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Corazón de lechuga Por Diana Zavaleta* ....... ¿Alguien conoce la cantidad exacta de nitrógeno que se necesita para detonar a nuestra fuerza interior? Entre saludos al sol y abdominales y sinfonías urbanas, es casi imposible no extrañar salir corriendo tras la bocina de los imparables tamales oaxaqueños calientitos. ¿Qué nos une cuando la incertidumbre se apodera de nuestra mente? Habito mi Veneno Lounge entre pruebas de voluntad y deseo. Mariposas amarillas sobrevuelan mi cabeza, dando giros de 360 grados y en ese momento mi mente abandona al pensamiento. .. hay días más raros que otros.. y noches más oscuras que otras. e inminente la luz. Ante la lejanía de la piel, nos volvemos tambaleantes en la incertidumbre de este exilio obligado. Al despertar visualizo a un colibrí que por varias semanas me ha traído señales y sutiles mensajes, qué ganas de ser como el ave de verano que estratega atraviesa el cielo, ser de libertad que al aterrizar no extraña el vuelo. Amado corazón de fuego que capa por capa a diario renace. Voy profundo en las heridas, sin miedo a una infección del alma, escarbo para sacar toda la tierra acumulada, sobre todo en días grises o azules. Dark Zone #DoNotEntre -Un letrero que diga-
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