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PAPELES TÉCNICOS Y CASOS DE ESTUDIO
La radiación UV para sustitución de cloro y control de biofouling en plantas de desalación de agua de mar Carlos Alberto Rivas Nuevas Aplicaciones Radiación UV – Sudamérica crivas@atlantium.com Introducción: Una de los problemas más comunes para las membranas de ósmosis inversa radica en la posibilidad de biofouling que afecta la performance por disminución del caudal de permeado, mayor caída de presión, mayor frecuencia de lavado y menor vida útil de las mismas Dada la gran expansión de la desalación de agua de mar existen numerosas investigaciones enfocadas en el proceso de formación de biofilm y los métodos para su minimización El bio-film está formado en un 85-90% por sustancias segregadas por los microorganismos para su protección y desarrollo, las Sustancias Poliméricas Extracelulares o EPSs. Por tanto, una estrategia adecuada para el control de biofouling debe privilegiar su reducción. Pero no es ésta la única consideración. Se está imponiendo un cambio de paradigma procurando un abordaje más integral de todos los factores que intervienen en la formación y crecimiento del biofilm que implica evaluar el “potencial de crecimiento bacteriano” en el agua de alimentación para lo que debe considerarse: • Microbiología: recuento microorganismos heterotróficos • Las mencionadas sustancias poliméricas extracelulares que los mismos generan • Presencia de nutrientes expresado como “carbono orgánica asimilable- AOC” :
Desarrollo de microorganismos anaeróbicos
No todos los compuestos de carbono orgánico presentes en el agua están sujetos a la asimilación por bacterias, sino que sólo una fracción de bajo peso molecular se puede biodegradar. La materia orgánica biodegradable se puede descomponer y convertir en biomasa o ser mineralizados por bacterias y son las fracciones de principal interés, ya que sirven como fuente principal de nutrientes y fuente de energía para bacterias heterótrofas. La cloración-decloración: La presencia de compuestos asimilables facilita el “recrecimiento bacteriano” lo que nos lleva a cuestionar el empleo de la cloración que es la forma habitual para la desinfección del agua de alimentación a las plantas desaladoras, ya que un efecto secundario es la oxidación de la materia orgánica disuelta aumentando la fracción orgánica “asimilable”, lo que aumenta el “potencial de crecimiento bacteriano” Dosis tan pequeñas como 0,5 ppm de cloro libre puede aumentar hasta 80% el contenido de carbono asimilable (Maria Kennedy, IHE Delft) Adicionalmente la dosificación de un reductor de cloro como el metabisulfito de sodio, que suele dosificarse en exceso, secuestra simultáneamente el oxígeno disuelto y al no tener protección microbiológica se genera un ambiente propicio para el desarrollo de microorganismos anaeróbicos, lo que se ilustra en la siguiente figura: