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Magazine AGUAS Latinoamérica | El magazine de los líderes del agua
PAPELES TÉCNICOS Y CASOS DE ESTUDIO
Potabilización y depuración en Latino América: Situación, tecnología y proyectos actuales A pesar de la gran dotación de agua del territorio latinoamericano, existen grandes desigualdades tanto en su reparto como en la infraestructura de potabilización y depuración disponible. Problemas como la falta de una red de agua potable de confianza, hace que la población tenga que depender de servicios como agua embotellada o camiones cisterna, los cuales tienen un alto coste económico. Otro aspecto aún sin resolver son las instalaciones de depuración de aguas residuales, según las estadísticas de los últimos años, apenas un 20% de las aguas residuales de Latino América se depuran. Además, como consecuencia de esta falta de depuración, el sector de la regeneración de aguas depuradas se encuentra limitado, lo cual tiene un gran impacto en el riego para agricultura (principal consumidor de agua regenerada). Aunque partimos de esta situación, numerosas entidades públicas y privadas están invirtiendo y estudiando modelos de gestión y tecnologías que se adapten a un sector en constante expansión y desarrollo como es el sector del agua. Veamos algunos de estos ejemplos. El desafío de la potabilización El acceso al agua potable es algo que hoy en día se da por hecho, sin saber que hay un 29% de la población mundial sin acceso a agua potable. Esto significa que hay 2 billones de personas en el mundo que utilizan agua de una fuente contaminada. Esto conlleva a un alto riesgo de propagación de enfermedades y, con la pandemia del COVID-19, esta crisis se ha agravado aún más y hace evidente la necesidad de una intervención inmediata para garantizar el acceso de la población al agua potable.
Las tecnologías de potabilización más fiables pueden ser las de filtración por membranas, al tratarse de una separación mecánica de partículas. Para potabilización de una fuente de agua dulce se recomienda la utilización de membranas de ultrafiltración y para aguas salobres o de alta salinidad se pueden utilizar membranas de ósmosis inversa. En ambos casos el rendimiento de estas membranas, en términos de producción, calidad y durabilidad, se puede mejorar considerablemente con un pretratamiento adecuado, capaz de mejorar el agua de entrada a las membranas y así reducir su carga de trabajo. Membranas de ultrafiltración Esta tecnología consiste en la separación mediante membranas porosas basadas en el mecanismo de Exclusión por Tamaño (0.03 – 0.08 micrón), siendo capaces de retener partículas, materia en suspensión (incluyendo virus y bacterias), materia coloidal y, en general, especies de alto peso molecular. La UF no retiene sales disueltas, iones, materia orgánica disuelta ni solutos de bajo peso molecular. Antes de que tuviéramos esta tecnología, utilizada en todo el mundo, los sistemas de desinfección se basaban en el uso de productos químicos para eliminar la materia coloidal, los virus y las bacterias. También se cuenta con otras tecnologías como las lámparas UV o los sistemas de dosificación de Ozono, todas ellas con sus propias fortalezas y limitaciones.
Hoy en día, las tecnologías de purificación han tenido enormes desarrollos en términos de rendimiento, disponibilidad y de costos. Pero aun teniendo a este gran aliado que es la tecnología, por sí sola no es suficiente. Como dijo Albert Einstein, la fuerza motriz más poderosa que existe es la VOLUNTAD.
La principal aplicación en los primeros años de esta membrana sintética fue como sistema de desinfección de efluentes de tratamiento secundario. Ahora podemos encontrar estas membranas en muchas otras aplicaciones que, combinadas con otras tecnologías, pueden dar como resultado una solución altamente confiable y eficaz para el agua potable o su reutilización para otros fines. Puede utilizarse como tratamiento final o como pretratamiento para ósmosis inversa y nanofiltración.
Tecnología actual
Membranas de ósmosis inversa
Hoy en día, las tecnologías disponibles permiten garantizar una calidad de agua potable a partir de cualquier fuente de agua dulce, agua salobre o agua de mar. La clave está en el diseño de los equipos, sabiendo qué tecnologías utilizar y cómo utilizarlas, de tal forma que, además de garantizar el suministro de agua potable, se minimice el consumo energético y de consumibles, y se alargue la vida útil de la planta y sus componentes.
Se utilizan para la eliminación de contaminantes disueltos en el agua (>99%) mediante el paso del agua a través de una membrana semipermeable, en la que se debe superar la presión osmótica de la membrana para que una parte del agua libre de sales fluya a través de la membrana y sea recogida en el tubo de permeado (producto o permeado). El resto del agua que no atraviesa la membrana circula paralelamente