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Magazine AGUAS Latinoamérica | El magazine de los líderes del agua
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Modelos tarifarios con desalación. Experiencia Chilena Nota redactada a partir de la participación en el Foro ALADYR “Agua: Potabilización, Saneamiento y Gestión de Efluentes”
Un modelo tarifario de suministro de agua es una estructura compleja compuesta de variables económicas, sociales, políticas, reglamentarias, ambientales y tecnológicas, sólo por mencionar algunas. En este artículo de Aguas Latinoamérica abordamos cómo pueden determinarse las tarifas en un modelo que incluya a la desalación como una de sus fuentes Los servicios de provisión de agua potable y recolección y tratamiento de aguas servidas (en adelante los servicios sanitarios) suelen escapar de los beneficios del libre mercado como la competencia por calidad de servicio y precios competitivos para captar la mayor demanda posible. El caso es que pocas veces hay muchos oferentes del servicio para una misma localidad. Por otra parte, el alto stock de inversiones hace en la práctica imposible que la tarifa provenga del equilibrio entre la oferta y la demanda. A diferencia de otras industrias con miles de agentes de oferta como, por ejemplo, industria de la construcción, venta de artículos del hogar, servicios de limpieza, etc., la del agua potable tiene barreras de entrada casi infranqueables determinadas principalmente por la inversión en infraestructura o CAPEX. El ofertante suele ser uno y, por tanto, se habla de un mercado monopólico. Si el mercado no estuviera regulado, la empresa sanitaria podría empujar el precio hasta la capacidad máxima de pago del usuario, y por tanto habría parte de la población sin acceso al servicio de agua potable. Por otro lado, si el Estado determinara arbitrariamente el precio del agua, sin considerar los costos de la empresa, tendería a poner precios bajos para incrementar la
cobertura del servicio, lo que desfinanciaría a la empresa prestadora, y la calidad del servicio caería inevitablemente hasta provocar el colapso del sistema. Es acá donde el sistema de regulación se convierte en un agente mediador. Efectivamente, un sistema de regulación equilibrado, donde la empresa pueda incorporar los costos de las inversiones necesarias, y los gastos eficientes para prestar el servicio, y por otro lado, el cliente (a través del regulador), pueda obtener un servicio de calidad, al menor costo posible e incorporando las mejores tecnologías, genera un sistema virtuoso donde, en un mercado monopólico, todos los agentes alcancen el equilibrio; empresas que pueden autofinanciarse, y clientes que reciben el servicio de alta calidad y a precios razonables. ¿Cómo debe ser una regulación? Según el informe sobre tarifas (Lentini y Ferro) de la Comisión Económica para América Latina, CEPAL, las mismas deben ser económica y financieramente sustentables para cubrir los costos y asegurar las posibilidades de inversión, de mantenimiento y expansión. Otra característica indispensable para un buen sistema tarifario tiene que ver con la eficiencia asignativa, que implica la distribución correcta de costos, y productiva para la mejor prestación posible del servicio al menor precio. El tercer pilar corresponde a la equidad horizontal para los usuarios iguales entre sí, es decir que no haya discriminación, y equidad vertical para incluir con ayudas o subsidios a aquellos que no tienen medios para acceder al servicio. Luego, hay distintos modelos regulatorios. Por ejemplo, en el Price Cap, el cual supone la fijación de precios máximos por parte de la autoridad o ente regulador por un lapso determinado de tiempo, sujeto a un índice de precios y respectivas depreciaciones. Otro factor que el regulador