editorial editorial
Fortalecerse para un futuro desconocido
E
n estos momentos de incertidumbre global las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) para la economía española son verdaderamente dramáticas, con una caída del PIB del 8% y una subida del paro por encima del 20%. Y las del Banco de España son todavía peores, ya que espera que la economía se contraiga un 13,6% y cree que la recuperación será lenta. El turismo español, uno de los sectores más afectados, anuncia pérdidas de casi 125 mil millones de euros si su actividad permanece cerrada hasta final de año. Pero a pesar de este difícil contexto, es importante tener en cuenta que hay sectores que resis-
en España es un sector fuerte, con un peso del 16% en el PIB, aunque haya perdido peso en los últimos años. El 95% de la industria química sigue funcionando con normalidad, y compensando la caída nacional con las exportaciones porque es un sector muy competente. Este es un caso que puede servir de ejemplo para otros sectores más débiles y no tan bien posicionados. El parón forzado para muchas actividades podría utilizarse para fortalecerse de cara a un futuro. El sector de la alimentación está viviendo uno de sus mejores momentos dada la alta demanda de consumo en los hogares. El canal horeca , su principal competidor, está cerrado, por lo que
ten a la crisis por formar parte de los sectores esenciales para la economía o porque son competitivos. E incluso en áreas más dañadas hay casos de empresas que se han reinventado para mantener su actividad. La industria
se disparan los niveles de consumo en los hogares. La situación excepcional que vive España provocó que durante el mes de marzo se generaran 1.100 millones de euros adicionales al mercado del gran consumo, según datos de
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MAIO DE 2020
Nielsen. Tal y como cuenta en una entrevista el secretario general técnico de la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (ASEDAS), la distribución alimentaria ha realizado un gran esfuerzo para cumplir con su misión de abastecer alimentos y productos de primera necesidad a la población. Y sus empresas han asumido grandes costes logísticos, de material y de personal. Además han tenido que responder también a una creciente del servicio online. Una crisis que les ha puesto a prueba. El comercio electrónico es otro de los que sigue funcionando y acercando a los ciudadanos todos aquellos productos que no pueden comprar de forma física por el estado de alarma. Y vemos como las empresas de paquetería continúan realizando el envío de dichos productos. Además todas estas compañías realizan un esfuerzo extra para que sus trabajadores mantengan las medidas de seguridad. La historia nos dice que en momentos de expansión económica España ha ido mejor que el resto de Europa, pero también en las recesiones el golpe ha sido más duro. Es como dicen los economistas, el problema estructural del país, que depende mucho del turismo y con un tejido empresarial formado sobre todo por autónomos y pequeñas empresas. Esperemos que la recuperación sea rápida y que tal y como ocurrió en la última crisis financiera, las empresas que resistan salgan fortalecidas. E-mail: brodrigo@ccile.org