35 AÑOS DE
VERDADEROS PROPÓSITOS
Aunque aún no constituyen un requisito para registrar, las pruebas de calidad de la carne son
un mecanismo relativamente reciente en las evaluaciones genéticas, que seguramente impactarán a largo plazo la selección. Al conocer las líneas con la mejor calidad y aprovecharlas, se puede elevar el precio de los animales y fortalecer la estrategia de Carne Certificada Simmental, Simbrah y Simmangus, con la cual la Asociación busca un mejor posicionamiento ante los consumidores finales.
Pruebas de consumo residual Las pruebas de consumo residual (RFI por sus siglas en inglés) permiten obtener datos sobre la eficiencia alimenticia de los animales. Normalmente existe un cálculo del consumo metabólico promedio, es decir, la cantidad de alimento que cada individuo requiere para su desarrollo. Sin embargo, se ha comprobado que en la práctica, existen algunos individuos que comen menos pero se desarrollan igual o mejor que el resto.
Las pruebas consisten en medir la cantidad real de alimento que cada bovino consume vs.
la cantidad calculada de alimento dependiendo de su peso vivo y crecimiento. Los animales que tienen un consumo residual negativo, es decir los que dejan alimento, son los más deseables en una engorda, ya que cuesta menos engordarlos. Se estima que esta característica es moderadamente heredable (entre un 35 y 40 porciento) y es de gran importancia económica para productores y engordadores, ya que les permite ser más rentables al disminuir los gastos en alimentación, que suelen representar más del 80 porciento de los costos de una explotación intensiva.
Las pruebas de consumo residual requieren de instalaciones especializadas y deben estar
supervisadas por personal calificado. Actualmente, la Asociación Simmental Simbrah Mexicana, las realiza en los corrales ubicados en el Centro de Investigación en Producción Agropecuaria de la UANL, donde también se llevan a cabo las pruebas de calidad de la carne por ultrasonido.
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