Editorial
Cada nueva edición de la Revista Ágora es un triunfo para la creatividad, la discusión y la apertura de diálogos. En la arquitectura del Colegio, la revista es un vano a la creatividad e ideas de cientos de estudiantes fuera de sus muros, y por lo tanto la considero una experiencia invaluable. Ágora está diseñada para que siempre sean alumnos quienes trabajan y contribuyen en ella, es invaluable que le pertenezca a los jóvenes generación con generación. Todo lo que en nuestros números se publica muestra los problemas e intereses de quienes tenemos que enfrentarnos más al futuro que al pasado. En este número XXVI recibimos muchos textos que discuten dos temas: la decadencia y la muerte. No es casualidad que aquí podrán
leer El Manifiesto de un Suicida, en el cual el autor nos acusa de absurdamente festejar en el regazo de las llamas del infierno. En México la cultura alrededor de la muerte nos ofrecía más que solo su aspecto fúnebre, sin embargo, en este período sostenido de violencia no es posible continuar festejando como en los tiempos de paz. Hay que volver a pensar esa relación entre nuestra nación y la muerte. El poema Iniciando las charlas demanda el espacio para expresar esta angustia. Algo poderoso está ocurriendo porque a la autora, y a muchas personas, el futuro no les sabe. La economía, la política y la cultura se observan con ansiedad y temor. Esta ansiedad al futuro la encontramos en los periódicos, la radio, en las protestas de las calles, en La tesis, tanto el