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Rastreando el origen del Tecnocapitalismo

Por Amaia Vicente

1. El contexto de la tecnomutación capitalista.

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Podríamos decir que nos encontramos frente al capitalismo cognitivo / simbólico / cultural, o frente a una mutación capitalista (Guattari y Rolnik, 2005: 34)1, que se apropia de las fuerzas subjetivas, en especial de la potencia de creación, poniéndola de facto en el poder. Guattari y Rolnik señalan que solo basta conocer la gestión de la economía mundial, que conduce a cientos y miles de personas al hambre, a la desesperación, a un modo de vida totalmente imposible, y esto a pesar de los progresos tecnológicos y de las capacidades productivas extraordinarias que se están desarrollando con las actuales revoluciones tecnológicas. Esta mutación es una operación de micropolítica, donde

“la cultura de masas produce individuos normalizados, articulados unos con otros según sistemas jerárquicos, sistemas de valores, sistemas de sumisión; no se trata de sistemas de sumisión visibles y explícitos, como en la etología animal, o como en las sociedades arcaicas o precapitalistas, sino de sistemas de sumisión mucho más disimulados”. (Guattari y Rolnik, 2005: 28).

Sistemas que obtienen su potencia principal de combustible de una nueva clase de trabajadores/as: “cognitivos/as”, poseedores de una tecnovisión asumida. La insaciable hipermáquina de producción y acumulación de capital permite hablar de personas que ya no están implicadas en la producción de mercancías materiales, y aunque

“Ahora se puede trabajar desde casa, (…) dentro de esta se siguen manteniendo las estructuras” 2(Zafra, 2015) .

En la actualidad, esta mutación es en realidad una “tecnomutación capitalista”, donde los estados modernos, las compañías multinacionales, el poder militar, los aparatos del estado del bienestar, los sistemas por satélite, los procesos políticos, la fabricación de nuestros imaginarios, los sistemas de control del trabajo, las construcciones médicas de nuestros cuerpos, la pornografía comercial o la división internacional del trabajo dependen íntimamente de la relación entre la electrónica y el Software (Haraway, 1991). El desarrollo del Software y el origen del diseño de las interfaces computacio-

1 - Guattari y Rolnik señalan en su libro “Micropolítica. Cartografía del deseo”, que “Basta considerar los resultados: la gestión de la economía mundial conduce hoy a cientos y miles de personas al hambre, a la desesperación, a un modo de vida totalmente imposible, y esto a pesar de los progresos tecnológicos y de las capacidades productivas extraordinarias que se están desarrollando con las actuales revoluciones tecnológicas”. 2 - Conversaciones con Remedios Zafra grabadas en un entrevista en el plató de UPV-EHU, noviembre, 2015.

nales nacen a la par (segunda parte del siglo XX), y se han convertido en el motor de las sociedades contemporáneas, como dice Mcluhan;

“La verdadera revolución se produce en esa más tardía y prolongada fase de “ajuste” de toda la vida social y personal al nuevo modelo de percepción establecido por la nueva tecnología” (Mcluhan, 1993: 16).

Estas relaciones de ajuste en la percepción forman parte de las consecuencias producidas por el uso de las máquinas de fin del siglo XX y principios del XXI que se han convertido en algo ambiguo. Las viejas sociedades de soberanía manejaban máquinas simples, palancas, poleas, etc.; pero

“las sociedades de control actúan mediante máquinas de un tercer tipo, máquinas informáticas y ordenadores cuyo riesgo pasivo son las interferencias y cuyo riesgo activo son la piratería y la inoculación de virus” (Deleuze, 2006: 3 y s.s.).

Es fácil hacer corresponder a cada sociedad y/o cultura con distintos tipos de máquinas, no porque las máquinas sean determinantes sino porque expresan las formas sociales capaces de crearlas y utilizarlas (Deleuze, 2006). En los años veinte del siglo XX la sociedad comienza a sentir el medio del cinematógrafo y el de la radio, provocando que tanto los aparatos mediáticos como los informáticos se desarrollasen de forma paralela, ya que resultaban necesarios para el impulso de las modernas sociedades de masas relacionadas directamente con el consumo puesto que,

“se trata de difundir los mismos textos, imágenes y sonidos a millones de ciudadanos, para garantizar así unas mismas creencias ideológicas” (Manovich, 2017: 67).

En este contexto, se produce un alejamiento de la realidad construida, que comienza a desarrollarse entre 1940 y 1980 donde se producen cambios decisivos en la forma de reaccionar de la sociedad ante las nuevas realidades fabricadas tanto por la clase política como por los avances en los medios de comunicación, que transforman los diferentes narrativas. Las primeras emisiones televisivas con programación se realizaron alrededor de 1940 en diferentes países. Al mismo tiempo iban apareciendo las primeras computadoras modernas. Estos cambios producidos en los medios se basan en la noción de comunicación, primero centrado en las redes físicas y proyectada en la ideología de progreso, abarcando a las multitudes humanas. El pensamiento de la sociedad como organismo, como órganos que cumplen su función, son la base inspiradora de la ciencia de la comunicación. Pero una masa visualmente homogénea se compone de individuos con un nuevo sentido subjetivo. El desarrollo de la imagen en movimiento y la cantidad de nuevos datos que el cerebro humano tiene que procesar y almacenar comienza a ser enorme y comienza el desarrollo de herramientas e inventos que lo permitan.

2. El origen de la creación de los dispositivos tecnológicos del tecnocapitalismo.

Una persona que contribuye de manera fundamental en este desarrollo es Ada Lovelace (1815 -1852), quien comienza a trabajar con Charles Babbage (1791-1871), que había diseñado su “máquina diferencial” (empezada en 1835), y sobre lo que Lovelace comienza a escribir los principios generales para construir una máquina de

computar programable. Cuando tradujo al inglés un documento publicado en 1843 en una revista francesa sobre el invento de Babbage, añadió un artículo conocido como la “Nota G”3, que incluye y describe un algoritmo para calcular números Bernoulli. A este algoritmo se le reconoce hoy como el primer algoritmo destinado a ser procesado por una máquina, por lo que se la considera como la primera programadora de ordenadores4. Sus anotaciones mostraban ideas sobre programación que incluyen el sistema de tarjetas perforadas, inspirado en el telar de Jacquard, que se convierte en la forma de programar los primeros ordenadores a mediados del siglo XX5. Lovelace se pregunta entonces si las máquinas pueden pensar6. De hecho cien años después de que Babbage publicara su artículo, aparecieron nuevos enfoques sobre su máquina, y Alan Turing (matemático, 1912 - 1954), escribe en 1936 “Sobre los números computables”, donde proporciona una descripción teórica de una máquina que podía efectuar cualquier cálculo que hiciese cualquier cerebro humano, introduce y prevé la aletoriedad o “randomness” en los sistemas mecánicos. A su vez integra el concepto de “retroalimentación bidireccional” que influye sobre la idea de interface o canal traductor necesario para el encuentro entre humanos (lenguaje simbólico) y máquinas (sistema binario). Este planteamiento en 1950 significó una autentica revolución en la construcción de máquinas (Iglesias, 2016: 101, 102). Esta revolución supone integrar el concepto de interface, puesto que es realmente la herramienta que se encarga de esta forma de traducción simultánea, o traslación entre el lenguaje de la máquina y el lenguaje humano. Esto es si cabe, según Mcluhan, más importante que la revolución de la imprenta de Gütemberg ya que supone la invención de un cuarto sistema de signos (Mcluhan, 1993).

Cuando Konrad Zuse, ingeniero (1910 - 1995), comienza a construir, en el mismo año que aparece el artículo de Turing, un ordenador digital que funcionaba a partir de un código binario perforado sobre fotogramas, las historias quedan totalmente entrelazadas (Mcluhan, 1993). En 1945, también el científico e ingeniero Vannevar Bush escribió un artículo para la revista Atlantic Monthly titulado “As we may think”, en el que describía un artilugio que denominó “Memex” (contracción de “memory extender”, “expansor de memoria”), y que consistía en un gran escritorio dotado de pantallas translúcidas en las que podían proyectarse a voluntad textos e imágenes de un archivo en microfilme que se conservaría en el interior del aparato. Pero esta máquina no estaba destinada a hacer grandes avances ya que era un dispositivo analógico (Isaacson, 2018: 53). A pesar de todo las ideas de Bush prefiguraron de forma conceptual lo que cuarenta años más tarde sería el ordenador personal e influyeron directamente en Douglas Engelbart, quien inventó el ratón y fue pionero en el desarrollo de la interfaz gráfica de usuario y el hipertexto (Waelder, 2005: 3).

3 - Las anotaciones acabaron por duplicar en extensión al texto original. Estas notas fueron etiquetadas de la “A a la G” y se convirtieron en mucho más importantes que el propio texto de Babbage, sobre todo para las siguientes generaciones de programadores. 4 - Realmente este algoritmo no se probó porque la “Máquina Analítica” nunca llegó a ver la luz debido a razones de índole política, pues hubo detractores por un posible uso de la máquina para fines bélicos. Los computadores que fueran lógicamente comparables a la máquina analítica sólo pudieron construirse cien años más tarde. 5 - Se puede decir que Lovelace acuño términos centrales en la programación como “bucle” y “subrutina”. Posteriormente en honor a su trabajo el Departamento de Defensa de EEUU, le llamo ADA a un lenguaje de programación, (Isaacson, 2018: 48). 6 - Ada creía que las maquinas no pueden pensar, aunque puedan realizar diferentes instrucciones no pueden albergar ideas o intenciones por sí mismas. Este debate metafísico se ha extendido hasta la actualidad cuando nos enfrentamos a las posibilidades del desarrollo de la Inteligencia Artificial (AI) (Isaacson, 2018: 47)

Imagen 1: Diseño de la máquina analógica de Vannevar Bush, 1945. Fuente: https:// faircompanies.com/articles/despues-de-los-monopolios-futuro-del-ciudadano-programador/

Todos estos inventos y descubrimientos van a permitir la llegada de los ordenadores personales y la inteligencia artificial. Un autor fundamental es Norbert Wiener (18941964), y su obra “Cybernetics: Control and Comunication in the Animal and Machine” (1948), donde describe la cibernética como conexión y entendimiento entre sistemas, respecto a sí mismos y a su entorno, incidiendo sobre la idea de retroalimentación, muy desarrollada en el campo de la biología, donde los animales toman datos de su entorno y autorregulan determinados procesos biológicos (Iglesias, 2016: 96, 97). La idea de comunicación está basada en sistemas abiertos y surge así una ciencia multidisciplinar, basada en las matemáticas y algoritmos, campo fundado años más tarde, en 1956, por Herbert Simon junto a Allen Newell, quienes publicaron un programa denominado “Logical Theorist”, en el que hablan acerca de cómo las máquinas pueden generar los procesos del cerebro (Sommerer and Mignonneau, 1995: 15). Diez años antes ya se habían creado los grupos de ENIAC (1946) y UNIVAC (1951), formados cuando se creo la primera computadora electrónica, y cuyas primeras programadoras fueron mujeres, que destacaron por sus matemáticas, lógica, y su forma trabajo ya que inventaban la programación a medida que la realizaban (Isaacson, 2018)7. Unido al desarrollo del software, y desde la segunda década del siglo XX, el mundo del teléfono se ha ido entremezclando con los ordenadores, telefonía móvil, televisión, etc., que han cambiado enormemente la forma de comunicación e interacción entre las personas8 .

7 - Aunque los ingenieros son los que pasaron a la historia, puesto que el trabajo de las mujeres fue considerado como “profesional de segunda”, por cuestión de género, reduciendo por ende, los costos laborales. 8 - En el año 1947 se inventó oficialmente el transistor. En 1958 se desarrolló el primer circuito integrado, conocido también como chip o microchip. En 1962 aparece la primera banda magnética, y ya en 1981, IBM lanza su primer ordenador personal (PC). Un año más tarde, en 1982, Microsoft lanza el 21

Esta revolución digital, supone una revolución dentro de otra revolución, y esta Era Electrónica, como reiteró De Chardin, no es mecánica, sino orgánica9. Desde sus inicios hasta los últimos años, el espacio de comunicación eléctrico, que antes era delgado, oscuro y unidimensional, poco más que un estrecho tubo, estirándose de un teléfono a otro, se ha abierto explosivamente y se ha convertido en un vasto y floreciente paisaje. Esta comunicación se basa en la idea de interface como translación, sistema en el que, por el mismo tubo, se introducen imágenes, textos, sonidos, que se descompone cuando entra en él y se convierte en un sistema binario, basado en ceros y unos, que se desplaza y circula a la velocidad de la luz, para llegar al objetivo, con lo que quiere comunicarse, y volver a traducirlo para poder relacionarse con el ser humano. La posibilidad de usar un sistema de comunicación de este tipo deriva el trabajo de Paul Baran, quien a partir de 1962 comienza a diseña una red de comunicaciones basado en ordenadores digitales10. “El diagrama de Baran” está pensado para la transmisión de información formado por tres redes; una centralizada, otra descentralizada y la tercera es una red distribuida de nodos interconectados de manera uniforme, con una estructura no jerárquica explícitamente, donde cada nodo es indistinguible del resto e intercambiable por cualquier otro. Cada uno mandará la información de la manera más rápida y eficiente, de forma que la información se fragmente y se distribuye en pequeños bloques que vuelven a unirse al llegar a su destino. Con múltiples nodos las redes son más robustas ya que la información se descentraliza (Peirano, 2019: 59).

Imagen 2: Diagrama de Paul Baran para una comunicación basada en ordenadores digitales, 1962. Fuente: This file is licensed under the Creative Commons Attribution-Share Alike 4.0 International license. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Categor%C3%ADas_de_ANT.jpg

Se desarrolla una revolución digital, que ha derivado en la “era de los datos” que crea

sistema operativo MS-DOS. Seis años más tarde, en 1998, Larry Page y Sergey Brin fundan Google. La red social Facebook se funda en febrero de 2004, el mismo año de publicación de las obras de Keyes, Alterman y Crouch. Un año más tarde, en 2005, se crea la red social YouTube, y es en el año 2006 cuando aparece Twitter. En este punto, podemos destacar el año 2009 no sólo por la aparición de la aplicación de mensajería WhatsApp, la cual también ha tenido una enorme influencia en la transformación de los diferentes contextos y narrativas al hilo de los cambios producidos por los avances tecnológicos mencionados anteriormente, sino principalmente por la modificación sustancial del algoritmo de Google a finales de ese año, en cuanto a la personalización del contenido ofrecido a fin de mejorar la experiencia de la persona usuaria, y los conocidos efectos secundarios que se han producido, relacionados con el filtro burbuja, las cámaras de eco, y la polarización social. 9 - De Chardin citado por Mcluhan, 1993: 80. 10 - En 1962, en plena Guerra Fría, Paul Baran trabajaba en la RAND Corporation, el laboratorio de creación de ideas de la Fuerzas Armadas estadounidenses, cuando le pidieron que diseñara una red de comunicaciones que pudiese soportar un ataque nuclear. De esta forma Baran invento el sistema descentralizado de comunicación basado en paquetes en el reparto de la comunicación para que tenga más posibilidades de llegar a su destino. Este fue uno de los principios clave para el desarrollo la red.

la idea de autopistas de información; es el territorio de Internet, de la nube en internet, o las bases de datos, que ha supuesto una transición rápida de un estado a otro, y supone una frontera situada entre dos culturas y entre tecnologías en conflicto, “Cada momento de su conciencia es un acto de transmutación de cada una de esas culturas en la otra. Hoy vivimos en la frontera entre cinco siglos de mecanicismo y la nueva electrónica, entre lo homogéneo y lo simultáneo” (Mcluhan, 1993: 84).

Podríamos decir que esto se concreta en un uso globalizado de herramientas similares de manera simultánea, que se convierte en una algo fundamental para que se produzcan cambios sociales profundos de homogeneización social. Ya que a una producción tecnológica corresponden cambios simultáneos de carácter socio-económicos, se conmutan los espacios sociales establecidos desde la modernidad, permitiendo que la relación entre lo humano y el medio ambiente se haya ido desarrollando gradualmente en el ciberespacio. Se utiliza para ello los ordenadores y sus interfaces, su arquitectura y redes, tenemos nuevos efectos sinestésicos provocados por la hibridación del cuerpo con el sistema artificial. Esto provoca el desarrollo de nuevas prácticas culturales surgiendo por ende, nuevas estéticas posibles o tecnoestéticas. Estas prácticas basadas en las interfaces culturales o internet se desarrollan a partir de la digitalización de lo analógico creadas en sociedades donde el software se ha convertido en la base de una forma de entenderse, relacionarse y comunicarse. El ciberespacio se conforma como un nuevo medio en el que la infraestructura material se produce a partir de una comunicación numérica dentro de sistemas socio-técnico-culturales.

BIBLIOGRAFÍA

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