PODOBROMIDROSIS No intentaré describir con palabras lo que no podrá describirse jamás: el olor. Las palabras —agradable, fuerte, picante, etc. — son inútiles cuando se intenta adjetivar lo inefable: no bastan, fallan, se proponen sin ajustar; porque lo que quieres nombrar es sólo un vago celaje en la memoria; porque el recuerdo es error. Pero diré que una vez un grupo de científicos investigó por qué algunos moscos son atraídos tanto al olor a queso como al olor humano de pies. Y aunque se llegó a una conclusión y se anotaron los resultados fue una de las investigaciones más inútiles de la historia.
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