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El papel que desempeñó Revere en todo esto fue embellecido y agigantado más allá de toda posibilidad de reconocimiento por Henry Wadsworth Longfellow un siglo más tarde. En su poema «La Cabalgada de Paul Revere», que es la versión generalmente conocida por el público americano, Rever cabalga solo y llega hasta Concord.<<