Contenido
Diciembre 2022
Conclusiones
María Isabel Crespo de Lebed
La Conquista de la Paz Interior según Cristo y los grandes Maestros P. 05
Centro Quito
Cristo y su herencia de paz al mundo P. 09
Centro Cuenca
Mahatma Gandhi, el apóstol de la no violencia P. 21
Grupo Santo Domingo
San Francisco, modelo de sintonía perfecta con la creación P. 33
Centro Panamá
Swami Vivekananda
El mensaje del hermano universal P. 47
Centro Guayaquil
PARAMAHANSA YOGANANDA
El poder transformador de la Paz P. 61
Centro Chile
Padre César A. Dávila G.
La oración silente, camino de paz interior P. 75
Director/Fundador César A. Dávila G.
Director Ángel Ledesma Ginatta
Editor
Ángel Ledesma Ginatta
Colaboración
María Isabel de Lebed Blanca Paez Nelly Romo Patricia Arellano Marcelo Jaramillo Myriam Dávila Rogelio Solis Nelly Rodríguez Kleber Orellana Karyna Vargas Ximena Chávez Carmen Yáñez Daniza Vuskovic María Beatriz Chávez y otros
Diagramación y realización Washington Moreno B.
Los artículos publicados en la revista digital Yoga y Cristianismo han sido aprobados y revisados, pero son responsabilidad de cada autor.
AEA Guayaquil
Editorial
Queridos lectores hemos preparado esta edición número 23, sobre el tema de la Quincuagésima Convención Nacional e Internacional de Asociación Escuela de Auto-Realización: “La Conquista de la paz interior según Cristo y los grandes Maestros”.
El Centro de Quito supo presentar La Paz que enseñó Jesús el Hijo de Dios, la Segunda Persona de nuestra augusta Trinidad.
El Centro de Cuenca, presentó las enseñanzas sobre la Paz Activa de Mahatma Gandhi, el Apóstol de la Paz del siglo XX.
Grupo de Santo Domingo trabajó sobre el modelo perfecto de sintonía con Dios y la naturaleza según la excelsa vida de San Francisco de Asís, el Poverello que vivió un romance cósmico y universal con El Señor y la Creación.
Centro de Panamá nos regaló con la presentación del Swami Vivekananda, el Hermano Universal. Primer emisario de la India milenaria a Occidente. Brilló en el I Parlamento de las Religiones celebrado en Chicago en octubre de 1893.
El Centro de Guayaquil, nos presentó a las enseñanzas de Paramahansa Yogananda, adalid espiritual del siglo XX,
cuya máxima: “Serenamente activos y activamente serenos”, solo puede surgir y entenderse a partir de una comunión diaria con Dios que se extiende a todas nuestras actividades.
El Centro de Chile le tocó estudiar y presentar las enseñanzas de nuestro fundador y maestro espiritual, “Padre César A. Dávila G.”.
Basándose en las enseñanzas de Cristo Jesús, nos enseñó que hay tres reglas de oro, para conquistar la Paz interior:
La primera es todos los días al iniciar nuestra mañana con la meditación, “Buscar primeramente el Reino de Dios y su justicia y todo lo demás vendrá por añadidura”.
“El Reino de Dios está dentro de nosotros”.
La oración profunda nace cuando “Cerramos nuestras puertas y oramos en silencio a nuestro Padre Dios, y ÉL que ve en secreto nos recompensará”.
La Paz interior que se transmite a los seres que nos rodean es fruto del Amor que viene de Dios, y transformándonos se expresa transformando la sociedad.
Que estas reflexiones y trabajos sobre “la paz interior” enriquezcan a nuestros lectores, y en el nombre Dios, dé abundantes frutos.
Ángel A. Ledesma Ginatta
L Convención AEA
Baños de Agua Santa – Noviembre 3 al 5, 2022
La conquista de la Paz interior según Cristo y los grandes Maestros
Conclusiones
La paz, como fruto de la unión con Dios, fue elegida como tema de nuestra Convención al celebrar la Asociación Escuela de Auto-Realización (AEA) 50 años de haber sido fundada por nuestro amado maestro espiritual, el Padre César A. Dávila G.
Nos congregamos para ahondar en la herencia bendita de la paz que nos dejó Jesús para que aprendamos a vivir como hermanos en este mundo, hoy nuevamente atribulado por la guerra y otras formas de violencia que amenazan a la fraternidad entre los pueblos.
Así cada Centro ha presentado su ofrenda, a la luz de Cristo y grandes maestros espirituales de Oriente y Occidente que nos señalan el camino para conquistar la paz interior e irradiarla al mundo como instrumentos de Dios, nuestro Padre. Hemos invocado su guía para que el mundo aprenda a vivir en armonía.
Alrededor del gran tema de la paz nos hemos encontrado nuevamente en nuestro añorado Ashram de Baños, enlazados también con más participantes que se conectaron en modo virtual desde otras latitudes, vibrando todos en un solo ser.
El CENTRO DE QUITO abrió nuestra Quincuagésima Convención, recordándonos el mensaje de Jesús sobre la paz. Y lo hizo recorriendo los Evangelios con la mirada espiritual que se despierta en el corazón de quien medita. Así podemos comprender cómo ser fuentes de esa paz que nos trajo Jesús, desde el momento de su nacimiento hasta su Resurrección.
Sabemos que la paz de Jesús es duradera y está siempre dentro de nosotros. La paz de Jesús es la paz del corazón basada en el conocimiento íntimo de Dios y nuestra relación con Él para vencer al mundo desde el poder que viene de lo Alto.
La paz es el regalo de Cristo, una gracia Divina, la herencia bendita que nos ha sido concedida en nuestra condición de hijos de Dios. Sin embargo de ello, sabemos también que está en cada uno hacer que este don se mantenga vivo.
“La paz es hija del amor” nos enseñó el P. Dávila. Recordemos entonces que donde hay amor hay paz.
Que la paz interior nos acompañe siempre y que su poder se extienda a todos los actos de nuestra vida, como lo hizo nuestro bendito Señor Jesu-
Conclusiones
cristo.
El CENTRO DE CUENCA nos llevó conocer más al Yogui de la Paz, Mahatma Gandhi. Un aporte para comprender a profundidad el principio de la no violencia que él mismo encarnó: Ahimsa, el secreto para vencer al adversario con la ley del Amor.
Gandhi enseñó que el hombre espiritual debe aspirar al ideal que propugna la religión de la no violencia, la cual sirve para purificar el espíritu. Y propugnó que la resistencia pacífica es una espada poderosa para doblegar el odio, el rencor y vencer al mal.
Todo parte de reformarnos primero para desarrollar la fuerza invisible del alma que hace brillar la justicia y permite la conquista de los ideales más nobles combatiendo al mal con las herramientas del bien.
Gandhi demostró que el trabajo y la oración son una sola cosa si deseamos unir a todos los hombres por medio de la práctica consciente de Karma yoga y Bhakti yoga.
Gandhi aseguró que el poder que emana de Ahimsa puede ser mayor al que contiene una bomba atómica. Y enseñó que mediante la práctica de la no violencia, el hombre puede volver a su destino (Dios) e irradiar la fuerza de la paz.
De Gandhi destacamos también que la base de su liderazgo político fue su inamovible dedicación espiritual a Dios, en sintonía con la línea Crística.
Gandhi llegó a escuchar la voz de Dios, una Gracia que se manifiesta a través de la Meditación para obtener conciencia del poder transformador del amor y conquistar la paz interior.
Este es el ejemplo de quien aseguró no recordar un solo momento de su vida en que no haya sentido la presencia de Dios dentro de su ser.
Meditemos para lograr esta conciencia de que somos hijos de Dios y que debemos transitar por el camino de la paz, como lo hizo posible Gandhi, el Apóstol de la no violencia.
El GRUPO DE SANTO DOMINGO nos adentró en el modelo de sintonía perfecta con la Creación representado por San Francisco de Asís.
Francisco proyecta el amor de Dios como un fuego infinito que abraza a todas las criaturas vivientes. Es también, un ejemplo pleno de la renunciación a lo material para vivir el mensaje del Evangelio en la opción de ver el rostro Divino en los desposeídos y los enfermos.
El retiro y la oración le permiten a Francisco ver la grandeza de Dios en el sol y las estrellas, en total armonía con el Infinito, asimilando el Tú y yo somos Uno.
Para Francisco, Dios es una realidad viviente, una inmanencia, un evangelio viviente, una visión beatífica revelada en la contemplación y la alabanza cantada al Padre Celestial junto a todas sus criaturas.
Francisco es modelo de unidad con la Creación, en una visión concedida por la Gracia de Dios en perfecta identificación con la humildad y el amor de Cristo.
En este ser iluminado, cuyos innumerables prodigios dieron testimonio de su sintonía con la Divinidad, encontramos a uno de los más grandes santos de la Iglesia, a un maestro incomparable, ejemplo del desapego, a un verdadero sannyasin cristiano.
Su luz interior, producto del éxtasis de la contemplación, le permitió ver el orden Divino, agradecer a Dios, alabar a la Creación en su infinitud de formas vivientes y practicar la hermandad con todos los seres. Francisco vivió en Dios y Dios vivió en Francisco, en una comunión vivencial.
Su oración es un llamado a cultivar la vida interior: “Ninguna otra cosa queremos sino nuestro Creador, Redentor y Salvador. Honremos, adoremos, sirvamos, alabemos y demos gracias al Altísimo y Sumo Dios Eterno, Padre, Hijo y Espíritu Santo.”
El Padre César Dávila lo definió en estos términos: “San Francisco es el hermano cósmico, que conoció y vivió a Dios con intensidad profunda… Su obra continuará dando frutos porque el Evangelio es su espíritu y vida”. “… Francisco es un santo para todos los tiempos”. “… El hombre está llamado a vivir en comunión vivencial con Dios. Esto depende del sí que cada uno dé al llamado del Señor a ser perfectos como lo es el Padre Celestial.”
Que sigamos el ejemplo del Santo de Asís -nuestro Patrono- en la hermana vida y en la hermana muerte, procurando alcanzar esa comunión perfecta con Cristo, los seres y las cosas.
Con el CENTRO DE PANAMÁ volvimos la mirada a Oriente para encontrarnos con el primer emisario de la India y el yoga a Occidente: Swami Vivekananda, el Hermano Universal.
América fue bendecida con el mensaje del discípulo enviado por el gran yogui Ramakrishna al Primer Parlamento Mundial de Religiones celebrado en Chicago en 1893, donde Vivekananda destacó con seis inspirados y memorables discursos.
Vivekananda fue un espíritu realizado que vino al mundo para trabajar como monje renunciante en un peregrinaje destinado a abogar por la hermandad universal en Dios.
Fundó la Misión Ramakrishna, impulsó el estudio de los sagrados Vedas y se destacó como un yogui amante de la humanidad. Nació de la madre de todas las religiones pero impulsó la necesidad de un solo credo para servir a la Divinidad sin fanatismos ni intolerancias.
Santidad, pureza, caridad, armonía, paz y no di-
sensión, son algunos los principios que propugna el gran Vivekananda, abogando por el fin de las luchas religiosas.
Este avanzado yogui identifica los aspectos comunes de cada religión, cada una ellas -dijopresenta sus propias doctrinas, ritos y símbolos. Al tiempo que propone el ideal de una religión universal basada en reconocer la variedad en la unidad, identificando entre los distintos credos el lazo común del Amor que los hacer converger en un solo centro.
Swami Vivekananda enseña que hay que trabajar en la conquista de un equilibrio armonioso. Para ello, señala en camino del yoga. Al respecto afirma que los elementos del yoga son capaces de complementar la práctica de cualquier religión y facilitan al devoto alcanzar la realización espiritual de su ser.
Vivekananda fue, por tanto, un pionero del contacto entre las religiones, necesidad imperiosa del mundo de hoy para hermanar a las naciones y a las personas en la edificación de una cultura de paz basada en la fe en un solo Dios.
El CENTRO DE GUAYAQUIL nos habló del poder transformador de la paz según el maestro Paramahansa Yogananda.
El gran yogui nos enseña a ser serenamente activos y activamente serenos, asegurándonos que es así como se puede obtener la dicha Suprema.
Yogananda enseña que adquirir la serenidad en Dios en lo profundo de la Meditación y mantener la paz interior aseguran la felicidad más allá de los deseos mundanos. Para lograrlo, invita a buscar el silencio y la quietud, a identificarse con la cualidad Divina de la paz, garantizándole al devoto que esto le ayudará en todos los momentos de su vida.
El maestro hace entonces un llamado a experimentar una gran calma en la morada interior, donde radica la paz permanente que anhelamos.
Conclusiones
También señala que la cualidad divina de la paz -SHANTI- es un poderoso escudo contra las emociones violentas, y que ponerla en práctica asegura una visión ecuánime de las circunstancias y permite gozar del reino interior.
Este yogui realizado también sintoniza con las bienaventuranzas de Cristo para que todos nos convirtamos en hacedores de paz, alcanzando un corazón puro y capaz de irradiar serenidad como producto de una constante relación con la fuente universal de la paz de Dios.
Para Yogananda la paz es la primera manifestación de Dios en la Meditación. Esta práctica despierta nuestra conciencia espiritual y nos facilita sintonizar con la presencia Divina, pues somos espíritus que debemos retornar a Él, de donde venimos.
El Padre César Dávila distinguió en Paramahansa Yogananda “esa luz que dimana Oriente para enseñar la Meditación como sendero de la realización espiritual”.
Para finalizar nuestro encuentro, el CENTRO DE CHILE resaltó el valor de la Oración Silente como camino de paz interior, conforme las enseñanzas de nuestro Fundador y Guía Espiritual.
La paz -se manifestó- es el mayor don que se puede recibir de Dios. La paz verdadera reina en el corazón del que vive en armonía con las leyes Divinas.
Ahondamos en el significado de las enseñanzas de nuestro gurú, quien como un verdadero Apóstol de la Meditación nos invita a vivir absolutamente libres para buscar y encontrar el Reino de Dios dentro de nosotros a través de la práctica contemplativa.
Buscar primero a Dios es una máxima de Cristo que el Padre César Dávila pregonó tantas veces, habiendo constatado por sí mismo que allí radi-
ca el secreto para encontrar la bienaventuranza.
Él también nos invita a ser constructores de paz actuando en armonía con Dios, ya que dando paso a la presencia Divina es que podemos desarrollar nuestra conciencia espiritual y transformarnos en seres de paz, teniendo a Cristo como vehículo del Padre.
Para el Padre Dávila quien obtiene un estado de paz experimenta ser parte de una sinfonía. De ahí su recomendación: Tenemos que estar afinados para poder vibrar en la sinfonía del Universo.
Recordemos, no hay la paz verdadera si no hay una comunión con Dios. Por eso el Padre Dávila nos invita a no descuidar este momento tan importante de ir al diario encuentro de Dios en el sagrado lugar del Silencio y sentir su manifestación de luz, poder, amor, sabiduría y bendiciones. El silencio -anota- es el idioma de Dios. Y destaca que Jesús vino también a dar testimonio del Silencio.
Tengamos presente buscar siempre la soledad para permanecer centrados en Dios y levantar los velos que nos ocultan del mundo trascendente. Es necesario entonces, entrar en el silencio todos los días durante algún tiempo para entrar en nuestro templo interior, donde Él habita. Allí encontraremos serenidad y haremos vida el mensaje que el Príncipe de la Paz -Cristo Jesústrajo al mundo, convirtiéndonos también en heraldos de paz.
“Solo así esta humanidad podrá ser distinta”, advierte amorosamente nuestro Fundador y Guía Espiritual, junto al fervoroso llamado con el cual continúa tocando nuestras conciencias desde la Eternidad: “Medita, medita, medita”.
Om, Shanti, Om.
Centro de Quito
Cristo y su herencia de paz al mundo
INTRODUCCIÓN
• “Es un don divino
• Es el mayor don que recibe el hombre
• Es el fruto maduro del espíritu de Dios, es orden, armonía, silencio” (Legado Divino, Padre César Dávila).
• Es fruto de la perfecta sintonía de la conciencia, de la mente, de la voluntad del alma y del espíritu del hombre con Dios.
• Este es el mensaje de Jesucristo.
• Están recogidos en los evangelios.
• Vamos a realizar un recorrido profundo por algunas de las enseñanzas de Jesús sobre la paz.
• No va a ser un recorrido académico o intelectual.
• Va a ser un repaso desde el corazón y la intuición.
• Gracias a la meditación que nos enseñó el Padre Dávila.
Centro Quito
• La comunión íntima con Él en la oración, en la MEDITACIÓN sentimos lo que es esta PAZ del alma.
• En este mundo de agitación social, política y religiosa, necesitas tener PAZ INTERIOR duradera.
• Ésta nos da Jesucristo.
• Si confiamos en Él con fe, podemos sentir paz en cualquier circunstancia ya que ésta, sobrepasa la paz externa.
• La paz de Cristo es una paz distinta, a la paz que reina entre los hombres.
Objetivos:
• Despertar nuestra inquietud sobre la paz de los evangelios.
• Alimentar nuestra alma con el significado espiritual de la Palabra.
• Aplicar a nuestra vida lo que representa y simboliza la paz de Jesús.
• Ser fuentes de paz.
MENSAJE DE JESÚS SOBRE LA PAZ
Podemos decir que el mensaje de Jesús sobre la paz está presente en el evangelio desde el mismo momento de su nacimiento, cuando los ángeles cantaron “Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad” (Lucas 2,14).
Este es un anuncio de paz que lo encontramos hasta después de su muerte física y resurrección cuando se presentó a sus discípulos y les dijo “Paz a vosotros” (Juan 20,19).
De entre los múltiples pasajes en el Nuevo Testamento, vamos a recorrer cuatro que representan muy bien a esta buena nueva de paz que nos
dejó Jesús.
Mateo 5,9 “Bienaventurados los pacificadores” Juan 14,27 “La paz os dejo, mi paz os doy” Juan 16,33 “en mi tengáis paz” Juan 20,19 “Paz a vosotros”
Y vamos a realizar este recuento tomando en cuenta lo dicho por nuestro maestro, el Padre Dávila, quien estudió más a fondo esta y muchas otras temáticas, pero tratando de no repetir ciegamente sus textos sino más bien desarrollando el contenido desde nuestro propio entendimiento y confiando en la gracia que recibimos a través de la meditación, piedra angular del legado del Padre Dávila.
“BIENAVENTURADOS LOS PACIFICADORES”
“Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios”.
(Mateo 5,9)
Una bienaventuranza = fortuna felicidad, que nos invita a reflexionar sobre el significado de la palabra pacificador, entendiéndose por tal a un mediador o alguien que trabaja en la resolución de conflictos, en un sentido más espiritual es aquella persona que no se limita a la búsqueda
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de su paz interior personal, sino que provista de un enorme deseo de justicia busca alcanzar un mundo más igualitario en el que la paz sea para con todos.
He aquí una pequeña guía que podría ayudarnos en este camino basada en las enseñanzas del gran maestro Jesús y sus discípulos:
• Glorificar a Dios.
• Ser agradable al Señor, sea cual sea la actividad que realicemos hacerla con amor dando nuestro mejor esfuerzo.
• Asumir nuestra responsabilidad en el conflicto.
• No enfocarnos en lo que hizo el otro para justificar nuestro proceder.
A lo largo de nuestra historia son muchas las injusticias de las que han sido y aún siguen siendo víctimas nuestros hermanos en todas las partes del mundo, injusticias respaldadas por leyes creadas por grupos de poder, cuya desobediencia implica un castigo a quién la infringe a vista y paciencia de todos y es en este escenario donde se levantan almas nobles entre las que podemos anotar Gandhi, Nelson Mandela, Martin Luther King y muchas otras de las que la historia desconoce su nombre, que aún a costa de su propio vida buscaron generar un cambio. ¿Entonces la pregunta es puedo ser un pacificador si no he llegado a estos niveles?
La respuesta es sí, existen muchos caminos que nos conducen a esta gran meta, y dependerá de nuestra voluntad y discernimiento el conseguirla.
• ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?
• Restaurar humildemente a nuestro hermano.
• Hermanos si alguien cae en alguna falta, ustedes, los espirituales, corríjanlo con espíritu de bondad. Piensa en ti mismo porque tú también puedes ser tentado.
• Buscar activamente la reconciliación.
• Por eso, si tú estás para presentar tu ofrenda en el altar, y te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí mismo tu ofrenda en el altar, y vete antes a hacer las paces con tu hermano, después vuelve y presenta tu ofrenda.
• Reconciliación antes que adoración y servicio.
• Al finalizar el camino la gran recompensa será, que perezcamos ser llamados hijos de Dios.
“LA PAZ OS DEJO, MI PAZ OS DOY”
“La paz os dejo, mi paz os doy. No como el mundo la da, yo os la doy. Que no se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.” (Juan 14,27)
En este versículo de la Biblia, Jesús les dice a sus discípulos que los deja, pero que les dará su paz: Esta paz es diferente a la paz que da el mundo. La paz del mundo es temporal y puede ser arrebatada. Pero la paz de Jesús es una paz duradera que nunca nos dejará.
Este versículo es importante para nosotros porque nos recuerda que Jesús está con nosotros incluso cuando nos sentimos preocupados o asustados. Podemos confiar en la Paz de Jesús para ayudarnos en todo momento.
¿Qué nos enseña San Juan 14? Que no puedes caminar fuera del camino, no es posible cono-
cer fuera de la verdad, no puede vivir fuera de la vida. Además, nos enseña, que Jesús dijo: Yo soy el camino que debe andar, la verdad en lo que usted debe creer; la vida en la que debe poner su esperanza. Yo soy el camino, la verdad, infalible, inerrante, la vida interminable.
¿De dónde viene la verdadera paz del Señor?
Viene de la persona que disfruta de una buena relación con Dios en cualquier circunstancia de la vida. Es una paz basada en el conocimiento íntimo de Dios, un Dios omnipotente que está en el control de todas las cosas, un Dios sabio que nos ama y cuida en cada instante de nuestras vidas. Solo la fe que descansa en Dios puede producir una paz que está por encima de todas las circunstancias de la vida.
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“Os he dicho estas cosas para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis tribulación. Pero no se desanimen, yo he vencido al mundo.” (Juan 16,33)
Jesús nos ofrece siempre, en todo momento una paz única, como nos dice el padre Dávila ¨una paz para el alma¨.
Paz bendita que nos guía en el camino, nos hace enfrentar las dificultades desde el Poder divino y no desde la fuerza del hombre.
Un poder omnisciente, que sabe todo, lo es todo, que vence a esa fuerza de los opuestos, de la contradicción, de la culpa y el miedo, que gobiernan este mundo.
Esa es la paz que nos ofrece Jesús. Paz conquistada ya por Él.
Paz que fortalece el carácter, nos hace resilientes en las adversidades de la vida.
Liberándonos de nuestros paradigmas, no creyendo que sabemos que es Paz, que es Amor, estos son conceptos divinos de los cuales simplemente recibimos un pequeño reflejo.
Esto permite que nuestra conciencia asimile de mejor manera los dones ofrecidos.
Debemos aprender a cultivar el carácter, ofrecer-
nos a servir a los demás En todo esto nos ayuda la meditación, permite encontrarte a ti mismo, sube tu vibración energética. Trasciende maya, creada por la mente y nos permite ver la verdadera realidad. Realidad, donde todo está bien, no hay conflicto. Donde todo está sanado, una realidad de paz.
Lo que nos queda es emular la vida de los grandes maestros como Jesús, y de esta manera recibir el don de la Paz.
“PAZ
“En la tarde de ese día, el día primero de la semana, estando las puertas cerradas donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los Judíos, Jesús vino y se puso en medio de ellos y les dijo: “Paz a vosotros” (Juan 20,19)
Comencemos pensando en el significado de esta paz que Jesús da a sus discípulos en este saludo.
Jesús se les aparece después de haber sido crucificado, haber muerto y resucitado. Es decir, es un Jesús vencedor de la muerte, que trascendió el plano físico para cumplir el propósito divino de su venida.
Entonces, hablamos de la gracia de un Jesucristo resucitado, una gracia que es un don divino, que tiene un matiz misterioso que es superior a la razón humana. Que no la podemos entender totalmente pero que, sin embargo, nos fue otorgada por nuestra condición de hijos de Dios.
Igualmente, recordemos que, durante la pasión y muerte de Jesús, Pedro lo negó tres veces y sus discípulos se escondieron por miedo a sus perseguidores. Y sin embargo Jesús no les reclama ni les reprocha nada, les ofrece su saludo de paz, el saludo fraterno de siempre. Más adelante en el evangelio nos dice que los discípulos se regocija-
¿Pero cómo conectar con esta Paz?
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ron, es decir, olvidaron sus miedos y se alegraron de ver a su Maestro.
Aquí podemos destacar dos lecciones importantes: Primero, el perdón sin juzgamiento que Jesús ofrece, perdón que proviene de su amor, de su infinito amor por sus discípulos y por todos nosotros. Segundo, que la paz de Jesús desvanece cualquier temor en un corazón que lo acepta.
Jesucristo dio su paz a sus discípulos, y por herencia nos da su paz para que siga viva en cada uno de nosotros.
Pero ¿Cómo lograr esta paz? La respuesta es seguir su ejemplo de perdón sin juzgar, su lección de inmenso amor. Y lo más práctico es comenzar por nuestro entorno, nuestras familias, compañeros, vecinos, etc.
Ya lo decía el Padre Dávila, “La paz es hija primogénita del amor”. Es decir, la paz proviene del amor y sabemos que el amor proviene de Dios.
Por ende, por: Por consiguiente aquí tenemos una guía de vida en tres palabras: Paz, Amor, Dios.
CONCLUSIONES
La paz con solo tres letras abarca todo el poder Crístico que trasciende en amor de almas libres en abandono y confianza en Él.
La paz es la comunión con Dios. Dónde hay amor hay paz.
La paz después de la guerra o en su proceso es humana tiene consecuencias, no es igual a la paz interior.
En el recorrido por los Evangelios encontramos bellas frases dichas por Jesús sobre la paz.
Pregunto ¿qué fuerza tienen esas bellas frases si no las aplicamos en nuestro diario caminar? ¿De qué sirven si no las practicamos?
En la vida todos tenemos momentos que nos alegran el corazón y nos dan paz.
Hay otros momentos de dolor y tristeza, la pérdida de la salud, pérdida económica, el dolor más grande es la pérdida de un ser querido, en esos momentos de dolor y angustia debemos poner práctica las enseñanzas que nos dejó Jesús, he ahí donde la fe, el amor desde el corazón, la entrega, la confianza en Él, se hace el milagro de
amor y paz.
¿Qué es milagro? Es escudriñar en lo más profundo del ser, para percibir, sentir y vivir la paz.
Te damos gracias, Señor por tu herencia de paz. Permítenos comprender su maravilloso significado, haznos un instrumento de tu paz.
La paz llega cuando entendemos y vivimos las enseñanzas que nos dejó Jesús, no importa la situación que vivamos en el momento, alegre o triste, confiemos que la paz de Cristo llega a nuestra vida y a la de los que nos rodean en el preciso momento.
Vivamos con armonía, confiemos con amor en el corazón, Cristo Jesús habita en nuestro interior.
Comprometámonos a dar vida a las palabras de Jesús. “La paz os dejo la paz os doy” “La paz sea con vosotros”
Es el momento de darnos el abrazo de paz o estrecharnos las manos como signo de paz. Qué así sea.
UNA PLEGARIA DE PAZ
Paz en el cielo, que haya paz en la tierra, que haya paz entre pueblos, paz a la humanidad, que la paz nos reúna, que la paz nos hermane, construyamos un mundo de paz. Somos hijos del creador, moldeados por su amor, si seguimos la verdad, buscaremos un mundo de paz.
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Asociación Escuela Auto-Realización AEA Centro de Quito - Séptimo nivel
• Alexe Bahamonde
• Carmen Angulo
• Fernando Herrera
• Gloria Mantilla
• Jaqueline Gamboa
• Jimena Vásconez
• Lupita Bone
• Verónica Ciguenza
Instructoras:
• Blanca Páez
• Nelly Romo
• Patricia Arellano
Fuentes:
Evangelios:
• Mateo 5,9 “Bienaventurados los pacificadores”
• Juan 14,27 “La paz os dejo, mi paz os doy”
• Juan 16,33 “en mi tengáis paz”
• Juan 20,19 “Paz a vosotros”
• Lucas 2,14 “Paz a los hombres de buena voluntad”
• 2 Corintios 5,9 “lo que nos importa es agradar al Señor”
• Mateo 7,3 “no te das cuenta del tronco en tu ojo”
• Gálatas 6,1 “ustedes, los espirituales, corríjanlo con espíritu de bondad”
• Mateo 5,23 “vete antes a hacer las paces con tu hermano
Libros:
• Las llaves de tu Reino – Dr. César Dávila
• Legado Divino - Dr. César Dávila
• Palabra Eterna – Dr. César Dávila
Sitios internet:
• https.//www.churchofjesuschrist.org
• https://alfayomega.es/paz-a-vosotros-2/
• https://la-palabra.com/archives/article/la_paz_este_con_ustedes/
• https://centroarrupevalencia.org/paz-a-vosotros/
• https://youtu.be/9rVPHyoBrbE
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Centro de CUENCA
Mahatma Gandhi, el apóstol de la no violencia
LA AHIMSA O CAMINO DE LA NO VIOLENCIA SEGÚN GANDHI
Cuando hablamos de AHIMSA es inevitable no hablar de Gandhi. Ahimsa, es una palabra sánscrita que significa no-violencia: A=No y HIMSA= VIOLENCIA.
Cuando aparezca la discordia se intenta vencer al adversario con el amor
La no violencia, no consiste en amar a los que nos aman, comienza a partir del instante en que amamos a los que nos odian. Es difícil amar a los enemigos, solo la gracia de Dios nos ayudará a lograrlo. Cuando aparezca la discordia se intenta vencer al adversario con el amor, ya que la ley del amor es más eficaz que la voz de la violencia.
El hombre animal es violento, pero el hombre espiritual no lo es: en cuanto empieza a despertarse a las exigencias del espíritu que mora en él, le es imposible seguir siendo violento. La noviolencia perfecta, sólo es posible cuando se ha
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hecho el voto de renunciar a todo.
La religión de la no-violencia no está reservada únicamente a los rishis y santos, está destinada a todo el mundo
En el hombre brutal no se ha despertado todavía el espíritu, él solo conoce la ley de la fuerza física; sin embargo, la dignidad humana exige que el hombre se refiera a una ley superior que haga vibrar el espíritu; es necesario que crean en el Dios del Amor y que saquen de la FE un amor igual para todos. Es una ley de vida que afecta a todo el ser y no solo a unos cuantos actos aislados. Practicar ahimsa nos hace espíritus puros.
El amor es la mayor fuerza del mundo y a la vez la más humilde; el corazón más puro y la ignorancia más burda se derrumban ante el sufrimiento desinteresado y aceptado voluntariamente. La no-violencia es una forma de lucha más enérgica y auténtica que la simple Ley del Talión, que acaba multiplicando por dos la maldad.
La resistencia pasiva es una espada de múltiples virtudes. La desobediencia, para que sea civil, tiene que ser sincera, respetuosa, mensurada y exenta de todo recelo, apoyarse en principios muy sólidos, no verse sometida a caprichos, y, sobre todo, a no dejar que la dicten nunca el odio o el rencor.
La violencia deja sus huellas para siempre
Gandhi expresa: “Estoy contra la violencia porque sus aparentes ventajas, a veces impresionantes, no son más que temporales, mientras que el mal que ocasiona deja sus huellas para siempre, de ahí mi insistencia en que nos re-
formemos interiormente a nosotros mismos”.
La ahimsa representa la fuerza del alma que es eterna e inmutable
Es fácil ver como la fuerza espiritual es infinitamente superior a la fuerza física; si se recurre a
la fuerza del alma para reparar las injusticias se evitarán muchos males actuales. La ahimsa representa la fuerza de la Verdad que es eterna e inmutable. Los textos sagrados dan testimonio de que, una vez desarrollada la fuerza del alma en nosotros, esta se hace invencible. Sin embar-
go, ninguna institución puede hacer obligatoria la no-violencia, nos toca a cada uno de nosotros adoptarlos con toda libertad.
(Extracto del libro de Gandhi Todos los hombres son hermanos, páginas 126 a 155)
Gandhi con su testimonio demostró que son posibles de conquistar los ideales más nobles que alberga el corazón del hombre
La vida de este gran místico de la India continúa siendo en nuestros días un ejemplo para la humanidad tanto en lo personal como en lo social y religioso, de manera especial, nos deja una huella en lo político. Pedimos a Dios que los políticos del mundo sigan su ejemplo. Gandhi con su testimonio demostró que son posibles de conquistar los ideales más nobles que alberga el corazón del hombre.
Para Gandhi, el trabajo y la oración son una sola cosa
Este gran maestro, basó su vida en principios eternos no solamente de palabras sino de vivencias, haciéndonos comprender que el amor es lo que unirá a todos los hombres en un “as de corazones”. Él fue un karma y un bhakti yogui, para
él, el trabajo y la oración eran una sola cosa. Al hablar de la fuerza del amor decía: “El amor y la no-violencia, AHIMSA, son como miles de armas atómicas mucho más poderosas que aquellas que ha inventado el hombre en su insensatez para destruir al mismo hombre”. Esta “Alma Grande” en su vida manifestó, en todos sus actos, el gran amor que tenía hacia sus hermanos, convirtiendo su vida en un maravilloso ejemplo a seguir. Él, afirmó: “El hombre no estará en paz consigo mismo hasta que no se haya vuelto semejante a Dios”, concordando así con la frase que resume toda la enseñanza oriental: “Solo Dios es y lo demás no es nada”.
El Padre Dávila comentó al respecto que el hombre tiene un destino y ese destino es Dios y el único medio para esta identificación es la meditación, nos recordó que quien ha penetrado en el sendero de la meditación se sentirá identificado con la Divinidad.
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La sintonía que Gandhi tenía con Dios le ayudó finalmente a obtener la independencia de su pueblo, siempre luchó y puso en práctica “Satyagraha”, la fuerza del alma o fuerza de la Verdad, llegando así a la desobediencia civil a través de la no cooperación, esto lo utilizó como
un arma cuando ya se habían agotado todas las posibilidades de diálogo. Lo que Gandhi buscaba en sus enseñanzas para independizar a la India de los ingleses, era liberar a su pueblo de las ataduras materiales por medio de la oración y el ayuno.
Las enseñanzas de Gandhi eran Crísticas
El Padre Dávila afirmó que, guardando las debidas proporciones, se puede establecer un paralelismo entre la vida de Cristo que es una Encarnación Divina y la de Mahatma Gandhi como líder espiritual. Las enseñanzas de Gandhi eran crísticas, él no era cristiano, pero vivió como tal, quien afirmó enérgicamente: “El hombre que no sigue las enseñanzas de Cristo no es digno de llamarse cristiano”. Gandhi al igual que Cristo vivió, practicó y enseñó: la oración, el amor, el silencio, la entrega, la justicia, la verdad, la humildad, el perdón, y el ayuno. Otros paralelismos, lo
encontramos en su vida pública, en sus enseñanzas y en sus vivencias. Cuando Jesús estuvo en la cruz dijo: “Padre perdónales porque no saben lo que hacen”, y Gandhi cuando fue alcanzado por la bala de un cobarde dijo: “Te perdono y te bendigo hijo mío”, en ambos casos sus palabras fueron de amor y perdón.
Las últimas palabras de Gandhi al morir fueron: “RAMA, RAMA, RAMA”, mantram que le fue enseñado por su nodriza cuando era niño para combatir el temor. Creía tan firmemente en el poder del mantram que lo llamaba: “La medicina del pobre”.
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La voz de Dios
Mahatma Gandhi, en el libro “Mi Dios”, en el capítulo IX, tiene como título: “La voz de Dios”. Él habla de ese Dios interior y de la voz de ese Dios.
Nos dice: “Era tan inequívoca como una voz humana, irresistible y que indudablemente se dirigía a mí. En el momento en que oí la voz por primera vez, yo no estaba soñando, sino que antes de oírla se produjo en mi interior una tremenda lucha. De repente la Voz cayó sobre mí, yo escuché, me cercioré de que era la Voz, y la lucha cesó”.
Mi pretensión de oír la Voz de Dios no es nueva, desafortunadamente no hay ningún medio que yo sepa, de probar dicha pretensión, excepto a través de los resultados. Con el correr de los años, la Voz de Dios ha sido cada vez más audible, jamás me ha abandonado, ni siquiera en mis peores momentos”.
Dice el padre Dávila: yo diré por mí, evidentemente sí; también como quería Gandhi, yo quería escuchar esa Voz y esa Voz se ha presentado, no una, sino muchísimas veces. Pero todos, absolutamente todos pueden sintonizarse con esa Voz y, pueden escucharle.
Cuando sientan y perciban el OM, todo cambiará.
El Padre Dávila afirma: la Voz de Dios está dentro de cada uno, para escucharla se requiere de una preparación previa y decidida, de un entrenamiento constante, debemos abrir las puertas de nuestra conciencia, y será percibida en nuestro interior; esa Voz se la escucha adentro, en la conciencia que se unifica con Dios; se la escucha como una voz eterna y omnipresente.
Durante la meditación repetimos esa Palabra sagrada OM. Es una de las formas por las cuales se manifiesta esta Voz de Dios. Muchos de ustedes habrán escuchado ese OM, pero ese OM que no proviene de afuera.
La vibración del OM es mucho más profunda, no se escucha con los oídos físicos. Esa Voz, ese sonido de OM se escucha como una vibración, pero una vibración que fluye a través de nuestra conciencia. A través de nuestro yo. Cuando sientan ustedes, cuando perciban este OM, entonces van a sentir que en ese momento todo cambiará.
FUENTES: Charla 1079-Cassette 410. Charla 1080-Cassette 413. Charla 1183-Cassette 454
“La política debe ser el servicio a la sociedad, no para satisfacer los propios fines materiales sino para complacer a Dios” (Paramahansa Yogananda, Amante Cósmico)
Resalta que la espiritualidad no puede ser apar-
tada de las actividades humanas cotidianas ya que esto no resultaría práctico. En la política, la espiritualidad se vuelve necesaria porque nos recuerda el sentido de servicio a la sociedad. Aquí Paramahansa señala que: “Las actividades en el mundo no deben ser realizadas con el objeto
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de satisfacer los propios fines materiales, sino para complacer a Dios”. En este sentido Gandhi experimentaba en su propia vida las necesidades de sus hermanos de la India: comía muy poco, porque su gente no tenía alimentos suficientes;
usaba taparrabos, porque millones de personas en ese país no tenían los medios para vestir de otra manera y no ansiaba ser liberado de la cárcel, a menos que los presos políticos de la India también fueran puestos en libertad.
Gandhi, también incorpora el concepto de la “resistencia mediante el amor y no cooperar con los métodos perniciosos del enemigo” refiriéndose a la violencia y el odio. Así, Paramahansa nos recuerda: “Que si Dios, con todo su poder, castigara al hombre ¿dónde estaría éste? Dios no utiliza la coacción para influir en nosotros. Él utiliza el poder transformador del amor para convertirnos”. Es entonces, el amor, el elemento que nos ayuda a superar los más grandes
conflictos tanto a nivel personal como entre naciones. Pero su amor no se limita tan solo a los seres humanos, sino que se extiende hacia todos los animales ya que su credo propugna no hacer daño a nada.
Además de predicar y vivir el amor, la coherencia entre su actuar y hablar hicieron que Gandhi pasara a ser recordado como uno de los grandes seres espirituales de la historia de la humanidad.
Que Gandhi viva para siempre en nuestros corazones
Cuando Gandhi muere, el 30 de enero de 1948, el maestro Paramahansa Yogananda recibe parte de las cenizas del Mahatma. Para Yogananda, su vínculo espiritual con Gandhi fue muy especial, pues él lo inició en Kriya Yoga en el año de 1935. Por esto escribió un memorándum que
versa así:
“Bendice el alma de Gandhi, y bendícenos a todos, para que podamos recordar su espíritu: para que podamos recordar cómo combatir el mal, no con medios malignos y destruyendo el mundo, sino mediante la bondad constructiva y el amor, tal como Cristo y Gandhi nos enseñaron. Que Gandhi viva para siempre en
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nuestros corazones, en Dios, en la India y en el corazón de todas las naciones”. (Yogananda, 1925, p. 145)
Gandhi: Su vivencia y unión con Dios
(Para tu reencuentro con Dios, Padre Dávila 201)
¡Me volvería loco!: Nos dice: “Si no sintiera la Presencia Viviente de Dios, en cada fibra de mi ser me volvería loco.
¡Tantas cosas están dispuestas para perturbar la paz de mi mente, ocurren hechos tales que, si no fuera consciente de esa Presencia, viviría conmovido hasta la médula! Pero esas cosas pasan dejándome prácticamente intocado.
No puedo recordar un momento de mi vida en que no haya sentido que Dios estaba a mi lado
“Puedo asegurar que podría vivir sin aire y sin agua, pero no sin Él. Pueden arrancarme los ojos que eso no logrará matarme. Pueden troncharme la nariz que eso no me matará, sin embargo, si hacen saltar mi creencia en Dios, estoy muerto...
Aprendí a confiar conscientemente en Dios antes de los quince años... No hay momento en que no sienta la presencia de un Testigo
cuyos ojos no dejan nada sin registrar: Presencia con la que trato siempre de estar en armonía. No puedo recordar un momento de mi vida en que no haya sentido que Dios estaba a mi lado...”
Esta comunión con Dios, es la verdadera fuente de la no violencia, fuente que se origina en Dios, se manifiesta en este apóstol del Ahimsa, irradiando un mensaje de paz a la que nosotros y toda la humanidad estamos llamados.
El camino para cumplir este objetivo es la meditación
Es IMPOSIBLE conducirse por la no violencia sin la meditación, para ello el Padre Dávila nos aclara y define:
Meditar, hermanos es la técnica para despertar la conciencia de ser hijo de Dios y para tener conciencia de que somos la obra más grande que ha salido de las manos de Dios, la obra que tiene, también, que volver a Dios. El camino para cumplir este objetivo es el de la meditación. Para tu Reencuentro con Dios. (Para tu reencuentro con Dios, Padre Dávila pág. 179) Aum, Aum, Aum.
Ponencia a cargo de:
Marina Feijoo
Paola Farfán
Carmen Suarez
Catalina Ortíz
Inés Vélez
Cecilia Torres
Bertha Wilches
Marcelo Jaramillo
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San Francisco, modelo de sintonía perfecta con la creación
SAN FRANCISCO DE ASÍSFrancisco nació en Asís, Italia en 1182. Su nombre de pila, Giovanny Pietro di Bernardone. Hijo de un rico mercader, Pietro de Bernardone y su madre Joanna Pica. Fue educado licenciosamente por sus padres, a tono con la vanidad del siglo, los superó en vanidad y frivolidad (1). Era un joven que recorría las calles de Asís por las noches, vestido de juglar, desbordante de alegría, acompañado de violas y laúdes. (2)
En 1202 a los 20 años, participa como caballero, en el conflicto entre Asís y Perugia, cae prisionero durante un año, tiempo de reflexión, él no podía luchar contra sus hermanos, no podía en-
Myriam Dávila S.tender la guerra; dona su armadura y se marcha. Pero aún quedaban deseos de mundo y una repulsión marcada a los leprosos, sin embargo, movido internamente, conoció a un leproso, va
y lo abraza, venciendo su propio yo: había encontrado la belleza de Dios en otro ser humano. Inicia su cambio. Se retira de todo.
El Señor lo escoge para que viniera a inflamar este mundo, con el fuego de Su Amor Infinito, que se proyectará a través de él.
En 1206, a los 24 años San Francisco tuvo su primera visión en el pequeño templo de San Damián, cuando oraba intensamente ante una imagen de JESUCRISTO, una voz le habla en el silencio de su muda y amorosa contemplación: “Francisco, ve, repara mi iglesia. Ya lo ves, está, en ruinas”. No vaciló y corrió a su casa paterna, cogió unos cuantos rollos de paño y fue a venderlos a Foligno, y entregó el dinero al sacerdote de la iglesia de San Damián. Esta acción desató la ira de su padre, quien lo llevó ante el Obispo de Asís pidiendo que renunciara formalmente a cualquier herencia, Francisco, rebosante de alegría y poniendo a los pies del obispo el dinero exclama: “Señor, no solo quiero devolverle con gozo de mi alma el dinero obtenido al vender sus cosas, sino hasta mis propios vestidos”. Despojándose de ellos, añade: “Oídme todos y entendedme: hasta ahora he llamado padre mío a Bernardone, pero como tengo propósito de consagrarme al servicio de Dios, le devuelvo el dinero, objeto de su
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enojo y los vestidos que de sus haberes tengo, y quiero desde ahora decir: Padre Nuestro que estás en los cielos, y no padre Pedro Bernardone”. (3)
Se despojó de sus vestiduras y las entregó a su padre, saliendo desnudo del templo, renunciando a cualquier bien material por amor a Dios. Desde este momento, escogió a Dios como su único Padre, y se operó en él un cambio total, comenzó a vivir el mensaje del Evangelio.
Toma la opción por los desposeídos y los enfermos. Su padre carnal Bernardone, lo abandona, lo desconoce, lo maldice, y Francisco opta por buscar a un anciano muy pobre, de corazón recto y sencillo en reemplazo de su padre y lo adopta como su padre en la tierra, y le pide: “Seré como tu hijo, y cada vez que mi padre carnal me maldiga, tú, mi padre adoptivo, me bendecirás”. (4)
A los 25 años, dejó su ciudad natal y se dirigió a Gubbio, donde trabajó abnegadamente en la reconstrucción de un hospital de leprosos. Regreso a Asís y se dedicó a restaurar con sus propias manos las iglesias de San Damián, San Pietro In Merull y Santa María de los Ángeles en la Porciúncula, pidiendo ayuda y materiales a los transeúntes; esos años fueron de retiro y oración, vivía y compartía su mesa con pobres y mendigos.
-El hermano Francisco, oraba intensamente con esta oración mántrica: “¿Quién eres Tú dulcísimo Dios mío? ¿Quién soy yo, gusano vilísimo e inútil siervo tuyo? Francisco confiesa que: cuando pronunciaba la primera invocación: “Me hallaba invadido por una luz de contemplación en la cual yo veía el abismo de la infinita bondad, omnipotencia y sabiduría de Dios”, y cuando decía la segunda parte, “la otra luz de contemplación me hacía ver el fondo deplorable de mi vileza y miseria”. (8)
Francisco nos enseña con su oración de contemplación, cómo es Dios, y la visión propia de la criatura a la luz de Dios. Con él, lo invisible de Dios, se hace visible en cada criatura, por eso, vivió y murió cantando alabanzas al Señor con sus criaturas.
Pero su explicación frente al fuego que vieron todos, fue: “En aquella llama que viste, estaba Dios, que me hablaba bajo aquella forma, como había hablado antes a Moisés.”(9)
Dios se revela Francisco en la tierra, el fuego, el aire, el agua, en las aves, la hierba, las flores, el temido lobo, esos eran sus hermanos; ve y canta la grandeza de Dios en el sol y las estrellas. Francisco, tiene la conciencia de: “Vivir en ÉL, moverse en ÉL, existir en ÉL”. (5)
Francisco penetra en las profundidades del Océano de Amor, de gloria, de ternura; él es ejemplo de esa armonía con el Infinito, de ese “Tú y Yo somos Uno”. Cristo se refleja en su alma, Dios se convierte en realidad inmanente, Dios es una vivencia. Dios comienza a ser esta Realidad sentida y vivida en los arcanos del corazón (6). Francisco es un evangelio viviente, él mismo lo confiesa: “Después de que el Señor me dio hermanos, nadie me mostraba que debía hacer, sino que el Altísimo mismo, me reveló que debía vivir según la forma del Santo Evangelio”. (7)
Había caído la noche, el pequeño monte Alverna, ardía en llamas resplandecientes iluminando todo como si brillara el sol. Todos fueron testigos. - ¿Qué había acontecido en aquel lugar? …
Hecho similar ocurrió en Santa María de los Ángeles, cuando San Francisco habló sobre Dios de tal manera, que todos lo sintieron profundamente y vino sobre ellos la abundancia de la gracia divina, y quedaron arrebatados en Dios. Los habitantes corrieron presurosos a apagar el incendio, pero éste no era el fuego de la leña o la hojarasca, era el fuego divino que ardía en las almas contemplativas que se encontraban en oración. Francisco pidió al Señor dos cosas:
1) Experimentar en su vida, en alma y cuerpo, lo mismo que experimentó Cristo en su pasión.
2) Vivir aquel amor sin medida, en el que Cristo ardió por nosotros.
Ambas gracias fueron concedidas, eso prueba la identificación plena y total de Francisco con Cristo. Es uno de los santos más grandes del cristianismo, escaló las más altas cimas de la espiritualidad.
Francisco no vistió una túnica ocre, pero vistió el más humilde de los hábitos y recorrió los caminos, descalzo, y sin llevar nada para su sustento; observó los votos de pobreza, castidad y obediencia. Él es un verdadero sannyasin cristiano, como todos nuestros santos y maestros orientales, hizo todo para difundir el evangelio. Francisco practicó el verdadero no apego a nada.
En cierta ocasión, tenía que someterse a una curación de sus ojos, que implicaba la cauterización de su herida con un hierro incandescente, en el momento de esta dolorosa cirugía habló al hermano fuego, así: “Hermano mío fuego, el Altísimo te ha creado, dotado de maravilloso esplendor sobre las demás criaturas, vigoroso, hermoso y útil. Sé ahora benigno conmigo, sé cortés, porque hace mucho que te amo en el Señor. Pido al gran Señor que te ha creado, que temple tu ardor en esta hora para que pueda soportarlo, mientras me cauterizas suavemente”. Después el hierro penetró en la herida y le cauterizó hasta la oreja, el santo ante sus hermanos que habían huido y volvieron
luego, exclama: “Pusilánimes de corazón encogido, ¿por qué habéis huido? Os digo que no he experimentado ni ardor de fuego, ni dolor de la carne”.
En la cabaña de San Damián, en los últimos años de su existencia, había perdido la vista, sus sufrimientos eran intensos, y pedía al Señor soportar con paciencia su enfermedad. Mientras tanto, brillaba intensamente su Luz Interior. Allí, compuso el más bello de sus cantos, El Canto de las Criaturas, el Canto del Hermano Sol, reconociendo en cada criatura a Dios mismo e invitándolos a rendirle alabanza, hermano sol, hermana luna, hermanas estrellas, hermano viento, hermana agua, hermano fuego, hermana madre tierra… Francisco no quería dañar el orden divino, cuando caminaba sobre las piedras, lo hacía con precaución, cuando se lavaba sus manos lo hacía en un lugar apartado para que las gotas de agua que cayeran, no puedan ser pisoteadas. A los leñadores les pedía no cortar todo el árbol para que pudiera echar brotes, y al hortelano que dejase a orilla del huerto franjas vacías, para que nazcan las hierbas silvestres y pregonen la hermosura de Dios, destinaba una porción de huerto para cultivar plantas que brindasen sus flores y su fragancia para que evocaran la fragancia de las virtudes, del camino recogía los gusanillos para que no los pisaran, mandaba a poner a las abejas miel y el mejor vino para que no muriesen de hambre en ellos días de invierno. (10)
Son muchos los ejemplos de la comunión, de la hermandad de San Francisco con las aves: Un halcón era su reloj despertador, cantaba a la hora en que se levantaba el santo para alabar a Dios, mas si estaba enfermo, no lo molestaba en la vigilia de la noche y al despuntar la aurora lentamente levantaba su canto para animar al santo. Un faisán, una cigarra, escuchaban la voz del santo con obediencia total.
¿Cómo sucede esto? Los grandes santos, viven en otra dimensión, hablan otro lenguaje, se desenvuelven en un plano humanamente incomprensible, viven en la dimensión del amor. En
una ocasión, caminando a su iglesia, al levantar la mirada vio una gran cantidad de pájaros en las copas de los árboles y dijo a sus hermanos Maceo y Ángel, esperadme, voy a predicar a mis hermanitos los pájaros, a quienes les dijo: “Hermanas mías: Os habéis de sentir muy deudoras a Dios, vuestro Creador y debéis alabarle siempre y en todas partes, porque os ha dado la libertad para volar donde queréis; os ha dado además vestido doble y aún triple, conservó vuestra raza en el arca de Noé, para que vuestra especie no desapareciese en el mundo. También les estáis obligadas por el alimento, y por el aire que os ha destinado a vosotras. A parte de esto, vosotras no sembráis ni cegáis, y Dios os alimenta y os regala los ríos y las fuentes para beber; los montes y valles para guareceros; los árboles altos para hacer en ellos vuestros nidos. Y como no sabéis hilar y coser, Dios os viste a vosotras y a
vuestros hijos. Ya veis cómo os ama el creador, que os hace objeto de tantos beneficios. Por lo tanto hermanas mías, guardaos del pecado de ingratitud, cuidando siempre de alabar a Dios.” (11)
A medida que las aves escuchaban las palabras del santo, comenzaron a abrir sus picos, estirar el cuello, y expandir sus alas, inclinando sus cabecitas hacia el piso, expresando así su obediencia. Al terminar la plática, trazó sobre ellas la señal de la cruz y les dio licencia para que se fueran. Ellas se levantaron y formaron cuatro bandadas sobre cada una de las direcciones trazadas por Francisco.
En la tarde de su muerte, las alondras llegaron para despedirse, revoloteaban por encima del techo como en señal de júbilo, y le acompañaron en su tránsito a la verdadera vida. (12)
Muchos son los milagros que se relatan de San Francisco, en el nombre de Cristo, durante su vida y a partir de su muerte: Curó paralíticos, ciegos, leprosos, sordos, endemoniados, con solo tocar su sepulcro.
Francisco es oración continua, mientras iba de
camino, en la celda, en el jardín, en la calle, a cualquier hora del día o la noche… fue un contemplativo. Francisco vivía en Dios y Dios en Francisco. Entraba en éxtasis en cualquier momento, su superconciencia se encontraba anclada en Dios, y su conciencia humana no percibía el mundo que le rodeaba. (13)
EL PERGAMINO DEL CONVENTO DE ASÍS:
En su Testamento, San Francisco dejó al hermano León, un pergamino y su bendición. Este contiene las más grandes y sencillas alabanzas que desbordan de su corazón, las alabanzas de un iluminado.
“Tú eres el santo, Señor Dios Único, el que hace maravillas.
Tú eres el fuerte, Tú eres el grande, Tú eres el Altísimo, Tú eres el rey omnipotente: Tú Padre Santo, Rey del cielo y de la tierra. Tú eres trino y uno, Señor Dios Vivo y Verdadero.
Tú eres el amor, la caridad; Tú eres la sabiduría, Tú eres la seguridad, Tú eres la quietud, Tú eres el gozo, Tú eres nuestra Esperanza y alegría, Tú eres la justicia, la templanza, Tú
eres nuestra riqueza a saciedad, Tú eres la hermosura, Tú eres la mansedumbre, Tú eres el protector, Tú eres nuestro custodio y defensor; Tú eres la fortaleza, Tú eres el refugio.
Tú eres nuestra esperanza, Tú eres nuestra fe, Tú eres nuestra caridad, Tú eres nuestra toda dulzura; Tú eres nuestra vida eterna, grande y admirable Señor, Omnipotente Dios, misericordioso Salvador”. (14)
La Luz divina brilló siempre en él y le condujo al conocimiento de los grandes misterios de Dios. Es un espíritu que recibe, la gracia divina. (15)
También dejó un Tratado sobre los Atributos Divinos, para que sus frailes menores tuvieran ante su vista todo lo que él, había descubierto de su comunicación vivencial con Dios. (16)
Les recomendó a sus frailes que los tuvieran presentes y que, encontraran su único deleite en meditar en ellos.
“Ninguna otra cosa queramos, ninguna otra cosa nos agrade y deleite, sino nuestro Creador y Redentor, y Salvador, sólo verdadero Dios, que es bien pleno, todo bien, bien total, verdadero y sumo bien; que es el solo bueno, piadoso, manso, suave y dulce; que es el solo santo, justo, veraz, recto; que es el solo benigno, inocente, puro; de quien, y por quien nos viene, y en quien está todo el perdón, toda la gracia, toda la gloria de todos los potentes y justos, de todos los bienaventurados que gozan juntos en el cielo… Honremos, adoremos, sirvamos, alabemos y bendigamos, glorifiquemos y sobre exaltemos, engrandezcamos y demos gracias al Altísimo y Sumo Dios Eterno, Trinidad y Unidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Creador de todas las cosas y Salvador de todos los que en Él creen, esperan y aman; que, sin principio y sin fin, es inmutable, invisible, inenarrable, inefable, incomprensible, bendito, loable, glorioso, sobre exaltado, su-
blime, excelso, suave, amable, deleitable y sobre todas las cosas, todo lo deseable por los siglos. Amén”. (17)
Estas reglas para los Hermanos Menores, redactadas a la luz del Evangelio resumen los tratados de teología escritos a lo largo de los siglos. Cada adjetivo quiere condensar la infinitud de ese Dios Bendito, visto a través de su espíritu.
Para el Padre Dávila: Francisco, es un santo para todos los tiempos. El hombre está llamado a vivir en comunión vivencial con Dios. En unos, esa comunión puede ser nula, en otros imperfecta, o insipiente, clara en algunos, total en muy pocos. Esto depende del SI que cada uno dé al llamado del Señor, a Ser perfectos, como lo es, el Padre Celestial.
La humanidad necesita en todos los tiempos, profetas como Francisco de Asís, que prediquen el Evangelio, un evangelio vivo, que lo sientan, lo practiquen, así como Francisco, para quien el Evangelio es su espíritu y su vida.
Francisco es un apóstol de Cristo, descalzo y solo con una túnica ceñida con una cuerda salió a predicar, atrajo a su alrededor una corona de almas buenas, activas y devotas. En 1210, el Santo Francisco junto a once compañeros, acudieron al Papa Inocencio III, para pedirle acoja el modelo de su orden, el Papa, aprobó su modelo de vida religiosa, le concedió el permiso para predicar y lo ordenó diácono.
Pronto se unieron otros jóvenes y se formó la Orden de los Franciscanos a los que les llamó Hermanos Menores; a ellos se unió San Antonio de Padua. Con la colaboración de Santa Clara en 1212 fundó la Orden de las Damas Pobres, más conocidas como Clarisas.
En 1215, la congregación franciscana se había
extendido por toda Italia, Francia y España; en ese mismo año el Concilio de Letrán reconoció canónicamente la orden llamada de los Hermanos Menores.
En 1219 y 1220 tras el encuentro con Santo Domingo de Guzmán, San Francisco predicó en Siria y en Egipto, y aún que, no logró la conversión del Sultán Al Kamil, este quedó impresionado y le permitió visitar los Santos Lugares. Desde allí marchó en peregrinación a Tierra Santa, donde contrajo una enfermedad incurable.
En 1221 crea la Orden Tercera, para acoger a las personas que no podían abandonar sus obligaciones familiares.
En 1223, llegada la Navidad, San Francisco presentaba en una cueva el PRIMER NACIMIENTO VIVIENTE de la historia, con sus frailes y pastores del lugar.
San Francisco, entrega al Papa Gregorio III las Reglas de su Orden y la dirección de la misma a su compañero Pedro Cattani y se dedica por entero a la contemplación.
En 1024, decidió hacer un viaje al Monte Alvernia, con 5 de sus compañeros. El Conde de Orlando, llegó llevándoles provisiones, Francisco le pidió que le construyera una cabaña a manera de celda en donde se aisló en oración. Fray León fue testigo de sus momentos de llanto por el futuro de la orden y también de sus estados de éxtasis. Francisco, decide retirarse más arriba, en la montaña allí, y en la fiesta de la Asunción, decidió hacer un ayuno de 40 días, Fray León le visitaba dos veces al día para llevarle agua; él fue testigo de la aproximación y alejamiento de una
bola de fuego que bajaba del cielo. Francisco le comentó que algo grande iba a pasar, le pidió abrir tres veces el misal y en las tres veces coincidió que se abría en la Historia de la Pasión de Jesús. Sucedió entonces, según el relato de San Buenaventura, que un serafín, le imprimió a Francisco las señales de la crucifixión en las manos, pies y costado; señales que fueron vistas por los frailes pero Francisco ocultaba bajo su hábito, y desde entonces comenzó a usar medias y sandalias, para que las llagas de sus pies no estén expuestas.
Retornó a la Porciúncula donde acompañado de Fray León se quedó en la cabaña de San Damián y compuso “El Cántico de las Criaturas” y ya en su lecho de muerte, agregó a su Cántico al Hermano Sol, un nuevo verso dedicado a la Herma-
na Muerte, de quien nadie escapa, ¡Loado, Seas Mi Señor!
Tan pronto como sucedió su muerte varios ciudadanos fueron admitidos para contemplar y
besar sus llagas, entre ellos, Jerónimo, caballero culto y prudente, famoso y célebre, como dudase de esas sagradas llagas, siendo incrédulo como Tomás, movió con mucho fervor y audacia los clavos (formados de su misma carne por el poder divino, y tan connaturales a ella que si los presionaban por una parte, al momento sobresalían en el otro lado, como si fueran nervios duros de una sola pieza), y con sus manos tocó el costado del santo en presencia de los hermanos y ciudadanos, y a medida que iba palpando aquellas señales auténticas de las llagas de Cristo, quitaba de su corazón y el de todos la más leve duda. Él consignó su testimonio en los libros bajo juramento. El Cuerpo de San Francisco brillaba con
una blancura extraordinaria.
Al día siguiente, el cortejo fue a San Damián y después a San Jorge, donde fue sepultado.
San Francisco fue canonizado en 1228, y sus restos descansan en la Basílica de San Francisco de Asís.
P.D.: El Hermano Francisco, es el hermano cósmico, conoció y vivió a Dios con intensidad profunda, su obra continuará dando fruto porque el Evangelio es su espíritu y vida.
Amén. ¡Loado, Seas Mi Señor!
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ICONOGRAFÍA
DEL CRISTO DE SAN DAMÍAN
EL CRISTO DE SAN DAMIÁN.- La tradición católica dice que cuando san Francisco oraba con pro-
fundo amor escuchó la voz de Cristo diciéndole: repara mi iglesia.
LA IMAGEN
Es un Cristo medieval, que evoca la pasión, pero no es un Cristo sangrante y dolorido. El cuerpo es muy estilizado. Bajo sus pies hay imágenes de varios santos.
En los brazos hay ángeles, y los personajes de los extremos completarían el número de los apóstoles. Su rostro es expresivo y su cabeza está rodeada de una gran aureola.
Bajo su brazo izquierdo, la Virgen María y san Juan, y Longino el soldado que traspasa el costado de Cristo con la lanza y al hacerlo reconoce: éste era verdaderamente Hijo de Dios.
Bajo su brazo derecho María Magdalena y el centurión Stephanutus quien dio a beber al Señor una esponja con vino y hiel.
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EL LETRERO DE PILATOS
JHS HAZARE, Abreviatura de Jesucristo. Con la raya encima significa santo. REX rey de los judíos.
CRISTO ASCENDIENDO
Cristo en un círculo significa perfección. Ha cumplido con su misión.
Los personajes externos son personas sin alas, y al estar arriba nos indican que son los apóstoles que están presentes en la Ascensión del Señor. Destaca el apóstol Pedro y la llave de su Iglesia.
PRESENCIA DEL PADRE
La simbología de la mano dice que es el Padre, que es Él quien habla: Éste es mi Hijo amado que he enviado al mundo, que ha predicado, muerto y resucitado
CITAS BIBLIOGRAFICAS
1. Tomás de Celano, Vida Primera
El Yoga espiritual de San Francisco
Leyenda de los tres compañeros de San Francisco
Leyenda de los tres compañeros de San Francisco
San Pablo Mi vivir es Cristo. Hechos 18,28
P. Dávila, El Dios Vivencial
Testamento de San Francisco.
Consideraciones sobre las llagas. Pág. 908 San Francisco de Asís
Consideraciones sobre las llagas. Pág. 908 San Francisco
Celano, Vida Segunda de San Francisco
Florecillas de San Francisco
San Buenaventura, Leyenda Mayor
Padre Dávila, El Dios Vivencial
Celano, Vida Segunda. Pág. 208
Vida de San Francisco de Asís. P. Leopoldo de Cherance
Regla para los hermanos menores
Celano, Vida Segunda. Cap.175. No.166
Centro Panamá
CENTRO DE PANAMÁ Swami Vivekananda
El mensaje del hermano universal
Rogelio Solis INTRODUCCIÓNMuy de vez en cuando, tras largos periodos de tiempo, llega a este planeta, un ser que evidentemente proviene de otras esferas y que trae consigo a este mundo de miserias, algo de la gloria, del poder, del resplandor de aquella lejana región de donde partió. Camina entre los hombres, pero no se siente aquí a sus anchas. Es un peregrino, un extranjero que se haya de paso y que solo permanece una noche.
de que la naturaleza misma se regocija cuando ocurre un nacimiento así; que los cielos se abren y los ángeles entonen himnos de alabanza.
Nos referimos a Swami Vivekananda de quien su gurú Ramakrishna comenta de la estatura espiritual de este yogui los siguiente: Me encontraba en un estado muy elevado de samadhi y penetrando los planos superiores de consciencia, me encontré con los siete grandes Rishis en estado de meditación profunda, de uno de ellos surgió una luz divina la cual se transformó en un niño y se posó en el hombro de uno de estos Rishis, le habló al oído y el Rishi entreabriendo sus ojos sonrió. Este niño pasó al plano de la tierra y se encarnó en la persona de Narendranath Datta en Calcuta en el año 1863
Participa en la vida de quienes le rodean, comparte sus alegrías y sinsabores, ríe con ellos y con ellos llora, pero en ningún momento olvida quien es, de donde ha venido ni para qué vino. Jamás olvida su divinidad. Recuerda que es el gran, el glorioso el majestuoso Yo. Sabe que proviene de aquella región inefable y suprema que no necesita del sol ni de la luna, porque está iluminada por la Luz de las luces. Debemos sorprendernos
Narendranath Datta, quien posteriormente adoptaría el nombre de Swami Vivekananda, fue un gran místico, líder espiritual, reformador social de estatura nacional hindú, quien llevó el mensaje de la espiritualidad vedanta, por toda la India y por primera vez, de manera pública, al continente Americano y a Europa.
En Calcuta, el 12 de enero de 1863 nace Narendranath. Su padre abogado y su madre una mujer devota dedicada a las tareas domésticas le infundieron por una parte la intelectualidad y por la otra el conocimiento y práctica espiritual. De una familia de 9 hijos, bengalí y de clase media alta, tuvo la oportunidad de estudiar desde un inicio en colegios de enseñanza de estilo occidental logrando títulos universitarios en filosofía e historia.
Estando en la universidad se unió a la Brahmo Samaj o Sociedad de Brahma, movimiento espiritual vedanta, con visión y ejecución de transformación social, muy atractivo en ese entonces para la juventud. Narendra con el tiempo,
cuestionó la veracidad de los dogmas religiosos y empezó a buscar nuevamente con gran impaciencia, un sentido a su fe. Transcurridos unos meses, encuentra a Ramakrishna, el santo de Dakshineswar, quien ya era muy conocido y reunía discípulos interesados en sus enseñanzas. El joven Naren dudaría nuevamente de la fe y le preguntaría a Ramakrishna como solía hacer, “¿Cree usted en Dios?” “Sí” repuso. “¿Puede usted demostrar que existe?” “Sí”. “¿Cómo?” “Porque Lo veo del mismo modo que lo veo a usted ahí, pero mucho más intensamente”. Entre ellos, empezaría una relación gurú-discípulo muy especial y recíproca que duraría cinco años de vivencias y enseñanzas.
Ramakrishna, sabio místico, pero analfabeta, vería en él la capacidad de divulgar la sabiduría del conocimiento del Yoga, y Naren, encontraría por fin paz y gozo en su corazón, entregándose totalmente a la devoción. Ramakrishna, antes de morir, lo nombra su sucesor y Naren, con 23 años, en el año 1885, acepta tomando los votos y se hace llamar Swami Vivekananda que etimo-
lógicamente significa “dicha de la percepción”. Se convierte en monje renunciante y empieza a recorrer la India junto con otros pocos discípulos. Se relaciona con políticos tanto indios como británicos, promoviendo no solo el recogimiento espiritual si no la ejecución y servicio al prójimo para despertar en cada individuo, la fuerza interior de ese Dios que no distingue ni hace diferen-
cia en las personas.
En 1893 el gran evento de El Parlamento Mundial de las Religiones, el cual formaba parte de la Exposición Mundial de Chicago, en honor al IV Centenario del Descubrimiento de América, envía invitaciones a los representantes de las distintas religiones. Los conocidos de Vivekananda, entre ellos Maharajás, Rajás y políticos hindúes, le instan a que sea él, el representante del hinduismo en este gran evento. Después de un largo viaje y con escaso dinero llega a Chicago. En su discurso inaugural causa furor. Es descrito por la prensa como el mejor orador del evento. Al finalizar su intervención, emprendió una gira de conferencias por el medio oeste y la costa este de Estados Unidos. Visita Nueva York, recibe invitaciones particulares, entrevistas, ruedas de prensa y su fama se extiende más allá de las fronteras.
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A los tres años y medio regresa a la India y lo reciben como un héroe o Mahatma. En su país había elevado el orgullo, dignidad y confianza, lo mismo que la búsqueda de la propia identidad.
dica y asistencial. Impulsa la creación de varios monasterios a lo largo de la India y establece varias sociedades vedantinas en el extranjero. El 4 de julio de 1902, antes de cumplir 40 años, este gran líder espiritual desencarna en su habitación mientras meditaba.
Una vez en la India, en el año 1897, funda la Misión Ramakrishna, entidad sin fines de lucro basada en los principios del Karma Yoga para el
VIVEKANANDA Y EL PARLAMENTO MUNDIAL DE LAS RELIGIONES
Vivekananda en su recorrido por la India había tomado consciencia de las necesidades de la población en su país, sobretodo de las castas inferiores, de la opresión de la mujer y la educación deficiente principalmente. La India había sido in-
cluida en la comunidad mundial y la administración británica pretendía ofrecer una educación moderna para algunos, pero con un corte desnacionalizante y limitado. También se sentía una inminente revolución de descolonización. Por la
otra parte, Vivekananda veía la riqueza espiritual de la India, pero a su vez, la pobreza de sus logros. Esto lo hizo llegar a la siguiente conclusión: Debemos devolver a la nación su individualidad perdida y elevar el nivel de las masas. […] Y la fuerza necesaria para elevarlas ha de venir del interior. Vivekananda se sintió llamado a servir para el bienestar de su prójimo, a ser un “auténtico amante de la humanidad”. Todo esto pesó en su decisión para aceptar la invitación al Parlamento Mundial de las Religiones, pensando representar y dejar bien a su país.
En el segundo discurso, Por qué no estamos de acuerdo, mediante un cuento de la rana que vivía en un pozo, con esto explicó cómo debemos expandir nuestros horizontes y no encerrarnos solamente dentro de nuestros dogmas religiosos. Esta ha sido siempre la eterna dificultad.
Su participación fue de seis discursos. Su primera intervención de introducción para responder a la bienvenida, fue el más aplaudido cuando dijo: Hermanos y hermanas de América, llena mi corazón de dicha indescriptible levantarme a la calurosa y cordial bienvenida que nos habéis dado. Os doy las gracias en nombre de la más antigua orden de monjes del mundo; os doy las gracias en nombre de la madre de las religiones. Me siento orgulloso de pertenecer a una religión que ha enseñado al mundo no solo la tolerancia, sino también la aceptación de todos los credos religiosos y aceptamos a todas las religiones como verdaderas.
Mencionó de un Dios para todos y citó el Bhagavad Gita diciendo: ‘Quien venga a Mí, por cualquier forma, lo alcanzo; todos los hombres están luchando por caminos que al final conducen a Mí.‘ Criticó el sectarismo, la intolerancia y el fanatismo.
En su tercera intervención, Documento del Hinduismo, la más completa y extensa, refiriéndose a la creación sin inicio ni fin, al alma inmortal, a la relación alma cuerpo, al nacimiento del alma una y otra vez. Explicó lo fundamental de los libros sagrados del hinduismo, los Vedas. Finalizó citando: ¡Oíd, hijos de la bienaventuranza inmortal en esferas superiores! He encontrado al Anciano que está más allá de toda oscuridad, de todo engaño: conociéndolo sólo a Él, te salvarás de la muerte.
En su cuarto discurso, La Religión no es la necesidad imperiosa de la India. Critica a los cristianos por priorizar la religión ante la necesidad
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básica de comer. Se refiere a los hambrientos necesitados de pan que son ignorados en su país.
Budismo, la Realización del Hinduismo fue su quinta exposición y en esta explica la relación que existe entre las dos religiones, su convergencia en el mismo Ser, pero la diferencia en su interpretación. Para los budistas el Gran Maestro y para los hindúes el Dios encarnado en la tierra.
Su sexta intervención para finalizar fue para agradecer a todos y cada uno de los que participaron en el evento. Destacó la importancia de conservar la individualidad de las religiones pero asimilar el espíritu de las otras y avanzar según
les corresponda. La santidad, pureza y caridad son cualidades comunes a todas ellas como también la armonía, paz y no disensión.
EL IDEAL DE UNA RELIGIÓN UNIVERSAL – CÓMO SE DEBE ABARCAR DIFERENTES TIPOS DE MENTES Y MÉTODOS
Hasta donde alcanzan nuestros sentidos y nuestra facultad imaginativa, hallamos la acción y reacción de dos fuerzas que, al contrarrestarse
mutuamente, engendran la perpetua variedad de fenómenos que nos rodean o que ocurren en nuestra mente.
En el mundo externo la acción de estas fuerzas opuestas se expresa como atracción y repulsión, y en el interno como amor, odio, bien y mal. Es evidente que entre más elevado es el campo de acción, más notable resulta la influencia de estas leyes opuestas. De la religión ha surgido el amor más intenso y el odio más diabólico. ¿Nos preguntamos si la paz y la armonía podrán llegar a reinar en este plano de lucha religiosa?
ran una percepción incoherente y amoral entre unas y otras. Ejemplo: el falo para los hindúes representa un aspecto espiritual y no así para los cristianos que lo consideran obsceno. El sacramento cristiano de crucificar un hombre, comer su carne y beber su sangre para adquirir buenas cualidades lo consideran los hindúes como canibalismo.
Entonces, ¿cómo referirme al ideal de una religión universal? ¿Qué podemos hacer nosotros? Tenemos que reconocer como seres humanos, la necesidad natural de la variación. Así como nuestra naturaleza íntima nos hace reconocer la unidad, ya que la unidad en la variedad, en la unidad es el plan del universo. A través de la historia la humanidad ha tratado de formular un credo religioso armonioso para que todas las religiones se unan en el amor. Todas han fracasado porque no adoptaron un plan práctico por la cual cada una pueda mantener su propia individualidad.
Hoy en día las religiones se han convertido en una fase de patriotismo y este es siempre parcial.
Para conocer la dinámica de las religiones, Vivekananda nos indica que toda religión -las grandes religiones- consta de tres partes, la filosófica, que representa el alcance total, sus principios, meta y medios. La segunda parte la mitológica, que consiste en leyendas relativas a la vida de los hombres, o de seres sobrenaturales; y la tercera -más concreta-, comprende el ritual y aspectos externos que atraen los sentidos.
¿Existe una filosofía universal? Todavía no, cada religión presenta sus propias doctrinas e insiste que son únicas y verdaderas, tanto así que hay unas que llegaron a desenvainar la espada para obligar a todos a creer. Eso se debe al fanatismo producto de la ignorancia.
¿Existe alguna armonía entre la mitología de algunas religiones? No, cada una tiene sus propios mitos; luego están los rituales de cada religión con sus propios símbolos, los cuales gene-
Es verdad que Dios es el centro de todas las religiones y todos vamos hacia Él convergiendo en un solo centro y convergiendo en un solo centro cesarán todas nuestras diferencias. En la sociedad vemos muchas naturalezas diferentes, miles y miles de variaciones de mente e inclinaciones.
Primero está el hombre activo, el trabajador que su objetivo es desarrollar por la mucha energía que posee; luego está el hombre motivo que ama lo sublime, lo hermoso, el devoto. Después está el hombre místico, cuya mente quiere analizar su propio yo, comprender el funcionamiento de la mente humana y controlar sus fuerzas; y finalmente el filósofo, que quiere pesarlo todo y usar su intelecto más allá del alcance de la filosofía humana.
Swami Vivekananda enseña para que haya un ideal de religión universal, se tiene que lograr el equilibrio armonioso entre estas cuatro tendencias que manifiesta el hombre y se obtiene mediante lo que denominan en la India, el Yoga.
Unión para el trabajador, es la unión entre los hombres y la humanidad. Unión para el místico entre su yo inferior y su yo superior; unión para el amante entre él y el Dios amor; unión para el filósofo que es la unión de toda la existencia. Esto es lo que significa el término yoga. A quien busca esta clase de unión se le llama yogui que es el que todo lo abarca.
Estos preceptos universales que constituyen el yoga, son complementos para cualquier religión sin generar conflictos siendo estos, inherente al hombre, lo llevan a manifestar su individualidad y realización universal.
LA REALIZACIÓN ESPIRITUAL
Sobre el particular el gran Swami Vivekananda, en su libro “Los Cuatro Caminos para la Realización Espiritual” explica como el hombre puede lograr autorrealización:
pasa con nuestros parientes muertos, para ello se ha servido de las religiones, pues el hombre quiere mantener viva la memoria de sus parientes muertos, al punto que, bajo la creencia de la muerte no era el final, le ponían en sus tumbas comida, utensilios, herramientas, otros; de igual manera pensaban que una forma de mantener la continuidad de la vida del muerto era conservándolo, momias, de allí que se inventaron fórmulas para conservar los cuerpos por cientos o miles de años, es más, se cree que una de las razones de las pirámides, al menos en Egipto era esa la conservación de los cuerpos, en especial los de los grandes lideres políticos.
En Panamá se exhibe en el Museo Reyna Torres de Araúz la foto de una tumba indígena en el sector norte de la Provincia de Coclé en la que se aprecia un cuerpo en el centro y a su alrededor sesenta cuerpos más, se cree que el cuerpo del centro era el de un político importante y los que están a su alrededor los de sus más cercanos colaboradores. Todo lo anterior demuestra que en las diferentes culturas el hombre desde épocas remotas le ha interesado saber qué ocurre después que una persona muere desde el punto de vista espiritual, místico, es decir, qué hay después de culminada la vida en este plano.
I – El Camino del Conocimiento: en este punto habla el swami, del querer del hombre desde tiempos inmemoriales en cuanto a conocer qué
Cuenta el swami que los egipcios consideraban que todo ser humano tenía un doble, éste salía una vez muerto el principal, el cual continuaba viviendo hasta que el cuerpo inerte, es decir, el del muerto continuara intacto, de allí el tema de la preservación de los cuerpos, momias, de manera que como anotamos, la existencia del doble era hasta que el cuerpo del muerto se desintegrara. Dice también que los babilonios, hindúes y chinos tenían las mismas creencias, con la diferencia que para estas culturas este doble perdía toda noción de sentimiento y por tanto no había que proveerles de nada.
De manera pues que según el swami, el hombre ha tenido una lucha por trascender a los sentidos, esto es, saber qué pasa con el individuo después de la muerte o en el sueño, lo que lo ha llevado a querer indagar respecto de los diferentes estados de la mente, así descubrió que hay estados superiores a la vigilia o en el sueño; de esta forma el hombre en la búsqueda del infinito ha logrado ir más allá de los sentidos, de lo material, esto es, ir hacia el hombre espiritual que significa por un lado, soltar el ego, por otro, que aquello, o sea, lo material, no es lo más importante.
Con lo anterior hemos examinado, de manera breve, los caminos del hombre en busca de la realización espiritual, primero en búsqueda del conocimiento general, luego de sí mismo, en especial en conocer si el todo es lo que se percibe por medio de los sentidos, es decir, lo material y allí terminaría todo, hasta que muy de a poco ha ido entendiendo que eso no es lo real, que fuera de eso hay algo más, algo superior, algo que trasciende y que es imperecedero. En conclusión, sobre este punto nos dice el swami que el KATHA UPANISHAD explica:
“Cuando un individuo muere, se abre un debate, algunos dicen que se ha marchado para siempre, otros insisten en que continúa viviendo, ¿quién está en lo cierto?, muchas respuestas se han dado al respecto, ¿si hay algo más allá de los sentidos?, si nos quedamos solo en los que nos dice el estrecho mundo de los sentidos, la pregunta será la misma, ¿es la muerte el final de todo? Después del hombre esforzarse por saber si la muerte es el final de todo y seguir bajo el entendimiento que la vida en un instante se esfuma, entra en el afán de ser feliz, en consecuencia, hace todo cuanto sea posible por satisfacer los sentidos y desde luego ser feliz hasta cuando se entera de que sus deseos no pueden ser satisfechos, pues se entera de que todo es evanescente, es decir, se esfuma se evapora.”
A nuestro entender, este es el conocimiento necesario para que una persona busque la realización espiritual, si esto no se entiende, la gente, en su gran mayoría, seguirá yendo a las iglesias, a los diferentes cultos, pero con muy poco o nin-
gún conocimiento de lo que trasciende a la vida terrenal y que es por lo que vale la pena afanarse en lograr, el ejemplo lo tenemos en lo que han sido las vidas de los grandes maestros realizados espiritualmente.
II - El Camino de la Acción Desinteresada: es este otro de los caminos idóneos que nos habla el swami como método para lograr la realización espiritual. ¡Pero qué difícil es esto! ¿verdad? pues por regla general los seres humanos cuando hacemos algo en favor de otro, algún interés egoísta hay detrás. Así es, por lo regular el ser humano cuando hace algo en bien de otro, ese gesto lleva un interés detrás para quien hace el bien; obsérvese que la mayoría de los actos humanos hacía sus semejantes es con miras a obtener algún provecho, sencillamente nos olvidamos del mandato bíblico “ama a tu prójimo como a ti mismo”. Si en términos generales actuáramos conforme a ese mandato, sin duda el mundo sería mejor.
III - El Camino de la Devoción: existe una historia muy conocida que creemos ejemplifica claramente el concepto devoción, se trata de aque-
llos trabajadores que construían una catedral y les preguntaron a varios, ¿qué estás haciendo? Las respuestas fueron: estoy colocando ladrillos, otro, llevo la arena, otro, estoy haciendo mezcla, no obstante, hubo uno que dijo “estoy ayudando a construir la mejor catedral del mundo”, sin duda este lo que hacía, lo hacía con devoción. El swami nos aconseja que en esa búsqueda de la realización espiritual lo hagamos con devoción, de lo contrario agregamos nosotros, nuestra actitud sería como la de los personajes que asisten a las misas o cultos con actitudes vanas.
Por último, no queremos terminar sin referir una anécdota que nos ilustra quién fue la personalidad de ese swami. Así el autor de la obra “El Tao de la Juventud Eterna”, Angelo Dudra nos cuenta su experiencia cuando llegó a un centro de yoga en Nueva York, siendo muy joven, can-
sado, estresado y enfermo. Resultó que en ese lugar había enseñado el swami y había una habitación donde él dormía, el director de ese centro le dijo que antes de instruirle en lo que allí se enseñaba fuera y descansara en esa habitación, se quedó unas tres horas, cuando se levantó no tenía ninguno de los síntomas con los que había llegado, es decir, estaba curado, renovado totalmente, él dice:
“En esencia, en la habitación de Swami Vivekananda lo que me curó fue el amor. Él era un héroe del amor, y todo lo que había hecho en su vida seguía allí, impregnando las pare-
des y el techo del lugar, décadas después de su muerte.”(P. 167).
Una semblanza de ese gran maestro.
IV - El Mundo Maya: Uno de los pilares de la Vedanta lo constituye la idea del Maya. Pasó por estadios evolutivos y se ha interpretado de manera errónea muchas veces, dándole significado de ilusión. Maya se entiende por el estado de la realidad, la realidad de este universo y de cómo se desarrolla. Son las contradicciones que enfrentamos o confrontamos a lo largo de la existencia. Vendría a ser como una balanza entre dos valores que se mueve, aumentando de un lado y decreciendo del otro lado o viceversa; pero hay una manera para salir de esta condición que los filósofos védicos encontraron y es llegar al creador del Universo.
CONCLUSIONES
Swami Vivekananda en su misión espiritual en este plano se le considera como uno de los pioneros en establecer contacto con otras religiones y desarrollar el diálogo interreligioso al viajar a América del Norte y participar en el I Parlamento de Religiones celebrado en Chicago en 1893.
Potencializó la práctica del servicio a los demás en acción humana, misericordiosa y una contemplación activa. Llevó a los monjes y hermanos discípulos a conocer la India real. El desarrollo de una religión que nos da la fe en nosotros y el respeto a los demás, el poder de nutrir a los hambrientos, de vencer la miseria y de elevar a las masas: ¡si queréis hallar a Dios, servid al hombre!
Expuso los verdaderos yogas del alto vedantismo como disciplinas del espíritu para hallar la verdad. Es como en Occidente, el de la experimentación y la razón con la diferencia que para el filósofo de Oriente, el espíritu no se limita a una sola inteligencia y en un segundo lugar el pensamiento es acto y el acto solo asegura el valor del pensamiento. La religión no es palabra ni doctrina, es realización, no es oír y aceptar, es ser y llegar a ser.
Vivekananda también concluye que el verdadero deber no es una realidad objetiva, no es lo
hecho lo que define el deber; él existe, pero del lado subjetivo se resume en el aforismo sánscrito “no hagas mal a ningún ser; no hacer mal es virtud. No hay deber para ninguno, todo lo que hacéis dadlo sin reservas, pero no como deber, ni siquiera lo penséis. Estamos simplemente ocupados en hacer la voluntad y nada tenemos que ver con recompensas o castigos. Tenemos derecho al trabajo no a los frutos” dice el Gita.
Swami Vivekananda afirmó que la riqueza espiritual que nos indica la corriente filosófica Advaita Vedanta que se refiere a la idea de que el alma, Atman, es el verdadero ser y es la misma realidad metafísica más alta, Brahman. Busca la liberación a través del conocimiento, y deber dar su fruto que es el amor, a través del servicio a todos los seres de la creación visible e invisible.
Swami Vivekananda considera que toda alma es potencialmente divina y la meta es manifestar esa divinidad que llevamos adentro controlando la naturaleza externa e interna. Conseguirlo por medio del trabajo, la devoción, el control psíquico o la filosofía, por uno o más o por todos es lo que nos hará libres. En esto consiste la religión. Las doctrinas, dogmas, virtudes, libros, templos y formas los considera como detalles secundarios.
CITAS BIBLIOGRAFICAS
- https://www.nodualidad.info/libros/vedanta-practica.html
- https://www-britannica-com.translate.goog/biography/Vivekananda
- https://www.escuelamahashakti.com/biografia-vivekananda/
- http://www.ibe.unesco.org/sites/default/files/vivekans.pdf
- https://www.saindodamatrix.com.br/vivekananda-esp/
- Selecciones del Swami Vivekananda, Conferencias, Pláticas, Cartas, Poemas. Editorial Kier, S. A. Buenos Aires.
- The Four Paths of Self – Realization, SWAMI VIVEKANANDA, edición en inglés 2014, Discovery Publisher. (Los Cuatro Caminos, edición en español, 2017, Discovery Publisher. Nueva York.
- ANGELO DUDRA, “El Tao de la Juventud Eterna”, Colección Nuevo Mundo, p.167
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PARAMAHANSA YOGANANDA
El poder transformador de la Paz
Nelly Rodríguez Kleber Orellana Karyna Vargasaramahansa Yogananda, conocido como el gurú hinduísta precursor del yoga en Occidente, recibe las enseñanzas del maestro Sri Yukteswar. En 1920 llega a América a proponer el Poder Transformador de
Pla Paz mediante la meditación a una sociedad alejada de la espiritualidad. Su fórmula es lograr el cambio desde el interior del ser humano y desde ahí, al mundo. 1.-
“Padre, enséñame a ser calmadamente activo y activamente calmado. Hazme ser un príncipe de la paz que gobierne el reino de la actividad sentado en el trono del equilibrio” (1)LA PAZ INTERIOR, EL ARTE DE SER CALMADAMENTE ACTIVO Y ACTIVAMENTE CALMADO
Desarrollar nuestras actividades en el lugar y el tiempo que nos corresponde permanecer en este plano físico, dando lo mejor de nosotros, pero sin dejarnos llevar por los intereses y frivolidades terrenales. Por el contrario, recordando siempre que nuestros afanes deben ser para servir a nuestro Creador y llevar nuestra vida impregnada por la conciencia divina.
Como todo arte, la paz interior requiere preparación y mucha práctica, habrá que cultivar con paciencia, firmeza y perseverancia, hasta llegar a
“La calma es el aliento viviente de la inmortalidad de Dios que mora en mi” (3). Vivir en la divina conciencia del alma, es como encontraremos la dicha, la sabiduría, el amor y la paz que es la verdadera naturaleza de Dios y de nuestra alma.
Preguntémonos, ¿Tengo un propósito? ¿Tengo el control de mi vida? Un profundo y sincero análisis nos llevará a concluir que nuestro éxito supremo es percibir la imagen de Dios en nuestro interior venciendo las dificultades del cuer-
“Alcanzar la paz interior es un arte que nos llevará a ser serenamente activos y activamente serenos” (2)
La yoga permite alcanzar un completo estado de paz interior, donde los temores desaparecen junto con los estados de ánimo exacerbados, transmitiéndonos paz y seguridad. Yogananda indica que el nerviosismo es producto de las continuas inquietudes y excitaciones excesivas de los sentidos, que se manifiesta con sentimientos de preocupación, miedo, ira, tristeza, envidia, melancolía, etc.
La preocupación excesiva en sucesos pasados o del futuro, agobian nuestra mente quitándonos la paz. La solución es vivir en el presente y esos temores se contrarrestan con una fe firme, descansando en el Señor en profunda meditación,
les es indestructible y que Él siempre está con nosotros, guiándonos y cuidándonos como Padre amoroso.
Convertir nuestros hogares en un remanso de paz es la máxima prueba para nuestra aspiración espiritual. Nuestra serenidad interior debe ser capaz de mantener estabilidad y fortaleza, expresando emociones de amor, amistad y paz, a pesar de las actitudes agresivas que recibamos del entorno.
Una vida moral, armonizada con las leyes divinas de la creación, produce paz y más felicidad que el mismo éxito material.
3.- CÓMO VIVIR EN EL MUNDO DESDE NUESTRO CENTRO DE PAZ INTERIOR
Tanto el Padre César Dávila como Paramahansa Yogananda coinciden en que todos los problemas que aquejan a la humanidad como la guerra y la ausencia de paz interior, se solucionan con un profundo estudio meditativo de la Palabra de Dios.
Las recomendaciones prácticas de Yogananda para ser serenamente activos y permanecer en la paz en medio de las cotidianas tormentas exteriores son:
“Equilibra tu vida espiritual y material”. Debe-
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mos compensar la inquietud ocasionada por la actividad material con la meditación diaria.
“Simplifica la vida”. Cuanto menos posesiones te atrapen, más libre y feliz te sentirás. Cultiva una sólida amistad con Dios.
“La grandeza exige soledad”. Los santos de la India aconsejan cuatro períodos de quietud y soledad diarios.
“El valor espiritual del Sábado”. Reservar un día a la semana para retirarse en soledad, buscando la introspección, silencio y quietud; llenará nuestras vidas de paz y gozo.
“La calma confiere armonía y buen juicio a todas las actividades”. Una combinación de calma y concentración nos permite realizar nuestras actividades con una actitud controlada y serena sin perder el equilibrio interior.
4.- LA PAZ PERMANENTE (LA PERFECTA TRANQUILIDAD DEL SER) DA LUGAR A LA DICHA Y LA BIENAVENTURANZA
“En el templo del samadhi, la unidad con esa paz que constituye la primera manifestación de Dios en la meditación, se descubre un estado de dicha eternamente renovada y un gozo que jamás se extingue”. (6)
La búsqueda de paz del hombre debe ser guiada para alejarnos del mundo fenoménico y adentrarnos en el océano de la calma espiritual que está en nuestro interior. La paz es una cualidad divina y, por nacer desde la Divinidad, puede llegar a ser permanente.
Para que sea permanente, es requisito indispensable tener un refugio de silencio interior, donde no se permiten conflictos ni sentimientos negativos. A él recurriremos para superar las preocupaciones y sumergirnos diariamente en momentos de silencio y de paz.
Debemos practicar estos momentos de silencio hasta alcanzar la paz que proviene de nuestro Padre Celestial. Una vez que alcancemos este es-
tado con constante práctica de Kriya emanaremos, dicha y armonía como una flor perfumada, su aroma.
5. – LIBERARSE DEL EGO Y LOS DESEOS MUNDANOS PARA LLENARSE DE PAZ
“Quien absorbe todos los deseos en su interior, a semejanza del rebosante océano que permanece impasible (inalterable) ante las aguas que lo alimentan, se encuentra colmado de satisfacción -mas no así el que ambiciona saciar los deseos.” (6)
El ego y los deseos mundanos se encuentran alimentados desde nuestros sentidos. El hombre que se entrega exclusivamente a la percepción de la vida a través de los sentidos está condenado a la desunión de su alma, y por ello su existencia estará ausente de paz.
En su libro El Amante Cósmico, Yogananda, expone que el desarrollo de una gran calma interior es el camino para percibir a Dios en la vida diaria.
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Nos dice: “El primer experimento (de un principiante) con la religión debe comenzar con el silencio”, y a continuación debe buscar su paz en la morada interior, que es donde radica la felicidad del hombre.
Su receta infalible es: “Sentarse y meditar, has-
ta obligarnos a calmarnos”, pues la mente serena, rebosante de fe y buscando de corazón la ayuda de Dios, siempre recibe respuestas.
Actos de silencio, calma, humildad y fe nos liberan de la esclavitud, propias del ego.
6.- QUIEN POSEE
LA
CUALIDAD DIVINA DE LA PAZ (SHANTI) EN SU CORAZÓN, CORTA DE RAÍZ EL SUFRIMIENTO
El sufrimiento es consecuencia de la ausencia de paz y de vivir enfocado en los sentidos. La única manera de cortar de raíz el sufrimiento es renunciar a los apegos. La unión con Dios nos permitirá encontrar esa sabiduría que nos brinda la paz en nuestro corazón, alejando por completo el sufrimiento de nuestras vidas.
La cualidad divina de la paz, shanti, confiere a su poseedor un escudo contra el nerviosismo y las emociones violentas, protegiéndolo de sus adversas consecuencias en la salud.
Poseer esta divina virtud nos asegura una visión ecuánime de las circunstancias, sin permitir que palabras engañosas nos lleven a juicios equivocados o a acciones imprudentes, manteniendo incólume nuestra capacidad de raciocinio y hasta el buen humor en situaciones extremadamente conflictivas. Puesto que hemos sido creados a su imagen y semejanza, la paz de Dios (Shanti) está a nuestro alcance con la práctica continua de la meditación.
7.- LA MIRADA DE UN YOGUI ORIENTAL A LA ENSEÑANZA DE JESÚS PARA VISLUMBRAR EL REINO INTERIOR DE DIOS Y SER ADALIDES DE LA PAZ
Al dirigirse a públicos occidentales Yogananda recurre a nuestro maestro y guía Jesús para explicarnos más sobre la paz interior. En su libro El
Yoga de Jesús, explica las bienaventuranzas que encontramos en la Biblia en los evangelios de Mateo y en Lucas.
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Podemos imaginar la escena en la que, con palabras muy sencillas pero con su fuerza divina, su sagrada vibración y su infinita sabiduría, Jesús expone: “Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios”. (8)
Bienaventurados, repite muchas veces. Pero ¿qué significa ser bienaventurado? El estado de Bienaventuranza es el que se alcanza en el Reino de Dios, es llegar a tener un corazón puro. Yogananda recalca que los amantes de la paz son aquellos que irradian serenidad, alcanzada mediante una dedicada y devota práctica diaria de meditación y son, gracias a esa constante relación con la fuente universal de la paz, verdaderos hijos de Dios.
Son estos meditadores los que buscan deseosamente que la Paz de Dios se transmita a sus ho-
8.- LA PAZ ES LA PRIMERA MANIFESTACIÒN DE DIOS EN LA
MEDITACIÓN
“Ven a mi como gozo en la unión del samadhi y permanece por siempre en mi corazón, en el altar de la dicha”. (9)
La concentración y la meditación ferviente abre las puertas del reino de la conciencia cósmica pues permite penetrar hasta lo más profundo del ser y su conciencia, percibiendo lo que Jesús afirmó: “El Reino de Dios está dentro de vosotros”.
La práctica constante de las sagradas técnicas yóguicas de recogimiento interior, capacita al iniciado a tener acceso a las regiones celestiales
de conciencia trascendente pues despierta los centros astrales y causales de la fuerza vital que se encuentran en la espina dorsal y el cerebro. La meditación profunda y prolongada consigue desenfocar la atención del cuerpo material para a su vez, explorar el cuerpo astral hasta alcanzar un estado de quietud corporal, para pedir la presencia divina podemos repetir una invocación, jaculatoria o mantra, que la impregnamos con nuestra devoción.
Somos espíritu que hemos venido de Él y debemos retornar a Él.
Tomando las palabras del Padre César Dávila de una de sus múltiples conferencias, menciona...: “Uno de los grandes méritos, entre tantos, de Paramahansa Yogananda es éste: haber uni-
do al Oriente y al Occidente por su enseñanza, doctrina; y nosotros estamos unidos al Oriente, de donde vino la luz, de donde vino la religión, estamos unidos por Paramahansa Yogananda, porque nosotros seguimos las enseñanzas y las prácticas que él enseñó”.
“En el templo del cuerpo reside la vida; en el templo de la mente, la luz; en el templo del alma, la paz.” (10)Centro Guayaquil
ORACIÓN POR LA PAZ
La paz fluye en mi corazón y se desliza como un céfiro a través de mí.
La paz satura mi ser, como una fragancia.
La paz me atraviesa cual rayos luminosos.
La paz aniquila toda preocupación y todo ruido.
La paz consume toda inquietud mía.
La paz, como una esfera incandescente, se expande hasta colmar mi omnipresencia.
La paz, como una marea, avanza hasta inundar el espacio entero.
La paz, cual roja sangre vivifica las venas de mis pensamientos.
La paz, cual aureola ilimitada, circunda mi cuerpo con su infinitud. Llamaradas de paz brotan de los poros de mi cuerpo y del espacio entero.
El aroma de la paz flota sobre los jardines floridos.
El vino de la paz fluye constantemente en los lagares de todos los corazones.
La paz es el aliento de las rocas, de las estrellas y de los sabios.
La paz es el deleitable vino del Espíritu, que fluye del ánfora del silencio, del cual bebo a través de las incontables bocas de mis átomos.
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REFERENCIAS:
1.
Paramahansa Yogananda, Susurros de la madre eterna, 1944, pág. 49 2. Paramahansa Yogananda, La Paz Interior, 2003. 3. Paramahansa Yogananda, La Paz Interior, 2003, pag 8. 4. Paramahansa Yogananda, La Paz Interior, 2003, pag 24 5. Bhagavadat Guita, Dios habla con Arjuna Vol. 1 pág. 379 6.
Paramahansa Yogananda, El Yoga de Jesús, 2004, pag 121 7. Bhagavadat Guita, Dios habla con Arjuna Vol. 1 pág. 372, estrofa 70 8. Mateo 5,9 9.
Paramahansa Yogananda, El Yoga de Jesús, 2004, pag 121 10.
Paramahansa Yogananda, El Yoga de Jesús, 2004, pag 120
BIBLIOGRAGÍA:
1.
DIOS HABLA CON ARJUNA (El Canto a Dios). BHAGAVAD GITA. P. Yogananda. SRF. VOLUMEN I: Cap.II. Estrofa 66. Pág. 372-373. Pág. 378-379. Estrofa 70. Pág. 383. Estrofa 71. VOLUMEN II: a. Cap. XII. Estrofa 12. Págs. 322-323.
b. Cap. XVI. Estrofa 1-3 sub 14. Pág 459.
2.
3.
4.
LA BÚSQUEDA ETERNA
La calma, el mejor remedio. Págs.118.119.
EL AMANTE CÓSMICO
a. Pág. 256. La calma es la madre de las buenas acciones.
b. Pág. 377. La Paz y el gozo perennes residen en tu interior, no en el exterior.
El YOGA DE JESÚS
Parte III El yoga del amor divino que enseñó Jesús:
a. Cap. 7. Las bienaventuranzas. Páginas 91,92 93 sobre La Paz.
b. Cap. 9. Pág. 117. El amor divino: la meta suprema de la religión y de la vida. Y págs. 120. 121. El reino de Dios está dentro de vosotros.
5. SUSURROS DE LA MADRE ETERNA Pág. 70. Oración por la Paz (Escrita en 1944).
6. 1 transcripción y 5 audios,
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Padre César A. Dávila G. La oración silente, camino de paz interior
¿EN QUÉ CONSISTE EL DON DE LA PAZ?
LA PAZ, DON DIVINO
El mayor don que puede recibir el hombre es éste: LA PAZ…
La paz es el fruto maduro del Espíritu de Dios. Donde hay verdadera paz, ahí está Dios. Donde no hay paz, ahí está la obra del poder de las tinieblas.
La paz reina en el corazón del que vive en armonía con las leyes divinas. No hay paz donde no existe esa armonía…
Padre César Dávila G,.
¿QUÉ ES LA PAZ?
La paz es orden, armonía, tranquilidad, silencio. La paz es fruto de la perfecta sintonía de la conciencia de la mente, de la voluntad del alma y del espíritu del hombre con Dios. Sólo esta sintonía es capaz de producir la paz verdadera en cada uno de nosotros, en la familia, en la sociedad, en cada nación y en todos los pueblos de la Tierra.
Padre César Dávila G.LA PAZ: es orden y armonía, es tranquilidad y silencio, es la sintonía de la ciencia y de la mente, es la sintonía de la voluntad del alma y del espíritu del hombre con Dios.
Estando en sintonía con Dios, encontramos la verdadera paz.
La paz es un don divino: es el fruto del espíritu de Dios. Donde hay paz, ahí está Dios. La paz reina
en el corazón del que vive en armonía. El Padre Dávila sin duda fue un elegido de Dios para enseñarnos este camino de encuentro hacia la paz.
La paz es un Don que viene de Dios y que nos acerca a Él. Es un regalo que nos ofrece para sentir su presencia, para abandonar nuestras preocupaciones, nuestros temores, nuestros do-
lores, y abrirnos a vivir en armonía, en sintonía con el creador.
La paz se construye a diario, cuando venzo las barreras de la violencia de la mentira, del egoísmo y me abro a vivir una experiencia de perfección que es la paz.
Dios no está en el ruido ni en el desorden. Dios
está en perfecta armonía dentro nuestro, está en el silencio, en la contemplación, en la experiencia hermosa de dejarlo hablar y silenciar nuestros sentidos.
Sin duda una experiencia que el Padre Dávila experimentó a diario y que nos invita a vivir en la meditación.
LA PAZ DE CRISTO: NO PAZ SINO ESPADA
Cristo nos revela la existencia de una paz que no es la que se adquiere por medios externos a nosotros. Nos muestra una paz que existe en nuestro interior, nuestro espíritu, al cual se accede cuando se aplica sus enseñanzas. A esto se refiere cuando Jesús nos dice “La paz os dejo, mi paz os doy; no como el mundo la da os la doy yo” (Jn. 14,27).
Para lograr sentir esa paz interior, Él es el “renunciante más perfecto. NO tenía nada absoluta-
mente nada que pudiera llamar suyo”, y nos da un indicativo cuando le responde a un hombre que busca seguirle, “Las raposas tienen cuevas y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del Hombre no tiene donde reclinar la cabeza” (Mt. 8, 18-22). En esta, nos muestra que el desapego a todas las cosas de este mundo debe ser total, porque nuestro lugar y destino final es de otro origen, es uno que trasciende las comodidades de los sentidos y las limitaciones que satisfacen al ego. Para alcanzar este estado de quietud, debe-
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mos ser capaces de reconocer en primer lugar, que las cosas que llamamos nuestras, incluyendo a las cosas que aspiramos tener por medio de de-
seos, son sólo ideas ilusorias de la verdadera paz que mora en nuestro interior.
El Padrecito Dávila nos da la clave: “El vivir absolutamente libres, es el principio del vivir en paz. Cuando hayas dado este primer paso, da el segundo: busca el Reino de Dios dentro de ti mismo. Cuando hayas encontrado este reino, habrás encontrado la paz.”
En línea con el desapego, también Jesús nos recalca que ha “venido para separar al hombre de su padre y a la hija de su madre, y a la nue-
ra de su suegra” (Mt. 10, 34-38). Cuando nacemos tenemos los vínculos de sangre con nuestra familia y a medida que crecemos establecemos
nuevos vínculos de acuerdo con nuestros intereses y deseos. Cristo nos recuerda, no obstante, que no hemos sido llamados para quedarnos con estos vínculos, sino a unirnos a Él por encima incluso de cualquier parentesco, insistiendo en que los únicos lazos verdaderos son los que se establecen en la unión con Dios.
Asimismo, Cristo cuando dice “No penséis que he venido a poner paz en la tierra; no vine a
poner paz, sino espada” (Mt. 10, 34), en su misión de mostrarnos nuestro propósito sobre la tierra y cómo liberarnos, nos muestra la necesidad de que nos enfrentemos a nuestras ataduras. Como parte de su amor por nosotros, Él vino con una postura absoluta de decir la verdad inclusive si ésta nos incomoda inicialmente, para que podamos deshacernos de los velos que no nos permiten percibir la paz que mora en nuestro interior.
En su caminar, Jesús, nos mostró priorizar a Dios sobre todas las cosas cuando nos dice “buscad primero el reino de Dios y todo lo demás vendrá por añadidura” (Mt. 6, 33). A través de sus enseñanzas plasmadas en el Evangelio y su conciencia Crística, nos dejó el medio y los pasos ne-
cesarios para poder sentir la paz divina a la cual somos llamados como hijos espirituales: ser renunciantes a las cosas de este mundo con una entrega a Él de cuerpo y mente, mientras sintonizamos nuestro espíritu de forma constante con su presencia.
“MI PAZ OS DEJO, MI PAZ OS DOY”
El Padrecito Dávila da cuenta del Evangelio de San Juan que narra las últimas horas de Jesús en la tierra y que en su sermón de despedida deja su herencia de paz, al decir... “Mi paz os dejo, mi paz os doy”, dejando una religión de amor.
Esto lo constató el padrecito en sus viajes a Tierra Santa donde palpó “... la bendición de su palabra viva, rebosante de luz, de amor, de sabiduría, de dulzura, de espiritualidad”.
El alma contemplativa todavía escucha el himno de paz de los pastorcitos cuando nació Jesús, así también su despedida también es de paz y finalmente ya resucitado, le dice a los apóstoles su mensaje de paz, “Mi paz os dejo, mi paz os doy”, esto es algo tan necesario que sin ella,
nuestra vida sobre la tierra sería imposible.
Jesús en su sermón de despedida les dice a sus apóstoles “la paz os dejo, mi paz os doy; no como el mundo la da, os la doy yo”.
De estas palabras podemos darnos cuenta que, el mayor don que podemos recibir es la Paz, de este modo, donde hay verdadera paz, allí está Dios.
La paz reina en el corazón del que vive en armonía con las leyes divinas, la paz es el fruto de todas las virtudes, la paz es orden, es justicia, es verdad, es amor.
Mientras, podemos observar que en el mundo
no hay paz, porque no se cumplen las leyes divinas, porque el hombre las ha sustituido por sus caprichos, allí donde reina el odio, el egoísmo, la ambición, germina la guerra, la desolación, la muerte.
Es por esto, que si queremos ser partícipes de la paz de Dios, debemos aprender de las enseñanzas de Jesús, porque la paz es fruto de la perfec-
ta sintonía de la conciencia, de la mente, de la voluntad, del alma y del espíritu del hombre con Dios. Sólo con esta sintonía se producirá la verdadera paz en cada uno de nosotros, en la familia, en la sociedad, en cada nación y en todos los pueblos de la tierra. Todos debemos adquirir esta paz, vivir esta paz, ser constructores de ella cumpliendo las leyes divinas, no hay otro medio ni otro camino.
En las distintas pláticas que realizó el Padrecito Dávila, fue desarrollando estos aspectos relacionados con la Paz, de acuerdo con el legado de nuestro Señor Jesucristo. Así vemos que: “la paz viene de un orden interior, este orden se genera cuando hay sintonía con las leyes de Dios y de esa manera se llega a la verdadera felicidad… también significa Bienaventuranza”. Esta paz se ve afectada por las preocupaciones, y ese verdadero infierno es el tormento de carecer de paz verdadera. Por eso, el P. Dávila nos invita a no dar un paso atrás, a no desmayar
en el sendero, para lo que hay que tener FE en el Señor, vivir unidos a Cristo.
Además, nos plantea que la meditación es el camino, hacerlo todos los días, eso significa ser un estudiante de Auto-Realización, no es sólo un nombre. No hay que olvidar que el fin último es Dios. Al igual que la parábola de la vid y los sarmientos: donde los sarmientos no pueden dar frutos sin la vid, de esta manera nosotros no podemos sentir la verdadera paz y felicidad sino es a través de esta conexión con Dios.
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En otra de sus pláticas, también nos invita a ser “Constructores de paz”, dice que las personas hoy en día no saben que Dios es la paz suprema, y todos debemos sentirnos como un solo corazón y una sola alma (“Cor Unum et Anima una in Deum”). El que alcanza la paz es quien es dueño de sí mismo, el que obra sin placer ni repugnancia pensando sólo en el yo.
Hoy los buscadores de la verdad son tildados
como locos y son juzgados. Lo que para el sabio es luz para el vulgo es tinieblas. Hay una medida o patrón para saber si se están haciendo bien las cosas y es actuar según las leyes universales, si andamos en armonía con ellas no estamos equivocados ya que cuando estamos en armonía con Dios nuestra conciencia se desarrolla aún más, de lo contrario nuestra conciencia se altera y sufre y evita la presencia de Dios.
El reino de los cielos sólo los esforzados pueden descubrirlo, alcanzarlo y conservarlo. Quien cede a la voluptuosidad no alcanza la paz, el que trasciende el orgullo y el egoísmo alcanza la felicidad y la paz. Y para trascender el mundo de Maya (el mundo de la ilusión y las limitaciones) debemos primero conocer qué son esas cosas en
el mundo, ya que, sin paz no hay serenidad ni puede haber sabiduría.
El Padrecito Dávila nos recalca, que uno de los dones más grandes que Dios concede a sus hijos es la paz.
Al despedirse Jesús de sus discípulos dice “Mi paz os dejo mi paz os doy”. Después de la resurrección Jesús saluda a sus discípulos siempre con “Paz a vosotros”. Esto implica un proceso de transformación que llega a la culminación
perfecta. Esto lo sabían los primeros cristianos, por lo que en las lápidas funerarias colocaban “Que descanse en paz” “Que la paz eterna los ilumine”. También lo sabían otras culturas como los egipcios y pueblos originarios.
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“Bienaventurados los pacificadores porque de ellos es el reino de los cielos”, quienes han cultivado la paz alcanzan la bienaventuranza. La raíz profunda de la paz está en Dios, él es el principio de todo y Cristo es el vehículo del Padre, quien manifiesta la paz de Dios.
¿Cómo podremos sentir la paz en nuestro interior? Debemos buscar un lugar sagrado y escuchar los sonidos de los 7 centros de la columna, ahí verificaremos una transformación y sentiremos la paz indescriptible, nos dice el P. Dávila.
esta bienaventuranza, los que trabajan por la paz son acreedores a esta bienaventuranza, ya que la paz es el don más grande que nosotros podemos alcanzar, cuando nuestro corazón o espíritu se siente agitado por las pasiones que les acecha, cuando no encuentra la paz el hombre, desesperado no se sabe qué hacer.
La paz es esa tranquilidad y armonía que siente el espíritu. El hombre que se llena de bienes, y uno de esos bienes está alejado del corazón, se pierde la paz. ¿Qué bienes necesitará el hombre?: solamente Dios es quien puede dar al hombre la verdadera paz del espíritu, no hay paz si no hay verdadera comunión con Dios. La paz que está desvinculada con Dios no es verdadera paz, es sólo una apariencia.
A San Agustín dice que la paz es tranquilidad y orden, donde hay desorden falta paz. Nosotros somos como instrumentos musicales, si estamos afinados, el artista (Dios) podrá tocar una sinfonía y la paz vendrá de esa afinación total. Cuando nos apartamos de las leyes de Dios nos desafinamos. Cada uno es una cuerda de ese instrumento, debemos cada uno entonces estar afinados para entonar la sinfonía del Universo.
Como conclusión debemos vivir el orden, un orden espiritual, la paz es hija del orden, cuando no observamos las leyes divinas no hay paz. Dios es el orden supremo, por lo tanto, Paz suprema. Nosotros procuramos ser un orden relativo para participar de la paz verdadera.
Cuando el Padre Dávila nos insta a ser constructores de la paz, nos pone la Bienaventuranza dejada por Jesucristo como ejemplo de la ruta a seguir: “Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán hijos de Dios”.
La humanidad necesita meditar, especialmente
Un ejemplo que nos pone el Padrecito Dávila es la búsqueda de paz entre las naciones: cuando se sienta el representante en torno de una mesa para encontrar los postulados sobre los cuales va a edificar la paz y éstos fracasan, se debe a que sus resoluciones no interpretan esa paz que solo viene de Dios, son resoluciones que solamente resuelven en parte y temporalmente los problemas de las demás naciones. Por ello, dichosos los que trabajan por la paz, basados en la justicia, el orden y bajo postulados supremos. El hombre encontrará la paz que busca basado en las leyes de Dios, sino lo hace es imposible que pueda encontrar la paz.
Si quebrantamos una de estas leyes, contraviniendo por ejemplo uno de los mandamientos, la paz se resiente y nos comenzamos a intranquilizar, la persona que odia no puede tener paz, la persona que busca los bienes de este mundo contraviniendo una ley divina, no puede encontrar la paz.
La paz llega al corazón cuando comenzamos a hacer conciencia de todo esto, es necesario cumplir las leyes establecidas por Dios, que nos entregarán la verdadera paz. Es así que tenemos que trabajar por vivir esa paz del espíritu, que nace del cumplimiento de las leyes de Dios. Una vez que nosotros tengamos la paz, entonces podre-
mos ser verdaderos constructores de ella, si no hay paz en nosotros, no podremos ser constructores eficaces de la paz de los demás. Cuando
nos apartamos de Dios, no podemos conseguir la paz.
LA MEDITACIÓN COMO CAMINO DE PAZ
En la meditación nos mantenemos en silencio, ya que sólo en el silencio nos comunicamos con Dios. Tengamos cuidado con los pequeños detalles que se prescriben para hacer bien la meditación, ya que son muy importantes, la meditación depende de la exactitud del cumplimiento de estos pequeños detalles. Nosotros desde el mismo momento que nos disponemos a meditar debemos considerarnos felices y dar gracias a Dios, porque Él se ha dignado a inspirarnos de esta generosidad y de esta decisión de tomar estos momentos para Él.
Un ejemplo que expone el Padrecito Dávila en otra plática nos dice: “Todos ustedes tienen en sus hogares almas muy buenas comenzando por la madre que es el prototipo de bondad, tienen hermanos parientes ejemplares, pero
también tienen a muchos y quizás la gran mayoría y a veces la totalidad que descuidan de lo más importante que es este momento de comunión con Dios que tenemos en la oración. Deben considerarse felices de dedicar estos momentos a este bendito Dios que quiso que estuviéramos tan cerca de Él, tan en Él, que envía a su propio hijo para que se haga uno de nosotros, para que conviva con nosotros, restaure nuestra naturaleza humana, compartiera todas nuestras miserias, problemas inquietudes, frustraciones, sufrimientos. Entonces esto demuestra que Dios no nos ha abandonado nunca y está siempre con nosotros”.
Lo que pasa es que nosotros nos olvidamos que tenemos que ir a Él, vivir junto a Él, encontrar el
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principio de nuestra felicidad en Él.
El Padre comenta que tuvo muchas ocasiones de conversar con personas que vienen a su consulta, siempre es el mismo problema y siempre se soluciona al ir con Dios. El principio o causa de todos esos problemas de la familia, personales, está en que Dios está ausente de esa conciencia, de esa familia, en lo que radica la causa de todos los problemas que nos toca vivir. Y continúa: “Ustedes alumnos tienen esta bendición de haber encontrado el camino y la solución
para todos sus problemas. El testimonio que doy puede ser también el vuestro, yo vivo una vida enteramente feliz y ustedes pueden decir también lo mismo, que viven esta vida de paz, felicidad, gozo, de bienaventuranza, pero donde está la fuente de todo esto: Dios, que entrega la paz del espíritu”.
Nosotros meditamos para ir paso a paso en la necesidad de vivir junto a él y en él de sentir la paz y la vida que viene de él.
SAN PABLO A LOS EFESIOS, CAPÍTULO 2, VERSÍCULOS 17, 18:
17. Y vino, y anunció la paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca, 18. porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre.
El apóstol Pablo resume en estas palabras el mensaje que él dirige a los Efesios, la misión de nuestro Señor que trajo la noticia de la paz: Paz a vosotros los de lejos, paz también a los de cerca (referido al estado de acercamiento de la conciencia cósmica, de Cristo o Divina), así unos y otros podemos acercarnos al padre con un mis-
mo espíritu.
Los más alejados de la conciencia divina eran los que no formaban parte del pueblo de Israel, los que estaban cerca eran los que integraban el pueblo que recibió directamente el mensaje de Cristo y de todos los profetas del Antiguo Testamento. Cristo dijo “mi paz os dejo mi paz os doy”, paz que tiene origen en Dios y es su esencia, es la identificación divina de la paz, donde no falta nada.
Cuando nos entregamos a Dios tenemos la paz absoluta de la eternidad, la que también sentimos en la meditación.
ORACIÓN
QUE REINE ENTRE NOSOTROS EL ÁNGEL DE TU PAZ
“Que reine en nosotros el ángel de tu paz, Padre Bendito, nuestro corazón es como un mar en tormenta, vivimos siempre angustiados, siempre inquietos, siempre atormentados con esos problemas que nosotros mismos en cada instante de nuestras vidas nos creamos. Problemas de comodidades, de necesidades ficticias, de amistades, de odios, de negocios, de dinero, de salud, de bienestar, de desilusión, nuestro corazón se ahoga, lucha desesperado en este mar de preocupaciones y no encuentra una luz que ilumine su camino, no encuentra paz ni sosiego en su espíritu. Nuestro corazón es muchas veces el mar en eterna tormenta, no conoce a veces ni siquiera un día de tregua en esta vida atormentada. Cuando Tú Señor Jesús despedías a los tuyos y te separabas de ellos les dejaste un legado que necesariamente tenemos que recoger, “mi paz os dejo, mi paz os doy”, todos necesitamos de tu paz bendita, aquí estamos Señor con las puertas del corazón abiertas para ti, fuente de toda paz para que entre el ángel de tu paz, para que se aquiete la tempestad, para que encontremos el camino de la liberación de los cuidados materiales que nos priva de tu paz. Señor queremos que la herencia de tu paz “mi paz os
EL DIOS DEL SILENCIO
En el silencio es donde el alma puede encontrar a su Dios. El silencio es fuente de sabiduría y permite sumergirse en luz y se satura de poder, sabiduría y amor.
Cada persona lleva consigo siempre el sagrado lugar del silencio donde puede comulgar con Dios. En el silencio nos podemos colmar de luz, poder, sabiduría, amor y bendición.
Silencio, Casa de Dios, reino del alma que no pueden ver los ojos.
Para entrar en el silencio se requiere ser puro de corazón y comprender que la mente está subordinada a la voluntad.
Es posible, encontrar el silencio en la vida cotidiana, en medio de la ciudad, sin embargo, si estas circunstancias son un obstáculo para entrar en el silencio se puede buscar un lugar de paz para orar y meditar.
En el silencio es posible sintonizarse con Dios, tener una experiencia de Dios.
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EL LENGUAJE DEL SILENCIO
El silencio es un idioma universal, que puede ser expresado por todos los seres de la creación, porque “todos los seres de la creación hablan
los demás seres y su entorno.
El hombre poco a poco va descubriendo nuevos medios de expresión, “obedeciendo a una ley
TODO NOS HABLA
Otra ley que el hombre llama: Ley de identidad, ley de atracción, ley de afinidad, es lo que nosotros decimos Lenguaje del Silencio, idioma esotérico, vibración secreta en que habla toda la creación. Esta ley permite descubrir el esotérico lenguaje de todas las cosas y todos los seres. Ese lenguaje común es el silencio, vibración secreta en que habla toda la creación.
“Todos los seres y todas las cosas - a su manera- celebran para Dios la gran liturgia cósmica” oficiada por Cristo, Dios y Maestro del Silencio.
Los que se aman no necesitan decirlo… se miran… se comprenden, están unidos en el silencio.
HOMBRE DE HOY ENEMIGO DEL SILENCIO
El hombre tiene dificultad para comprender ese idioma, porque vive fuera de sí mismo, subyugado por el mundo que sólo deleita los sentidos. Está enfocado hacia afuera.
¿CUÁLES SON LOS ENEMIGOS DEL SILENCIO?
Vivir muy inquieto y preocupado.
Vivir pensando cómo ganar dinero, amistades, situaciones, dignidades, empleos.
Vivir siempre inquieto por lo que de ti dirán o
pensarán los otros. Recelas de todo el mundo. Tener desconfianza de todos.
Distraerse en fantasías que no te dejan tranquilo de día o de noche.
Eres ser insigne fabricante de castillos en el aire. La imaginación no está un rato tranquila, vuela como la mariposa en un extenso prado, no tienes paz.
El ruido de los negocios, las palabras y los pensa-
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mientos de los hombres.
Cuando la carga pesada nos presiona duramente.
Vivir fuera de sí mismo, a merced del fascinante mundo que sólo deleita los sentidos.
El ruido, la algazara, el bullicio…
Cuando despiertas, lo haces con la mente ávida de la noticia
Cuando va a dormir, se entrega al sueño después
del cansancio del último programa de televisión. Durante el trabajo, busca romper la monotonía del silencio, con la música.
Al hombre de hoy le fastidia el silencio, porque vive desparramado hacia afuera, porque su mirada interna gravita en torno de las cosas exteriores.
La problemática humana, sus inquietudes, sus frustraciones, sus luchas, sus pasiones desenfrenadas, su odio, su egoísmo, su soberbia, su lascivia, sus ambiciones, sus intrigas, su sed de placeres.
EL ANACORETA DEL SILENCIO
Para sintonizar con Dios se requiere de la escuela del silencio, pues ese es Su idioma.
Cuanto mayor silencio se haga dentro de uno mayor será la propia capacidad de entender. Es así como Jesús se retiró a la soledad del desierto para sintonizar su conciencia humana-divina con la Conciencia de Padre, su alma con el Espíritu del Padre, su mente con la mente Divina del Padre y su voluntad con la divina Voluntad del
Padre.
Jesús se retira al desierto para prepararse a cumplir su misión. (Mt. 4,1-11 y Lc. 4,1-13)
La transfiguración también sucede en un lugar apartado, y durante la oración su rostro adquiere la brillantez del sol y sus vestiduras, la blancura de la nieve. (Mt. 17,2)
Así como la oración en Getsemaní, mientras los discípulos dormían, se aleja para refugiarse en el silencio de oración. (Lc. 21, 41)
El Anacoreta busca siempre el refugio del silencio
de eternidad, a través del silencio de la soledad busca el contacto con su Padre, “al anochecer a solas sigue orando, se levanta muy de madrugada para orar y busca siempre la soledad”.
JESÚS VINO A DAR TESTIMONIO DEL SILENCIO
El Padrecito Dávila nos dice que: Jesús no sólo vino a dar testimonio de la verdad, de la vida, de los misterios del Padre, sino también vino a dar testimonio del silencio. Ese silencio que es paz absoluta, armonía absoluta, orden y felicidad absoluta, que están en Dios.
Ante las acusaciones a Caifás, de Pilatos y de Herodes, Jesús respondió con el silencio.
“Hay tiempo para callar y hay tiempo para hablar”, dice la escritura. (Eclesiástico 3,7)
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DIOS SE MANIFIESTA EN LA TENUE BRISA
En el silencio, Jesús encontró su punto de apoyo indestructible para la prueba. También nosotros lo podemos encontrar, pues en el silencio está Dios y Él es quien nos comunica la fuerza.
Dios no se expresa en la tormenta, huracanes, en el ruido ensordecedor, se manifiesta en la tenue brisa, en la quietud silenciosa. Mientras más nos
hundamos en el silencio, más clara aparecerá su imagen en nosotros. Mientras más se aquiete nuestro corazón, más fácilmente podremos escuchar su voz.
La Cara de Dios se refleja en el alma tranquila, en paz consigo misma.
ANACORETAS DE AYER Y DE HOY
Las enseñanzas de Jesús han encontrado seguidores, siempre y en todo tiempo. El aislamiento exterior ha sido condición para que floreciera en ellos su propio silencio interior. Esa soledad no busca ser sólo un vacío. “Cuando os retiréis en vuestro interior, manteneos ante el Señor y permaneced en su presencia, sin dejad que los ojos de vuestro espíritu se separen de él. He aquí el desierto verdadero: permanecer cara a cara con el Señor. Es un estado que se conserva y se mantiene por sí mismo”.
Muchas personas de Oriente y Occidente han buscado el silencio para su comunión con Dios. No han tratado de buscar aventuras internas, sino de sumergir el espíritu en el absoluto silencio.
Paul Brunton, meditador y filósofo, transmite su experiencia en una cabaña de los Himalayas: “En el silencio debe encontrar el hombre la prueba de la existencia de Dios, de la realidad de un Poder Universal que hay detrás de la Naturaleza y que es omnipresente y fundamentalmente constructivo”.
Para alcanzar la más alta sabiduría y reconocer el altísimo Poder, no sólo como una cuestión de fe, sino como una verdad innegable y suprema es necesario entrar en el Silencio, todos los días durante algún tiempo, retirándose del mundo exterior para entrar en el mundo interior, donde Él habita.
El Poder Divino no ha abandonado a su Creación, el Universo. Está siempre trabajando en silencio.
LA MADRE DE LA ORACIÓN ES EL SILENCIO
Dios tiene morada en el silencio.
Como se dice en el Génesis…antes de la creación... reinaba el Silencio… allí se gestó la Crea-
ción… los mundos comenzaron allí… a ese mismo Silencio de Dios retornaremos… nuestra felicidad se plasmará eternamente en ese mismo silencio.
EL MUNDO DE LOS SENTIDOS Y CAMINO AL MUNDO DE PAZ INTERIOR
El mundo interior que llevamos muy dentro de nosotros permanentemente es saboteado por nuestro propio descuido, al mantenernos entretenidos en los sentidos y en las cosas que se ven.
Al vivir desenfocados de aquellas cosas que no se ven, la humanidad ha cambiado su personalidad, materializándose con la incapacidad de mirar las cosas superiores del espíritu.
Es importante que nos demos cuenta, que más allá del mundo cambiante, existe un mundo infinitamente superior, y para encontrar su camino, debemos permanecer despiertos para descubrirlo por nosotros mismos.
Existe solo una verdad, la que viene de Dios bendito, la que ha sido objeto de las enseñanzas de grandes maestros. Con el objetivo de que despertemos y miremos de cara a este mundo, comprendiendo que estas experiencias de vida son solo la antesala de la verdadera vida.
Cristo bendito vino precisamente a enseñarnos como curar esta ceguera y conducirnos a despertar hacia las cosas del orden trascendente.
Tenemos que llegar a poner las plantas en el camino que conduce a este mundo. Y lo que va a conducirnos al despertar, es la interiorización individual, la meditación que quitará los velos que
nos ocultan la verdad.
Cuando el silencio interior comienza a hacerse hacia nosotros, experimentamos una transformación natural que viene desde lo alto.
Tal como los ángeles anunciaron el mensaje a los pastores en la noche de Navidad, tenemos también nosotros mensajeros, que como ángeles nos abren las puertas de esa palabra para que podamos más fácilmente escuchar la voz de Dios.
Los fundamentos sobre los cuales se levanta toda la vida de un autorrealizado son el amor a Dios y a nuestros hermanos. Para estar en este camino debemos mantenernos atentos a la antorcha de la fe y la esperanza de las promesas del Señor.
Cada día debemos perfeccionarnos, profundizando mayormente en nuestro interior, ahí encontraremos la paz, y ese mensaje que trajo el príncipe de la paz Cristo Jesús.
Él quiere que expandamos ese mensaje a todas las conciencias que están cerca de nosotros, convirtiéndonos al igual que Él en heraldos de la paz.
Para terminar, dejamos la transcripción de una meditación guiada por el Padrecito César Dávila en una de las pláticas grabadas años atrás.
“Oh mortal, cuando hayas descubierto el secreto del silencio no lo rompas por ninguna causa. No lo cambies por nada del mundo. Allí está Dios. Tu gozo inmortal será poseer eternamente a ese Dios del Silencio”
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MEDITACIÓN GUIADA POR EL PADRECITO CÉSAR DÁVILA
“…te pido entonces hermano, que me acompañes, que dejes por un momento estas cosas que tanto te entretienen, y que experimentes estas otras, estas que no se ven mi hermano.
Vamos a meditar juntos, sigue paso a paso las etapas que voy a indicarte, para que puedas entrar dentro de ti mismo y puedas conocer quién eres.
lajar es aflojar las tensiones que el cuerpo adquiere en los diferentes momentos de su vida, estamos a cada momento sujetos a estas tensiones, la causa por la cual se encuentran querido hermano, tantos hermanos nuestros en las clínicas, en los hospitales, en los manicomios, la causa principal hay que encontrarla, hay que descubrirla en esas tensiones diarias en la que está sometido el cuerpo, está en nuestras manos quitar esas tensiones, con estos ejercicios tan sencillos, recuerda hermano, que la mente tiene un poder extraordinario, la voluntad lo puede todo, tu voluntad quizás es muy débil, porque siempre te has dejado vencer por los instintos del hombre inferior, pero también la voluntad puede ser fortalecida si tú lo quieres.
• Respira conmigo profunda y pausadamente, 1,2,3,4,5,6 veces… ¿Cómo te sientes? Observa, solamente este primer paso ha comenzado el cambio en ti, este primer paso comienza a tranquilizarte, vas enseguida a dar los siguientes pasos.
• Vas a relajar cada parte de tu cuerpo, re-
• Comienza el ejercicio, vamos a ir examinando las distintas partes del cuerpo, mentalizándolas y luego quitando las tensiones que hay en ellas, mentaliza la frente y relájala, mentaliza los ojos y relaja, mentaliza la boca y relaja, mentaliza la garganta y relaja, mentaliza la nuca y relaja, mentaliza el cuello derecho y relaja, mentaliza el cuello izquierdo y relaja, mentaliza los hombros y relaja, mentaliza desde arriba hacia abajo la espalda derecha y relaja, mentaliza de arriba abajo la espalda izquierda y relaja, mentaliza de arriba a abajo el pecho derecho y relaja, mentaliza de arriba abajo el pecho izquierdo, mentaliza el antebrazo derecho, mentaliza el antebrazo izquierdo, mentaliza el brazo derecho, mentaliza el brazo izquierdo, mentalízala mano y dedos de la mano derecha, mentaliza la mano y dedos de la mano izquierda y relájalos, mentaliza el muslo derecho, mentaliza el muslo izquierdo y relájalos, mentaliza pierna derecha, mentaliza pierna izquierda y relájalos, mentaliza pie y dedos del pie derecho mentaliza pie y dedos del pie izquierdo y relájalos. Siente ahora que todo tu cuerpo está sin tensión.
Respira conmigo profundamente, toma bastante aire con los pulmones, la respiración debe ser muy lenta, respira 1, 2,3 veces.
• Por favor, hermano, te pido que de inmediato, sin perder el ritmo de tu concentración de la vuelta del casette y sigas escuchando esta grabación hasta el fin.
• Ahora vamos a relajar inversamente las partes del cuerpo: mentaliza y relaja el pie, dedos del pie izquierdo, pierna y muslo izquierdo, mentaliza y relaja pie, dedos del pie, pierna y muslo derecho, mentaliza y relaja la espalda izquierda, mentaliza y relaja espalda derecha, mentaliza y relaja el pecho izquierdo, mentaliza y relaja pecho derecho, mentaliza y relaja las manos y los dedos de la mano izquierda, el brazo antebrazo y hombro izquierdo, mentaliza y relaja, los dedos de la mano derecha, el brazo, antebrazo y hombro derecho, mentaliza y relaja cuello izquierdo, cuello derecho, mentaliza y relaja nuca, garganta, boca, ojos y frente.
• Ahora respira profunda y pausadamente, 1, 2, 3 veces
• Ahora, te sientes tranquilo, una paz extraordinaria comienzas a sentir, no pierdas esa paz.
• Concentra ahora la atención en el entrecejo, la mirada interna detenla ahí, vas inmediatamente a ver allí una luz, al principio muy tenue, después va ser más brillante, más brillante, más brillante, intensa.
• Respira ahora, profunda y pausadamente, 1, 2, 3, 4, 5, 6 veces.
• Esa luz comienza a brillar, ahí en el entrecejo, tiene varias tonalidades, un amarillo primero pálido, un amarillo más brillante, comienza a aparecer el color rosado, primero pálido, adquiere mayor intensidad y mayor
tonalidad, parecen contornos de luz, una mezcla de luz brillante y azulada, el azul se vuelve cada vez más claro y más intenso.
• Ahora tienes en la frente un arcoíris de múltiples colores, esos colores van a disiparse y vas ahora a ver un color blanco plateado, antes respira, profunda y pausadamente, 1, 2, 3 veces.
• El color plateado reverbera en el centro Crístico, penetra más y más con tu conciencia, en ese color plateado. Vas a ver en el fondo una estrella, de cinco puntas.
• De ahí hacia adelante el espíritu, hacia atrás ese cuerpo que has relajado, hacia atrás ese mundo que has dejado, hacia atrás esos colores inconfundibles que has visto, hacia adelante la eternidad, hacia adelante la luz, hacia adelante, la paz infinita, la paz de Dios hermano.
• Hermano, siente esa paz de Dios, siente esa comunión con ese Dios infinito, que es todo paz, todo armonía, todo felicidad, vive esta armonía, vive esta eternidad, el tiempo ha pasado, ya no hay tiempo, tú eres hermano, tú eres porque Él es, tú eres porque de Él has recibido todo lo que tienes, tú eres porque el Dios bendito ha querido que seas su hijo, eres vida de su vida, existencia de su existencia, ser de su ser, amor de su amor.
• Repite internamente por grades intervalos, la palabra sagrada Om, la “O” y la “M “ están distanciados, cada vez más, porque tu identificación con Él se intensifica, OM Padre OM hijo, este es el Om que vibra en cada átomo de toda la creación, es el OM que constituye toda la vida divina a la cual te has asociado en este momento, cuando quieras tendrás, en el momento que tú quieras esta bienaventuranza de comunión con Él, te dejo hermano para que disfrutes de esta felicidad con la que jamás has soñado en tu vida.
BIBLIOGRAFIA
1. Dávila G., Padre César. Legado Divino. Asociación Escuela de Autorrealización. Guayaquil – Ecuador. 2009. ISBN: 978-9978-9983-0-4.
2. Dávila G., Padre César. Palabra Eterna. Asociación Escuela de Autorrealización. Tercera Edición. Quito - Ecuador. 1992.
3. Dávila G., Padre César. El Dios Vivencial. Asociación Escuela de Autorrealización. Segunda Edición. Quito – Ecuador. 1996. 4. La Biblia Latinoamericana. Edición Pastoral. Edit. San Pablo. España, 1995. 5. Audios y Transcripciones Charlas P. Dávila sobre la paz. 5. 1 transcripción y 14 audios
Oración
Navidad permanente
¡Niño Bendito! Aquí estamos Tus hijos. Aquí estamos con nuestro corazón henchido de gozo, con nuestra alma llena de la abundancia de Tus bendiciones. Permite que nosotros llevemos este mismo gozo de la Navidad a nuestros hermanos. Especialmente, a nuestros hermanos que sufren; a nuestros hermanos atribulados; a nuestros hermanos que experimentan persecución; para que tengan también el consuelo de una Navidad permanente. P. CÉSAR A. DÁVILA G.
Colecciones
JOYAS ESPIRITUALES COLECCIÓN
Tres obras que recogen temas inéditos de nuestro fundador sobre mística cristiana, filosofía oriental y el arte de la meditación para la unión con Dios.
DUC IN ALTUM: Boga Mar adentro Libro con pensamientos para bregar en la vida espiritual y adentrarse en el Mar de la Divinidad.
Como silenciarnos por vía de la MEDITACIÓN para escuchar la voz de Dios, empezar a gozar de su Reino y aprender a hacer su voluntad.
articipación de AEA en el III Congreso Mundial de Filosofía Cristiana El Ateísmo actual y la trascendencia Divina
La presente obra relata la ponencia Magistral intitulada “Dios y el Hombre: ¿Realidades Antagónicas?” Presentada en dicho congreso por el Dr. César A. Dávila G., participación que fue contemplada por otros miembros de su movimiento espiritual.
La obra recoge estos temas, a más de las destacadas ponencias ofrecidas en dicho foro por personajes de alta talla.
Iluminados pensamientos que sirven de orientación al mundo cristiano amenazado por el materialismo de nuestro tiempo.
Conferencias Magistrales
del Dr. César A. Dávila G.
Esta obra recopila once conferencias magistrales, ofrecidas por el Padre César Dávila entre los años 1962 y 1993 en diversos foros de la espiritualidad de Oriente y Occidente, para explicar los temas de Dios y el hombredesde las distintas aristas de su iluminado ser.
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