LA ORTIGA Y LA MENTA A cuántos nos ha pasado que caminando por el monte nos hemos ortigado y no sabíamos qué hacer. Pues os cuento un remedio rápido: si hay menta cerca, nos podemos frotar bien con ella para aliviar los picores y la molestia, es una maravilla. Por este motivo, he querido hablaros de ellas en el mismo artículo, pues son muy buenas compañeras.
LA ORTIGA MAYOR Y MENOR PROPIEDADES MEDICINALES DE LA ORTIGA Siempre hablamos de ortigas, pero en fitoterapia usamos dos tipos, la ortiga verde o mayor (Urtica dioica) y la ortiga menor (Urtica urens). Hay otras plantas que llamamos ortigas, como la ortiga blanca u ortiga muerta (Lamium album) o la ortiga muerta púrpura (Lamium purpureum), pero no son ortigas, pertenecen a la familia de las labiadas como el romero, el tomillo o la lavanda. De forma medicinal, se usan las hojas secas de ortiga, sus raíces y semillas.
De forma tradicional la ortiga se ha usado como planta comestible. Se usa como verdura en un montón de recetas, por ejemplo, en la tortilla de espinacas. Pero ojo, la ortiga no debe comerse en grandes cantidades, o durante muchos días seguidos, ya que es rica en nitratos. Esto hay que tenerlo en cuenta, sobre todo, en el caso de niños y embarazadas. La ortiga es muy rica en minerales como el hierro y calcio. Contiene una gran cantidad de flavonoides y carotenos, ácidos orgánicos y provitamina A y mucílagos.
Aparato locomotor Tiene acción antiinflamatoria, algésica y anestésica local, además, es una buena planta depurativa. Esta propiedad hace que sea una planta ideal en caso de reumatismos como la artritis, gota y artritis reumatoide. Metabolismo: Algo muy curioso es que ayuda a bajar los niveles de glucosa en sangre, su efecto es suave, así que se usa como planta coadyuvante. Una propiedad muy importante es que alcaliniza la sangre y ayuda a depurar nuestro organismo de forma global. Se ha usado y se usa en curas depurativas.
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