberto Chimal

En su tercera novela, Lavisitante (Planeta, 2022), sin dejar de lado su familiar lazo con lo fantástico, Alberto Chimal introduce otros elementos que aparentemente no tendrían cabida en ese terreno, como la denuncia y lo político. A su protagonista, Gabriela, una joven que llega de Toluca a estudiar a la Ciudad de México se le introduce una mujer que es una especie de fantasma, la cual la orilla a que esclarezca qué sucedió con ella. En conversación para Laberinto, Chimal ahonda en algunos puntos de la novela y de su obra en general.

Lo fantástico define tu carrera literaria. ¿Qué tanto ha cambiado tu poética del género?

Creo que ha cambiado. De niño me encontré con el cuento fantástico y desde ahí me enamoré y sigo encaminado con la literatura fantástica. Nada más que en el camino he ampliado las lecturas y los proyectos a la hora de escribir. Lo fantástico sigue siendo un componente muy importante de casi todo lo que he publicado.

Cuando se habla de lo fantástico se piensa en la imaginación y lo irreal, pero en el caso de La visitante, para entrar en materia, estamos en el terreno del realismo.

Es parte de un proceso que llevó tiempo. Por extraño que parezca, la realidad siempre está presente en lo que uno escribe. A la hora de escribir, uno se ve impulsado a transformar su propia experiencia de lo real. En el caso de La visitante, el tratamiento es mucho más realista. Mi intención era mostrar una serie de comportamientos muy reconocibles, que muchas personas recordarán o llevan a cabo el día de hoy. Hay la intención de mostrar esa textura de lo conocido de manera más enfática que en otras partes de mi obra.

Un motivo importante que presentas, y lo anotas en los agradecimientos, es lo teatral, que se liga a un momento preciso de la década de 1970 en el que la utopía revolucionaria se mantenía vigente.

A mí me tocó ver de joven los últimos destellos de aquel movimiento revolucionario y contracultural de los años sesenta y setenta. Y no solo por mi edad, sino porque tuve contacto con una buena cantidad de personas que habían estado en la primera fila de aquellos acontecimientos como el poeta David Huerta, que fue mi maestro y estuvo en la Plaza de las Tres Culturas el 2 de octubre, y algunos maestros de teatro que estuvieron involucrados en estos sucesos.

Algo a destacar también de la novela es que, como en la narrativa policiaca, también lo fantástico puede tocar aspectos políticos y sociales.

Creo que una cosa no tiene por qué excluir a la otra. Y de hecho ha ocurrido en más de una ocasión en la literatura mexicana en que hay narraciones en la que conviven esos dos elementos y casan muy bien. El ejemplo más famoso es PedroPáramo. Durante generaciones ha habido académicos que han intentado negar que tiene un componente de imaginación fantástica, y no tiene caso hacerlo. Pedro Páramo es una gran novela político-histórica de la revolución mexicana y, por otro lado, hay fantasmas.

En el caso de la protagonista, Gabriela, la construyes como un personaje hipersensible que, a través de los sueños y la teoría de Jerzy Grotowski del teatro como un ritual, ingresa a otra realidad. Esa es una de las partes que a mí me importaba desarrollar más en la novela, porque en ese momento de la contracultura occidental, y como en la cultura mexicana mucho antes de

Y, además, en nuestra edición digital:

aquella fecha, tenemos esa reunión entre lo ritual y lo religioso. Están los rituales, muy ligados al teatro, de acercarse a lo divino, a lo trascendente. Ese es un tema que ha aparecido en mi obra porque me fascina. Gabriela, con esa hipersensibilidad, antes de entrar a la compañía de teatro tiene raptos religiosos.

La parte final da otro giro y se vuelve una especie de novela policiaca cuando la protagonista investiga el asesinato de su visitante.

Esa última parte puede verse como policiaca, pero en lugar de descubrir algo que no se sabe se recuerda algo que se ha olvidado. Gabriela se mete en la vida de la víctima del asesinato muy vagamente y poco a poco va descubriendo esa vida que le fue revelada en experiencias aparentemente sobrenaturales. Entonces, como detective creo que a la pobre Gabriela le iría muy mal, no tiene mucho conocimiento de ese ambiente, pero lo que la impulsa es un deseo clásico de la literatura policial, incluso de la más antigua. Ahí hay dos impulsos constantes: uno es la averiguación dentro de un mundo sórdido, el del crimen; el otro es la búsqueda de la instalación de un orden. En las narraciones más clásicas implica que el culpable sea arrestado y en otras es más ambigua. Aunque Gabriela no es un personaje policial, sí lo es por sus intenciones en esta parte de la novela.

¿Estabas consciente desde el principio que ibas a tocar los feminicidios? Desde muy al principio de la planeación me di cuenta de que era algo que tenía que considerar. E igual es algo que ahora vemos más claramente que en otras épocas y ocurre constantemente. Es doloroso y terrible, pero no viene de la nada; tiene sus raíces en una cultura machista. En la época de la novela se manifiesta de una forma mucho menos cuestionada que en la actualidad. Mucho de lo que sucede no se cuestiona, sino que se normaliza. _

Fernando Solana Olivares: Elitismo para todos • Alberto Blanco: Memoria • Jorge Esquinca: Desde un inmenso aquí • Armando Alanís

Pulido: Soñar, sentir y pensar a través de la poesía • Luis Armenta Malpica: Una migala sobre el tablero del poema • Carlos Rubio Rosell: Entrevista con Jorge Valdés Díaz-Vélez • Marcos Daniel Aguilar: Los caminos entrecruzados de Ramón Xirau • Alma Gelover: Una librera en París • Silvia Herrera: Entrevista con Érick Baena Crespo • Ángel Soto: Entrevista con Gabriela Jauregui

-06- 11 DE FEBRERO 2023 LITERATURA
SILVIA HERRERA FOTOGRAFÍA DUSHKA BARRANCO

Animales luminosos

NARRATIVA, ENSAYO

Divino e infame

Cómo piensan los escritores

A FUEGO LENTO

Jeremías Gamboa

Literatura Random House México, 2022 221 páginas

Los alrededores del campus de una universidad en Colorado son el escenario donde se materializan las aspiraciones de un grupo de estudiantes que juegan a reinventarse a sí mismos mientras sus países de origen dejan de ser una seña de identidad. La migración es el estado natural de los personajes de esta novela llena de vitalidad.

Crónicas de un viaje de seis semanas

Luis Cláudio Villafañe

Taurus México, 2022

376 páginas

Nueva biografía del poeta nicaragüense, que en palabras del autor pretende ser “un texto denso, si bien fluido”. El titulo y el subtítulo —Lasidentidades de Rubén Darío— hacen referencia a las contradicciones psicológicas. Hay inevitables visitas a su labor literaria, pero se destaca al Darío constructor de identidades colectivas.

La Academia Mexicana de la Historia

Aunque no hay reglas para escribir una obra literaria, sí podemos echar un vistazo a las cualidades que distinguen, por ejemplo, a Nabokov, Twain o Amis de un aficionado. Bajo este dictado, Cohen intenta elucidar cómo funciona la mente de los grandes maestros de la literatura universal, desde Homero hasta Zadie Smith.

La montaña y el hombre

El mundo en una taza de té

¿Una novela puede dar cuenta de una vida entera, una vida hecha de reveses, golpes de fortuna, malquerencias, naufragios, plenitudes, renacimientos, consuelos y adioses? ¿Puede caber tanto en una novela, sobre todo ahora, cuando la liquidez ha tomado el lugar de la ambición decimonónica? No es temerario arriesgar una respuesta afirmativa, siempre y cuando esa novela sea el fruto sigiloso de la tarea que se afana en interrogar (y no a uno mismo, sino a la memoria ajena) para esclarecer y modular, como lo hace, de manera a un tiempo refulgente y abismal, Samovar(Alfaguara).

Mary Shelley Jus España, 2021 93 páginas

La autora de Frankenstein tenía tan solo 16 años cuando emprendió un viaje, junto al poeta Percy Shelley, por Francia, Suiza, Alemania y Holanda. Sus experiencias fueron consignadas en este volumen que refleja no solo un estado de ánimo (eminentemente romántico) sino algunas atmósferas del naciente siglo XIX.

Virginia García-Acosta (coord.)

Gedisa/ Academia Mexicana de la Historia México, 2022 660 páginas

Quien la haya seguido, sabe que la Academia Mexicana de la Historia es una de las más activas. Y como lo apunta la coordinadora, también es una de las más plurales. Esta antología, en la que intervienen sus miembros, se planeó durante la pandemia y ofrece reimpresiones de textos aparecidos en libros y revistas, salvo dos o tres casos inéditos.

Lince España, 2021 302 páginas

¿Una historia del alpinismo? ¿Una obra de erudición? ¿Una glorificación del esfuerzo humano? Más bien, una apasionada reflexión que avanza por la mitología, la antropología, la historia, la literatura y, sobre todo, la pasión por el mundo natural. Hay cabida, por supuesto, para los grandes escaladores y guías de los tiempos modernos.

Estamos en un departamento de la colonia Condesa, siempre en miércoles por la tarde. Cuantas más preguntas tiene para su abuela (Anna Talésnika), más crece la curiosidad de la protagonista, una fotógrafa con la impertinencia necesaria para traer de vuelta una historia que inició un siglo atrás. Conversar es una modalidad del amor y Samovar guarda la forma de ese ritual que se oficia con ruidosa complicidad. De esta manera, mientras a la mesa llega el té negro y los panecitos rellenos de semillas de amapola y los zapotes y los arenques, y aguijoneada por los fantasmas del pasado, la bobe Anna evoca sus trabajos y sus días. Y entonces, como aquellas imágenes que la linterna mágica proyectaba sobre placas de vidrio haciéndonos creer que tenían plena existencia, la huida de la Rusia de los bolcheviques, la noche parisina, el barco que naufraga en el mar Caribe, la Merced, el temblor de 1957, las fiestas judías, la lengua de Isaac Bashevis Singer, los amigos y familiares que se llevó el Holocausto, la sinagoga de la calle Justo Sierra, todo eso, ciudades, banquetes y jacarandas, la vida entera…. van emergiendo de esa taza de té concienzudamente negro.

Con Samovar, Ethel Krauze ha querido trazar el mapa de un mundo que existió en la medida en que su joven protagonista de 85 años, Anna Talésnika, la bobe memoriosa, tuvo las palabras justas para nombrarlo. Cerramos el libro y creemos seguir atravesando una espesura, o quizá un campo sembrado no de árboles sino de veladuras (lo que se calla pero sugiere grandes y pequeños acontecimientos), negándonos a renunciar a esa suerte de trance que solo puede inducir la Literatura… con mayúscula. _

-07- 11 DE FEBRERO 2023
Samovar México, 2023 Richard Cohen Biblioteca Blackie Books España, 2022 336 páginas
www.librotea.com El placer de leer

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TOSCANADAS

Escritor de éxito

Con un procedimiento de dudosa fiabilidad, cierta empresa elaboró un mapa sobre las profesiones más deseadas en el mundo. En México los jóvenes se decantaron por la de youtuber y en España por la de influencer. Desconozco la preparación que hace falta para una u otra. Me llamó la atención que uno de los oficios más apetecidos en el mundo es el de escritor.

O quizá debería parecerme natural, pues por diestra y siniestra brotan talleres literarios, cursos relámpago, diplomados, máster clases y hasta carreras universitarias con este propósito. La pandemia mostró que tales afanes se pueden realizar a distancia. Y los escritores tenemos la posibilidad de completar para la renta con estas ambiciones literarias.

La mayoría de la gente que se presenta a un taller literario por primera vez se desencanta pronto. Al menos así ocurre

en mis talleres. Nunca sé responder a sus dudas más inmediatas: ¿Cómo se crea un personaje? ¿Cómo se estructura una novela? ¿Cómo se escribe una novela policiaca? ¿Cómo se escribe para niños?

¿Cómo se remedia “el bloqueo” del escritor? ¿Cómo se manejan los diálogos?

¿Cómo se encuentra un estilo propio?

Hablo en términos espirituales y filosóficos sobre la creación, el arte, el alma humana que busca volcarse en una narración, el poder de la metáfora, pero muchos quieren hallar atajos y recetas de cocina en un taller. En el último que di, una persona me dijo: “Si voy a un taller de repostería, espero que me enseñen a hacer un pastel”. Y sin duda hay verdaderos maestros que conocen lo que yo desconozco. Algunos anuncian sus cursos así: “En estas diez sesiones, yo te enseñaré cómo desarrollar ideas para escribir y cómo llevar tus ideas desde la primera línea hasta la obra publicada”. Los mejores consejos que sé dar

BICHOS Y PARIENTES

Tren del progreso

Los trenes fueron la imagen misma del progreso a mediados del siglo XIX. Hubo antes transporte sobre rieles, tirado por animales, pero la primera máquina de vapor, la Locomotion No. 1 (1802), transportaba solamente carga; poco después, en 1830, inicia el transporte de pasajeros, prácticamente al mismo tiempo en el Reino Unido y en Estados Unidos. Inversiones gigantescas, pero hallaron pronto no solo un valor económico de enorme crecimiento sino un extraordinario dinamismo de comunicación, movilidad y, sobre todo, una forma de dominación con la que ningún pueblo podía competir. Así de claro lo vio Anastasio Bustamante: como copia del Norte, el tren entre Veracruz y Ciudad de México inicia obras en 1837.

Echar vías era terminar con la barbarie. Grandes movimientos de mercancías y mercaderes, pero también de tropas y artillería. El “orden y progreso” del sueño positivista suprimió la primera aserción de la triada de Comte: “altruismo, orden y progreso”, que queda muy bonito en las ideas políticas de Rudyard Kipling, pero muy pronto se vuelve siniestro.

La literatura rusa, llena de trenes, de Anna Karéninaal DoctorZhivago y a la sobrecogedora novela de Aleksandr Solzhenitsyn, Un día en la vida de Iván Denísovich, no hace sino mostrar el rostro oscuro y malvado de aquel progreso que se quiso luminoso, incluso con aquella imagen que inicia el gran trayecto revolucionario de Lenin: su arribo a la Estación de Finlandia, en San Petersburgo. Y no solo entonces: el régimen soviético siempre presumió sus ferrocarriles.

Como los nazis, entendió que el tren no solamente es dinamismo, carga, traslado, sino, principalmente, poder y control: lo mismo mueve tropas que prisioneros; de un punto a otro, sin libertad de movimiento, sin opción.

Y no logro acordarme si fue Heisenberg, o algún otro gran físico, quien dijo que se podía adivinar que venía la guerra por el orden en los andenes: un orden impuesto por el miedo a la presencia de soldados. En tiempos de paz, los pasajeros andan con rumbos imprevistos y en desorden. Contraste curioso, en Estados

Unidos se desarrolla un subgénero literario que igualmente adora al motor y la modernidad: la Road Novel. El coche, a diferencia del tren, se mueve a donde quiera el conductor. Es una extensión de la libertad de movimiento y una forma de potencia distinta de la del poder del Estado. Tiene su lado siniestro también. Ese coche de Gatsby, que los ricos describen como “color crema”, y los pobres, “amarillo”; o la suerte de habitación de Lolita y Humbert.

O Kerouac...

Y para sacarme la imagen que necea en mi memoria, fui a buscar aquel capítulo de El águila y la serpiente, de Martín Luis Guzmán: ese tren de Culiacán, de 1913, que se parece tanto al Metro de 2023: “No menos de diez veces se detuvo el tren, sin razón ostensible, durante las dos horas que siguieron a nuestra partida de

son los que tomé para mí, y se pronunciaron hace dos mil años. El primero viene de Plinio el Joven: “Hay que leer mucho, pero no muchas cosas”. La segunda recomendación milenaria se la tomé a Longino: “Emula a tus héroes literarios; cuando escribas piensa que esos héroes te están leyendo y pregúntate qué pensarían de eso que escribes”. Así como hay quien se porta bien porque lo está mirando diosito, así habría que intentar escribir bien porque nos están mirando los dioses de las letras. Imaginemos a esas deidades a nuestras espaldas, juzgando cada frase que escribimos. ¿Qué pensaría Rulfo de este párrafo? ¿Qué, Onetti? ¿Qué, Chéjov? ¿Qué, Cervantes? Y aquí échese cada quien a sus héroes al hombro, luego de haber leído mucho, pero no muchas cosas. En su publicidad, algunos talleres aseguran que te convertirán “en un escritor de éxito”. Es evidente que no estoy preparado para dar un taller de ese tipo. Acaso debería tomarlo. _

Culiacán. Yo aproveché las paradas para asomarme a los demás vagones, y de mis correrías saqué en limpio que todos los de pasajeros, a cuál peor, se hallaban en tan malas condiciones como el mío... En la mayoría de los sitios no faltaba el vidrio, sino la ventana; en muchos, las desgarraduras de las cortinas eran prolongación de las grietas del techo... El tren no andaba porque la máquina no alzaba vapor, y no alzaba vapor la máquina porque el agua escurría al fogón desde la propia caldera. La lucha, pues, entre el vapor y la distancia se había convertido en lucha entre el agua y el fuego. Y mientras tanto, estábamos parados... A la destrucción —o, al menos, al deterioro profundo— del mecanismo material, del cuerpo del útil, correspondía un abajamiento, un deterioro de la espiritualidad de quienes todavía usaban el útil venido a menos. El tono de la vida a bordo del tren significaba por dondequiera un retorno a lo primitivo”. Lo entendió perfectamente Jorge Ibargüengoitia. En Losrelámpagos deagostotransforma una historia, siniestra y ridícula, de un memorable vagón de tren cargado de dinamita que debió explotar en territorio de Estados Unidos y solo quedó en un episodio absurdo y desternillante. En México, solamente Porfirio Díaz puede presumir el transporte ferroviario como logro civilizatorio. Lo cierto es que el transporte sobre vías solamente le ha funcionado bien a los dictadores que duran décadas. Los gobiernos de paso dejan un desastre. Falta ver qué infierno deja esa alucinación, concebida a medias entre un dictador tropical y Fitzcarraldo, llamada Tren Maya _

11 DE FEBRERO 2023
LABERINTO
DIRECCIÓN: JOSÉ LUIS MARTÍNEZ S. EDICIÓN: ROBERTO PLIEGO EDICIÓN WEB: ÁNGEL SOTO ARTE Y DISEÑO: JOSÉ LUIS MEDINA G. JULIO HUBARD FOTOGRAFÍA INAH Llegada del ferrocarril a Guadalajara en 1888.
Echar vías era terminar con la barbarie. Grandes movimientos de mercancías
DAVID TOSCANA

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