Biblioteca
AAA 078/12
Marcos A. Blonda
Un pueblo unido por la fe: espacios de devoción
Esteban Prieto y Virginia Flores Sasso Un pueblo unido por la fe: espacios de devoción Ediciones del Banco Popular Dominicano 2021 439 pp.
Leland Roth señala en Understanding Architecture: Its elements, history and meanings que poco se ha agregado a las tipologías arquitectónicas desde el neolítico superior cuando surgieron, de manera distintiva las casas, los almacenes, los edificios cívicos y de gobierno y los templos. Desde entonces estos últimos han dominado el espacio construido de la humanidad como una de las principales piezas de arquitectura. El sentido de lo sagrado, como principal motivo para construir ha producido obras paradigmáticas del ingenio humano. La aparición del cristianismo y la identificación del occidente europeo como ámbito geográfico de la cristiandad católica ha legado a las generaciones las magníficas iglesias de Europa y, no menos importante en términos históricos, la organización burocrática de la Iglesia Romana. Esta iglesia sería parte vital de la maquinaria de conquista y colonización de América iniciada por España en 1492. El libro Un pueblo unido por la fe: espacios de devoción es la entrega más reciente de Esteban Prieto y Virginia Flores. Se trata de una edición del Banco Popular que con este título suma un volumen más a una serie de libros dedicados a la conformación de nuestro espacio nacional. Trae la estampa de sus autores, pues es conocida la trayectoria de Esteban Prieto, arquitecto egresado de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU) en 1972. El Dr. Prieto cursó estudios especializados en Conservación Arquitectónica en el ICCROM, en Roma, Italia; maestría en Conservación de Monumentos y Bienes Culturales en el 2003 y obtuvo su Doctorado en Arquitectura con mención Honorífica para el año 2008 en la Universidad Michoacana en México. Fue Director Fundador del Centro de Inventario de Bienes Culturales; Director Nacional de Patrimonio Cultural de 1986 a 1996; Miembro Fundador y de Honor del Comité Dominicano del ICOMOS; Vicepresidente Mundial del ICOMOS de 1993 a 1999. En su haber tiene la membresía de múltiples asociaciones profesionales y es autor de numerosas publicaciones en revistas indexadas. De Virginia Flores Sasso, coautora con Prieto además de su compañera de vida, tenemos que es arquitecta egresada cum laude de la Universidad Iberoamericana (1989) con Maestría en Conservación y Restauración de Monumentos y Bienes Culturales, Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU) en 2001 y Doctora en Arquitectura por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH). Morelia, México en 2006. Flores es autora de numerosos artículos y estudios y labora como profesora investigadora en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM). Estamos ante el producto del trabajo de dos intelectuales dedicados al análisis de nuestra historia arquitectónica. Sin embargo, no se trata de un libro de arquitectura religiosa, o para decirlo con mayor propiedad, no se trata sólo de un libro de arquitectura religiosa; se trata de un libro que usa los espacios de devoción, las iglesias, como hilo conductor para adentrarnos en una historia fascinante que toca la historia eclesiástica, la historia urbana y la historia política de la república. La arquitectura aparece como
elemento que agrega continuidad a la narrativa. La obra cuenta con las magníficas fotografías de Víctor Siladi, quien tuvo además bajo su responsabilidad la edición, la diagramación y el diseño del libro. Cuenta con traducción al inglés de Amanda Livotti y al francés de Isabella Martínez Ascanio. Su contenido puede ser enriquecido con la realidad aumentada de la app MIRA Popular. La presentación de la obra a cargo del Banco Popular Dominicano da paso a un prólogo de Mons. Benito de La Rosa y Carpio quien discurre acerca de las ideas que marcan el libro. La primera de ellas es la idea del cristianismo como base de la unidad del pueblo dominicano para luego elaborar un discurso que toca lo histórico, lo arquitectónico, lo monumental, lo popular y lo patriótico. Cierra el prólogo valorando la dedicatoria de los autores a la Virgen de la Altagracia como ¨símbolo de la unidad nacional¨ (las comillas son de Mons. de La Rosa y Carpio) cuyo santuario en Higüey, parece contener en un solo lugar, la historia, la devoción, la dignidad del obispado por ser catedral y la arquitectura. Se trata de un texto marcado por el pensamiento de un sacerdote emérito que, como he dicho antes de él, verdaderamente cree en Dios. Dar a conocer los alcances de la materialización de lo sagrado mediante la arquitectura y otros elementos del culto es la idea que rige la obra desde la introducción hacia los demás capítulos que la componen. Valora además el papel jugado por la iglesia en la apropiación del vasto territorio americano. Toda la belleza del culto católico se convierte en una categoría a partir de la cual los autores construyen un discurso bien estructurado y dotado de la base documental que caracteriza a dos investigadores de fuste como son Prieto y Flores. El capítulo Los inicios de la Evangelización del Nuevo Mundo recurre a un salto hacia atrás, hacia la Europa Medieval con referencias a Gregorio VII y su reforma de la Iglesia basada en el monacato, la implementación de la escolástica, las reformas de la liturgia y el uso del arte como elemento comunicador de verdades teológicas y trascendentes. El texto pasa luego a la historia de España, los Reyes Católicos y la empresa de Colón que abre a Europa el gran ámbito americano. Las operaciones de apropiación del territorio mediante hechos como la fundación de la Casa de Contratación de Indias es un paso fundamental en la sistemática colonización de América que contó además con el concurso de las órdenes religiosas y el clero secular. Todos los manejos políticos para, por medio de la fe y no excluyendo la espada y el tormento, obtener el dominio continental de América, se detallan en las páginas del capítulo 1. El Capítulo 2 es el corazón del libro, su título, Espacios de devoción, así lo atestigua; se divide en cuatro partes dedicadas a: catedrales católicas, iglesias católicas, monasterios y conventos y, por último, otros templos cristianos. Se trata de una