DESPERSONALIZACIÓN Existo; pero no soy, no estoy. Mi cuerpo, absorbido por sí mismo, irradia sólo energía oscura, que a nada es capaz de conmover. Nadie puede sentirme sino como a figura sin llenar, fantasma, sombra que se arrastra menesterosamente. Mi mente que no ancla aquí ni ahora se fragmenta, volátil, al flotar sobre las cosas armónicas. Me afano entonces en actuar con todos los gestos posibles de la voz y el movimiento; me finjo sustancial para que alguien así le otorgue sentido a mi presencia, materia al espacio que ocupo.
59