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SE FORTALECEN TRADICIONES, FOMENTAN LA IDENTIDAD Y EL TEJIDO SOCIAL
fortaleciendo esos sentidos, todos quiere a la ciudad, valora su entorno, sus barrios, sus costumbres, sus tradiciones y es muy importante no dejarlas perder porque una vez que se pierde una tradición no se rescata”.
El Coordinador de Culturas Populares recordó que esta tradición tiene como eje central el encendido de las lumbradas, en el que se reúnen las familias y que significa recibir el alma de sus seres queridos.
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“Nos cuentan que familiares que viven en otros estados e incluso países regresan ese día y se reúnen en torno a la lumbrada porque están esperando convivir con el alma de sus seres queridos, esto significa que de manera natural se da la cohesión social, se da la reintegración”. “La gente se prepara porque muchos vecinos regalan alimentos a los visitantes, puede llegar desde la mañana, se reúne con los vecinos y les regalan cacahuates, gorditas de trigo, tamales, es lo que mucha gente no sabe que ocurre”.
El Paseo de las luminarias, dijo, surgió hace dos décadas para fortalecer la tradición del encendido de las lumbradas, que data de 1890 con la inauguración del primer panteón civil en Celaya.
“Se construye este cementerio y el gobierno municipal le pide a los ciudadanos que desentierren los restos de sus familiares y los lleven al panteón. Son caravanas que salen en varios días y cuando cae la noche prenden lumbradas en los barrios o hachones en las puertas de sus casas porque no había suficiente alumbrado público y así surge el encendido de las lumbradas”.
En este evento, dijo, aunque no existe un filtro para establecer el origen de los visitantes, es claro que más del 90 por ciento de ellos provienen de Celaya, es decir son locales.
Otra tradición muy antigua es el de las posadas, que exaltó, siguen vivas en los barrios y permiten que la población salga a mantener una convivencia con sus vecinos.
Surgieron, dijo, como una reevangelización para la población y por ello incluyen recorridos con carros alegóricos.
“Fue en el siglo XVII cuando los Franciscanos le establecen a cada uno de los barrios una posada, cada barrio hacía un carrito alegórico con carretas jaladas por la gente o animales y se hacían escenificaciones de la vida de Jesús”.
“Este carrito o carretón recorría las calles de la colonia el día que le tocaba la posada. Al final se hacía un recorrido en las calles del centro con todos los carritos y se festejaba la Navidad con la feria en el centro de la ciudad. A cada posada le toca un tema en específico, y en torno a ello es el carrito alegórico”.
Actualmente los carros alegóricos siguen siendo elaborados por los barrios y también hacen los recorridos el día de su posada.
“Son posadas muy tradicionales, se reza el rosario y sacan el misterio, que está integrado por la Virgen María, José y el Ángel, a recorrer algunas casas del barrio y regresa al templo, rompen las piñatas y se reparte ponche, tamales y los aguinaldos. Este año en algunos barrios se reunieron más de 500 personas”, relató.
Tras la eliminación de restricciones por la pandemia de Covid, miles de familias han salido a la calle a vivir sus tradiciones.
Una tradición que precisamente surgió de las posadas, en particular es la del Barrio de San Miguel la “Pasada de Dragón” en la que este año participaron más de 10 mil de personas.
“La piñata simboliza los 7 pecados capitales y en una posada la destruyes porque triunfa el bien sobre el mal. En este barrio hace alrededor de 50 años surgió la reinterpretación de la destrucción del mal, en ese sentido el dragón es una reinterpretación de esa destrucción del mal”.
El dragón es una figura de más de 20 metros de largo que es elaborado por los habitantes del barrio con una estructura de varillas de acero, cartón y tela.
“En la parte de arriba del dragón va una persona domándolo y en el recorrido, que parte de la Parroquia y recorre varias calles del centro, pasan por la Estación de Bomberos donde participan de manera activa y lo mojan simbolizando que lo están destruyendo, la gente va caminando en torno al dragón simulando que está teniendo esta batalla y regresan al barrio ya en muy malas condiciones, prácticamente destruido”.
“Es una tradición que tiene influencia en otros barrios como el de La Resurrección y del barrio de San Juan, es una actividad que ha ido creciendo año con año y que sin duda va a seguir creciendo, va a fortalecerse y en la cual participa muchísima gente”.
El Coordinador de Culturas Populares puntualizó: “Todas las costumbres y tradiciones son muy importantes para fortalecer el sentido de pertenencia, identidad, cohesión social, si te fijas conviven muchas personas de los barrios para la organización, y hay una reintegración familiar y claro que es importante”.