Vista de la torre del castillo i del campanario desde el Santo Cristo. Foto cedida por Antonio Barrientos Soriano.
Crónica de Banyeres de Mariola JUAN ANTONIO CALABUIG FERRE
Cronista Oficial de Banyeres de Mariola
“De la Font Bona a Ull de Canals” (Paseo sociocultural sin fiestas y con pandemia).
A LTRES CO L· LABO R AC IO NS
Otra vez con la maldita pandemia complicándonos la vida. Y un año más sin fiestas… Desearíamos no comenzar así esta crónica, pero la realidad manda. Lamentablemente la pandemia ha seguido siendo la gran protagonista de la crónica de Banyeres de Mariola. El terrible coronavirus ha dejado un preocupante balance de personas contagiadas, hospitalizadas y, lo peor de todo, las que fallecieron, a las que dedicamos nuestro recuerdo y nuestra oración. Descansen en paz las víctimas de la Covid-19.
198
La pandemia impidió, por segundo año consecutivo, que se celebraran nuestras fiestas patronales y otros populares eventos tradicionales. Además, la Covid-19 complicó muy seriamente el normal desarrollo de las actividades sociales, educativas, culturales y económicas de nuestro pueblo. Se acababa una ola y renacía la esperanza, el deseo de recuperar la normalidad, la ilusión por poder llevar de nuevo el ritmo habitual de trabajo, ocio, convivencia y descanso. Pero llegaba otra nueva ola de coronavirus y volvían las restricciones y las limitaciones, que impedían que el calendario respondiera a las expectativas creadas. La actividad familiar, social y empresarial reducidas al mínimo. Y nuestras calles y plazas permanecieron silenciosas y casi vacías durante los fines de semana de los meses de marzo y abril de 2021. Y nos quedamos desconcertados, descolocados, porque estábamos acostumbrados, hasta entonces, a encontrar en esas vías urbanas música, alegría y bullicio. Porque se acababa el invierno, llegaba la primavera y les “entraetes” deberían haber ambientado la proximidad de nuestras fiestas. Tampoco pudimos celebrar adecuadamente la Semana Santa. Evidentemente, no se pudo recuperar del todo la ansiada normalidad…
Afortunadamente, durante esos complicados periodos de alarma, confinamiento, controles y mascarillas, se pudo comprobar que el pueblo de Banyeres fue el otro gran protagonista. Porque los habitantes de nuestro municipio actuaron bien en muchos aspectos, superando con su esfuerzo los múltiples obstáculos que se presentaron en esa difícil situación. La solidaridad, la resignación, la paciencia, la prudencia, la tenacidad, el trabajo y el sacrificio ayudaron mucho a la hora de luchar colectivamente contra el invisible virus, aunque la batalla todavía no ha concluido. Y quisimos realizar, el día 22 de abril de 2021, un singular paseo por las vías urbanas más vinculadas con nuestros eventos tradicionales, pero también con la vida diaria del municipio. Caminamos sin prisa, mientras la memoria nos aportaba múltiples recuerdos. Y también reflexionábamos sobre el funcionamiento equilibrado y armónico de un pueblo que ha progresado mucho, firmemente afianzado en raíces muy profundas.
La Font Bona, Villa Rosario y la Residencia de la Tercera Edad. Comenzamos ese paseo en la Font Bona, a los pies de la emblemática torre medieval. Resultaba muy extraño el silencio existente en esta zona, porque siempre la vinculábamos directamente con las fiestas patronales, ya que allí se inicia la Entrada de Moros y Cristianos, el 22 de abril y el primer sábado de septiembre, cuando celebramos la fiesta de la Relíquia de Sant Jordi. Y en esas fechas tan señaladas, la música dominaba todo el entorno. Y recordamos con añoranza cómo la música sonaba siempre de modo muy especial en la Font Bona, cuando se formaban las escuadras y las bandas comenzaban a interpretar pasodobles y marchas cristianas y moras. En 2021, por culpa de la pandemia, tampoco hemos podido disfrutar de ese espectacular ambiente, ni apreciar la peculiar algarabía de un año normal, con los preciosos trajes de múltiples colores