3 minute read

Nueve ciudades, cuatro conclusiones

Next Article
Solo – Indonesia

Solo – Indonesia

En este libro, viajamos por nueve ciudades para descubrir cómo usan los alimentos en respuesta a los principales desafíos que enfrentan en términos de clima, convivencia, salud, empleo, etc. Aunque los contextos son muy diferentes, vemos cuatro conclusiones como resultado de nuestras experiencias.

Pensamiento sistémico: Creando nuevas conexiones

Advertisement

Los desafíos en el sistema alimentario son complejos y tienen muchas caras. Por tanto, los cambios son el resultado del diálogo y la cooperación entre las diferentes partes interesadas: productores de alimentos, federaciones sectoriales, organizaciones de consumidores, servicios municipales, urbanistas, empresarios, políticos, autoridades reguladoras, organizaciones de la sociedad civil, etc. Las autoridades locales desempeñan un papel clave para crear un entorno propicio y reunir a diferentes actores en la mesa con el fin de trascender sus intereses individuales, a veces conflictivos, en experimentos concretos.

La iniciativa Seguridad Alimentaria para Arusha (Arusha Food Safety) es ejemplar en ese sentido. No tiene sentido abordar la seguridad de los alimentos de manera aislada sin establecer el vínculo con los agricultores que producen los alimentos, su acceso al crédito, la organización de los mercados locales, la conciencia del consumidor y las regulaciones gubernamentales. En palabras de Shukuru Tweve, miembro de Rikolto en Tanzania: “Al hacer que la cooperación sea algo natural, aumentamos nuestro impacto. Porque todo el sistema alimentario es más que la suma de sus partes.”

También en Bélgica, las experiencias sobre alimentos sostenibles y saludables en la escuela (GoodFood@School), la plataforma de distribución local de alimentos y el movimiento “Soy más que mi boleto de caja registradora” demuestran este énfasis: la necesidad de estar - por un lado - en el nivel institucional, trabajando con gobiernos y empresas, y - por otro lado - involucrando a ciudadanos-consumidores que refuerzan la demanda para hacer de lo “sostenible” la nueva norma.

Los gobiernos y las prioridades políticas pueden cambiar con cada elección. Pero para salvaguardar el impacto a largo plazo, el espíritu de diálogo y cooperación debe formar parte del tejido social de una ciudad.

Enfoque en nuevos modelos de negocio para reforzar la sostenibilidad

En Rikolto estamos convencidos de que los “modelos de negocio inclusivos” son una herramienta poderosa para poner en práctica este enfoque de sistema. El caso del Consorcio Agrocomercial de Honduras lo demuestra claramente. Si los agricul-

tores tienen más certeza sobre los precios y las cantidades que tienen que entregar, pueden construir un negocio rentable. Al mismo tiempo, se sienten alentados a luchar por estándares de calidad más altos y garantizar un suministro estable de verduras a sus compradores.

Si los beneficios y las cargas se distribuyen en forma equilibrada, los beneficios trascienden a los individuos involucrados. En el caso de Honduras, la relación inclusiva con el supermercado La Colonia contribuye a una reducción drástica de la importación de vegetales y a un aumento de la inversión en la agricultura local.

Poniendo a los jóvenes al volante

Quienes se alimentarán de la comida del futuro son los jóvenes de hoy. Para preparar nuestros sistemas alimentarios para el futuro, el conocimiento y la creatividad de los jóvenes es crucial para abandonar caminos tradicionales y convertir ideas innovadoras en realidad.

Si el grupo juvenil de Kala Canda en Solo (Indonesia) nos enseña algo, es que la próxima generación está lista. Los jóvenes en Solo ya están cambiando la forma en que se hacen los negocios y la forma en que las personas tratan los alimentos.

Experimentando para alimentar las discusiones sobre políticas

Cierto es que muchas de las iniciativas discutidas en este libro todavía están en una fase experimental. Sin embargo, la dinámica de los resultados de hoy ya inspira discusiones en los niveles políticos más altos donde se discute el cambio del sistema.

De esta manera, la agricultura urbana en Quito se convirtió rápidamente en un pilar importante para lograr que la ciudad sea más flexible. Los Sistemas de Garantía Participativa ya están en el radar del Departamento de Agricultura de Hanói. El Ministerio de Desarrollo de Indonesia ahora considera a las ciudades como actores clave para lograr el Objetivo de Desarrollo Sostenible 2: Hambre cero.

Esto es necesario porque se nos acaba el tiempo. La escala en la que se aplican nuevas ideas y modelos debe ser acorde a los desafíos que enfrentamos. Por ello es tan crucial difundir nuevos conocimientos a través del intercambios entre ciudades, redes de aprendizaje y cooperación entre diferentes departamentos gubernamentales. Como explica el Sr. Nguyen Tan Hai de la Autoridad de Seguridad Alimentaria en Da Nang: La decisión de convertirse en una Ciudad por el Cambio Alimentario (Food Smart City, en inglés) es solo el primer paso de un proceso más largo.

This article is from: