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Editorial

Cada nueva edición de la Revista Ágora es un triunfo para la creatividad, la discusión y la apertura de diálogos. En la arquitectura del Colegio, la revista es un vano a la creatividad e ideas de cientos de estudiantes fuera de sus muros, y por lo tanto la considero una experiencia invaluable. Ágora está diseñada para que siempre sean alumnos quienes trabajan y contribuyen en ella, es invaluable que le pertenezca a los jóvenes generación con generación. Todo lo que en nuestros números se publica muestra los problemas e intereses de quienes tenemos que enfrentarnos más al futuro que al pasado.

En este número XXVI recibimos muchos textos que discuten dos temas: la decadencia y la muerte. No es casualidad que aquí podrán leer El Manifiesto de un Suicida, en el cual el autor nos acusa de absurdamente festejar en el regazo de las llamas del infierno. En México la cultura alrededor de la muerte nos ofrecía más que solo su aspecto fúnebre, sin embargo, en este período sostenido de violencia no es posible continuar festejando como en los tiempos de paz. Hay que volver a pensar esa relación entre nuestra nación y la muerte.

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El poema Iniciando las charlas demanda el espacio para expresar esta angustia. Algo poderoso está ocurriendo porque a la autora, y a muchas personas, el futuro no les sabe. La economía, la política y la cultura se observan con ansiedad y temor. Esta ansiedad al futuro la encontramos en los periódicos, la radio, en las protestas de las calles, en La tesis, tanto el

cuento cuanto el texto de verdad, y en todos los proyectos que tenemos sin prospectos de recursos y oportunidades para realizarlos. Ni siquiera hay refugio en la ciencia ficción, porque encontramos demasiado similar las advertencias ficticias a nuestros problemas reales. La técnica que nos rodea es propia de una gran fábula tecnológica, y sólo parece proveernos de un streaming de ansiedad ante la decadencia de los asuntos globales de manera instantánea. Esto está afectando como percibimos nuestro mundo, nuestra idea de nación y nuestra identidad. Si la muerte es parte de la identidad mexicana ¿por qué es así? Las identidades ya presentes son construcciones y discursos, y pueden cargar una historia muy negativa. La gitanización en el imaginario visual nos presenta un excelente ejemplo sobre la creación de una identidad, y debémos preguntamos qué podemos pensar de la historia que hay entre nuestra identidad mexicana y la muerte en este tiempo nuevo.

Con estos textos que publicamos queremos abiertamente discutir el futuro o la ausencia de este. Y qué significa eso para quienes, simultáneamente, tenemos mucho futuro en qué pensar y la ansiedad de no tener un futuro del todo. Sin más, el Consejo Editorial 2019 agradece a los colaboradores de este número y a sus lectores. También agradecemos a El Colegio de México que permite que un proyecto como Ágora tenga futuro.

consejo editorial 2019

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