¿QUÉ SE VE EN EL HORIZONTE PARA EL VAPEO? E
s alarmante saber que las campañas contra los vaporizadores llegan a grados verdaderamente escandalosos. Durante la reciente pandemia de coronavirus se han hecho declaraciones totalmente infundadas de que los vapeadores diseminan el virus, además de ser más propensos a tener complicaciones en caso de contagio. Estas afirmaciones carecen de cualquier tipo de sustento o demostración. Mientras el mundo de los científicos serios busca una cura, una vacuna o medicamentos que controlen la enfermedad, otros científicos (o no científicos) hacen afirmaciones a diestra y siniestra sobre situaciones no comprobadas en torno al vapeo, tema que, además, no tiene relevancia dentro de la búsqueda de solución a la pandemia, pero de igual modo no quitan el dedo del renglón, de forma ya por demás absurda. Esto no es nuevo. Lo nuevo es la ferocidad de los ataques que realizan en su incansable afán de encontrar situaciones para hablar mal del vapeo, no por buscar una mejora en la salud pública, sino, como inquisidores vehementes, de difamar en cualquier circunstancia los beneficios de adoptar tecnologías de daño disminuido y abandonar el tabaco, que a todas luces y bajo toda la evidencia científica es muy dañino para sus usuarios. En pocas palabras, las opciones que brindan nuestras autoridades se traducen en “deja de fumar o muere”, con lo cual se pierde de vista la oportunidad real que la tecnología nos pone enfrente. Con esto se desincentiva a los fumadores a cambiar a nuevas opciones, ya que con la información que tienen, no perciben al vapeo como una mejor alternativa. Independientemente de la opinión de quien escribe estas líneas respecto al desastre en el manejo de la información correspondiente a la pandemia de coronavirus por parte de la Secretaría de Salud de México, específicamente con respecto a la situación que, en el momento en que escribo, se observa en el país por la pandemia, vale la pena referir escenarios que derivarán en la política de dicha secretaría.
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