Revista Misión 360° - Misión Adventista - Vol 8 No 4

Page 1

PRODUCIDA POR LA OFICINA DE MISIÓN ADVENTISTA VOLUMEN 8 NÚMERO 4

14 El COVID-19 no detiene a los pioneros 18 Primeros auxilios de parte de Dios 26 Un pájaro y una semilla 28 Mujer en misión 30 No hay tiempo para los juguetes

Comparta la versión digital a través de la aplicación issuu


EDITORIAL

H

ace unas pocas semanas, Ricky Oliveras, nuestro productor del video Enfoque misionero, nos grabó al Dr. Mike Ryan y a mí conversando respecto del 30º aniversario de Misión Global. Mike fue el primer director de Misión Global; fue quien hizo realidad la idea. Se suponía que conversaríamos 20 minutos, pero terminamos hablando durante una hora. ¡Y faltó contar muchas historias! Mike no pudo resistirse y, una vez más, contó cómo -en nuestro primer viaje juntos- hice que nos arrestaran. Sucedió en Uagadugú, la capital de Burkina Faso. Yo estaba probando una nueva cámara de video y no me di cuenta de que estaba grabando cerca de una estación de policía. Afortunadamente, todo se aclaró al cabo de una media hora. También volvieron a la memoria otros recuerdos conmovedores, como aquellos de los pioneros de Misión Global que viven sacrificadamente y plantan iglesias en circunstancias muy difíciles. Mike asistió al Congreso de la Asociación General en 1990, en Indianápolis, cuando se votó la iniciativa de Misión Global. Él recuerda el momento cuando se informó que cada día se establecía una nueva iglesia Adventista. Los miles de adventistas reunidos en el congreso recibieron con aplausos esta maravillosa noticia. Hoy agradecemos a Dios, porque

2

cada menos de cuatro horas se establece una nueva iglesia, junto con muchos grupos y filiales. Algún día, los libros de historia hablarán del impacto del ministerio del Dr. Ryan: poner en marcha Misión Global, iniciar el programa de pioneros y los Centros de Misión Global, y muchísimo más. Misión Global cambió nuestro modo de pensar, nos hizo mirar hacia los vastos territorios y grupos humanos que, hay que decirlo sin rodeos, habíamos estado ignorando. Reorientó a la iglesia respecto de la importancia de establecer nuevos grupos de creyentes. Cuando comenzó Misión Global, había seis millones de miembros de iglesia alrededor del mundo. Hoy, 30 años más tarde, hay cerca de 21 millones, y muchos de ellos están en la ventana 10/40. Aun cuando todavía enfrentamos enormes desafíos para alcanzar para Jesús a los grupos de personas no alcanzados del mundo, quiero agradecerles por todo el apoyo que han brindado para que Misión Global dé los significativos pasos que ha dado. Gracias por ayudar a que miles lleguen a conocer a Cristo como Señor y Salvador.

Gary Krause Director de Misión Adventista


CONTENIDO Producida por la oficina de Misión Adventista

4 Una vida reorientada

Director: G. T. Ng

6 La mayor necesidad de un fabricante de tiendas

Editora: Laurie Falvo

8 La demora inesperada de Dios 10 El increíble milagro de Juliana* 12 Juventud viva 14 ¡El COVID-19 no puede detener a los pioneros! 16 Río de la salud

Editor General: Gary Krause

Editores Asociados: Cheryl Doss, Kayla Ewert, Rick Kajiura, Elbert Kuhn, Andrew McChesney, Hensley Moorooven, Teen Nielsen, Ricky Oliveras, Karen J. Porter, Claude Richli, Jeff Scoggins, Gerson Santos, Karen Suvankham, David Trim Colaboradores: Petras Bahadur, Paolo Benini, Edison Choque, Jose Cortes Jr., Daniel Duda, Richard Elofer, Audrey Folkenberg, Kleber Gonçalves, Johnson Jacob, MinHo Joo, Zakari Kassoule, Wayne Krause, Silas Muabsa, Paul Muasya, Umesh Nag, Denis Sand, Clifmond Shameerudeen, Wesley Szamko, Samuel Telemaque, Doug Venn,

18 Primeros auxilios de parte de Dios

Gregory Whitsett, Dmitry Zubkov

20 Dios, por favor envíame a China

Producción y Medios Digitales: Donna Rodill

24 Yo iré: el grito de la necesidad desesperada

por la Asociación General de la Iglesia

26 Un pájaro y una semilla 28 Mujer en misión 30 No hay tiempo para los juguetes

Diseño: 316 Creative

Misión 360º es una revista trimestral producida Adventista del Séptimo Día®, propietaria de los derechos de autor ©2020. Todos los derechos reservados. Prohibida su reproducción total o parcial sin permiso escrito del propietario. 12501 Old Columbia Pike Silver Spring, MD 20904-6601, USA Teléfono: (301) 680-6005 ¿Preguntas? ¿Comentarios? Contáctenos en Questions@adventistmission.org.

VOLUMEN 8, NÚMERO 4

ACERCA DE LA FOTO DE NUESTRA PORTADA… FOTO: RICKY OLIVERAS

Conocí a Gabriel en la Universidad Adventista Spicer, mientras yo viajaba por el sur de Asia. Me permitió dar un vistazo a su vida, compartiendo historias de su año de aventuras viviendo en una aldea montañesa, en medio de personas que no conocían a Jesús. Aunque Gabriel tenía problemas de salud, y sabía que podía morir, escogió arriesgarlo todo para compartir el evangelio. Los invito a leer y a ver la historia de Gabriel: “Una vida reorientada”. La encontrarán en la página 4 de esta revista y en m360.tv/s20413.

Adventista® y Adventista del Séptimo Día® son marcas registradas de la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día®. A menos que se indique otra versión, las citas bíblicas corresponden a la versión King James.

3


SUR DE ASIA

Una vida reorientada

G

Ricky Oliveras Oficina de Misión Adventista

4

abriel se acercó por primera vez a la remota aldea montañesa. Él no sabía en lo que se estaba metiendo. Pero había escuchado una suave y apacible voz que lo invitaba a ir. Había dejado la escuela por un año, debido a problemas de salud. Pero un amigo le habló de una aldea donde las personas nunca habían escuchado acerca de Jesús. A pesar de que su salud empeoraba, Gabriel se sintió impulsado a ir. “Cuando llegué a la aldea, sabía que estaba muy mal de salud y que, incluso, podría morir”, dice Gabriel. “Pero me apasiona llevar el evangelio a los no alcanzados. Le dije a Dios: ‘Ya que me enviaste aquí, debes mejorarme. Debes cuidarme. Dependo completamente de ti para atender todos mis problemas de salud’”. Después de llegar a la aldea, Gabriel descansó y oró durante una semana. Luego tuvo que viajar una larga distancia para visitar a un doctor. ¡Un examen de sangre reveló que su salud había sido restaurada! Con su oración contestada, Gabriel regresó, listo para poner toda su energía al servicio de la comunidad.

Pero rápidamente se dio cuenta de los desafíos que enfrentaría. Hacía mucho frío debido a la gran altura, debía caminar largas distancias subiendo y bajando por terrenos escarpados para conseguir agua, y las personas de la aldea no sabían nada sobre principios básicos de salud. Aunque Gabriel tenía permiso de los líderes de la aldea, muchos se oponían a su presencia. “Fue muy difícil que me aceptaran”, dice Gabriel. Pero se le ocurrió una idea; una forma de llegar a sus corazones. En la aldea no había escuela, así que convirtió su hogar en una sala de clases. Los niños lo querían y, con el tiempo, los habitantes de la aldea comenzaron a invitarlo a pasar tiempo con ellos. Pronto, Gabriel estaba conversando con ellos sobre principios de salud. A veces, incluso, hablaban sobre temas religiosos. “Me tomó casi cuatro meses hacerme amigo de ellos”, dice Gabriel. “Cuando, por fin, me aceptaron como parte de su aldea, ¡me sentí muy feliz!” Las personas comenzaron a preguntarle a Gabriel qué tenía en su vida que lo hacía tan feliz. Esta era la oportunidad por la cual él había estado orando, y comenzó a compartir el amor de Jesús. Los aldeanos disfrutaban escuchando acerca de la esperanza que Gabriel tenía en Jesús. Era un concepto de liberación del que nunca antes habían oído. Muchos aceptaron a Jesús y comenzaron a reunirse los Sábados. Se abrieron puertas maravillosas. Pero, aún así, a veces Gabriel se sentía desanimado. Se sentía solo y las condiciones eran duras. Pero nunca se rindió. Comenzó a visitar otras aldeas, hasta donde podía llegar caminando, para predicar el evangelio. Después de ese año de ministerio, Gabriel descubrió que quería una sola cosa: seguir la voluntad de Dios para su vida. Su deseo de profundizar más en la Biblia lo llevó a inscribirse en la escuela de teología de la Universidad Adventista Spicer. Hoy, Gabriel está feliz estudiando en Spicer, 1 una escuela dedicada a


1

Gabriel junto a algunos niños de la aldea.

2

Gabriel recorría muchos kilómetros para compartir a Jesús con personas que vivían en la aldeas de los alrededores.

enseñar y capacitar estudiantes para un propósito superior. Su sueño es convertirse en un plantador de iglesias de tiempo completo. Y, gracias a una familia misionera que paga sus estudios, ese sueño está destinado a convertirse en realidad. Misión Global apoya el ministerio de cientos de plantadores de iglesias como Gabriel. Se les denomina pioneros de Misión Global. Estos misione­ ros, mayoritariamente locales, se especializan en llevar a Jesús a las personas de los grupos más difíciles de alcanzar en todo el mundo. Viviendo con ingresos básicos, ellos siguen el método de Cristo: se mezclan con las personas, satisfacen sus necesidades y amorosamente los guían en el proceso de convertirse en discípulos. Pero no pueden hacerlo sin nuestra ayuda. Por favor, apoye los esfuerzos de los pioneros de Misión Global con sus aportes financieros y con sus oraciones. Y gracias por todo lo que ha hecho para ayudar a alcanzar al 66 por ciento de la población del mundo que aún no ha tenido la oportunidad de tener una experiencia con Jesús.

2

3

3

Mire esta historia en video en m360.tv/s20413.

Gabriel en clases en la Universidad Adventista Spicer.

Misión Global apoya a miles de plantadores locales de iglesias, llamados pioneros, para establecer nuevos grupos de creyentes en la ventana 10/40 donde no hay presencia adventista. Pero necesitan de su ayuda. Por favor, apoye su ministerio con sus oraciones y donativos en Global-Mission.org/giving. 5


UNIÓN-MISIÓN DEL MEDIO ORIENTE Y NORTE DE ÁFRICA

Misión Global se trata de alcanzar para Jesús a los no alcanzados. Lo hacemos de varias maneras, que incluyen el ministerio de los pioneros de Misión Global, los Centros Urbanos de Influencia, los “Estudiantes Valdenses”, y los fabricantes de tiendas. La siguiente historia fue escrita por la esposa de un fabricante de tiendas que trabajó en la región del Medio Oriente y Norte de África. Nos reservamos sus identidades para protegerlos a ellos y a la obra adventista allí.

La mayor necesidad de un fabricante de tiendas

V

ivimos en medio de un gran conflicto entre el bien y el mal, Dios y Satanás, y esta guerra espiritual afecta directamente la misión de los fabricantes de tiendas. Cuando mi esposo y yo éramos fabricantes de tiendas, nos dimos cuenta de que necesitábamos del poder y la protección de Dios, y del Espíritu Santo más que nunca antes. Cuando nos mudamos a nuestra nueva ciudad, nuestra meta era mezclarnos con las personas, hacer amigos y compartir el amor de Jesús según como el Espíritu Santo nos fuera indicando. Nos establecimos en una casa alquilada, en una pequeña ciudad que quedaba a unos veinte minutos en auto desde el lugar de trabajo de mi esposo. Estábamos ansiosos por hacernos amigos de nuestros vecinos. Pero ello no ocurrió lo suficientemente rápido para mí. Mientras mi esposo estaba en el trabajo, yo pasaba mucho tiempo sola en casa. Un día pensé para mí: “¡No viajé tanto solo para sentarme en casa!”. Ese día hablé por teléfono con una amiga acerca de mi soledad y desánimo. Ella sugirió que oráramos y que Dios proveería la solución. Después de terminar la llamada decidí dar un corto paseo frente a mi casa. No sé cómo sucedió, pero a los 10 minutos estaba sentada con un grupo de cerca de 15 mujeres del lugar. ¡Dios había respondido inmediatamente la oración de mi amiga! Mi esposo y yo, realmente, queríamos compartir las verdades espirituales con las personas del lugar y pedíamos esto en oración. Deseábamos que experimentaran paz y gozo en Jesús. Un día recibimos un mensaje de nuestra Unión Adventista local diciendo que un joven los había contactado para unos estudios bíblicos. ¡Él era de la ciudad donde vivíamos! Durante el año siguiente estudiamos la Biblia con él. Una vez, mientras estudiábamos, llegó la policía a nuestra casa. Tanto el evangelismo público como el personal eran ilegales en el país y podríamos

6

ser expulsados. Era un Sábado por la tarde, y nos preocupó que se aparecieran en ese momento. Felizmente, la policía solo miró la identificación de mi esposo y nos dejó en paz. ¡Gracias, Dios! El joven con quien estábamos estudiando amaba a los animales, especialmente a los perros. Decidimos tener un perrito en nuestra casa, para que él jugara cuando nos visitaba. Él amaba absolutamente a ese perro y fue un consuelo para él después de que murió su hermana. Todo iba bien hasta un día cuando el perrito enfermó. Hicimos todo lo posible para que recuperara la salud y oramos por él en nuestros corazones. Entonces, unos días después, el perrito murió. El joven, mi esposo y yo estábamos desconsolados, pero especialmente el joven. El siguiente Sábado, sin embargo, el joven se levantó frente a un pequeño grupo y compartió que, a causa de la muerte del perrito, él ahora comprendía mejor el dolor por el que atravesó Dios cuando Jesús murió en la cruz. ¡Alabado sea Dios que usó para bien esta triste situación! Una vez, mientras mi esposo y yo estábamos de visita en nuestro país de origen, en una conferencia para reclutar más fabricantes de tiendas para que trabajaran en la región donde estábamos sirviendo, recibimos la noticia de que alguien había entrado a nuestra casa. ¡Esa noticia fue muy desagradable para nosotros! Después de un largo vuelo de regreso, llegamos a nuestra casa y descubrimos que partes de ella habían sido saqueadas y que la puerta del frente había sido descerrajada. El dueño de la casa culpaba del robo a nuestro guardia de seguridad y quería enviarlo a prisión durante años. Eso hubiese sido devastador para el guardia y su familia, porque tenía cuatro hijas pequeñas. Además, nos habíamos dado cuenta de que el autor del delito no era el guardia de seguridad. Necesitando desesperadamente la intervención de Dios en esta situación, pedimos a familiares y amigos que oraran. Después de orar


Cómo donar A TRAVÉS DE INTERNET Haga rápidamente una donación segura en Global-Mission. org/giving POR TELÉFONO Llame al 800-648-5824 POR CORREO En los Estados Unidos: Global Mission, General Conference 12501 Old Columbia Pike Silver Spring, MD 20904-6601 mucho, el propietario retiró los cargos contra el guardia de seguridad. ¡Alabado sea Dios! Estos son solo unos pocos de los desafíos que enfrentamos como fabricantes de tiendas. Mi esposo y yo nos dimos cuenta de que la batalla se libraba en las líneas frontales de la misión y que debíamos depender completamente de Dios. Todos los días decidíamos pedir a Dios que nos llenara con el Espíritu Santo y que nos diera la fuerza y la sabiduría que necesitábamos para ese día. También pedíamos a las personas que oraran por y con nosotros. ¡Aprendimos, por experiencia, que confiar en Dios es la mayor necesidad de un fabricante de tiendas! Los fabricantes de tiendas están haciendo la diferencia para Jesús, pero necesitan de su ayuda. Por favor, apoye su ministerio con sus oraciones y donativos.

En Canadá: Global Mission SDA Church in Canada 1148 King Street East Oshawa, ON L1H 1H8

¿Está Dios llamándole para que Ud. sea un fabricante de tiendas? Se necesitan cientos de profesionales adventistas de todo tipo. Para conocer más, por favor visite TotalEmployment.org.

Para ver qué está sucediendo con la misión en la Unión-misión del Medio Oriente y Norte de África, visite m360.tv/middleeast. 7


ISLAS MARSHALL

La demora inesperada de Dios

U

Enock Ratemo se desempeña como maestro voluntario de matemáticas desde el 7º al 12º grado en la Escuela Adventista del Séptimo Día Delap de la Isla Majuro en las Islas Marshall. Oriundo de Kenya, obtuvo su licenciatura en ciencia y tecnología en ingeniería automotriz, y usa gustosamente sus habilidades dondequiera que se necesiten.

na de las extraordinarias bendiciones de servir en las Islas Marshall, es experimentar el espíritu de “recorrer la milla extra”. Trabajando en la Isla Majuro se me han presentado muchas oportunidades de ayudar con actividades extras. Aparte de mi trabajo como maestro en la Escuela Adventista del Séptimo Día Delap, disfruto ayudando con otras tareas y siempre me siento honrado porque puedo practicar en diferentes áreas de especialización. Como ingeniero, he sido llamado para usar mis conocimientos para reparar los vehículos de la escuela, hacer mantención a nuestra lancha misionera, la Buenas Nuevas, y a proveer soporte técnico para nuestra estación de radio de la escuela. Agradezco a Dios y a la gente que me rodea porque me han ayudado mucho. Una de mis experiencias recientes más gratificantes, fue la de instalar el sistema de paneles solares de Lanlon 89.1 FM, ubicada en la Escuela Adventista del Séptimo Día Ebeye. Ebeye es una de las Islas Marshall del atolón Kwajalein, con una población estimada en 20.000 personas. Lanlon 89.1 FM cubre una vasta área y ha sido una herramienta efectiva para propagar las buenas nuevas a la gente de Ebeye. Sin embargo, ocurrían cortes de energía intermitentes debido al generador desgastado por la edad. Necesitaban un sistema de alimentación solar para brindar una emisión radial continua. Previamente, había un obstáculo para instalar los paneles solares por restricciones del gobierno. Agradezco a Dios por permitir que el gobierno aceptara la instalación solar.

1

8

Se estimaba que el proyecto tomaría casi una semana. Kevin Ndemo, un maestro voluntario de Ebeye, y muchos otros de allí ayudaron con la instalación. Hubo unas pocas fallas debido a la falta de materiales, difíciles de encontrar, pero el Señor proveyó lo que necesitábamos para terminar el proyecto. Tuvimos que encontrar alternativas que no comprometieran los procedimientos ni las normas requeridas para la instalación solar. El martes, después de seis días en el proyecto, el sistema estaba funcionando perfectamente. ¡La gloria sea para Dios! Esa tarde, Kevin y yo fuimos a la oficina de la línea aérea de las Islas Marshall para confirmar mi boleto de regreso para el día siguiente, pero -para mi sorpresa- el vuelo había sido postergado hasta el viernes. Esta desalentadora noticia me desconcertó, porque yo ya había hecho una pausa de una semana en mis estudios del grado de magister, por internet. Ahora creo que todo esto fue plan de Dios. Terminé la instalación con un día de retraso, lo que no me dejaba tiempo, antes de mi vuelo, para ayudar con varios trabajos eléctricos en la escuela. ¿Ven cómo trabaja Dios? Él claramente permitió que el vuelo fuese postergado, dándome el tiempo para terminar Su obra. Pasé la mayor parte del miércoles y el jueves en trabajos de mantención relacionados con la escuela. Después de completar mi trabajo, el jueves, nos tomamos la tarde para hacer un recorrido en bote. Ver a los delfines de cerca fue una de las experiencias más inolvidables. Visitamos la Isla Carlos, y salté dos veces de un naufragio de 39 metros. ¡Fue un momento emocionante! Me sentí feliz de estar en casa cuando aterricé seguro, de vuelta en Majuro. Ebeye estará siempre en mi corazón por la calidez y hospitalidad de su gente. Siempre felices, los niños gritan con una amplia sonrisa: “¡Hola, señor, bienvenido a las Islas


1

Vista desde el tejado. Enock instalando el panel de energía solar.

2

Enock y Kevin trabajando en la estación de radio.

3

Panel solar en el tejado de la Escuela Adventista del Séptimo Día de Ebeye.

4

Con Michael y Justice Love, que tienen un ministerio musical en Ebeye y enseñan a los niños a tocar el ukelele.

5

Paseo en bote, por la tarde, en Ebeye.

Marshall!”. Si alguna vez tengo la más mínima oportunidad de regresar a Ebeye, la tomaré con ambas manos. Oro para que el Señor cuide la radio y el equipo solar, para que Su palabra pueda alcanzar a muchas personas. Este es el motivo principal por el cual sirvo a Dios: ¡para terminar la obra que el Señor nos ha dado para que pronto podamos ir al hogar! Que esta también sea su oración.

2

Reimpreso y adaptado con permiso de la Misión de Guam y Micronesia de los Adventistas del Séptimo Día.

3

Cada año, el funcionamiento de las escuelas de la Misión de Guam y Micronesia depende, principalmente, de voluntarios y de donaciones. Para ayudarnos a continuar nuestra misión, por favor considere en oración cómo Dios puede estar llamándole a servir. Visite nuestro sitio en internet para ver cuáles son las necesidades actuales, y vuelva a revisar periódicamente las futuras oportunidades de servicio en www.gmmsda.org/missions/open-positions.

4

¿Le gustaría ayudar a causar un impacto positivo en las vidas de otras personas? Si es así, por favor considere la posibilidad de convertirse en voluntario a través del Servicio Voluntario Adventista que brinda un servicio voluntario de los miembros de la iglesia alrededor del mundo. Los voluntarios, entre 18 y 80, años pueden servir como pastores, maestros, profesionales médicos, técnicos en computación, trabajadores en orfanatos, granjeros y más. Para conocer más, visite AdventistVolunteers.org. Vea historias en video acerca de misioneros del Servicio Voluntario Adventista en m360.tv/avs.

5 9


PA Í S R E S E RVA D O

El increíble milagro de Juliana*

C

uando descubrí que sería una estudiante valdense en un país reservado, comencé a orar por mis futuros compañeros de estudios. El primer día de clases hice una nueva amiga: la única chica del salón que vestía ropas tradicionales. Su nombre era Mariam*. Al día siguiente, me senté a su lado y conversamos. Me preguntó si yo tenía amigos en la universidad. Le dije: “¡Sí, te tengo a ti!”. Se puso realmente feliz. Más tarde supe que ella no tenía muchos amigos en la clase o en la escuela antes de que yo llegara. Con el tiempo, Mariam se convirtió en mi mejor amiga en la universidad. Incluso decía que yo era como una hermana para ella. Mariam y yo estábamos tomando un curso de oratoria y debíamos hacer presentaciones frente a la clase. Ella escogió dar un discurso sobre las similitudes y diferencias de las mayores religiones del mundo. Mariam me pidió que le ayudara a preparar la presentación, y a mí me encantó poder tener la oportunidad de argumentar de mi fe con ella. Dos veces me dijo que estaba interesada en leer la Biblia. Le dije que podría conseguir una para ella. Un día Mariam dijo que nunca había conocido gente tan amable como los otros estudiantes valdenses y yo; que éramos totalmente distintos a otras personas. También dijo: “Juliana, quiero ser como tú”. Quedé tan sorprendida, porque sabía que yo tenía muchas debilidades de carácter y, a menudo, cometía errores. Lo único que se me ocurrió responderle fue: “Mariam, yo cometo muchos errores, pero cada día trato de seguir el ejemplo de Jesús. Él fue bueno con las personas y en todo lo que hizo cuando estuvo aquí en la Tierra”. Después de aquella conversación, comenzó a cambiar mi relación personal con Jesús. Cuando leía la Biblia, quería aprender más de Jesús y ser más como Él. Solo deseaba que los demás vieran el amor de Jesús en mí. Un fin de semana, Mariam me invitó a su casa. Yo no sabía que estaba a punto de experimentar un increíble milagro. Durante cuatro días fui parte de 10

la familia de Mariam. Aunque su familia pertenecía a otra religión, decidí que yo no tenía nada que esconder y que sería yo misma y viviría mi fe. Así que hice todo lo que hago normalmente: pasé tiempo con Dios en la devoción matutina, oré antes de los alimentos y guardé el Sábado. Una noche, Mariam y yo estábamos en su cuarto. Vi su libro sagrado en la pequeña mesa junto a su cama. Le pregunté si podía verlo, y comenzamos una maravillosa conversación acerca de la fe. Conversamos sobre la historia de la creación y acerca del plan de salvación. “Mariam, ¿quisieras leer acerca de estas historias en tu propia Biblia?”, le pregunté. “Sí”, respondió. Y le presenté una Biblia en su propio idioma local. La tomó entre sus manos y la abrazó. ¡Estaba tan feliz! Eso me sorprendió, pero luego pensé que el Espíritu Santo debía estar trabajando en su corazón. Más tarde aquella noche, antes de ir a dormir salí del cuarto y, cuando regresé, ella no estaba. Y la Biblia tampoco estaba allí. Yo me preocupé mucho. Al cabo de unos pocos minutos, Mariam apareció en el cuarto y me contó que le había enseñado la Biblia a sus padres. Ahora yo estaba realmente preocupada y pensé para mi: ¡esta noche no voy a dormir en esta casa! Pero, inesperadamente, me dijo que ellos estaban felices y agradecidos por el regalo. Me sentí muy aliviada y di gloria a Dios en silencio. ¡Qué increíble milagro! Al día siguiente regresé a la escuela. Esa semana tuvimos que hacer nuestras presentaciones frente a la clase de oratoria. Cuando Mariam comenzó su presentación acerca de las diferentes religiones, habló con confianza. Antes, ella era muy tímida y leía directamente de sus apuntes. Pero esta vez no se veía nerviosa para nada. Cuando terminamos nuestras presentaciones, le dije a Mariam: ¡Hiciste un trabajo increíble! Le pregunté cómo lo hizo para presentarlo tan bien. Dijo que se debía a que estaba leyendo el libro que yo le había regalado. Más tarde, esa semana, me contó que estaba leyendo la historia de Jesús y realmente le gustaba. Había leído casi 10 capítulos. Estoy segura de que Dios está obrando en la vida de Mariam. Por favor oren para que Mariam siga leyendo y continúe permitiendo que el Espíritu Santo y la Biblia transformen su vida. *Los nombres han sido cambiados.


La autora es parte del proyecto “Estudiantes Valdenses”, un frente misionero en el cual estudiantes Adventistas del Séptimo Día viven, estudian y trabajan en universidades seculares, en países específicos de todo el Medio Oriente y Norte de África. Siguiendo el ejemplo de Cristo, ellos se mezclan con las personas, se ganan su confianza, suplen sus necesidades y, cuando se presenta la oportunidad, los invitan a seguir a Jesús. Para información sobre cómo convertirse en un “Estudiante Valdense”, contacte a Questions@adventistmission.org. Para patrocinar su extraordinario ministerio, visite Global-Mission.org/giving y seleccione el programa “Waldensian Student”. Vea historias acerca de los "Estudiantes Valdenses" en m360.tv/waldensian.

¿Sabía Ud. que puede leer Misión 360º en la aplicación issuu o en issuu.com?

11


ALBANIA Y LITUANIA

Juventud viva

E

n la sociedad contemporánea, ¿cómo pueden los adolescentes y los adultos jóvenes tomar decisiones sanas? Para discutir este tema, 105 jóvenes, adultos jóvenes y líderes participaron en el proyecto piloto Juventud Viva, en Tirana, Albania y en Klaipéda, Lituania. Juventud Viva, es una iniciativa de discipulado joven, diseñada para crear resiliencia entre los adolescentes y los adultos jóvenes, inspirándolos y equipándolos para tomar decisiones sanas. El programa se coordina en las oficinas de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día, en Silver Spring, Maryland, y este programa piloto se lleva a cabo en conjunto con la División Transeuropea. En cada país, la iniciativa comenzó con la capacitación de los líderes, quienes después se reunieron con adolescentes y adultos jóvenes en un Congreso Juventud Viva. Después que especialistas expusieron sobre salud mental, física y espiritual en el Congreso Juventud Viva, los participantes fueron animados a reflexionar sobre temas importantes, tales como la necesidad de establecer relaciones sanas sin abuso; los riesgos que conllevan los diferentes tipos de adicción, incluyendo la tecnología, sustancias dañinas y pornografía; y los síntomas psicológicos, fisiológicos y espirituales que implican esas conductas de riesgo. Luego, los participantes se reunieron en pequeños grupos, denominados Grupos de Amistad, en los cuales los temas presentados por los oradores fueron discutidos bajo la guía de un líder y seguidos de actividades prácticas. “Me gustó todo; fue súper entretenido. Aprendí sobre relaciones positivas, depresión, cómo ser feliz y cómo escoger las cosas correctas”, dijo Joana Hallkaj, una participante, de 13 años. Leo N. España, presidente de la Misión Albanesa y pastor de la Iglesia Adventista de Tirana central, ve el proyecto como extremadamente relevante, porque “los adolescentes y jóvenes son el futuro de nuestra iglesia, y ellos serán los futuros padres y líderes de iglesia”. Agregó: “Estamos muy felices por ser parte del proyecto piloto de Juventud Viva en Albania. Este proyecto provee directrices cristocéntricas para que ellos fomenten una vida saludable libre de adicciones, incluyendo los elementos esenciales 12

para desarrollar sus caracteres de manera integral, resaltando los aspectos espiritual, mental y físico. Realmente disfruté viendo a nuestra juventud creando lazos por medio de sus Grupos de Amistad y orando los unos por los otros”. “El proyecto, además de desarrollar muchas actividades recreativas, incluye dinámicas de grupo que los ayudan a conectarse más profundamente consigo mismos, con los demás y con Dios. También existe una parte muy importante del proyecto que incluye involucrarse en servicios comunitarios. Esta puede ser una forma de plantar nuevas iglesias”, sugiere Juliana Ortolan, líder del proyecto en Albania. En Lituania, algunos de los líderes y participantes visitaron una residencia para ancianos y dieron un concierto en el jardín. Los residentes estaban gratamente sorprendidos y muy felices por ser visitados por la juventud. Algunos de los jóvenes también fueron al centro de la ciudad para compartir el mensaje adventista de salud. Ofrecieron cambiar cigarrillos por manzanas, e invitaron a las personas a un programa para dejar de fumar. Otro grupo cantó himnos en el hospital local y repartió revistas. Los residentes de la ciudad parecían estar muy complacidos y pedían tales programas también en otras ciudades. Probado en Albania y luego en Lituania, Juventud Viva también se ha implementado en los Estados Unidos, India y Filipinas. El Dr. Duane McBride, director del Instituto de Prevención de Adicciones y profesor investigador de sociología 1

2


3

de la Universidad Andrews y la Dra. Katia Reinert, directora asociada de los ministerios de la salud de la Asociación General, y coordinadora global de Juventud Viva, están llevando a cabo una investigación sobre la efectividad de Juventud Viva. El programa se evaluará por medio de un cuestionario de seguimiento del comportamiento de riesgo y una encuesta de discipulado, que permitan una evaluación de los cambios conductuales y de discipulado durante los años en que se implemente el proyecto. Esta fue la primera experiencia mundial del proyecto Juventud Viva. Sin embargo, de acuerdo con Reinert, este realmente fue un nuevo enfoque de un programa creado hace muchos años atrás. “La iglesia creó el proyecto como una forma de comprometer a los jóvenes y adolescentes porque ellos están más expuestos a conductas de riesgo en esta etapa de sus vidas”, dijo ella. Si bien el programa se había usado durante muchos años en todo el mundo, fue necesario adaptarlo para asegurarse de que fuera adecuado para la cultura moderna y la juventud actual. Delma Reis, directora del ministerio joven de la Misión de Albania, cree que este proyecto es importante en Albania y puede aplicarse globalmente por medio de iglesias locales, escuelas y comunidades. Reinert considera a este proyecto como una oportunidad para ayudar a que la iglesia crezca y se desarrolle el discipulado. “Nuestro deseo es que Juventud Viva no sea solo discipular a los jóvenes, sino que su mensaje integral pueda influir en la comunidad local y empodere a la juventud para liderar y ser activos en la misión, creando resiliencia y viviendo una vida más feliz y más sana”. Esta historia, escrita por Vanessa dos Anjos con Parengė Dovilė Bakonytė, fue adaptada con permiso de TED News Network®, el servicio oficial de noticias de la División Transeuropea de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

1

Actividad de un grupo de amistad en Albania.

2

Grupo Juventud Viva en Albania.

3

Trabajando en equipo en Lituania.

4

Asistentes al Congreso Juventud Viva en Lituania.

5

Acto de clausura de Juventud Viva en Lituania.

4

5

JUVENTUD VIVA

Juventud Viva es una iniciativa global del departamento de los ministerios de salud de la Asociación General. El programa está orientado a desarrollar relaciones enriquecedoras con adolescentes y adultos jóvenes, y equiparlos para hacer elecciones sanas y vencer las adicciones. Es usado por escuelas e iglesias en todo el mundo para discipular a la juventud y es parte del ministerio de Centros Urbanos de Influencia en Albania y Lituania, que son sostenidos con sus contribuciones a Misión Global. Para conocer más, visite youthaliveportal.org

CENTROS ESPERANZA DE VIDA

Misión Global apoya la misión integral hacia las ciudades. Esto incluye un creciente número de Centros Esperanza de Vida, también conocidos como Centros Urbanos de Influencia (UCIs, por sus siglas en inglés), que sirven como plataforma para poner en práctica el método de Cristo. Ellos brindan una oportunidad ideal para el involucramiento total de los miembros, de forma que se adapte a los dones espirituales y gustos de cada persona. Para conocer más sobre los UCIs, visite MissionToTheCities.org. Para ver videos acerca de los Centros Esperanza de Vida, visite m360.tv/uci. 13


PA Í S R E S E RVA D O

Misión 360º ahora está disponible en la aplicación issuu y en issuu.com

¡El COVID-19 no puede detener a los pioneros! 14


Este artículo fue escrito por una joven pareja de Misión Global que, recientemente, se mudó a un país reservado. Antes de que ellos llegaran, no había Adventistas del Séptimo Día en esta ciudad. Por favor, oren por ellos y por su importante trabajo.

H

a sido un año atípico para nosotros. Todos en nuestro país estaban hablando del nuevo coronavirus. Todos los días se encontraban muchos nuevos casos en diferentes partes del país. Se cerraban parques, mercados, escuelas y oficinas gubernamentales. También debimos suspender la plantación de nuestra iglesia hasta un nuevo aviso por parte de las autoridades. Se esperaba que todos estuvieran en cuarentena en el hogar. Era una orden. Al principio, sintonizábamos los noticieros de la televisión y veíamos que las personas en nuestro país comenzaban a usar mascarillas quirúrgicas, alcohol en gel y elementos de esterilización. La gente salió corriendo a comprar. Estaban en pánico comprando alimentos e insumos esenciales para sus familias. La gente necesitaba mascarillas, sin embargo, era muy difícil encontrarlas en las farmacias o a través de internet. Día tras día, más y más personas se daban cuenta de lo grave que era el virus. Se convirtió en una pandemia. Podíamos sentir el temor de la gente. Estaban desesperanzados y deprimidos, porque carecían de equipo de protección personal. Muchos perdieron amados miembros de sus familias. Familias sufrientes. Era angustiante. Durante la cuarentena en casa, no podíamos adorar en nuestra iglesia plantada, así que adorábamos con nuestros miembros, e interesados, a través de internet. Estábamos muy agradecidos por la tecnología moderna que nos permitió seguir reuniéndonos con las personas, dar estudios bíblicos y cantar juntos. Teníamos dos cultos de oración diarios, a través de las redes sociales: uno, de 5 a 6 de la mañana; y otro, de 6 a 7 de la tarde. También participamos de la iniciativa 100 Días de Oración de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Recibíamos el material devocional de parte de los líderes de la iglesia, y no solo orábamos por nuestro país, sino por todos los países del mundo. Después de los momentos de oración de cada mañana y cada tarde, dirigíamos un estudio bíblico de una hora. Comenzamos con Génesis, y ya hemos pasado por los libros de los profetas mayores. Creemos que todo esto elevó nuestra relación con Dios hasta otro nivel.

Finalmente se nos permitió salir de nuestros hogares. Comenzamos a conversar con nuestros miembros de iglesia e interesados sobre cómo podríamos servir a nuestra comunidad y compartir el amor de Jesús con personas que nunca habían oído acerca de Él. Preparamos paquetes de difusión que incluían el libro misionero de la Iglesia Adventista para el año 2020. Imprimimos en los libros la información de contacto de nuestra iglesia, para que las personas pudieran comunicarse con nosotros en el futuro. Los paquetes también incluían artículos esenciales como mascarillas, toallitas desinfectantes y guantes desechables. Distribuimos los paquetes entre nuestros vecinos y personas que ayudaron a nuestra comunidad durante la pandemia, tales como guardias de seguridad, aseadores y carteros. Pero mientras hacíamos eso, no olvidamos nuestra misión: compartir las buenas nuevas de Jesús con las personas que querían saber más. Incluso usamos nuestras Biblias para responder sus preguntas, algo que realmente disfrutamos. Durante nuestro servicio comunitario nos encontramos con muchos no cristianos. Aunque algunas personas rechazaron nuestros obsequios, creemos que Dios está obrando en ellos. Nuestro propósito era hacerles saber que hay un Dios que los ama mucho, y que nuestra iglesia está abierta para ellos. Todavía no podemos volver a nuestra iglesia, ni reunirnos. Seguiremos usando las plataformas por internet para adorar, compartir a Jesús, y estudiar la Biblia con nuestros miembros e interesados. ¡Nuestra clase bautismal tiene tres personas que pronto estarán listas para el bautismo! Por favor, ore para que la lluvia del Espíritu Santo caiga sobre nuestra iglesia plantada y sobre la gente de nuestra ciudad reservada.

La prioridad de Misión Global es establecer nuevos grupos de creyentes entre personas de grupos aún no alcanzados. A menudo, esto significa que los pioneros de Misión Global, los fabricantes de tiendas, y los Centros Urbanos de Influencia operan en lugares desafiantes. Cuando compartimos una historia de una región sensible, la verá identificada como “País reservado” o “Ciudad reservada”. Por favor, ore por estos proyectos especiales y apóyelos visitando Global-Mission.org/giving y seleccionando Proyectos reservados, FUND GM5040. Para ver videos con historias sobre pioneros, visite m360.tv/pioneer. Por favor recuérdenos en su testamento y fideicomisos. Visite Global-Mission.org/ PlannedGiving o llame al 800.648.5824. 15


PA Í S R E S E RVA D O

Río de la salud “[La iglesia] fue organizada para servir, y su misión es la de anunciar el evangelio al mundo” “Es maravillosa la obra que el Señor determina que sea realizada por Su iglesia, a fin de que Su nombre sea glorificado. Se da un cuadro de esta obra en la visión de Ezequiel del río de la salud: …’[Y todo aquello a donde llegue este río vivirá]’”.1

L

ayla es parte de ese río de la salud. Cada mañana despierta, pasa tiempo con Jesús orando y estudiando la Biblia, y le pide a Dios que la llene con el Espíritu Santo para que pueda ser una bendición para otras personas. Como parte de su rutina matinal, ella toma su celular y escoge un mensaje de ánimo que enviará a todos sus amigos a través de las redes sociales. Después, Layla se va a su trabajo como enfermera de un gran hospital en uno de los países más cerrados del mundo, donde podría ser muy peligroso que ella compartiera su fe. Puesto que ella cuida de los pacientes, los escucha y les da una palabra de aliento. Si el Espíritu Santo se lo indica, ella ora por los pacientes o les regala un libro religioso. Dios está haciendo cosas maravillosas por medio de Layla. Ella acaba de compartir con nosotros la siguiente cita, e inspiradora historia, con sus propias palabras.

Relatado por la propia Layla

“Dios no solamente pide vuestra caridad, sino vuestro semblante alegre, vuestras esperanzadas palabras, el apretón de vuestra mano. Aliviad a algunos de los afligidos de Dios. Algunos están enfermos y han perdido la esperanza. Devolvedles la luz del sol. Hay almas que han perdido su valor; habladles, orad por ellas… y traedlas a Jesucristo. Y en toda vuestra obra Cristo estará presente para impresionar los corazones humanos”.2 Yo tomo estas palabras muy en serio. Cada vez que voy al trabajo, le pido a Jesús que me use. Le pido a Dios que me guíe a las personas con quienes Él quiere que hable. El jueves pasado fui designada para cuidar a Sara, que estaba muy enferma y tenía problemas respiratorios. Hace dos años a Sara le trasplantaron un pulmón y debe usar oxígeno. Ni siquiera puede ir al baño por sí misma. Pero fue un agrado para mí ayudarla en sus necesidades básicas. Debido 16

a sus problemas de salud y al estrés, su presión sanguínea estaba muy alta cuando se la controlé. Le di algunos consejos sobre cómo bajarla en forma natural, comiendo alimentos saludables tales como frutas y verduras. También la animé a orar y a pedirle al Señor que la sanara. De hecho, en ese mismo momento, le pregunté si podía orar por ella, y dijo que sí. Me preguntó acerca de mi religión y yo le dije que soy una seguidora de Jesús. Ella tomó mi mano y la besó, y pude ver cuán agradecida estaba de que yo hubiera orado con ella, a pesar de que ella no es cristiana. Después, en la tarde, el doctor de Sara decidió que podía ser dada de alta. Ella estaba feliz de regresar a su casa. Pero me preocupaba su presión alta, así que la verifiqué nuevamente y estaba mucho más baja que antes. Le dijo a su hijo, en su idioma local, que mi presencia tenía un efecto calmante en ella. Todo lo que pude decir fue: Alabado sea Dios. Tal como dice en la cita de más arriba, Dios estaba impresionando su corazón. Mientras estaba en el hospital, conseguí el número telefónico de su hijo para poder preguntar por Sara. Justo ayer, sentí que debía enviar un mensaje de texto a su hijo. Escribí: “Hola, ¿cómo está tu mamá? ¿Te parece bien si comparto un video acerca de Jesús? Es sobre cómo Él salvó y sanó a las personas. Creo que Jesús puede sanar a tu mamá, también. Dime si quieres que comparta contigo el video”. Él contestó: “Espero que te encuentres bien, y gracias por lo que haces por las personas. Estamos bien, y la salud de mi madre ha mejorado y ella está de buen ánimo. Sí, envíame el video para compartirlo con mi madre. Gracias”. Le envié el video acerca de Jesús. Más tarde me escribió: “Mi madre está mucho mejor que antes. Tus mensajes son beneficiosos y nos dan esperanza”. Por favor, oren para que Sara y su hijo puedan conocer pronto a Jesús.

Únase al movimiento

Esperanza. Aliento. Luz. Es lo que Layla transmite a sus pacientes en este país cerrado. El río de Dios está fluyendo y tocando vidas de formas tangibles. ¿Se unirá Ud. a este movimiento de salud? ¿Dirá Ud., “¡Yo iré!”? 1 Elena G. de White, Los Hechos de los Apóstoles (Mountain View, CA: Pacific Press®, 1911), 9, 13. El versículo bíblico que se cita aquí, corresponde a la versión RVA-2015, mientras que en el texto original, la cita corresponde a la versión RVR1960: “Y será que toda alma viviente que nadare por dondequiera que entraren estos dos arroyos, vivirá”. Ezequiel 47:9. 2 Elena G. de White, Un Llamado al Evangelismo Médico y a la Educación Sanitaria (Nashville, TN: Southern Publishing Association, 1954), 23.


Yo iré

Alcanzar al mundo: Yo iré es el plan estratégico de la Iglesia Adventista del Séptimo Día para el quinquenio 2020 a 2025. Es un grito de batalla para todos los miembros de iglesia para alcanzar al mundo, inspirándolos y capacitándolos para usar los dones espirituales que Dios les ha dado para testimonio y al servicio de Cristo. La Gran Comisión de Mateo 28 es clara: los seguidores de Jesús deben ir y hacer discípulos a todas las naciones. El evangelio debe ser compartido con los cientos de grupos de personas no alcanzados del mundo. Yo iré describe objetivos y formas específicos de cumplir esta tarea. Examine el plan Yo iré en IWillGo2020.org/es, ¡y encuentre su lugar en este movimiento global!

17


REPÚBLICA DE LAS ISLAS MARSHALL

Primeros auxilios de parte de Dios

N

Procedente de Papúa Nueva Guinea, Viviana Gunua Damagoi Kumbia es una maestra de secundaria de la Escuela Adventista del Séptimo Día Delap de la isla Majuro en el Pacífico Sur.

18

o me sorprendió que mis estudiantes prefirieran un buen juego de básquetbol, en lugar de aprender primeros auxilios. Pero como maestra de la Escuela Adventista del Séptimo Día Delap de las Islas Marshall, se me encomendó la tarea de enseñar educación física y primeros auxilios. Y me propuse que mis estudiantes aprendieran ambas disciplinas. No soy instructora de primeros auxilios, pero tuve que tomar clases para servir como asistente de la preceptora de la universidad. Nunca había necesitado mis conocimientos, hasta ahora. Pocas semanas después de comenzar el año escolar, la Cruz Roja de las Islas Marshall organizó una competencia de primeros auxilios. Dos estudiantes de cada escuela fueron seleccionados para ser entrenados por la Cruz Roja de las Islas Marshall. Luego, esos dos estudiantes debían enseñar a los demás estudiantes de su clase. La maestra no debía enseñar. Mi trabajo era proveer aquello que los estudiantes pudiesen necesitar

para practicar para la competencia. ¡Teníamos solo dos semanas para prepararnos! Se nos asignó un entrenador para que nos ayudara, pero él vino solo una vez, ya que vivía muy lejos de la escuela. Había dejado muñecos para que los estudiantes practicaran reanimación cardiopulmonar, un libro de primeros auxilios de 346 páginas de la Cruz Roja, seis tiras de tela, tres trozos largos de madera y tres manteles. Oré para que el Señor me guiara. Luego fotocopié la parte teórica del libro y repartí las hojas para que mis estudiantes estudiaran para su examen. Y dejé la parte práctica para mis dos estudiantes entrenadores. Le pedí a Dios que nos ayudara a practicar y estudiar aquello que podría entrar en la competencia. Me preocupaba no tener una guía del programa de la competencia y no tenía idea acerca de qué esperar. Antes de partir hacia la competencia hicimos nuestro culto matutino, que trató de Gedeón y sus 300 hombres. Oramos y pusimos toda


Equipo de primeros auxilios de la Escuela Adventista del Séptimo Día Delap, con Viviana a la derecha.

nuestra ansiedad delante del Señor, reclamando la promesa de Josué 1:9 que dice: “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas” (RVR1960). Cuando llegamos al lugar de la competencia, una de mis estudiantes consiguió, con una amiga de otra escuela, el programa del día. Se volvió hacia mí y me dijo: “Señorita, tome una foto a esto. Tengo que devolverlo”. Tomé una foto al programa e hice una oración de gratitud a Dios. Luego, uno de mis estudiantes notó que las otras escuelas habían traído sus propios implementos para la competencia. Me miró y me dijo: “Señorita, ellos vienen preparados, y nosotros vamos a perder”. Pude ver su desánimo, porque no habíamos traído mucho equipamiento, comparado con lo que habían traído las otras escuelas. Lo miré y le dije: “Ganemos o perdamos, recuerda que vinimos a aprender. No te preocupes por lo que tienen las otras escuelas. Improvisaremos con lo que tenemos. Ya le contamos a Dios lo que necesitamos y Él proveerá. Ten fe. Recuerda la historia de Gedeón”. Él me miró y me dijo: “Está bien, señorita”. Di gracias a Dios por la sabiduría que Él me dio para hablar a mis estudiantes. Durante el evento, mis estudiantes y yo improvisamos con los materiales de primeros auxilios que teníamos, además de camisetas, calcetines, cintas para el pelo, o bufandas extras para participar en cada sección de la competencia. Al final de la competencia, ¡la Escuela Adventista del Séptimo Día Delap obtuvo el primer lugar en el cuestionario teórico de primeros auxilios, y el segundo lugar en la clasificación general de la competencia de primeros auxilios de secundarias de las Islas Marshall! Doy gracias a Dios por contes­ tar nuestras oraciones y usarme como testigo ante mis estudiantes. Fue la oportunidad perfecta para que

Si a Ud. le interesa ser un voluntario, visite AdventistVolunteers.org.

Conozca acerca de otros voluntarios en m360.tv/avs

mis estudiantes vieran a Dios respondiendo sus oraciones ante sus ojos. Uno de mis estudiantes me susurró: “Señorita, ahora sé lo que se siente al tener a Dios luchando por Ud., y proveyendo y contestando sus oraciones. Es una sensación muy grata y muy feliz”. Esta experiencia me recordó que Dios, el Creador del universo, ve el fin desde el principio, así que en cada prueba, sea menor o mayor, debo confiarle todo a Él.

19


CHINA

Dios, por favor envíame a China

Florence Muriel Howe, fue una intrépida enfermera y misionera que sintió la poderosa convicción de que debía servir a la gente de China. En la siguiente historia, Ud. verá todo lo que tuvo que hacer para llegar allá y vivir una asombrosa vida de servicio misionero.

F Lester Devine es un director emérito del Centro de Investigación Adventista Elena G. de White de Avondale, Australia.

20

lorence Muriel Howe nació en 1908 en Nueva Gales del Sur, Australia. Fue hija de David y Philippa Howe.1 En 1931, Muriel dejó su hogar para estudiar en el Colegio Misionero Australasiano (hoy Colegio Universitario de Avondale), y se pagó sus propios estudios.2 Mientras se encontraba allí, fue secretaria de la Sociedad Misionera Voluntaria.3 Durante este tiempo, creció su convicción de que el Señor la estaba llamando a dedicar su vida a China. Pero la iglesia no había enviado obreros desde Australia a China hacía veinte años, así que supo que “tendría que hallar la forma de llegar allá”.4 Muriel decidió que iría a China, estudiaría enfermería, y aprendería el idioma, “sin levantar la cabeza” durante los tres años que estuviera estudiando. Su padre se opuso a estos planes, pero Muriel tenía más de 21 años y podía tomar sus propias decisiones. Le pidió al Señor tres señales de que lo que ella estaba haciendo era Su voluntad para ella. La primera señal era que fuese aceptada como estudiante de enfermería en el Sanatorio

de Shangai; aunque jamás un estudiante europeo había sido entrenado junto con los estudiantes nacionales. La segunda señal fue que, sin pedirlo a otras personas, el Señor proveyera el 60 por ciento del dinero que ella necesitaba. El último pedido fue que todo resultara a tiempo para que ella pudiera embarcarse hacia China en un barco que debía zarpar desde Sidney, Australia, el 28 de abril de 1934.5 Así que, ella esperó a ver qué haría el Señor. Siete semanas antes de su partida, Muriel recibió la notificación de que había sido aceptada en el Sanatorio de Shangai. Ella había ahorrado el 40 por ciento del dinero que necesitaba, y pronto recibiría el 60 por ciento restante, sin haberlo solicitado, de diferentes fuentes. De hecho, Muriel tenía más de lo que necesitaba, ya que los líderes de la División Australasiana aportaron suficientes fondos para un completo conjunto de ropa de abrigo, algo que ella no sabía que necesitaría. Mientras tanto, su padre, que había expresado una fuerte objeción a sus planes, le dijo: “Si el Señor quiere que vayas, que el Señor provea, pero


si deseas regresar en cualquier momento, yo te ayudaré”.6 La víspera de su último viernes de noche en el Colegio, antes de embarcarse hacia China, Muriel se puso en pie con todos aquellos que querían dedicarle algunas palabras y cantaron el conocido himno “Que mi vida entera esté”.7 Muriel salió hacia China en abril de 1934.8 Una vez en China, Muriel tuvo muchos problemas debido a su falta de dinero, pero se graduó de su curso de enfermería en 1937.9 Sus experiencias como enfermera estudiante están relatadas en una serie de artículos en el Boletín Australasiano, publicado en 1937.10 En lugar de realizar trabajos de posgrado, ella prefirió viajar más de 3.200 kilómetros hasta el hospital de Lanzhou en la frontera con Mongolia y El Tíbet.11 Durante su estadía allí, la guerra entre China y Japón estaba en su apogeo y el hospital sufrió ataques. Dos veces Muriel debió ser evacuada. Finalmente, los japoneses se hicieron cargo del hospital de Lanzhou, y el personal expatriado tuvo que irse con apenas dos horas de anticipación, dejando la mayor parte de sus pertenencias. Muriel viajó durante dos semanas con otras 18 personas en un camión a través de un territorio de bandidos sin ley, soportando considerables dificultades mientras cruzaban montañas de 3.000 metros. En un momento, el camión se atascó en un río. Se necesitaron 12 mulas y 30 personas para sacarlo. Estaba tan cubierto de barro, que hubo que limpiar todo y hubo que secar el motor antes de que el fiel “Chevy” pudiera continuar el viaje. Una vez que el camión se puso nuevamente en marcha, demoró 8 horas en recorrer los primeros 32 kilómetros, pues los caminos eran muy malos; guardias armados

los acompañaron a través de la tierra de bandidos. Entre las 19 personas del grupo había enfermos, y Muriel pasó mucho tiempo tratándolos. Estaba feliz de no haber dejado su maletín médico en Lanzhou. Su salud se vio afectada con esta prueba, y regresó a Australia para recuperarse, adonde llegó en septiembre de 1939.12 Ella escribió cartas describiendo su experiencia durante ese horroroso viaje, y su historia fue publicada en dos partes en el Boletín Australasiano.13 La Segunda Guerra Mundial hizo necesario que Muriel permaneciera en Australia.14 Sin embargo, Muriel quería regresar a China, y lo hizo en 1945.15 Muriel trabajó en China hasta 1949, cuando tuvo que salir nuevamente, ya que los comunistas tomaron el control del país. Durante esos cuatro años en Chunking, Muriel trabajó con el Dr. Harry Miller, que la hizo cuidar de líderes nacionales de China y sus familias, tales como madame Chiang Kai-Shek y otros prominentes ciudadanos que vinieron para ser tratados por él.16 Muriel se mudó a los Estados Unidos a fines de 1949 para continuar sus estudios de enfermería. Puesto que era improbable que algún día pudiera regresar a China, Muriel aceptó una invitación para trabajar como misionera en Malaui, África.17 Durante ese tiempo, trabajó en el hospital Malamulo, en la entonces Nyasalandia (hoy, Malaui), en África Central. Allí, Muriel se desempeñó como enfermera jefe y encargada del programa de entrenamiento de matronas de ese gran hospital (con 290 camas en aquel entonces).18

Vea inspiradoras historias sobre misioneros en m360.tv/missionary.

¡No se lo pierda! ¡Misión 360º TV lo lleva al frente misionero con sorprendentes historias de misioneros y plantadores de iglesias de todo el mundo! Véalas en m360.tv o en el canal ESPERANZA TV Horario de emisión de Misión 360º en el canal ESPERANZA TV en norteamérica

Lunes: 11:30 AM Martes: 12:30 PM Miércoles: 2:00 AM Sábado: 5:30 PM

Para más información, por favor visite hope.tv.org.

21


Pero, aunque Muriel disfrutó el tiempo que estuvo en África, su corazón todavía estaba en China, así que continuó su servicio en Formosa (Taiwán), a partir de febrero de 1955.19 Allí estuvo a cargo del programa de capacitación de enfermeras, en el hospital para el cual se destinó la ofrenda del decimotercer Sábado de fines de 1954.20 Más tarde en su vida, también trabajó como enfermera y maestra en Ohio, Estados Unidos, y en Hong Kong. Muriel Howe se retiró a Loma Linda, California, en 1976.21 Pasó los últimos meses de su vida, luego de un accidente cerebrovascular, en un hogar de reposo en Loma Linda atendido por dos jóvenes, ambas antiguas estudiantes de sus años en Taiwán. Falleció el 19 de agosto de 1992, y fue sepultada en Loma Linda.22 Años antes, en una radioemisora nacional de Australia, el periodista Frank Legge comentó acerca de Muriel Howe: “Ahora tenemos aquí a alguien que no es famosa, pero merece serlo. Ella es amada por todo tipo de personas desde el desierto de Gobi hasta los leprosos de África”.23

Ya está disponible en internet una nueva Enciclopedia de los Adventistas del Séptimo Día (ESDA, por sus siglas en inglés) en encyclopedia.adventist.org. Estrenada el 1 de julio por la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, la ESDA contiene más de 2.500 artículos sobre la historia y la estructura, cultura, teología, y más de la Iglesia Adventista del Séptimo Día alrededor del mundo. Incluye más de 4.500 fotografías y otros importantes documentos históricos. En el futuro se agregarán a la enciclopedia cientos de nuevos artículos y fotografías. La ESDA se basa en la experiencia de cientos de autores y editores de todo el mundo, de muchas culturas y etnias. Es una gran herramienta; no solo para aquellos que quieren aprender más de la Iglesia Adventista, sino también para quienes desean testificar a otros. La historia previa está basada en un artículo más largo de esta enciclopedia.

1. Wallsend, Nueva Gales del Sur, certificado de nacimiento, número de registro 9392/1908, Florence Muriel Howe, registro de nacimientos, muertes y matrimonios, https://familyhistory.bdm. nsw.gov.au/lifelink/familyhistory/search/res; Thomas J. Bradley, “Obituario de Francis Muriel Howe”, Boletín Australasiano, 14 de noviembre de 1992, 14. 2. C. M. G., “Ella merece ser famosa”, Boletín Australasiano e informe del mundo adventista, 14 de febrero de 1955, 3. 3. “Notas periodísticas A. M. C.”, Boletín Australasiano, 31 de octubre de 1932, 5. 4. G., “Merece ser famosa”, 3. 5. G., “Merece ser famosa”, 3. 6. G., “Merece ser famosa”, 3; Lynette J. Carrall a Lester Devine, 25 de agosto de 2013, Centro Patrimonial de la División del Pacífico Sur, Colegio de Educación Superior de Avondale, Cooranbong, Nueva Gales del Sur, Australia. 7. G., “Merece ser famosa”, 3, 4; véase también Robert R. Frame, “El superintendente de cuevas visita Avondale”, Boletín Australasiano, 23 de abril de 1934, 6. 8. “Señorita Muriel Howe . . . ”, Boletín Australasiano, 30 de abril de 1934, 8. 9. Muriel Howe, “En el Lejano Noroeste de China”, Boletín Australasiano, 30 de agosto de 1937, 6. 10. May Cole Kuhn, “Cómo llegó Muriel a China, parte 1”, Boletín Australasiano, 29 de marzo de 1937, 3; May Cole Kuhn, “Cómo llegó Muriel a China, parte 2”, Boletín Australasiano, 5 de abril de 1937, 3-4; [May Cole Kuhn,] “Cómo permaneció Muriel en China”, Boletín Australasiano, 17 de mayo de 1937, 5; May Cole Kuhn, “Cómo permaneció Muriel en China”, Boletín Australasiano, 24 de mayo de 1937, 3, 4. 11. Howe, “En el Lejano Noroeste”, 6. 12. “Un reciente arribo . . . ”, Boletín Australasiano, 9 de octubre de 1939, 8. 13. “Carta de la señorita Muriel Howe”, Boletín Australasiano, 10 de enero de 1938, 2, 3;“Carta de la señorita Muriel Howe, concluida”, Boletín Australasiano, 17 de enero de 1938, 2, 3. 14. “Señorita Muriel Howe . . . ”, Boletín Australasiano, 5 de febrero de 1940, 8. 15. “Camino a China . . .”, Boletín Australasiano, 18 de octubre de 1945, 16. 16. Thomas J. Bradley, “Obituario de Francis Muriel Howe”, Boletín Australasiano, 4 de noviembre de 1992, 14. 17. “De la correspondencia privada . . .”, Boletín Australasiano, 30 de julio de 1951, 8. 18. G., “Merece ser famosa”, 4. 19. “En ruta desde África . . . ”, Boletín Australasiano, 31 de enero de 1955, 8. 20. “En ruta desde África . . . ”, 8. 21. Helen Lee, “El Sanatorio y hospital de Taiwán abre sus puertas”, Boletín Australasiano e informe del mundo adventista, 27 de junio de 1955, 1, 2; Thomas J. Bradley, “Obituario de Francis Muriel Howe”, Boletín Australasiano, 14 de noviembre de 1992, 14. 22. Thomas J. Bradley, “Obituaro de Francis Muriel Howe”, Boletín Australasiano, 14 de noviembre de 1992, 14. 23. G., “Merece ser famosa”, 3, 4.

22


Estudie la Biblia como nunca antes! ¡Aprenda, desde la perspectiva judíoadventista, sobre la Palabra por medio de estos tres volúmenes de un nuevo conjunto de comentarios bíblicos del Centro Mundial de Amistad Judío-Adventista, uno de los centros de Misión Global! Cada volumen incluye comentarios sobre el texto del Pentateuco y porciones de los profetas, así como también el Nuevo Testamento en paralelo con el texto mosaico.

¡Busque “Richard Elofer” en Amazon!

23


Yo iré: el grito de la necesidad desesperada

V Beth Thomas es una escritora y editora independiente que vive en Estados Unidos junto a su esposo y sus dos hijos.

24

iaje conmigo, en su imaginación, a la antigua ciudad de Troas. Es medianoche. Completamente agotado por el difícil viaje, el apóstol Pablo duerme profundamente. De pronto, despierta sobresaltado. Se sienta y mira alrededor. Allí no hay nadie. ¿Fue solo un sueño?, se pregunta. Se acuesta nuevamente, intentando recobrar su interrumpido descanso, pero se le va el sueño. En lugar de eso, lucha con pensamientos que le dan vueltas sobre el sueño, su significado y qué acciones personales debe realizar. Hacía poco tiempo, Pablo había terminado su primer viaje misionero con Bernabé, a través de lo que hoy se conoce como el sur de Turquía. Al regreso de Pablo a Antioquía, los líderes de la naciente iglesia se dieron cuenta de que la herejía estaba progresando entre las congregaciones establecidas recientemente y le pidieron que volviera y alentara a los creyentes en la verdad. Puesto que Pablo y sus nuevos compañeros de viaje, Silas y Timoteo, iban de aldea en aldea a lo largo de la ruta ahora familiar para ellos, compartían tanto con judíos como con gentiles el bello mensaje de Jesús y su vida, muerte y resurrección; sus propios testimonios personales de cómo Él cambió sus vidas; y enseñanzas de las Escrituras. Como resultado de su labor, la Biblia dice que las iglesias eran “confirmadas en la fe, y aumentaban en número cada día” (Hechos 16:5, RVR1960).

Ahora, mientras Pablo dormía profundamente en Troas, repentinamente se le apareció un hombre en una visión. Sus súplicas interrumpieron el apacible sueño de Pablo: “¡Pasa a Macedonia y ayúdanos!” Estas palabras no eran una sugerencia, sino un desesperado pedido de ayuda, que no estaba en su plan original. ¿Sería que Dios estaba pidiendo a Pablo y a sus compañeros que cambiaran sus planes y llevaran el evangelio a un nuevo territorio, con nuevas personas, idiomas y costumbres y, ciertamente, nuevos desafíos? Mientras la Iglesia Adventista del Séptimo Día analiza su plan estratégico para los próximos cinco años, las palabras del hombre macedonio -cuyo nombre no se menciona- aún resuenan en nuestros oídos. Mientras, a veces, somos tentados a cubrir el mismo territorio, a recorrer los mismos caminos hacia los lugares conocidos donde la obra de Dios está firmemente establecida, el grito de la necesidad desesperada de los territorios donde no hemos entrado demanda nuestra atención. Hoy, el 41,6 por ciento de la población mundial se considera no alcanzada. Esto significa que no hay presencia cristiana y no hay recursos cristianos en esa zona. Otro 27,2 por ciento de la población mundial no es cristiana, pero tiene acceso a los recursos. Combinados, significa que casi el 70 por ciento todavía tiene que ser tocado por el mensaje de Jesús y Su amor.


El segundo objetivo del plan estratégico de la iglesia es “fortalecer y diversificar el alcance adventista en las grandes ciudades de la ventana 10/40, entre los grupos de personas no alcanzados y poco alcanzados, y a las religiones no cristianas”. Aunque la iglesia siempre ha puesto un énfasis estratégico en la misión, siempre hay espacio para mejoras y crecimiento. Lamentablemente, la tendencia en todo el mundo cristiano es que la mayoría de los recursos generados a través de los diezmos y las ofrendas se inviertan en territorios donde la obra de Dios está bien establecida, y no en los lugares más necesitados donde el evangelio todavía no ha entrado. Si somos sinceros, es más fácil para nosotros invertir recursos para fortalecer iglesias establecidas en lugares como Norteamérica o Sudamérica, o África subsahariana, mientras que lugares como el norte de África, el Medio Oriente y los países densamente poblados de Asia sufren por falta de apoyo financiero y físico. Este segundo objetivo nos saca de nuestra zona de confort y nos llama a abrir nueva obra entre los grupos de personas no alcanzados que todavía están esperando oír acerca de Jesús. Para determinar cuán exitosos somos en alcanzar esta meta, los líderes de la iglesia han establecido, con mucha oración, 11 indicadores clave de rendimiento (KPIs, por sus siglas en inglés), para ayudarnos a evaluar nuestro progreso en esta obra tan decisiva. Estos KPIs incluyen: plantar grupos de adoración, de creyentes, en cada país dentro de la ventana 10/40, donde actualmente no hay presencia adventista (KPI 2.1) establecer, por lo menos, un Centro de Influencia para atender las necesidades de las personas en áreas urbanas de un millón de habitantes o más (KPI 2.4) desafiar a cada una de las 13 divisiones de la Asociación General para que identifiquen a todas las poblaciones numerosas de inmigrantes y refugiados de sus territorios, y pongan en marcha iniciativas para alcanzarlos con el mensaje salvador de Jesús (KPI 2.7) desarrollar para cada asociación y misión un plan de cinco años para aumentar el número de escuelas primarias y secundarias, dando a más niños la oportunidad de recibir una educación cristocéntrica (KPI 2.10) Esta amplia serie de iniciativas aprovecha la energía y creatividad de los Centros Esperanza de Vida o los Centros de Influencia, que atienden a poblaciones urbanas a través de la educación para el bienestar y la salud física y espiritual; de los “fabricantes de tiendas” que, como Pablo, usan sus habilidades y actividades comerciales para vivir y trabajar en territorios no alcanzados, para encontrar nuevas personas para Jesús; y de otros

esfuerzos misioneros creativos en la línea frontal, que crean nuevas oportunidades para conectarse con personas que no han escuchado el mensaje del tiempo del fin, que Jesús desea que Su pueblo proclame al mundo. ¿Cómo respondió Pablo a la visión? La Biblia nos dice que él y Silas zarparon inmediatamente desde Troas, con destino a Macedonia. Llegaron a Filipos, la capital, y se quedaron varios días. Un Sábado de mañana, descendieron al río, donde se reunía un pequeño grupo de personas para orar. Allí conocieron a Lidia, una mujer que tenía medios e influencia. Como Dios abrió su corazón al mensaje del evangelio que compartió Pablo, Lidia aceptó el mensaje, y ella y toda su familia fueron bautizados. ¿Qué habría ocurrido si Pablo hubiese desechado el llamado macedónico? Lidia podría no haber escuchado nunca el mensaje de Jesús y Su poder, que cambió su vida, y se habría retrasado el crecimiento de la iglesia incipiente en esa región. Así que, ¿qué papel jugará Ud. en esta valiente iniciativa Yo Iré? ¿Consideraría, en oración, cómo puede conectarse con otras personas en su comunidad? Ud. no tiene que viajar al extranjero. Hay muchos inmigrantes en su vecindario, que provienen de países no cristianos. ¡Ud. puede descubrir formas creativas de alcanzarlos! Puede apoyar la educación cristiana para que los jóvenes de todo el mundo tengan la oportunidad de conocer a Jesús en un ambiente seguro. Puede asignar sus ofrendas a ministerios urbanos; para la ventana 10/40 de Misión Global; a los misioneros de las líneas frontales que van a regiones oscuras, donde no hemos entrado. ¿Ud. tiene un negocio o una empresa? Puede usar esas habilidades para emprender una nueva aventura con Jesús, tocando vidas para la eternidad. Tal como lo hizo con Pablo, el Espíritu Santo interrumpirá nuestros planes, colocará una carga sobre nuestros hombros, y nos ayudará a reorientar nuestras energías para bendecir a la personas que podríamos estar pasando por alto. Cuando Él llame, ¿estará Ud. tan dispuesto como Pablo a responder a Su llamado? Por la gracia de Dios responderemos Yo iré. Si desea más información respecto del plan estratégico Yo iré, visite IWillGo2020.org/es. Los siguientes recursos también le pueden ser útiles: Sitio, en internet, de Misión Global: gm.adventistmission.org Sitio, en internet, de Misión para las ciudades: missiontothecities.org Sitio, en internet, de los Centros Urbanos de Influencia: urbancenters.org Adaptado con permiso de la Red de Noticias Adventistas.

25


BRASIL

Un pájaro y una semilla

E Liliana Bruna Sarmento trabajó como voluntaria de Un Año en Misión en su estado natal: Paraná, Brasil.

26

l 2016 me uní a un proyecto llamado Un Año en Misión (OYiM, por sus siglas en inglés), y fui a trabajar en un pueblo llamado Itambé, ubicado en el estado de Paraná, al sur de Brasil. ¡Fue una experiencia maravillosa! También fue la oportunidad perfecta para que Dios cambiara mi vida y mi forma de ver muchas cosas. A veces las personas piensan que, estando involucrados en la obra misionera, la vida de las personas cambia por el simple hecho de estar ahí, pero ese no es el caso. La vida de un misionero cambia solo si él está dispuesto a cambiar. La lucha espiritual es intensa y uno puede ver claramente la batalla a su alrededor. Yo creo que es una de las mejores cosas del trabajo misionero porque, en proporción a los ataques del diablo, sientes que Dios te está cuidando. Él hizo cosas maravillosas para ayudarme a alcanzar a las personas, como las de la historia que estoy a punto de compartir. Cada mañana, nuestro líder de OYiM –Silviocompartía con nosotros hermosos e inspiradores pensamientos devocionales. También nos asignaba algunas tareas, como hacer el bien a otros, no usar nuestros celulares durante un día, visitar a alguien, y orar con un desconocido. Un día, a mi compañero de misión, Thallis, y a mí, se nos asignó la tarea de hacer, deliberadamente, algo bueno por alguien. Mientras conducíamos nuestras bicicletas por el pueblo, para visitar un vecindario muy particular, pensábamos cómo podríamos cumplir nuestra tarea. Entonces, mientras pasábamos por la plaza principal del pueblo, notamos que en el suelo había un pequeño pajarillo. Se había caído de un árbol alto, y nos detuvimos para ver si podíamos ayudarlo. Thallis trepó por el árbol y devolvió el polluelo a su nido. Pero, luego, él no pudo bajar. ¿Qué vamos a hacer?, preguntó. No tuvimos que esperar mucho, ya que los dueños de las propiedades cercanas habían estado mirándonos y llegaron con una escala. Thallis se sintió aliviado, ¡pero yo no pude evitar reírme de lo que le había sucedido! Debido a esta experiencia, comenzamos a conversar con las personas y desarrollamos una linda amistad con ellas. Después de unas pocas visitas, comenzamos a estudiar la Biblia con toda la familia: padre, madre, dos hijos, ¡e incluso una

abuela! ¿No es maravilloso cómo trabaja Dios? Y todo porque nos detuvimos a ayudar a un pajarito. La familia no llegó a bautizarse mientras estábamos allí, pero la semilla fue plantada en sus corazones y, quizás, algún día tendremos una hermosa reunión en el Cielo. Si tienes miedo, o estás lleno de dudas porque no sabes cómo alcanzar a las personas, no te preocupes. Solo ponte en las manos de Dios. Él te dará una oportunidad inesperada, quizás usando un pajarito, un gato, un perro, ¡o algo aún más sorprendente!

Un Año en Misión Un Año en Misión (OYiM, por sus siglas en inglés), es un movimiento misionero urbano de adultos jóvenes, diseñado para llevar el mensaje de los Tres Ángeles a las ciudades del mundo. Equipos de gente joven (mayores de 18 años), trabajan un año completo mezclándose con las personas, supliendo sus necesidades, engrandeciendo a Jesús, haciendo discípulos, e invitando a las personas a ser parte de la familia de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. ¿Está Dios llamándote para ser parte de OYiM? ¡Conoce más en https://youth.adventist.org/OYIM! Más historias de Un Año en Misión en m360.tv/oyim.

Si le interesa ser un voluntario, visite AdventistVolunteers.org. Vea historias en video sobre misioneros del Servicio Voluntario Adventista en m30.tv/avs.


¿Ya buscó en la aplicación issuu? Encuentre ediciones anteriores de Misión 360º.

27


FILIPINAS

Mujer en misión

A

imee y sus colaboradores, Eunice y Ralph, salieron al amanecer de la oficina de ADRA de Filipinas para comenzar un arduo día de trabajo. Aunque todavía era temprano, el sol tropical atravesaba la piel de Aimee y le hacía añorar un baño fresco. Pero esa no era una opción. Cerca, había un grupo de personas con hambre que esperaban sus bolsas de arroz. Dos meses antes, el volcán Taal -inactivo durante 43 años- hizo erupción con furia, lanzando al aire gases venenosos, rocas y ceniza, a más de 14 kilómetros de altura. Miles huyeron de sus hogares buscando refugio en los centros de evacuación, donde permanecieron por semanas. Para ayudarlos a estar más cómodos, ADRA entregó esteras de paja, mosquiteros y sábanas para los evacuados. También les entregó dinero para ayudar a reconstruir sus vidas una vez que pudieran irse de allí. Como directora de Relaciones Públicas y administradora, Aimee ha pasado horas con los evacuados. Cuánta compasión sentía por los mayores, comúnmente llamados lola y lolo (abuela y abuelo), que apenas podían caminar, pero de alguna manera habían huido de la ceniza que caía. Ella había escuchado a muchas personas compartir sus historias de cómo escaparon, y sus preocupaciones acerca de cómo se podrían recuperar. Aquellos fueron días largos, cuando el sueño solo llegó como producto del agotamiento. ¡Luego golpeó el COVID-19! Un día, mientras el equipo de ADRA distribuía suministros de emergencia a quienes los necesitaban, Aimee buscó entre la multitud algún rostro sonriente; alguien que pudiera estar dispuesto a conceder una entrevista. Vio a dos mujeres que parecían tranquilas y felices, y decidió acercarse a ellas. Una de las mujeres, llamada Elsie, le contó a Aimee que un amable vecino los había traído a ella y a sus dos hijos al centro de evacuación el día de la erupción. Aunque ella estaba muy asustada, tuvo la presencia de ánimo para empacar ropa para sus hijos y una Biblia. Mientras Elsie compartía su experiencia, Aimee se dio cuenta de que había algo 28

1

2

diferente en ella: sus ojos no tenían indicios de la desesperación que tortura a muchas personas durante eventos catastróficos. “Señora, ¿puede Ud. decirme cómo le ha afectado el COVID-19?”, preguntó Aimee. Elsie sonrió. Estaba feliz de compartir su fe. “Honestamente, si Ud. cree en Dios”, dijo, “Ud. se siente tranquila. Aunque no pueda trabajar. Si Ud. ha puesto su fe en Dios, sus cargas se sentirán más livianas”. Otros habían expresado opiniones contrarias. De hecho, una mujer le dijo a Aimee que el COVID-19 era peor que la erupción volcánica. Por lo menos habían podido huir de la ceniza volcánica, pero ahora estaban en cuarentena, sin poder ir a ninguna parte. “También les dije a mis hijos que, mientras nos aferremos al Señor, Él no permitirá que pasemos hambre”, agregó Elsie. “Y el Señor nos cuidó”. Aimee no pudo evitar pensar en todos los alimentos que ha entregado ADRA durante la

Crystal Earnhardt es una escritora de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA internacional).


erupción y la pandemia. Dios ha motivado a personas de todo el mundo a dar para que otros puedan comer. Elsie, entonces, contó que había nuevos creyentes en su ciudad que no podían asistir a la iglesia debido a la pandemia. Para llenar el vacío, ella los invitó a su casa para adorar. Después de los servicios religiosos, ella pasó tiempo ayudando a los niños a aprender a leer y a comprender la Biblia. Aimee notó que, en lugar de quejarse por sus 3 propias dificultades, Elsie escogió enfocarse en la salvación de otros. De pronto, escuchar la historia de Elsie hizo que el mundo pareciera un lugar más feliz para Aimee y reafirmó su vocación. Al trabajar para ADRA, ella estaba siendo las manos y los pies de Jesús; alimentando al que tiene hambre, vistiendo al desnudo y dando al pobre.

1

Aimee en el trabajo.

2 Elsie. 3

Bolsas de alimentos distribuidas por ADRA y los Servicios Comunitarios Adventistas a las familias de Filipinas.

4

Erupción del volcán Taal, ocurrida el 12 de enero de 2020.

La Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA), es la organización humanitaria mundial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. A través de una red internacional, ADRA entrega recursos y asistencia a personas de más de 118 países. La respuesta de ADRA, durante la erupción volcánica y el COVID-19 en Filipinas, incluyó la distribución de 1.192 conjuntos de cama, dinero, y 56,2 toneladas de arroz, así como también 2.360 barras de jabón, 1.180 litros de desinfectante, y 272 galones de alcohol para prevenir la propagación de la infección. ADRA entregó una tienda de triage1 al Hospital Adventista de la ciudad de Santiago, y produjo materiales para crear conciencia respecto del COVID-19. También ayudó a Salud Adventista a adquirir 11.000 mascarillas quirúrgicas para los seis hospitales adventistas de Filipinas. Para conocer más acerca de ADRA, visite ADRA.org. Para ver historias misioneras de ADRA, visite m360.tv/adra. ¡Gracias por apoyar a ADRA por medio de sus ofrendas para el Presupuesto Mundial!

4

1 Triage o triaje: una norma internacional que permite clasificar objetivamente a los pacientes de acuerdo a su riesgo y gravedad, para así priorizar correctamente las atenciones.

29


SUR DE ASIA

Historia por Andrew McChesney, oficina de Misión Adventista

No hay tiempo para los juguetes

Animación por Diogo Godoy

C

uando Rishon y su familia se mudaron desde una gran ciudad a una casa pequeña en las montañas, sus padres conversaron con él acerca de deshacerse de algunos de sus muchos juguetes. “No necesitas tener todos esos juguetes grandes”, le dijo su papá. “Vas a estar muy ocupado haciendo otras cosas en lugar de jugar con ellos”. “Los niños del pueblo son pobres y no tienen lindos juguetes como tú”, dijo la mamá. ¿Por qué no les regalas tus juguetes grandes?”

Rishon era un muchacho obediente, y no le importó regalar sus juguetes grandes. Los regaló a niños y niñas del pueblo, que estuvieron felices de recibir los regalos. A Rishon le hizo feliz ver su alegría, y se sintió muy bien haciendo algo bueno por otros.

Con el correr de los días, Rishon vio que su papá y su mamá tenían razón. Él estaba muy ocupado. Estudiaba en su casa y, cuando no estaba estudiando, trabajaba en el huerto familiar plantando, quitando maleza y cosechando maíz, patatas y otros vegetales. También pasaba parte de cada día memorizando versículos bíblicos. Se dio cuenta de que no tenía tiempo para jugar, ni siquiera con sus juguetes pequeños, así que los regaló a algunos niños del pueblo. 30


Los niños pronto se hicieron amigos de Rishon. Al principio les gustó porque les daba regalos. Pero luego lo conocieron y vieron que era un niño amable y gentil. Les gustaba visitar a Rishon en su casa. A Rishon le gustaba jugar con los chicos. A veces jugaban con los juguetes que habían sido de Rishon. Pero la mayor parte del tiempo jugaban a la iglesia.

Veamos: los niños no eran cristianos y sus padres no eran cristianos. No sabían nada acerca de Dios como creador del mundo, o de Jesús muriendo por los pecados de la gente. No sabían nada acerca de orar a Dios. Pero jugando a la iglesia, Rishon les enseño a los niños sobre Jesús y les contó historias acerca de personajes bíblicos. Les habló de Jesús muriendo en la cruz para dar vida eterna a todo aquel que cree en Él. Los invitó a orar a Jesús y les mostró cómo hacerlo. “Querido Dios”, dijo. “Gracias por ser nuestro mejor amigo. Por favor, danos un corazón de amor para amarte a ti y a los demás. En el nombre de Jesús, amén”.

¡Ud. también puede ayudar a que la iglesia de Dios crezca! ¿Sabía Ud. que nuestra iglesia tiene un grupo especial de misioneros que establecen nuevas iglesias tal como lo hizo Rishon? Se llaman pioneros de Misión Global. Ellos comparten el amor de Dios con aquellos que no lo conocen y les ayudan a convertirse en seguidores de Jesús. Para leer más historias sorprendentes acerca de pioneros, visite Global-Mission.org. Por favor, ¡ore por ellos y apoye su ministerio en Global-Mission.org/giving! Los otros niños comenzaron a copiar las oraciones de Rishon, y les contaron a sus padres sobre las historias bíblicas. Entonces, algunos padres pidieron a los padres de Rishon que les enseñaran más sobre Jesús. Ahora Rishon no tenía mucho tiempo para jugar con los juguetes que le quedaban. Estaba demasiado ocupado siendo un misionero para Jesús y ayudando a la iglesia de Dios a crecer.

Más historias de Misión Adventista para niños La versión más larga de esta historia, y otras como esta, se puede encontrar en la revista Misión Adventista para niños (también conocida como Informe Misionero) en AdventistMission.org/mission-quarterlies.

¡Vea esta historia en m360. tv/2048! Rishon y sus padres

31


Non Profit Organization U. S. Postage

Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día 12501 Old Columbia Pike Silver Spring, MD 20904

PAID

Nampa, ID Permit No. 66

¿Alguna vez ha pensado en hacer un donativo planificado para la Misión Global de Dios, que se seguirá entregando por años cuando Ud. ya no esté?

C

uando Ud. deja establecido un Donativo Planificado para beneficiar a Misión Global, su aporte tendrá un impacto creciente en las vidas de personas no alcanzadas en ciudades, pueblos y aldeas que todavía necesitan oír acerca de Jesús.

A

sí que si Ud. está revisando su Plan de Ahorro para Jubilación o escogiendo su anualidad, ahora es un gran momento para invertir en el futuro de la Iglesia Adventista del Séptimo Día a través del Donativo Planificado para Misión Global

Por favor, considere en oración si Dios lo está llamando para hacer un Donativo Planificado para apoyar la obra de los pioneros de Misión Global. Ud. puede agregar una provisión en su testamento para dejar una parte de su patrimonio a Misión Global, dirigiéndolo a “Adonde más se necesite”. ¿Tiene preguntas acerca de Misión Global? Llame al 800-648-5824. ¿Listo para hablar con un Director de Donaciones Planificadas y Servicios Fiduciarios? Contáctenos en Misión Global, 12501 Old Columbia Pike, Silver Spring, MD 20904.

IGLESIA ADVENTISTA DEL SÉPTIMO DÍA. 12501 OLD COLUMBIA PIKE, SILVER SPRING, MD 20904


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.