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1. La Restricción Externa: el gran problema

LA RESTRICCIÓN EXTERNA: EL PROBLEMA

I. Introducción

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La situación de la balanza de pagos puede bosquejarse sencillamente en los siguientes símbolos:

M = X + ΔR + ΔE.

Si se espera una caída de las exportaciones (X) y una inflexibilidad en las importaciones (M) la diferencia deberá cubrirse con caída de Reservas (R) o endeudamiento (E). Si, por otra parte, suponemos una dependencia del volumen de importaciones del nivel de ingreso: M = m*Y. Esto implica, despejando el Ingreso que: Y = 1/m (X + ΔR + ΔE). A causa del limitado horizonte temporal de un financiamiento por reservas o endeudamiento, la alternativa abierta es reducir el nivel de la propensión marginal a importar (m)(1) .

Las economías “centrales”, es decir los Países Industrializados, se caracterizan no por

ser autosuficientes sino por poseer estructuras “industriales” integradas y homo-

géneas. En función de lo anterior, es muy probable que carezcan de restricción externa. Su restricción no está en el Sector Externo.

Esta restricción externa condiciona el nivel de actividad y la tasa de crecimiento a la evolución del sector externo. Esto puede conceptualizarse desde dos ángulos, ambas variantes de presentación del enfoque absorción de la Balanza de Pagos: (a) imposibilidad, a causa de crisis de la Balanza de Pagos, de alcanzar el nivel de pleno empleo. En otras palabras, el incremento del producto origina un aumento de importaciones que, dada la escasa dinámica de las exportaciones, concluye en déficit de Cuenta Corriente que obliga a contraer el nivel de actividad para permitir una menor absorción; (b) incapacidad de elevar el salario real por encima del nivel compatible con el equilibrio de la Balanza de Pagos.

De otro modo, y más claramente: puede decirse que existe restricción externa cuando

el nivel de actividad de equilibrio (interno) de la economía (Yei) es mayor que el nivel de actividad compatible con un balance equilibrado de las cuentas externas

(previas al financiamiento externo compensador) (Yee) (Gráfico 1).

MÁS DEMANDA AGREGADA, MÁS RESTRICCIÓN EXTERNA

Como se ve en la Gráfica, con el nivel de equilibrio interno (Yei) existe un déficit de Balanza. Y la propia operación de la macro lleva inexorablemente a que el equili-

brio de la economía “gravite” finalmente alrededor del ingreso de equilibrio

externo cuando no haya más posibilidad de financiar ese déficit (por caída de Reservas o aumento de Deuda Externa). Incluso, si suponemos que Yei es menor que el nivel de pleno empleo, la situación se agrava pues la sociedad exige más nivel de actividad (que implica más empleo y consumo), y entonces el Estado aplica políticas activas (fiscal y/o monetaria), y, por tanto, el déficit de balanza será mayor aún; y, por ende, luego, la inexorable caída del ingreso (el famoso “ajuste”) al nivel Yee será más pronunciado y más doloroso.

1 Las líneas de las gráficas son las convencionales en un modelo keynesiano simple (con precios fijos). La DA es el Gasto Total; las exportaciones son independientes del ingreso, y las importaciones son determinadas por él (y la propensión a importar). Podríamos ampliar el esquema, adicionando en la línea horizontal que representa las exportaciones (X), los movimientos de capital: inversión extranjera directa neta (que incluye las amortizaciones de deudas y la recepción de nuevos préstamos), e intereses de la deuda externa, así como utilidades y dividendos (recibidos y remitidos). En definitiva, podemos incorporar los movimientos de capital y los pagos a los factores productivos no residentes. Según sea esta suma “adicionada” algebraicamente, la recta “X” subirá (aliviando la Restricción) o bajará (acentuándola por movimientos netos negativos). De modo que si la Restricción Externa se alivia implica que el Yee se corre hacia la derecha. Es decir que el nivel de ingreso de equilibrio alrededor del cual finalmente gravita la economía estará a un mayor nivel de actividad. las leyes de acumulación del modo capitalista.

Gráfico 1

Nota de Lectura de la Figura: Partimos de un equilibrio interno EI (con Restricción pues al nivel Yei, hay Déficit − Yei >Yee). Pero la sociedad reclama más consumo y empleo; y el gobierno, en respuesta, expande la DA a DA´ (se agrava la Rest. Ext.). En el futuro, esto lleva a un “ajuste”, con caída en el nivel de DA´´, con equilibrio EI´´, donde XyMK (exportaciones y movimientos de capitales) es mayor que M (para “pagar” los déficits pasados). En M incluimos importaciones y también un item de la Cuenta de Servicios, “Turismo” (muy vinculado al nivel de ingreso)

Es decir, que Yei > Yee. Por otra parte, es de suponer que el Nivel de Pleno Empleo resulta mayor que Yei. Viéndolo en la gráfica, cuando nos encontramos en el nivel Yei existe Déficit en la Cuenta Corriente (y debe ser financiado). Además, si se intenta por alguna política activa (v.gr. gasto público) expandir la Demanda Agregada para aproximarnos (o alcanzar) el pleno empleo, se caerá en un mayor déficit de Cuenta Corriente. El cual puede cubrirse a corto plazo con endeudamiento externo (o caída de Reservas), pero a largo plazo es insostenible, y el nivel de actividad debe contraerse hasta alcanzar el nivel de actividad de equilibrio del Sector Externo. La economía finalmente “gravita” alrededor del nivel de actividad de equilibrio del Sector Externo. Se da paso a la llamada dinámica de stop & go (o “de receso y auge”). El ingreso por habitante baja y sube al ritmo del sector externo(2) .

Posiblemente, la primera manifestación clara de la restricción externa hayan sido los años posteriores a la Gran Crisis de 1929/1930, cuando el comercio mundial cayó fuertemente, y los países cerraron sus economías. Además cayeron los términos de intercambio del agro (precios relativos). Así, las antiguas colonias británicas en 1931, crean la Commonwealth (o Comunidad Británica de Naciones) y en 1932, en Ottawa, firman acuerdos de trato preferencial mutuo para carne y trigo. Esto desplaza a Argentina

2 Este esquema teórico cae dentro de los llamados “modelos de dos brechas”, siendo la brecha externa (X- M) igual a la interna (S-I): déficit de bce comercial es igual al déficit de ahorro respecto a la inversión.

que destinaba a Gran Bretaña el 90% de sus exportaciones. Para superar la terrible situación de balance comercial que se avecinaba, y la segura caída del PBI, se gestionó una urgente misión a Londres, que culminaría en el Tratado Roca•Runciman (por los nombres de los Jefes de cada delegación)(3). Este tratado ha sido muy criticado pero debe decirse que las alternativas hubieran sido más dolorosas. Imagine el lector qué acontecería hoy si caen las exportaciones en un 90%: la inevitable caída del PBI por la restricción externa sería tan fuerte que el caos que sobrevendría sería de consecuencias sociales imprevisibles.

LOS TERMINOS DE INTERCAMBIO (o Precios Relativos Externos) Su importancia es mayúscula. El deterioro de los TIE (o sea, Px/Pm) conduce a inevitable caída del ingreso real (ya que el Yee baja, pues ceteris paribus las exportaciones se reducen). Es un fenómeno mundial extendido (aún donde no hay RE severa).

II. Síntesis de las políticas posibles

Ahora bien, presentados los hechos nos adentramos en las políticas posibles para superar esta Restricción Externa Nacional. Como dijimos, su manifestación objetiva es:  Yei > Yee

Ante esta situación económica, se presentan tres posibilidades de actitud “pasiva”: • Se incrementa la deuda externa por financiamiento externo (que tiene el límite de la voluntad de financiarnos desde el exterior)(4) • Disminuyen las Reservas (surgiendo la pregunta de cuál es el nivel óptimo de reservas, por debajo del que se precipitaría una crisis cambiaria) • Cae el nivel de actividad (se da “ajuste” en el nivel de ingreso): Yei cae al nivel del Yee

Y existen tres grandes estrategias posibles de políticas activas: a) Reducir la tendencia a importar (v.gr. bajando la propensión marginal a importar a través de suba de aranceles, restricciones cuantitativas, parancelarias, etc.) (en la figura inferior de la gráfica, está representado por el giro de la línea M hacia la derecha, achicando la brecha o incluso pudiendo hacer coincidir Yei con el Yee) b) Expandir el monto de las exportaciones (por ejemplo, subsidiándolas por diversas vías) (en la figura inferior de la gráfica, no está dibujado, pero se representaría por una suba la línea X, aproximando Yei con el Yee) c) Devaluar: lo cual conduce a reducir importaciones y, a la vez, expandir exportaciones (es, en definitiva, un cambio general de precios relativos); a la vez que implica una caída de los salarios reales.

Las recomendaciones de la CEPAL, en los años ‘50, condujeron a aplicar la estrategia de “sustitución de importaciones”, que se agotó totalmente hacia fines de los ‘70. Su eco fue una expansión “artificial” del empleo (si consideramos los precios relativos internacionales) y, por ende, una mala asignación de recursos. Es decir, que el proceso de industrialización por sustitución de importaciones (PISI) nació como una vía de salvar la RE, emergente de una coyuntura en donde las exportaciones se mantenían en un

3 Entre las cláusulas principales, el Reino Unido aseguraba una cuota de importación de carne no inferior a las cantidades importadas desde Argentina entre julio de 1931 y junio de 1932. Como contrapartida, Argentina se comprometía a establecer excepciones para las empresas británicas en el implantado “control de cambios”, retrotraer los aranceles de 350 posiciones manufactureras a los valores previos a la crisis, y un especial tratamiento al carbón británico (básico para los ferrocarriles). 4 Las crisis argentinas se han vinculado tradicionalmente al problema de la restricción externa y las crisis cambiarias. La estrategia de política suele apuntar a diferir todo ajuste a través de financiamiento externo. El año 2014/2015, la posibilidad de crisis cambiaria y caída en el ingreso por habitante (ajuste) se difirió vía préstamo chino (swap en yuanes de U$S11.000 millones, aproximadamente un 2% del PBI) que alivió caída de reservas del Banco Central y alejó la crisis cambiaria. Luego, en el período macrista se recurrió al voluminoso préstamo del FMI para evitar el ajuste del tipo de cambio.

entorno de valores constantes. Pero he aquí que a medida que el desarrollo se concreta, es decir que el PISI se extiende hacia las ramas más dinámicas del sector secundario, el coeficiente de importaciones tiende a incrementarse, y arrastra a una “nueva” RE.

En otras palabras, lo que en un principio alivió la restricción, con el tiempo, y agotada la etapa menos capital intensiva, la profundizó.

A su vez, la estrategia de expandir exportaciones fue utilizada marginalmente hasta años relativamente recientes, quizás porque en la teoría del deterioro de los términos de intercambio de la CEPAL se halla implícita la conclusión de que los países menos desarrollados son “expoliados” cuando comercian con el mundo industrializado; y si esto es así, lo conveniente es no comerciar, es decir, cerrar la economía. En los últimos lustros se alteró esta posición, intentado “abrir” la economía al mundo (con el enorme “costo de transición”, propio de una inserción, en el mundo, largamente demorada).

Por último, señalemos que la estrategia de la devaluación es sólo operativa en el corto plazo, ya que no altera la productividad en el sector real de la economía sino que solo se gana competitividad artificialmente, vía un artilugio “monetario”.

Como apuntamos, en el esquema gráfico que planteamos líneas más arriba, la política de sustitución implica un giro en la línea de M(Y), pasando a ser más plana; la

política de expandir exportaciones implica un ascenso de la línea de exportaciones

(X); mientras que devaluar resulta una combinación de ambas, con la salvedad de que, con el tiempo (a medida que la devaluación va siendo absorbida por los aumentos de precios domésticos), se produce un retomo a las posiciones originales (de allí que se afirme que esta estrategia sólo es válida en el corto plazo).

Los países de la zona llamada “Asia Pacífico” (Corea, Taiwán, China) superaron la Restricción Externa por vía de un gran aumento en su competitividad, lo que trasladó la curva de sus exportaciones hacia arriba.

III. Evolución de la restricción externa

La restricción externa (RE) emerge como consecuencia de que, tras la Gran Crisis de 1930, la dinámica de las exportaciones mostró signos de estancamiento, e hizo mirar el futuro con “pesimismo exportador”. Esto no significa que las exportaciones hayan caído en volumen sino más bien que las políticas europeas de autoabastecimiento, proteccionismo a ultranza, crecimiento de la oferta y baja en los precios (Dagnino Pastore & alter, pág. 214) auguraban una demanda estancada o, incluso, en retroceso. Es decir, se planteaba la presencia de un sector externo que de motor de crecimiento se transformaba en rémora. Por entonces, la RE más que presente estaba latente, habida cuenta de que los resultados de los Balances Comerciales eran positivos. Pero de continuar la tendencia descendente de los términos de intercambio externo, verificado entre 1928 y 1933, no tardaría en presentarse ...y ser acuciante.

Por otra parte, la Gran Crisis había dejado claro que una economía abierta era altamente vulnerable a los avatares del comercio internacional (el PBI cayó el 18% entre 1929 y 1933), el cual, por supuesto no era pasible de mayores manejos; pero, en cambio, si fuese una economía cerrada tal manejo del PBI sería factible por vía de la Política Económica Activa. Esta conclusión de política, unida al temor de una tendencia secular declinante de los precios y de medidas de proteccionismo por nuestro socio comercial (Gran Bretaña), pero con preferencias, en la Conferencia de Ottawa, otorgadas a los miembros del Commonwealth, crearon una gran corriente de opinión favorable al cierre de la economía. El debate político se encontraba en sus comienzos cuando la Segunda Guerra llevó a una RE acentuada por reducciones en los volúmenes comerciados. Como consecuencia, se

desarrollaron nuevas industrias para atender necesidades antes satisfechas con bienes importados. Esto creó una nueva estructura socio•económica. El retorno a las estructuras previas al conflicto hubiera provocado desempleo (Dagnino Pastore & alter, pág. 247 y J. Llach, 92, pág. 548).

Esto amalgamado a la presión, en base a lo acontecido en la primera posguerra, de un proteccionismo acentuado, hizo optar por el mercado interno como propulsor del crecimiento (mercadointemismo). La carencia de datos económicos

precisos y actualizados no permitió, seguramente, contar con una visión global del problema y, por ejemplo, no se percibió la recuperación fluctuante de los precios internacionales entre 1933 y 1940.

Instrumentado el PISI, la restricción externa lejos de aliviarse se agudizó. Con el PISI, el incremento de exportaciones quedó muy por debajo de la evolución del PBI; mientras las compras al exterior crecieron acentuadamente por la alta elasticidad ingreso de las importaciones. Lo cual implicó agudizar, en el corto plazo, la restricción externa (Cartas, Ciedla 1987, pág. 31). Así, la crisis de 1949 fue un severo llamado de atención de los efectos indeseables de las políticas.

La RE se hizo claramente presente en pleno PISI: en la década de 1950. En especial en los años 1951 y 1952 (en este último año, a pesar de un nivel de importaciones por debajo de los montos de 1947 y 1948, las exportaciones cubrieron menos del 60% de las divisas necesarias). El coeficiente exportaciones/importaciones arrojó para toda la década un valor de 0,89. A partir de entonces los intentos de revertir las políticas discriminatorias contra las exportaciones fracasaron, contribuyendo al persistente contexto inflacionario (Dagnino Pastore & alter,pág. 248)

El PISI se implementó con medidas que alejaron los precios relativos internos de los precios relativos externos, lo cual significa que el productor argentino no “recibía” los costos de oportunidad internacionales, lo que lo alejaba de una asignación eficiente con miras al mercado internacional. Esta política comercial construyó una categoría de bienes no directamente vinculados a los bienes exportables o a los verdaderamente competitivos con las importaciones dando lugar a los bienes cuasi internos (Díaz Alejandro, pág. 85/86). Esto alejó la estructura económica de los niveles de competitividad y eficiencia internacionales. La asignación de recursos no se dirigió a bienes exportables e importables, sino, preferentemente a bienes domésticos (Díaz Alejandro, pág. 85) o cuasi domésticos. Siendo la línea divisoria entre estas categorías dependiente de diversas variables económicas (aranceles, tipo de cambio, etc.) (Díaz Alejandro, pág. 86). Los aranceles resultaron lo suficientemente elevados como para cubrir prácticamente cualquier ineficiencia.

Esta política contribuyó a la descapitalización de la economía por: (a) el alto costo del capital físico, sea proveniente de importaciones, sea de producción nacional (Díaz Alejandro, pág. 303/4); (b) estancamiento de la “principal industria de bienes de capital”; es decir, el sector exportador por ser el generador de divisas para comprar los bienes de capital en el exterior (Díaz Alejandro, pág. 88).

La descapitalización resultó más acentuada en el agro, transporte y comunicaciones, habida cuenta de que, mientras en 1930 el 37 % del capital existente se hallaba aplicado en estos sectores, desde 1930 hasta 1955 sólo el 6 % de la inversión neta se destinó a estos sectores: 1% al sector rural y 5 % a transporte, electricidad y comunicaciones (Díaz Alejandro, Cuadro 2•7, pág. 82).

El resultado final fue una caída de las exportaciones, que no puede atribuirse a un estancamiento de la demanda, pues la República Argentina cayó en su participación

en las exportaciones mundiales, sino a causales de oferta. Esta baja de la oferta exportable puede ser atribuida a una mayor demanda interna o “absorción” (hecho que aconteció), pero también, a un estancamiento en la producción (que también aconteció). De haberse contado con una oferta dinámica, que respondiera a las señales de los mercados mundiales, ambos hechos (mayor absorción y mayor exportación) podrían haberse concretado conjuntamente.

UN CAMBIO EN LA RESTRICCIÓN EXTERNA

Como acertadamente ha señalado J.C. De Pablo, la restricción externa, con las décadas, ha mudado en su forma. Hasta la globalización financiera de los años ´70, los ajustes eran indiferibles pues se dependía completamente del balance comercial. Esta era la idea de ciclo exportado por los países centrales de que hablara tempranamente Prebisch, en los años veinte. Sin embargo los petrodólares de los ´70 dieron paso a un volumen de capital financiero mundial tal que podía diferir, a bajo interés, el ajuste en el nivel de actividad. De tal modo, los países periféricos comenzaron a endeudarse para postergar el impacto de la restricción externa. Pero esto, a mediano plazo, les juega en contra: pues luego hay que pagar el capital más los intereses, lo que lleva posiblemente a una caída mayor en el nivel de actividad, con la crisis social consiguiente. Y Argentina bien lo conoce.

IV. Restricción “externa” en economías regionales

En las ERI (Economías Regionales del Interior), incorporadas a los mercados mundiales (Provincias de la Pampa Húmeda), la génesis de su RE es un mero eco de la economía nacional. Su presencia es, entonces, consecuencia del cierre de la economía nacional, y de las políticas comerciales que llevaron a términos de intercambio internos inferiores a los fluctuantes términos de intercambio externo. Esto último provocó una fuerte transferencia de ingresos, desde las Regiones hacia el “Centro” (la zona litoraleña).

Si adicionamos a esto una alta elasticidad ingreso de las importaciones, el insuficiente flujo (o existencia) de recursos y las rigideces de transformación estructural (poca movilidad de recursos), que constituyen el clásico vínculo Centro/Periferia, tendremos una aproximación de lo acontecido en las Economías Regionales: el Centro “transfirió” a las regiones el problema de la R. Externa.

V. ¿“Se alivia” la restricción externa?

Así como en el Siglo XIX, la adopción por Gran Bretaña, en la década de 1840, de una serie de medidas aperturistas y de libre comercio provocó un ascenso en los precios mundiales de los productos del agro, la incorporación de China a la OMC a principios del Siglo XXI ha conmocionado los precios de los “commodities”.Mientras aquel cambio de precios del siglo XIX permitió a Argentina incorporarse al mundo merced a su gran ventaja comparativa en el agro, hoy acontece un proceso similar. El gran crecimiento argentino desde 2004 tiene como “causa central” un factor exógeno, China; y un elemento endógeno, los recursos naturales del agro.

EL TEMA DE LA SOLVENCIA

En el largo plazo, la Restricción Externa básicamente se relaciona con una situación de solvencia del país (o la región) en cuestión. Esto significa que los niveles de consumo/bienestar de sus habitantes deben estar de acuerdo, dentro de un horizonte temporal, con sus propias posibilidades reales de producción.

Un Déficit Comercial significa, en palabras crudas, que demandamos por sobre nuestra propia oferta. Lo que implica que para cubrir ese exceso de demanda interna debemos endeudarnos; vivimos pues “a costa del futuro”, de “nuestros hijos” que deberán afrontar esa deuda. El principio de solvencia nos dice que la secuencia de Balanzas Comerciales esperadas (y actualizadas) debe ser nula. Esto significa que los Déficit Comerciales de hoy exigen Superávits Comerciales mañana (para pagar la amortización y los intereses respectivos).

Puede decirse que, con buenos precios externos, la Restricción Externa bien puede estar ausente (o al menos “aliviada”). En términos de nuestra gráfica, la línea de exportaciones se desplazaría sensiblemente hacia arriba (por mejora de los “términos de intercambio externo”, o precios de nuestras exportaciones sobre los de las importaciones), y el equilibrio de las cuentas externas dejaría de ser una limitación “restrictiva” para alcanzar el nivel potencial de PBI(5). Pero todo “beneficio” tiene su “costo”, y el costo de este “alivio” (por buenos términos de intercambio) de los continuos ciclos de auge y recesión típicos de la historia argentina por precios relativos externos favorables o desfavorables, finaliza siendo la presencia de un tipo de cambio real con tendencia a ser bajo (por la gran cantidad de ingresos de “agrodólares”)(6). Tipo de cambio real que sólo resulta competitivo para la producción de ciertos “commodities” (por ventaja comparativa de algunas áreas del sector primario), dando pie a la “enfermedad holandesa” o “española” (Cfr. Apéndice “La Enfermedad Española”)(7) .

Como dijimos, durante el auge 2004/2008, la Restricción Externa estaría ausente siempre y cuando las importaciones NO TUVIERAN una evolución por sobre la de las exportaciones. Pero no aconteció: la pretendida sustitución de importaciones fracasó. El caso es que en Argentina, el sector industrial, al contrario del agro, es estructuralmente deficitario. Es decir, importa más que lo que exporta. Así, en el año 1998, el balance externo comercial negativo de la industria respecto del PBI industrial (BCI/PBI ind.) fue del 31%. En el año 2002, por la caída en el nivel de actividad, fue negativo solamente un 12%. En los años 2007 y 2008, por el gran repunte, ya estábamos en el 36%; y en el 2014, en el 37%. La tan anhelada sustitución de importaciones, finalmente una vez más, no

se ha concretado.

Lamentablemente, desde fines de 2011 y principios de 2012, la evolución de exportaciones e importaciones (por bajo Tipo de Cambio Real), sumado a un déficit energético(8) ha colocado a Argentina nuevamente en una “situación de Restricción Externa”. Precisamente, las diferentes medidas de control de cambio que se aplicaron desde 2011 hasta diciembre 2015/feb.2016 apuntaban a intentar paliar esa situación(9). Pese a ello, el dé-

5 Sin embargo, cabe acotar como elemento de juicio que la Restricción Externa estará ausente siempre y cuando las importaciones no tengan una evolución por sobre aquella que corresponda a las exportaciones. Decimos esto ya que en algunos años del proceso de crecimiento 2004/08 las importaciones llegaron a una elasticidad producto del 3% (es decir, por cada punto de crecimiento del PBI las importaciones crecieron 3% por varias causas: problemas de precios internos o de competitividad, limitaciones de oferta nacional y gran crecimiento del poder adquisitivo de los consumidores). 6 Por ej., solamente por “soja”, ingresaron en 2004 / 2014, entre 205.000 y 210.000 millones de dólares 7 Estamos hablando con la mirada en horizontes amplios, ya que en corto plazo el tipo de cambio puede ser muy influido por factores financieros (como la credibilidad en la capacidad de pago del país). 8 Pareciera que vivimos particularmente una restricción externa de fuerte “componente energético”. Una serie de medidas llevaron a caída de la oferta (por precios comparativamente “poco” rentables, de hecho hasta 12/2015 se remuneraba bastante más las importaciones que la producción interna, por unidad de millón de BTU de gas) y una suba de demanda (por presencia de subsidios extendidos al consumo de energía eléctrica), lo que ha conducido a un creciente exceso de demanda (v.gr. el consumo eléctrico por persona fue en 2015 el triple que en 1995). Pero, siguiendo los vaivenes argentinos, en febrero 2016, se remuneraba más el barril interno que en el mercado mundial (67 US$ vs 33 US$) 9 Durante el año 2013, y principios del 2014, el Proyecto de petróleo no convencional de Vaca Muerta (en Neuquén), ilusionó insistentemente a miles de argentinos que sueñan con un crecimiento exponencial (incluso sin reflexionar sobre posibles daños ambientales o sociales). No había programa de TV que no lo mencionara. Pero hacia octubre de 2014, ese sueño dejó de mencionarse. ¿La razón? La fuerte caída del precio del barril de crudo, que de 114 dólares bajó

ficit comercial en 2015 fue de 6.600 millones de dólares (en 2017 de 15000 millones) y el déficit de cuenta corriente estuvo entre 18 y 27000 millones. Si la tendencia continúa (con los argentinos gastando en viajes internacionales y en ostentación de nuevas tecnologías) y sin reservas suficientes, no queda sino endeudarse en los mercados internacionales como paliativo de corto plazo.

UN DÉFICIT EXTERNO CRECIENTE E INSOSTENIBLE

El alto déficit (2017 y 2018) era insostenible (importaciones crecían más que exportaciones… y además el afán turístico externo. ¡Por viajar al Caribe hoy, mañana no tendremos aspirinas!

Si consumimós más que lo producido, obliga a endeudarnos. Pedir luego que se nos perdone la deuda, y pretender que residentes en otras latitudes sacrifiquen consumo para que nosotros vivamos con mayor bienestar es utopía. Debemos ajustar nuestro consumo a nuestra producción y no vivir en base a deuda externa.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

• Dagnisno Pastore, J.M. ; Crónicas económicas, Bs. As. 1988. • Díaz Alejandro, C.; Ensayos sobre Historia Económica Argentina, Bs. As. 1975. • Figueras, Al; Enfoque regional de la economía argentina, Rev. Ec. 68, Córdoba, 1992. • Llach, J.; El Plan Pinedo, Rev. Fc. 92, Bs. As. 1983.

en pocas semanas a menos de 45 (y en 2016, menos aún). Sucede que con un precio de menos de 80 dólares, la extracción de shale oil, tan exitosa en EE.UU., se hace menos conveniente, y así esa posibilidad de la industria no se puede desarrollar. Hay varias razones para esa caída pero la fundamental es que el cartel del petróleo (OPEP) aumentó su producción con el fin de bajar los precios y sacar del mercado la competencia del shale. Como aclaración técnica: el petróleo convencional se encuentra en grandes “piletas” (reservorios subterráneos). El no convencional no está en “piletas” sino que impregna la roca, la que debe ser exprimida como una esponja por métodos sencillos pero costosos (no sólo en dinero, sino en términos hídricos).

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