Primer paso
No solo puso a mi lado Sacerdotes, Religiosos y Religiosas, sino también Laicos santos que han llenado mi vida del amor de Dios y me han ayudado a caminar. Un día estando en un convento de los frailes conocí una señora muy linda que tenía una librería católica, “ese era uno de mis sueños”, trabajar al 100% para Dios, poner mis talentos a su servicio y se lo había pedido en la carta. Esta señora me indicó todo lo que debía hacer para empezar, abandonar mi actual trabajo e iniciar una empresa donde el propietario era Dios. Uno de los contactos que me dió era Rocio Hoyos, una mujer con una voz dulce y encantadora, que tan solo con hablarte trasmite lo que hay en su corazón. Amor a Dios. Ella con su amor, su ejemplo, su oración y mucho más me ha ayudado a perseverar, a luchar, a continuar por llevar adelante la obra que Dios me ha confiado. Han sido muchos los momentos donde he hallado en ella la luz para continuar, una palabra de aliento para levantarme, una corrección para mejorar. Ella ha sido motivo de inspiración para mí, pues siempre he dicho que deseo ser una “Rocio Hoyos”, que la gente como dice Madre Teresa de Calcuta, al
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