DE UN EBRIO QUE CAYÓ DE SU AZOTEA Inundado de pensamientos raros, me balanceo en los bordes de la azotea. Bailo con las quimeras. Y es tan alegre mi danza que mi cara se desfigura en sonrisas. Beso la brisa, embriago a la luna y me envuelvo en mis delirios. He bebido el mar hecho licor. Seducido estoy por el olor de la tragedia y estos pasos de baile tan propios. La muerte con traje limpio me espera; me ha estado guiñando desde hace tantos años. Y bailo, bailo, bailo, bailo sin zapatos, desnudo de futuro. Cada movimiento osa y osa más... (Me acerco a la caída final.) Y bailo, bailo, feliz bailo... Yo bailo…
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