Áreas marinas protegidas:
Fotos: Oliver Bencosme Palmer
Un reto para la ciencia y el manejo
Arrecife El Mario, Reserva Natural de La Parguera, Lajas, PR.
Por: Dr. Richard Appledoorn Traducido al español por: Wilmarie Cruz Franceschi, MA
Las áreas marinas protegidas (AMP) cumplen varios propósitos. Ayudan a distribuir espacio entre los usuarios que compiten por sus recursos, permiten la conservación de la biodiversidad y de las especies amenazadas y constituyen una herramienta esencial para el manejo de las pesquerías. Para este útilmo factor, las AMP poseen particular importancia ya que tienen el potencial de: exportar larvas y juveniles para poblar áreas externas, mantener la salud de las agregaciones de peces y de sus hábitats y proveer un seguro en contra de un fracaso en el manejo. Dada esta gran diversidad de objetivos, las regulaciones que gobiernan las AMP varían considerablemente de lugar a lugar y podrían proteger solo una especie en particular (como las tortugas marinas, por ejemplo) o los hábitats tales como los arrecifes 6
de coral o los manglares, o limitar la pesca, ya sea parcialmente o en su totalidad.
Dentro del Caribe Estadounidense (Puerto Rico y las Islas Vírgenes Estadounidenses), las AMP existen desde la década de 1960, cuando se designó el Parque Nacional de St. John y el Monumento Nacional de Buck Island en las Islas Vírgenes Estadounidenses. La primera designación de esta clase en Puerto Rico ocurrió en 1979, cuando se designó Punta Petrona en el pueblo de Santa Isabel. Sin embargo, la ciencia de las AMP es mucho más reciente y solamente abarca los últimos 20 años. Gran parte de los trabajos de investigación realizados se enfoca en aspectos de diseño y de evaluación de las AMP y su desempeño. Estos trabajos se han llevado a cabo a través de una combinación de