Obituario
Omar Rancier / Orquídea Almánzar / Eugenio Pérez Montás
Retrato de Manuel Salvador -Doi- Gautier situado en el Palacio Consistorial de Santiago. Cortesía de Esteban Prieto
AAA 078/8
Recordando a Doi Gautier
El pasado viernes 5 de marzo, el Comité Dominicano del ICOMOS, dedicó la misa celebrada en la Catedral de Santo Domingo a la memoria del Profesor Manuel Salvador Gautier -Doi- fallecido el pasado mes de febrero de este año de 2021. En la misa leyeron sendas semblanzas de Doi el arquitecto Eugenio Pérez Montás y la arquitecta Orquídea Martín quienes recordaron los aportes docentes, profesionales y humanos de esa figura que fue capaz de trascender como docente, como arquitecto diseñador, como arquitecto conservador y como escritor en el ámbito cultural y académico dominicano, dejando tras de sí una estela de realizaciones importantes y un grupo de agradecidos alumnos, de los cuales me honra ser parte, que aprendimos de él lo importante de que el conocimiento y la pasión se amalgamen en el proceso creativo. Gautier, eso lo he dicho muchas veces , incluso antes de su partida, fue “Mi Profesor” y mi personaje inolvidable. Su alto y quijotesco perfil con esa nariz quevediana, su voz grave y su mirada clara, me han acompañado en mi experiencia por la arquitectura y espero que me sigan acompañando siempre. PeNéLopE presenta en esta ocasión las palabras de Orquídea, esa increible arquitecta, trabajadora y soporte invisible de tantos procesos en la Ciudad Colonial y de Eugenio, El Último Cronista de Indias, dichas en el magnífico escenario de la Catedral de Santo Domingo en la misa celebrando su vida, como bien dice Orquídea. Manuel Salvador Gautier Castellón 1 de agosto 1930 – 8 de febrero 2021 Estamos reunidos aquí por un acontecimiento muy triste para todos nosotros, la partida al cielo de nuestro querido amigo Manuel Salvador Gautier Castellón. Es la ley de la vida. Hoy clamamos mediante oraciones al Padre celestial para que ilumine el camino de ascensión de nuestro querido amigo Doi, no solo los miembros del Comité Dominicano del ICOMOS, sino muchos otros de sus amigos que han respondido al llamado del Comité para juntos celebrar su vida. Agradecemos su presencia.
como el mejor. Y es muy satisfactorio saber que la sociedad supo manifestarle su reconocimiento a través de múltiples homenajes y premiaciones que él pudo recibir y disfrutar en vida y partir a lo Alto con la certeza de haber dejado un preciado legado que se continuará multiplicando a través de todos nosotros. Sobre sus capacidades intelectuales y profesionales no es necesario repetir mucho. Todos los aquí presentes las conocemos muy bien y además se ha hablado extensamente de ellas en estos días póstumos: Doctor Arquitecto, de muy buen ejercicio y que supo transmitir sus conocimientos a los muchos estudiantes que pasamos por sus aulas; escritor de muy diversos géneros literarios, para disfrute de quienes lo leíamos, con una gran cantidad de excelentes obras, que fueron reconocidas con los más altos premios y publicó en prestigiosas revistas y otros medios; colaborador incansable y desinteresado de cuantas instituciones necesitaron de su saber y de su vasta experiencia. El Comité Dominicano del ICOMOS, del cual fue fundador, le agradece sobremanera la dedicación que mantuvo en todo momento con los objetivos y compromisos del comité y su ardua lucha por la preservación del patrimonio cultural de la nación. Fue mucho lo que aprendí durante mi experiencia en la vicepresidencia del ICOMOS, siendo él el presidente. En el Fondo para la Protección de la Ciudad Colonial de Santo Domingo, en donde el Arq. Gautier dirigió, conjuntamente con el Arq. Eugenio Pérez Montás, el Programa Especial de Obras, tuve la oportunidad de aprovechar su sabiduría desde el 2009 hasta el 2014, cuando se retiró para dedicarse a tiempo completo a la literatura. Dentro de este programa el FONDO llevó a cabo varias intervenciones en la iglesia de las Mercedes, de la cual él era su arquitecto conservador y por supuesto contamos en todo momento con su asesoría. Siempre me impresionó su capacidad para trabajar en grupo y sobre todo para dirigirlos y muy especialmente esa actitud siempre presente de reconocer la autoría del trabajo de los demás.
De ahora en adelante lo que nos corresponde, no es seguir llorando su pérdida, aunque este es un sentimiento que nos afligirá por largo tiempo, si no, mantener viva su presencia, manifestada en ese inmenso legado de amistad, de conocimiento y cualidades morales y humanistas que siempre le acompañaron y que supo compartir con todos nosotros.
En sus últimos días aquí con nosotros, que nunca imaginé que lo serían, traté de hablar con él por teléfono, pero no fue posible, por una causa u otra. Me queda la pena de que debí insistir más.
Toda su vida fue un gran logro. Demostró ser una persona excelsa en todas sus actuaciones y en la gran cantidad de actividades que realizó. En todas se distinguió
Orquídea Martín Misa en su honor en la Catedral de Santo Domingo, 5 de marzo del 2021.
Un fuerte abrazo con el alma, de parte de todos nosotros, querido Doi.