Septiembre
10 TURISMO
Vislumbres y deslumbres
Edgardo Moreno Pérez
La ciudad, calles y casonas nos hablan de la riqueza cultural de Querétaro, forjada por su población multiétnica. Representan un registro del tiempo y los imaginarios colectivos.
PERFIL 44
Javier Jiménez
Belmonte «De Querétaro
Imanol Martínez GonzálezCULTURA 28
Hay Festival: Leer también es caminar
De jueves a domingo, y una vez al año, nos revolvemos en las calles del Centro Histórico con la certeza de que en la plana urbana los cruces no son errores, sino encuentros.
54 OPINIÓN
Memorias en los tapices verdes y las habitaciones rosadas
Connie Garrido
Una amiga muy querida me dijo que son las historias familiares las que le dan vida a los edificios, y tiene razón.
disfruto la medianía. Ciertos colores, cierta luz»
En portada
Suite Alhambra en La Casa de la Marquesa. Héctor Muñoz.
Asomarte 233
Dirección editorial
Mauricio Sánchez
Jacobo Zanella
Edición
Imanol Martínez
González
Visítanos, queremos leerte
Investigación y redacción
Germán Vázquez
Ibáñez
Asistencia editorial
Lisset Moreno
Secretaría de Turismo del Estado de Querétaro
Pasteur Norte 4, Santiago de Querétaro.
T. 442 238 5067 queretaro.travel
Enlace con la Secretaría de Turismo
Carlos Ajís Castillo
Secretaría de Cultura del Estado de Querétaro Arteaga 89, Santiago de Querétaro.
T. 442 251 9850 culturaqueretaro.gob.mx
Dirección de arte
Héctor Muñoz
Huerta
Impreso por Talleres Gráficos del Poder Ejecutivo del Estado de Querétaro, dependientes de la Oficialía Mayor bajo la dirección de Alejandro Rugama Núñez.
22,000 ejemplares, revista de circulación gratuita.
Este programa es público, ajeno a cualquier partido político. Queda prohibido el uso para fines distintos a los establecidos en el programa.
DEL MES
Experiencias
Sibari Fest
Combinando lo mejor de la tradición y la innovación gastronómica, con platos creados por diversos artistas culinarios del país, y ensalzando la riqueza enológica del estado, se celebra el Sibari Fest a finales de mes en la Hacienda Tovares, en Cadereyta de Montes. Este festival gastronómico y cultural, organizado por Octavo Arte Centro de Cultura Gastronómica, cuenta además con la presencia de músicos y reconocidos artistas plásticos y escénicos. Durante dos días, los asistentes tienen la oportunidad de disfrutar de catas guiadas de vinos, cervezas artesanales de la región y curaduría de mezcales nacionales, degustaciones de cocina regional, una cena temática exclusiva, un cocktail de cierre, entre otras amenidades, además de los Pabellón Fusión Sibari, donde se celebra el excepcional
En este festival cadereytense habrá música, baile, sorpresas culinarias, vino y cerveza.
legado enogastronómico de Querétaro incentivando a los entusiastas a sumergirse en la cultura vinícola, explorar distintas etiquetas y descubrir maridajes perfectos para comprender y apreciar el vino como un elemento único y fundamental de la gastronomía, fomentando su disfrute mediante el conocimiento.
Hacienda Tovares
30 de septiembre y 1 de octubre
Rivapalacio s/n, Nuevo, Cadereyta de Montes, Qro. · T. 442 109 1218 · FB. @HaciendaTovares
IG. @haciendatovaresqro · haciendatovares.mx
Teatro
Noche de ópera en Querétaro
El Colectivo Artístico AcecARTE presenta La Zacatenaca, una ópera basada en la célebre leyenda queretana que narra la historia de una mujer que se ve sumergida en el amor, la pasión, el odio y la traición. Ha sido adaptada a un formato escénico por Víctor Nájera y musicalizada por el pianista y compositor Israel Barrios. Cuenta con la participación de las sopranos Cindy Jurado y Haide Ortiz, las mezzosoprano Fernanda Peña y la Lupe Aguirre, el tenor Josué Olvera y los barítonos Víctor Nájera y Víctor Corona. Capella Queretana y Movimiento Coral Queretano estarán a cargo del coro, bajo la dirección de la maestra Lidia Corbella. Se realizará una única función el día 8 de septiembre, a las 19:00, en el Museo Regional de Querétaro. La entrada es libre (cuota de recuperación individual voluntaria). Consigue tus entradas con el código QR. No olvides llegar antes para no perder tu acceso a esta inigualable presentación sobre una de las leyendas más conocidas de Querétaro.
Colectivo Artístico AcecARTE
Corregidora Sur 3, Centro Histórico de la ciudad de Querétaro.
FB. AcercARTEColectivoArtistico IG. @acercarte.colectivo
Experiencias
Mañana Film Fest
Un festival de cine concebido para fortalecer los lazos entre la comunidad cinematográfica emergente, en el que durante cuatro días se realizará una competencia oficial de cortometrajes y una muestra de películas en distintos espacios con la participación de realizadores e intérpretes, además de charlas y talleres para la comunidad cinematográfica y público en general. Realizado a iniciativa de Arte 7 Escuela de Cine, el festival contará además con la participación, como invitados, de los festivales CutOutFest y Doqumenta. Teniendo como lugar central de operaciones a las instalaciones del Centro Cultural La Fábrica, las actividades —entre las que también se incluyen proyección de cine experimental, un homenaje a Daniel González Dueñas y la premiación en un evento de gala— se realizarán en en diversas sedes, como el Jardín Guerrero, la Cineteca Rosalío Solano y el Centro Cultural La Vía. Como personalidades invitadas contarán con Bárbara de Regil y Bruno Bichir como madrina y padrino del festival, y María Aura como embajadora y presentadora del mismo.
Arte 7 Escuela de Cine
Del 21 al 24 de sept.
Av. Industrialización 4, Álamos Segunda Sección, Querétaro, Qro.
35 aniversario del MAQRO
Para los festejos del aniversario del Museo de Arte de Querétaro, el 22 de septiembre se inauguran tres importantes exposiciones de gran valor artístico y estético.
La primera de ellas es «Balances y equilibrios. En retrospectiva», de Jorge Marín, quien en los últimos treinta años ha sido uno de los protagonistas de la escena artística mexicana. Sus obras han formado parte del paisaje urbano, no solo del país, sino que han funcionado como corresponsales del arte mexicano en más de cincuenta ciudades en América, Europa y Asia. Esta exposición ofrece un relato visual y un recorrido no solo de su trabajo a lo largo de sus distintas épocas, sino desde una perspectiva curatorial innovadora a partir de la descontextualización espacial de sus creaciones y de una mirada dirigida hacia aspectos específicos del proceso creativo del autor que ilustran la complejidad, originalidad y propuestas matéricas, estéticas y artísticas de sus obras.
«Galas virreinales y mexicanas. Los textiles de la vida cotidiana de los siglos XVII al XIX», por su parte, es una magna exposición para la cual importantes museos y
Museo de Arte de Querétaro
Ignacio Allende Sur 14, Centro Histórico de la ciudad de Querétaro.
T. 442 212 3523
FB. @museodeartedequeretaro IG. @museodeartedequeretaro www.museodeartedequeretaro.com
coleccionistas del país generosamente han prestado parte de sus acervos para cubrir la etapa novohispana; en lo que corresponde al período del siglo XIX, varias familias queretanas participan con gran entusiasmo mostrando los vestidos, ajuares, muebles y textiles que han conservado en su patrimonio con sumo cuidado y cariño. Curada por Juan Manuel Corrales, reconocido curador y promotor cultural en México, la muestra lleva al espectador por un fascinante recorrido a través del arte, las técnicas, la historia y la belleza de los textiles, tanto suntuarios como civiles y religiosos, a lo largo de tres siglos.
Por último, en las magníficas arcadas del segundo piso del Claustro Barroco, el fotógrafo Daniel Taveira, multipremiado artista brasileño, radicado en Querétaro, presenta dieciséis fotografías de gran formato de su proyecto «Antropogénico», donde relata que, habiendo nacido donde comienza la Amazonía, su corazón y mente valoran la importancia de este «pulmón del mundo».
Hospedaje
Casa Tsaya
Ubicado a cuadra y media del jardín principal del Pueblo Mágico Bernal, este hotel boutique con toques rústicos toma su nombre de la palabra descanso en otomí. Cuenta con ocho habitaciones de lujo con todos los servicios y atenciones personales por parte de sus propietarios, además del restaurante de cocina mexicana El Arrayán. Un hotel «para descansar en paz y armonía» en la próxima visita a este pueblo de orígenes chichimecas, localizado en el municipio de Ezequiel Montes y a las faldas del tercer monolito más grande del mundo, la Peña de Bernal.
Casa Tsaya
Ignacio Zaragoza 9, Centro, Bernal, Ezequiel Montes, Qro. T. 441 296 4534 · FB. @casatsayahotelboutique www.casatsayahotel.com
Exposiciones
En el marco de la exposición «5 de abril de 15,232», el Museo de la Ciudad de Querétaro presenta «Un momento sin testigo», de la artista Ale de la Puente, en colaboración con Emilio Hinojosa, bajo la curaduría de Michel Blancsubé. Se trata de la segunda etapa de un proyecto multisede que inició en el Centro de Cultura Digital de la Ciudad de México y evoluciona en Querétaro, León y Culiacán. En la fecha que refiere el título, el cálculo astronómico proyecta la coincidencia de un eclipse total de sol y un tránsito de Venus. No existe registro humano de este fenómeno celeste en el pasado. Dentro de 13,209 años, ¿estará alguien ahí para contemplarlo?
El proyecto está formado por obras multimedia, artefactos, fotografías, esculturas, instalaciones para sitios específicos, obras sonoras y otros prodigios que
se mostrarán a partir del 1 de septiembre y hasta el 26 de noviembre en varias salas del museo y en algunos de sus espacios que nunca se han abierto al público. También comprende la obra Cada noche, un día, pieza digital que ocurre en las redes sociales desde el 21 de marzo de 2023.
Museo de la Ciudad
Vicente Guerrero Norte 27, Centro Histórico de la ciudad de Querétaro. · T. 442 212 3855
FB. Museo de la Ciudad de Querétaro
IG. @mcqro · www.mcqro.mx
«5 de abril de 15,232», de Ale de la Puente
Gastronomía
La tradición tras los chiles en nogada
En esta temporada, la chef Alina Alcantará-Durán —«poblana de sangre y queretana de corazón», como se define a sí misma— sirve en Soul Kitchen un platillo detrás del cual hay un saber y tradición de familias que lo han hecho ser lo que es: el chile en nogada. Lo prepara con la receta familiar para que los comensales conozcan la versión más apegada a la tradición y cultura original de uno de los platillos más complejos y representativos de la cocina mexicana. Conversamos con ella de un platillo que no se presta para la tibieza,
sino que despierta pasiones encontradas entre quienes lo aman u odian.
¿Qué es lo que te resulta más interesante de este platillo?
Creo que es un fenómeno social que cada vez se ha hecho mucho más comercial. Es como si el país entero se hubiera apoderado de un platillo muy regional, y eso me parece super interesante porque, por un lado, crea una identidad de México por la falsa creencia de que el chile en nogada es el símbolo de la bandera y el platillo mexicano por excelencia, a la par del mole; y, por el otro, me resulta interesante que muy pocas personas saben realmente de dónde viene y lo que significa para los poblanos: es nuestro platillo más atesorado y al que defendemos a capa y espada.
Las versiones que se hacen fuera de Puebla, al alejarse de los ingredientes tradicionales que solamente se dan en esa área —entre Puebla y Ciudad de México, a las faldas de los volcanes—, se van modificando hasta ser un platillo que la gente o lo ama o lo odia.
¿Qué no puede faltar en un chile en nogada?
Las frutas y sobre todo la nuez de castilla, que es el ingrediente básico. Si no lleva nuez de castilla fresca, pelada y blanca, no es nogada. Yo tengo una receta familiar que se ha compartido entre generaciones; cada familia tiene su versión, pero en lo que todos coincidimos es en que va capeado, y la nogada de ninguna manera lleva otra cosa más que queso de cabra, nuez de castilla, jerez seco —puede ser oporto, también— y azúcar, lo que hace que quede como un yogurt que tiene acidez, sabor y textura a nuez. Si se utiliza nuez pecana o de castilla, pero seca y con cáscara, almendra u otro tipo de nuez o fruto seco, ya no es nogada: sería un chile relleno en crema de nuez. El relleno no requiere almíbar y debe ser una combinación de carne de res y de cerdo para lograr sabor y textura particulares. Y un capeado muy fino, no de nube, que resulta en un platillo realmente sorprendente.
¿Cómo decidiste incluirlo en Soul Kitchen cuando en apariencia es un plato que pareciera algo alejado del resto de lo que usualmente sirven? Entiendo que hay un motivo personal detrás, una historia de tu propio origen, ¿es así?
La mía no es una cocina que sea asiática o de puerco, sino que Soul Kitchen es
mi cocina. Los platillos que cocino vienen totalmente de mis memorias y de lo que quiero compartir. Los chiles en nogada son el recuerdo que tengo del ritual familiar, donde, liderados por una tía, nos ponían a todos a hacer algo: pelar nueces, picar la fruta, cocinar la carne, desflemar los chiles… Para mí era increíble ir a cocinar con mi tía y terminar con los dedos manchados de pelar nueces, un proceso tardado y delicado, para que no se amargue. Para mí es muy especial porque me hace sentir orgullosa de mis orígenes, y es casi una manda traer el chile en nogada como es, darle el respeto que se merece. A veces por su tradición me vuelvo tan rígida —es la única receta en que lo soy, en las demás pruebo mucho.
Y por último, además de los que sirves, ¿recomendarías otros para probar en Querétaro?
El de Emiliano Ayala, que se apega a la tradición, aunque con el twist que le pone como chef, como no capearlo, por ejemplo, a pesar de que tiene una razón para ello. Una delicia.
Septiembre, traducido culinariamente como el mes de los chiles, la nogada y la granada.
La Fiesta de los Concheros es una celebración que se remonta a la historia de la fundación de Querétaro. Grupos de concheros locales y de otros estados se preparan durante meses para rendir rituales y homenajes a la Santa Cruz de los Milagros —figura clave para la evangelización de los habitantes—, en el atrio y en las inmediaciones del templo que lleva su nombre. La fiesta principal se lleva a cabo el 13 de septiembre, pero los festejos comienzan una noche antes, en la que se realiza una velación a los cuatro vientos (abierta al público general), y continúan hasta el 15. Todos son bienvenidos a vivir de cerca esta tradicional muestra de sincretismo en Querétaro.
VISLUM BRES Y
DESLUM BRES
Edgardo Moreno Pérez Habitación Alhambra en La Casa de la Marquesa .Las casonas referidas en este resportaje (a excepción de El Hércules) se pueden ubicar en este fragmento de un plano de la ciudad del año 1885.
Arriba a la derecha: chapa y puerta labrada de la suite Doña Josefa en La Casa de la Marquesa.
Querétaro: ciudad que guarda ecos y voces, cantos y plegarias que invitan a la aventura de los sentidos para descubrirlos en sus templos, casonas condales de marquesados y mayorazgos. Patios arabescos, claustros místicos; jardines arbolados y fuentes que cantan. El recorrido significa toda una experiencia estética, donde se conjuga el espacio con el tiempo; se enhebran las historias y leyendas que nos cuentan dramas, pasiones, amores y sueños. Tierra de promisión, donde convive la planta industrial y los centros de negocios con el atractivo turístico y cultural. Ciudad Patrimonio de la Humanidad.
Ciudad, en cuyo trazo se advierten las calles rectas, empinadas y callejuelas serpenteantes; las casonas que resguardan relatos legendarios y dan cobijo a las tradiciones de esta tierra promisoria. Las
fachadas labradas de cantera y estuco refieren el arte y las cosmovisiones de cada época en su devenir secular. A cada paso se perciben el pasado y el presente en un rico entramado de actos y hechos. Los murmullos de los conspiradores, el paso de los libertadores, la tenaz defensa del territorio nacional en las diversas intervenciones extranjeras, el rugido de la metralla para definir el triunfo republicano y el eco de los debates para constituir una nación moderna encausada por las leyes.
La Casa de La Marquesa
Construida sobre la esquina que forman las antiguas calles del Hospital Real y la de San Agustín, fue erigida por el gran alarife queretano Cornelio, por encargo especial de don Francisco Antonio Alday, albacea del marqués de la Villa del Villar del Águila, para ser la re-
La Casa de la Marquesa, concluida en el año de 1758, fue residencia de cinco marquesas hasta 1837.
La Casa de la Marquesa
Francisco I. Madero 41, Centro Histórico de la ciudad de Querétaro.
T. 442 227 0500 FB. @lacasadelamarquesahotel IG. @hotelcasadelamarquesaoficial www.lacasadelamarquesa.mx
sidencia de doña Paula Guerrero y Dávila, marquesa de la Villa del Villar del Águila. Quedó concluida en el año de 1758 y fue residencia de cinco marquesas hasta 1837. Resguarda leyendas y hechos históricos; en junio de 1821 se alojó el general del Ejército de las Tres Garantías, don Agustín de Iturbide, para pactar la entrega de la plaza con Domingo Luaces, jefe militar del gobierno virreinal, hecho trascendental para que, en septiembre de ese año, fuera proclamada la Independencia de México. La señorial y barroca casona fue acondicionada, de noviembre de 1916 a febrero de 1917, como Secretaría de Relaciones del Poder Ejecutivo del primer jefe, Venustiano Carranza, desde donde, por medios diplomáticos, se logró la salida del ejército estadounidense del territorio nacional.
Al cabo de los siglos ha tenido diversos usos: residencial, comercial, hostería, centro cultural. Una vez restaurado el inmueble aloja en sus centenarios muros un hotel de primera línea, donde se pueden apreciar sus arcos mixtilíneos y decoración morisca, así como los enrejados de hierro, la cantera labrada y una espléndida capilla.
Casa Aspeytia Hotel Boutique
Situada en las antiguas calles de las Chirimoyas y callejón del Rincón, hoy Morelos y Pasteur. Por ese rumbo se enfiló, hacia San Miguel el Grande, Ignacio Pérez —llamado el «mensajero de la libertad»—, el 14 de septiembre de 1810, para avisar a Ignacio Allende que la conspiración había sido descubierta, por encargo de doña Josefa Ortiz, la esposa del Corregidor de Letras, don Miguel Domínguez. Ambos, promotores de la conspiración para sustituir «al mal gobierno». Hecho que detonará el levantamiento insurgente, con el conocido Grito de Dolores, realizado por don Miguel Hidalgo en la madrugada del 16 de septiembre. Después de once azarosos años de lucha se conseguirá la independencia de México.
La Casa Aspeytia es una casona del siglo XVIII; tuvo usos residenciales: fue mesón, colegio, primera sede de la Escuela de Laudería del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura y, actualmente, remodelado para servicio de hotelería. Desde la terraza se admira la arquitectura del barroco queretano en campanarios y cúpulas revestidas de mayólica y rematadas por artísticas cruces.
Casa Aspeytia Hotel Boutique
Luis Pasteur Norte 25, Centro Histórico de la ciudad de Querétaro T. 442 212 4249
FB. @hotelcasaaspeytia IG. @ casa_aspeytia www.casaaspeytia.com
Desde la terraza se admira la arquitectura del barroco queretano en campanarios y cúpulas revestidas de mayólica y rematadas por artísticas cruces.
Wine Room La Grupa
La Grupa ofrece un espacio refinado donde los amantes del vino pueden encontrar una carta en la que se cuentan todos los vinos elaborados en Querétaro.
os atardeceres del Centro Histórico son algo especial, sobre todo si se disfrutan desde alguna terraza donde las largas charlas, la buena comida, las bebidas y la buena música se encuentran. La Grupa es uno de estos lugares que hacen del corazón de la ciudad una opción inmejorable para pasar más allá de un buen momento. Si su terraza es casi un ícono de este tipo de lugares, ahora
L
con su wine room el disfrute tiene un rostro más íntimo. Con el sello del buen gusto de Casa Aspeytia, el wine room de La Grupa ofrece un espacio refinado donde los amantes del vino pueden encontrar una carta de más de ochenta etiquetas de vinos, entre las que se cuentan todos los vinos elaborados en Querétaro, elemento que le otorga exclusividad en todo el estado.
La Grupa Wine Bar
Luis Pasteur Norte 25, Centro Histórico de la ciudad de Querétaro.
T. 442 212 4249
FB. @lagrupa. terraza
Fábrica El Hércules
El sitio en 1591 funcionó como molino de trigo, llamado El Molino Colorado, cuyo dueño era don Diego de Tapia, hijo de don Fernando de Tapia, fundador de Querétaro. En 1836 Cayetano Rubio inició la construcción de una fábrica textil llamada El Hércules, de las más modernas en su época; cuya operación de tejidos comenzó en 1846. En la residencia del administrador en 1864, estuvo el archiduque Fernando Maximiliano de Habsburgo; donde hizo recambio de cabalgadura y se vistió con el traje de gala para entrar a la ciudad de Querétaro. Durante el Sitio de 1867 una parte fue habilitada como hospital de sangre por parte del ejército republicano. En diciembre de 1903 el general Porfirio Díaz visitó la fá-
brica y admiró la moderna maquinaria inglesa. Es sobresaliente la movilización obrera a través de los años, impulsores del artículo tercero constitucional en 1917. En sus salones de producción, patios y pasillos se encuentran miles de historias de vida, que resguardan los vecinos de la delegación y mantienen vivas sus costumbres y tradiciones. La fábrica dejó de funcionar en septiembre de 2019.
Parte del espacio ha sido habilitado para diferentes usos de servicios, como cervecería, restaurante, cine y, recientemente, un moderno hotel.
Fábrica El Hércules
Avenida Hércules
Oriente 1, Hércules, Querétaro, Qro.
T. 442 628 7240
FB: @hotelherculesmx IG. @hotelherculesmx www.hotelhercules.com
En esta vieja casona en la antigua calle del Hospital —hoy Madero— se hospedaron Antonio López de Santa Anna y Ángela Peralta.
Hotel Hidalgo
Francisco I. Madero 11, Centro HIstórico de la ciudad de Querétaro.
T. 442 212 0081
FB. Hotel Hidalgo IG. @hotelhidalgoqro www.hotelhidalgo.com.mx
sones. En continuidad de esa tradición, una vieja casona en la antigua calle del Hospital —hoy Madero— fue dispuesta para servicio de hotel en el año de 1825.
Hotel Hidalgo
La ciudad de Querétaro en la época virreinal fue denominada la Garganta de Tierra Adentro, donde un intenso tráfico de personas, productos y mercancías circuló hacia los reales de minas norteños. Los servicios de hospedaje se realizaban en las posadas, ventas y me-
Su centenario patio conserva las columnas toscanas que le imprimen señorío al espacio. En sus muros se han hospedado, en diversas épocas, personajes vinculados con la historia y artistas, entre ellos, el entonces presidente de la república, el general Antonio López de Santa Anna, en 1844; la famosa artista de bel canto Ángela Peralta, en 1879, cuando tuvo sus exitosas presentaciones en el Teatro de Iturbide —hoy de la República—, donde conmovió con su lirismo y arte a los queretanos. Fue alojamiento de diputados federales entre 1847 y 1848, siendo Querétaro nombrada la capital de la República durante la intervención estadounidense, para discutir los Tratados de Paz y Límites. Más tarde albergará a un grupo de diputados del Constituyente de 1917. El Hotel Hidalgo fue pionero en el servicio de diligencias. Edificio cuyos balcones miran hacia la arteria principal de la ciudad, donde discurre el devenir y el pulso de esta. Es el hotel más antiguo de la ciudad remodelado con servicios modernos.
El Mesón de Santa Rosa
Situado en las encrucijadas del antiguo callejón de Don Bartolo y la calle de Posadas, frente a la castiza Plaza de Armas —antigua Plaza Mayor— nos refiere historias de pactos y mineros. El Portal Quemado atestigua el paso de caballeros de capa y espada, de conspiradores y guerrilleros. Por su calle aledaña desfilaron procesiones y manifestaciones de la gala barroca novohispana, con sus enjaezadas cabalgaduras, cruces altas, cirios y cantos penitenciales.
Adentrarse en el inmueble es viajar en el tiempo; donde arrieros, comerciantes y artistas de la legua tuvieron su reposo. Desde el siglo XVII hasta la actualidad es un lugar para llegar a la «Muy Noble y Leal Ciudad» y disfrutar de los servicios que ofrece su céntrico entorno, rodeado de casonas señoriales y de las antiguas Casas Reales —hoy Palacio de Gobierno del Estado. El antiguo edificio alberga un hotel donde la imaginación nos lleva a encontrarnos con el Caballero de la Triste Figura.
Hotel Patio Santiago
Casona del siglo XVIII, ubicada en la antigua calle del Descanso, antiguo camino a las haciendas de Callejas y Carretas. En ella habitó el presbítero José Ma. Sánchez y fue lugar de reunión de los conspiradores de 1808 a 1810. Lugar íntimo
Adentrarse en el inmueble es viajar en el tiempo; donde arrieros, comerciantes y artistas de la legua tuvieron su reposo desde el siglo XVII.
Luis Pasteur Sur 17,
Querétaro. · T. 442 710 6474 FB. @mesondesantarosa IG. @mesonsantarosa www.elmesondesantarosa.com
Hotel Patio Santiago
Luis Pasteur Sur 40, Centro Histórico de la ciudad de Querétaro. · T. 442 689 7250 FB. @patiosantiagomx IG. @ patiosantiagomx www.patiosantiago.com
entre lo privado del lugar y lo público de la vieja calle; por donde pasaron las recuas cargadas de bastimentos y los condenados a muerte. El patio es un auténtico espacio queretano. Desde sus alturas se puede disfrutar las cúpulas y campanarios del Centro Histórico y quizá encontrar un encendido crepúsculo borgesiano al poniente.
Vislumbres y deslumbres
Los espacios se convierten en escenarios y los inmuebles se transforman en sitios simbólicos cuando advertimos las prácticas de las sociedades que las crearon y las que hacemos uso y disfrute en otro tiempo. En todo se encuentra una constelación de significantes que originan diversas interpretaciones y nos acercan a las maneras de vida de sus creadores. El pasado nos advierte y no refiere orígenes, identidades, códigos, para ser reconstruidos en el presente.
La ciudad, calles y casonas nos hablan de la riqueza cultural del lugar, forjada por su población multiétnica. Representan un registro del tiempo y los imaginarios colectivos. La ciudad de Querétaro, compartida con nuestros visitantes tiene una oferta para el descanso y el disfrute de los históricos inmuebles, adecuados para servicios de hotelería y restaurantes de primer mundo.
Dos muestras en el MACQ
El Museo de Arte Contemporáneo Querétaro inicia este mes con la inauguración de dos exposiciones imperdibles. La primera, titulada «The Day I Saw You», es una selección de obras de la colección de la Fundación AMMA donde se habla sobre la vida cotidiana, las experiencias y la subjetividad de las personas, a través de distintas disciplinas artísticas y de la visión particular de sus creadores. La segunda, «El jardín de los penes», de la artista Ximena Alarcón, reúne una serie de piezas con formas y materiales que se enfrentan, se asocian y se afrontan al ritmo de las variantes que interrogan la visión y las prácticas de la sexualidad humanas.
Martes a domingo, de 12:00 a 20:00
Inauguración: 1 de septiembre
T. 442 119 8251
IG. @elmacq
FB. Museo de Arte
Contemporáneo Querétaro
Manuel Acuña esq. Reforma Oriente s/n, barrio de La Cruz, Querétaro, Qro.
Museo de Arte Contemporáneo Querétaro
Todo septiembre
Cultura
HAY FESTIVAL:
LEER TAMBIÉN ES CAMINAR
María José Vázquez de la MoraDesplegado
anterior: Hay Festival en el Teatro de la Ciudad en 2016.
Septiembre ha sido siempre el mes más bonito para ir al campo. Después de la temporada de lluvias, el verde es más intenso y profundo, sin la urgencia de los primeros brotes entusiastas pero frágiles del inicio del verano y con la elegancia que dan los hongos y las flores a las bases de los árboles. Casi con el mismo entusiasmo que me da caminar por veredas del monte, me encuentro emocionada por la llegada del Hay Festival a la ciudad, que no es arbolada, pero sí luce su tradicional color rosa pálido, y que durante cuatro días recibe un evento que en realidad son muchos caminos circulares y enredados disfrazados de conversación.
Walter Benjamin pensaba en la figura del flâneur como alguien que, al andar, busca «botanizar el asfalto». De jueves a domingo, y una vez al año, nos revolvemos en las calles del Centro Histórico de la ciudad tal como harían algunos caminantes perdidos en el cerro, pero con la certeza de que en la plana urbana
De jueves a domingo, y una vez al año, nos revolvemos en las calles del Centro Histórico de la ciudad tal como harían algunos caminantes perdidos en el cerro, pero con la certeza de que en la plana urbana los cruces no son errores, sino encuentros.
los cruces no son errores, sino encuentros, y dotados de la seguridad con la que los botanistas, más que trazar una línea directa en su camino, observan con curiosidad y atención el entorno, creando así una especie de jardín en la cantera.
El Hay Festival se define como un festival cultural y de ideas para todos los públicos, que celebra las artes y las ciencias a través de eventos inclusivos, accesibles y lúdicos. Se lleva a cabo en diversas ciudades de Colombia, España, Perú, Reino Unido y Ucrania, y en México se celebra en Querétaro desde hace
ocho años. Definirlo como un festival literario sería un error, dado que aun cuando tiene al texto como soporte principal, este se convierte en un pretexto para conversar sobre derechos humanos, ficción, ciencia, infancias, diversidades y música. Su programa incluye a premios Nobel, autores consagrados, escritoras queridas en México y en el mundo, y periodistas internacionales que
Arriba a la izquierda: Daniel Mordzinski, Lucía Blasco y Jesús Abad Colorado, 2019.
Abajo: Charla «Escritores en el objetivo de Daniel Mordzinski», 2016
Su encanto principal reside en su formato: más allá de conferencias, el programa se construye desde la conversación.
comparten sus ideas con generosidad y precisión en charlas de una hora exacta de duración.
Su encanto principal reside en su formato: más allá de conferencias, el programa se construye desde la conversación. Así, a las diez de la mañana se puede escuchar a un periodista conversar con la autora de una novela sobre su último libro, y a las cinco de la tarde escucharle de nuevo, en otro foro, compartiendo sobre sus reportajes de no ficción con estudiantes universitarios. Este diálogo genera una horizontalidad interesantísima que rompe con los formatos típicos y que invita a reconocer a quienes escriben también como espectadores atentos y curiosos de su entorno. Aunque la mayoría de las actividades suceden en el centro, la apuesta del evento es también acercarse a otros espacios, como universidades o centros culturales de delegaciones circundantes, para llevar el acto de leer como una invitación punzante y abierta a más lectores.
Dentro de estas andanzas lectoras situadas, más que en un espacio geográfico, en una especie de atlas efímero, me pregunto qué es lo que hace distinto a este evento, y en por qué se ha convertido en un tránsito tan esperado año con año. Es así que intento (re)construir, si es posible, una cartografía
Querétaro, Mordzinski y el Hay
Este reportaje está ilustrado con imágenes de Mauricio Mallet, quien —tras asistirlo por años— nos abre una ventana al ambiente que retrata Daniel Mordzinski: conocido como «el fotógrafo de los escritores», ha retratado a los protagonistas más destacados de las letras hispanas. Es fotógrafo de los Hay Festival de lengua española.
emocional del festival. Y comienzo por imaginar las vistas que ofrece el paisaje. Pienso en la velocidad de la ciudad y en la lentitud del texto. Wolfgang Iser describe que «el proceso de lectura se hace de manera pausada, y por ende el lector se desplaza dentro del texto con ritmos cambiantes, sintetizando aquello que va comprendiendo al mismo tiempo que genera, confirma o contrasta sus expectativas». También dice que «así, el acto de leer se reivindica como una de las formas más íntimas de descubrirse a uno mismo».
El desplazamiento que hacemos dentro de las páginas me recuerda a los que cambian dependiendo de las calles que transitamos. ¿Cómo cambian los andadores cuando habitamos el festival? ¿Es posible leer las calles de otra forma en esos cuatro días? Para pensarlo en compañía —que es francamente la mejor forma de hacer cualquier cosa—, hablo con lectoras inteligentes y curiosas. Son escritoras, profesoras, gestionan espacios culturales y, sobre todo, son botanistas atentas de textos diversos que abarcan la poesía, la ficción, el ensayo y el cine. Y son todas asistentes asiduas al Hay Festival.
Anaclara reflexiona acerca del espacio del Centro Histórico, y de qué le sucede durante esos días:
«Cada año lo he vivido un poco distinto, pero casi siempre me he sentido eufórica. Si es posible, trato de estar casi todo el día en el centro para poder ir a varios eventos, que es una actividad que ya no hago tan seguido. Me da emoción escuchar a personas brillantes que están muy cerca. Y en ese sentido renueva los espacios o los edificios: les da una luz distinta, y creo que el centro se hace como una especie de mapa para hacer una ruta. Lo vivo como un espacio de encuentro: vas por allí, te encuentras personas, conversas un poco. Siento que las pláticas le dan vida a esos edificios antiguos». Escuchándola, pienso en aquella frase de Roland Barthes que dice que el usuario de la ciudad toma fragmentos del enunciado para actualizarlos en secreto. Es quizá ese mapa personal lo que también ubica Julieta, que al reflexionar me comparte: «sí hay una disrupción en cómo vivimos la ciudad. Hay una especie de turismo de personas que quizá no suelen habitar el centro y que en torno a esos días lo descubren. Reconocen espacios que normalmente no visitan». La cartografía se desplaza, entonces, y confirma las sospechas: durante cuatro días habitamos las calles de otra forma, subvertimos el espacio.
Paulina me regala una metáfora preciosa sobre la ciudad que se expande, al imaginarla como un espacio en el que «se ponen en el mismo
«Me da emoción escuchar a personas brillantes que están muy cerca. Y en ese sentido renueva los espacios o los edificios: les da una luz distinta.»
No pocos presentadores o participantes dudan brevemente al subir al escenario y pronunciar el nombre del festival, como también pasa entre conocidos que se refieren a él para recomendar algún evento. Conviene recordar que el nombre de este encuentro, que al día de hoy se realiza en diversas ciudades del mundo, proviene de la pequeña población galesa donde se creó en 1988: Hayon-Wye, un poblado de 1,500 personas y 41 librerías, conocido también como la ciudad de los libros. Así que la próxima vez que quieras mencionarlo, piensa en la pronunciación del lugar donde se originó: «jey féstival».
nivel diversas capas de la realidad con las que yo convivo, pero que no necesariamente están en el mismo espacio. De pronto, en el Hay confluyen personas que veo en el terreno de lo literario (que me interesa en el plano de lo personal y lo profesional), pero que no viven aquí, y que están en la normalidad de la ciudad que habito. Y se le encima otra capa, el de la ficción, que es otro mundo en el que convivo cuando abro este espacio para la lectura, pero que en el Hay crece: de pronto se crea un Querétaro que está sumando estas capas con las que yo relaciono los libros, que sí tienen que ver por supuesto con el lugar donde vivo, pero que se va ensanchando, con la presencia de personas que quiero y admiro, y con las fantasías que hay encima de la literatura. Como lo que pasa con una esponja cuando la mojas y se ensancha».
«Este espacio es breve y finito, pero deja una permanencia: el Hay le pone un apellido distinto, le cambia la tipografía, la viste diferente: entonces ya no vuelve a ser la misma.»
Janine es una de las lectoras más entusiastas que conozco. Ella me dice: «pienso en la ciudad no solo como lo que nos rodea o nos abraza de manera arquitectónica, en los objetos que habitamos, sino también en la que imaginamos durante el festival. Leerla es ver cómo las personas se mueven o no se mueven en los espacios habituales, en los silencios, en el ruido, en las conversaciones que suceden.
Pienso en el Hay como un espacio itinerante que abre oportunidades y diálogos. Es saberme distinta después. Y no solo soy yo: somos tantas personas que creo que este efecto es colectivo y a su vez es como si nos diera la oportunidad de crear una nueva ciudad, de habitarla distinto por unos días, y que, no porque sea itinerante, significa que no es permanente. Este espacio es breve y finito, pero deja una permanencia: el Hay le pone un apellido distinto, le cambia la tipografía, la viste
Las citas anuales del «Woodstock de la mente»
Hay Festival
Querétaro
México
7 al 10 de septiembre 2023
Hay Festival
Segovia
España
14 al 17 de septiembre 2023
Desde 1996, este encuentro entre escritores, músicos y otros artistas —el cual fue calificado como «el Woodstock de la mente» por el expresidente estadounidense Bill Clinton—
Hay Festival
Arequipa
Perú
9 al 12 de noviembre 2023
Hay Festival Winter Weekend
Reino Unido
Noviembre 2023
Lviv Bookforum
Ucrania
Otoño 2023
Hay Festival
Jericó
Colombia
19 al 24 de enero
2024
se realiza a nivel mundial en diversas ciudades, de septiembre a junio, una labor que le valió el premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades de 2020:
Hay Festival
Medellín
Colombia
23 al 24 de enero 2024
Hay Festival
Cartagena
Colombia
25 al 28 de enero 2024
Hay Festival Gales
Reino Unido
23 de mayo al 2 de junio 2024
diferente: entonces ya no vuelve a ser la misma».
Escucharlas me conecta con mi propia experiencia durante los días del festival, y me confirma entonces la sospecha de que el Hay Festival es mucho más que su programación. Es un espacio que convierte los días en una forma de texto. Michel de Certeau escribe que «el acto de caminar es al sistema
urbano lo que la enunciación es a la lengua». Durante el Hay Festival, leer es caminar, y el texto es el espacio urbano, las conversaciones, los andadores, los teatros, las plazas públicas, las fiestas y las calles. Andamos, observamos, escuchamos, nos reconocemos como botanistas que buscan en caminos conocidos y desconocidos: sembramos.
VIERNES 8, 10:30 H
La historiadora Andrea Wulf conversará acerca de su libro Magníficos rebeldes. Los primeros románticos y la invención del yo, en el que narra uno de los movimientos intelectuales más importantes de la historia: la invención en Jena, Alemania, de lo que hoy llamamos romanticismo, por un pequeño grupo de amigos compuesto por Goethe, Schlegel, Schelling, Schiller y Novalis. Un libro cuyo núcleo es un pulso entre la libertad y el egoísmo, como llegó a describirlo su autora en una entrevista.
Cineteca Rosalío SolanoEscenario Gales / Llwyfan Cymru
Daniela Rea, Tania Tagle y Alejandro Zambra
VIERNES 8, 12:30 H
Tienen en común haber escrito libros, en la ficción o no ficción, sobre el significado y la experiencia de ser madres y padre, y que no es otra cosa que cuidar de otro: Fruto, de Daniela Rea, Germinal, de Tania Tagle, y Literatura infantil, de Alejandro Zambra. Conversan con Elvira Liceaga, locutora y autora de una novela que aborda también la tensión de los cuidados, Las vigilantes
Un puñado de recomendaciones para el HayXV Encuentro de Talento Editorial,2022.
Geoff Dyer
SÁBADO 9, 10:30 H
El escritor británico Geoff Dyer presenta su más reciente libro, Los últimos días de Roger Federer, un texto alrededor del sentido de un final en las carreras de diversos y disímiles creadores, como el pintor William Turner, Beethoven, Nietzsche, Bob Dylan o el tenista del título. Conversará con la traductora literaria Heather Cleary, autora del libro The Translator's Visibility: Scenes from Contemporary Latin American Fiction.
Hernán Díaz
SÁBADO 9, 17:00 H
Tras ganar el premio Pulitzer 2023 en la categoría de Ficción —del cual fue finalista con su primer novela, el western A lo lejos, en 2018— el escritor argentino, radicado en Estados Unidos, presenta su novela
Fortuna, un engranaje narrativo sobre el dinero —la cual fue escrita originalmente en inglés, donde su título Trust juega con el doble significado, la confianza y la formación de una sola empresa con miras monopólicas, y que en español intentó emularlo: suerte y acumulación de capital.
Teatro de la Ciudad
Fernanda Melchor y Julián Herbert
DOMINGO 10, 10:30 H
Pocos autores contemporáneos en México conocen y han explorado los alcances y formas de una novela como Fernanda Melchor y Julián
Herbert; sus libros dan cuenta de ello: la polifónica y barroca Temporada de huracanes —traducida a más de treinta idiomas— y la autobiográfica Canción de tumba, respectivamente. Una charla entre dos de las voces más interesantes de la literatura mexicana actual.
Teatro de la Ciudad
Alejandro Zambra
DOMINGO 10, 19:00
Uno de los escritores contemporáneos más sobresalientes de la literatura en español presenta su más reciente libro, Un cuento de Navidad, una historia sobre la relación de un autor con su editor desde sus inicios, su eventual separación y reencuentro —un relato con vigas a la vista.
Museo de la Ciudad
32 aniversario de Casa del Faldón
El Centro Cultural Casa del Faldón fue inaugurado el 11 de septiembre de 1991. Para celebrar el aniversario de este año, en sus instalaciones han preparado un programa con eventos para todo el público. Comenzará con una muestra de rebozos mexicanos de la colección de la maestra Aurora Zúñiga, seguida de presentaciones especiales a cargo de tres grupos locales extraordinarios: participan la Orquesta
Makochi Dulcemelos, bajo la dirección de Héctor Larios; la Compañía Folklórica de la UAQ, bajo la dirección de Dolores Zúñiga y Héctor Selím; y el Grupo de Danzas Autóctonas y Tradicionales de Querétaro
Mayor, bajo la dirección de Bernardo Guerrero Suárez.
11 de septiembre, 18:00
Centro Cultural Casa del Faldón
FB. Centro Cultural Casa del Faldón · T. 442 212 4808
Primavera Oriente 43, barrio de San Sebastián, Querétaro, Qro.
Barrio de San Sebastián, Qro.
11 de septiembre
Orquesta Makochi DulcemelosJavier Jiménez Belmonte «De Querétaro disfruto la medianía. Ciertos colores, cierta luz»
Martínez GonzálezTras más de un año de vivir en Querétaro, el escritor español —afincado en Nueva York— Javier Jiménez Belmonte escribió el libro Un texto en camino (que es la coda o el reverso de otro de sus libros, Desentierro), en donde aparece Querétaro todo el rato como una suerte de decorado de sus reflexiones, y en el que aborda la originalidad en la literatura, luego de creer que había plagiado involuntariamente el cuento de un escritor brasileño que desconocía.
Desde las primeras páginas aparecen los campanarios, el traqueteo de los carritos de limpieza, las calles empedradas de la colonia Carretas y las del Centro Histórico, con sus antiguos nombres, las bugambilias, jacarandas, pirules, huizaches, tepehuajes y mezquites. Un texto en camino es un libro que se caracteriza, entre otras cosas, porque sucede en el Querétaro contemporáneo.
—Yo creo que la razón por la que salió este libro no era para tratar de entender la ansiedad y el plagio, sino también para asegurarme de que si alguien lo leía entendiera que era imposible que hubiera copiado un texto que no había leído —dice refiriéndose al cuento «Una niña en camino», de Raduan Nassar—. Que
Imanol
Desentierro tenía una trayectoria que terminaba aquí.
Lo cuenta, en la primavera del 2023, de visita en la ciudad.
—Que había un espacio concreto, y que en él estaban pasando cosas, esa apertura por fin a la escritura personal, a la literatura.
Querétaro, más allá de los libros y la originalidad, como algo que se va colando en lo circunstancial: la ciudad, la estancia, el tránsito de los días. Acabó hablando de escribir algo que tenía tiempo queriendo escribir, no una idea específica, sino más bien un estado mental o emocional que quería poner en una página.
—Querétaro tenía que estar ahí y ni siquiera me lo planteé, estuvo antes de que lo hiciera. ***
Jiménez Belmonte es escritor, profesor y académico especializado en estudios culturales de la Edad Media y del Siglo de Oro; da clases en la Universidad de Fordham desde 2002, donde dicta cursos sobre el Quijote, la literatura fantástica, pintura y literatura colonial, entre otros. A inicios de 2020, en su sabático, decidió instalarse en Querétaro sin saber que se avecinaba una pandemia. Acostumbrado a escribir al ritmo del publish or perish académico, ese sabático también fue un periodo para la escritura literaria, y de eso da cuenta Un texto en camino. En él relata que algunas tardes solía caminar en un recorrido que lo llevaba del andador Altamirano hacia Plaza Fundadores, luego por el mirador, el Acueducto, la colonia Carretas, donde daba vueltas por el parque, y de regreso a casa.
—Esto me sirvió para pensar, porque antes de este libro andaba escribiendo algo más, y este era el lugar perfecto para enredar y desenredar ideas. Me ponía un poco de música y ya, a dar vueltas.
De visita en Querétaro, meses después de la publicación de Un texto en camino, el cual llegó a librerías a finales del 2022, Jiménez Belmonte camina a mediodía recreando el recorrido que solía realizar tras pasar la mañana escribiendo, y luego de dedicar un par de horas a hacer collage después de comer. Javier, un tipo alto, con el cabello a rapa, comienza la caminata en Carretas, un sitio que le transmitía ciertos recuerdos por los árboles: cuenta que en su pueblo del sur de España —Aguilar de la Frontera, en la comunidad autónoma de Andalucía—, rodeado de olivares y
Esquina de los andadores Progreso y Altamirano. Al fondo el templo de La Merced.
viñedos, había un árbol al lado de casa de su madre en el que jugó toda su vida, un huizache que siempre creyó que era mediterráneo hasta que llegó a aquí y lo vio en el parque (igual que el tepehuaje, otro árbol que creyó que era andaluz y resultó ser americano).
—Lo que me gustaba de este parque era, primero, lo obvio: que estuviera al aire libre, lleno de pájaros y árboles. Pero lo que más me gustaba era la familiaridad, y eso es una cosa muy rara. Estas conexiones me hacían sentir muy a gusto. Además, es un parque poco pretencioso. Nueva York tiene parques con atractivos rodeados de mitología, pero a mí me gusta mucho este parque, que es muy de barrio, de todas estas casas que me encantaba ver. Además, dice, estaban en pandemia «y la gente estaba muy en el parque».
A inicios de 2020, en su sabático, decidió instalarse en Querétaro sin saber que se avecinaba una pandemia. Ese sabático también fue un periodo para la escritura literaria, y de eso da cuenta Un texto en camino.
—Cuando empezó la temporada de lluvia era alucinante ver la tarde que se pone justo por aquí —dice señalando al cielo a través de la copa de los árboles de la avenida Vizcaínas—, los cielos con esos naranjas y rosas que yo solo he visto en Querétaro.
Lo que me gustaba de este parque era, primero, lo obvio: que estuviera al aire libre, lleno de pájaros y árboles. Pero lo que más me gustaba era la familiaridad, y eso es una cosa muy rara. Estas conexiones me hacían sentir muy a gusto.
Sus caminatas durante su residencia en Querétaro, a lo largo de 2020 y 2021, solían ser sistemáticas, recorriendo casi siempre las mismas dos rutas: la que aparece en el libro y otra que lo llevaba por avenida Universidad, luego por Ezequiel Montes hasta Santa Rosa de Viterbo y de vuelta subiendo el centro callejeando. Javier es un caminante «de ruta fija», no benjaminiano —que se pierde en la ciudad conociéndola—, sino a lo Kant, protagonista de la conocida anécdota que Javier cuenta para explicarlo: el filósofo prusiano hacía cada día el mismo recorrido por Königsberg de manera tan precisa que los vecinos podían ajustar sus relojes con solo verlo pasar frente a su casa.
Al igual que los parques, le parecía que las caminatas en Querétaro carecían de pretensión y pose. También, al igual que los parques, había en las calles una sensación de familiaridad, de código e imágenes con las que se podía comunicar bien.
—El ritmo de la caminata en Nueva York es distinto, por muy lento que quieras ir, la gente te obliga a ir rápido, todo es más torbellino. Mi pueblo es tan pequeño que tengo que salir a caminar al campo por los olivares, y aquí me permitía ir al mismo ritmo, pero con vistas urbanas, una mezcla muy atractiva. Además, ves a la gente haciendo cosas que ocurren en el pueblo: personas lavando autos, coches aparcados con gente dentro, novios que estaban pelando la pava; ese tipo de actividades que es más difícil encontrar en una gran ciudad y que me regresaban otra vez a la conexión con mi pueblo en España. Es una cosa que desde la primera vez que vine a México, hace quince años a Querétaro, sentí al momento. La medianía. Ciertos colores, cierta luz. No te lo sabría explicar.
Conversar con alguien caminando permite que las cosas fluyan, los diálogos se disloquen, y también se elimine la pose —más fácil de conservar sentado frente a un café, por ejemplo. Al caminar, Javier recuerda lo que lo llevó a elegir Querétaro como el destino para su sabático. Deja atrás la avenida Monasterio, rumbo a los Arcos, y cuenta que, a diferencias de sus estancias cortas previas, durante los meses que pasó acá pudo ver la caída de las jacarandas.
—Era impresionante, todo era violeta y el fondo admirable. Me encantaban todos esos cambios que pude ir viendo cada día en la ciudad.
Un texto en camino
En este libro aparecen los ruidos de la ciudad —el vendedor de agua, el de barquillos, el de tamales, el chamán de la casa de enfrente tocando su pandero…— y panorámicas de la misma: «los tinajos gigantes de los tejados, el campanario a medio construir de una iglesia neoclásica, un puñado de edificios modernos difuminados a lo lejos». El primer libro publicado por la editorial queretana Gris Tormenta en el que, curiosamente, Querétaro es un personaje preponderante.
Después de estudiar la carrera en Filología Hispánica tras un año de Erasmus en Nápoles, y no estando listo para regresar a casa —«creo que nunca he estado listo para volver a España»—, pidió una beca para hacer un máster en la Universidad de Eugene, en Oregón, algo que nunca estuvo en «su mapa». Consumía literatura y música norteamericana, como Scott Fitzgerald o Bob Dylan, pero nunca le atrajo visitar ni vivir en Estados Unidos. Allí conoció a una estudiante mexicana que se hizo su amiga y a quien, tiempo después, vino a visitar a Querétaro para conocer a su esposo e hijo. En aquel viaje paseó por las Misiones de la Sierra Gorda junto a ella.
—Estaba alucinando, me parecía todo increíble, tan lejano y al mismo tiempo tan familiar, un impacto muy fuerte.
Años después, cuando pidió el semestre sabático, decidió pasar esos meses en una ciudad que les parecía tranquila, pero con mucha vida cultural y amigos. Alquiló una casa en el andador Altamirano, donde, al poco de llegar, descubrió que el centro de Querétaro los fines de semana «es como una gran fiesta» con sonidos de celebraciones y canciones. Después, en la pandemia, llegó el silencio.
Durante ese mes, antes del confinamiento y las caminatas, solía disfrutar de la vida cultural en Querétaro, acudiendo a exposiciones o a funciones de cine en la Cineteca —«un sitio precioso»—, donde recuerda haber visto de nuevo, por ejemplo, La Dolce Vita.
—No es que necesite un mundo cultural de museos y exposiciones cada semana. Aquí todo era como más posible; en Nueva York hay tantas cosas que acabas por hacer nada. Aquí ibas a ver una exposición o película y la disfrutabas —cuenta cruzando la calle Manuel Acuña.
La caminata concluye en una panadería a una cuadra de donde vivía. En ella charla sobre las diferencias entre la escritura académica y la literaria. La dueña lo saluda y le pregunta qué ha sido de su vida; se saludan con el gusto de quienes genuinamente se alegran por volver a verse, aunque sea brevemente. Luego del café, la entrevista errante termina camino a la paletería la Colonial, otro sitio con una anécdota peculiar en la confección del libro.
La
De aquel tiempo escribe en Un texto en camino que, fuera de la rutina, cualquier incidente se transformaba en anécdota, «en un recordatorio, muy grato, de que vivíamos en una especie de estado fronterizo con lo vacacional». No cuesta trabajo imaginar su vida en Querétaro durante esos meses, en unas cuantas cuadras de la ciudad, andando y desandando ideas mientras caminaba; su condición innegociable de venir a Querétaro era, a fin de cuentas, vivir en el centro y poder pasear. En su libro, se percata de que algunas calles conservan la señalética de sus antiguos nombres —«Alguien tuvo el buen gusto de dejar, al lado de los nuevos nombres, los antiguos, que son increíbles, tan imaginativos»—, y de alguna manera eso se parece a la escritura. Las calles, como la literatura, se sobreescriben: alguien camina sobre los pasos de otro, escribe el relato que alguien más imaginó (y acaso escribió).
Carretas
Este parque «poco pretencioso», como lo describe Javier, y en el cual solía pasear anudando y desanudando ideas, aparece referido en el libro por sus calles empedradas y banquetas invadidas por los troncos de las bugambilias, de las jacarandas, de los pirules, de los huizaches, de los tepehuajes y de los mezquites —los árboles que, recordándole su infancia, lo teñían de familiaridad. Uno de los pulmones de la ciudad.
El Alquimista
Nunca como en Querétaro disfrutó tanto ni logró tener constancia en su afición al collage —un arte de soldar imágenes desgarradas, como recuerda que la describe la escritora Olivia Laing. En la mesa de casa disponía los recortes que hacía con el material que conseguía en el bazar de libros El Alquimista. «Si a uno le gusta trabajar con imagen, la pura búsqueda entre las pilas de libros es en sí ya algo lindo», dice.
La Comezón
De no haber entrado en esta librería, quizá Javier jamás hubiera escrito Un texto en camino ni encarado la inquietud que supuso la casualidad de encontrar el libro de Raduan Nassar, donde se incluye el cuento que creía haber plagiado inconscientemente. «Era lindo ir ahí porque había una curaduría de libros; se veía que había una persona que leía detrás», recuerda. En ella —como cuenta en su libro— compró El libro vacío, de
ciudad de un escritor de paso
«No es que necesite un mundo cultural de museos y exposiciones cada semana. Aquí todo era como más posible; en Nueva York hay tantas cosas que acabas por hacer nada. Aquí ibas a ver una exposición o película y la disfrutaba.»
Josefina Vicens, junto al que le obsequiaron «un pasquín en una edición casera» de una conferencia de Alan Pauls. Como indica el colofón del libro, durante el proceso de edición, la emblemática librería cerró sus puertas.
Panadería Pánico
A media cuadra de la casa en la que habitó durante su sabático —donde dispuso un pequeño escritorio junto al ventanal de su habitación que daba al andador de la calle Ignacio Altamirano—, se halla la panadería Pánico, un sitio con unas
destacadas hogazas y piezas de pan dulce, así como strudel de manzana, galletas y conservas. Hoy en día cuentan, además, con Pánico Comedor, un local en la Plaza Fundadores donde ofrecen pizzas y ensaladas.
Paletería y nevería Colonial
Entre las anécdotas simpáticas de la edición del libro, se halla un tira y afloja que Javier sostuvo con los editores: saber si una paleta era de «limón de leche», como él sostenía, o de «leche de limón», como lo hacían ellos. Una
nimiedad que en todo caso evidenciaba el cuidado con que se trabaja un manuscrito. «Siempre las llamé así y cuando empezamos a trabajar en el manuscrito lo corrigieron. A mí me sonaba muy mal. Al final quedó como a mí me sonaba», cuenta Javier minutos antes de entrar a la paletería, pedir una y confirmar que siempre se llamaron como él recordaba. En este sitio las paletas y nieves se hacen en el lugar, todo es natural y tienen, además de limón de leche, sabores como mantecado, cajeta, café, nuez, piñón, tamarindo y grosella.
Bajo el lema «#20AñosContigo», el Centro Educativo y Cultural del Estado de Querétaro Manuel Gómez Morín celebrará su vigésimo aniversario con una jornada de actividades especiales. Uno de los eventos destacados será el «Festival del Sabor ¡Con Olor a Querétaro!» —en vinculación con la Secretaría de Turismo—: una jornada gastronómica, artesanal y turística que se llevará a cabo el 23 de septiembre en el Patio Central del recinto, resaltando la participación de los dieciocho municipios y los valores culturales de los siete Pueblos Mágicos de la región.
Av. Constituyentes s/n, zona dos extendida, Centro Histórico de la Ciudad de Querétaro.
FB. @CentroEducativoGomezMorin
CECEQ Manuel Gómez Morín
Del 20 al 23 de septiembre
Memorias en los tapices verdes y las habitaciones rosadas
Connie GarridoEn el Centro Histórico de Querétaro hay una intersección de calles —la que hacen Madero y Ocampo— que me recuerda de dónde vengo. Cada que camino por ahí, mi memoria comienza a llenarse de imágenes; unas muy nítidas y otras no tanto. Unas duelen aún, otras están en una transición de sentimientos y el resto podrían ser luminosas. La intersección está delimitada por la catedral San Felipe Neri, la Casa del Diezmo, el Archivo Histórico del Estado y una casona con columnas sustraídas donde hay comercios.
Mi madre vivía en Madero; mi padre, en Ocampo. La casa de ella había sido un mesón desde el siglo XVIII y hasta finales del XIX.
Mi madre vivía en Madero; mi padre, en Ocampo. La casa de ella había sido un mesón desde el siglo XVIII y hasta finales del XIX, en el cual los viajeros se detenían a descansar, pues por ahí pasaba el Camino Real. En 1941, mi bisabuela Eva compró la propiedad y comenzó a tejerse la historia de mi familia materna. Es una casa completamente verde: azulejos, puertas, muebles, tapices, paredes, enredaderas; pero algunas habitaciones ocultas —las que están hasta el fondo del patio trasero— son más bien rosadas. En esa casa, las mujeres de mi familia hacían comunidad, ya que los hombres se habían ido. Mi mamá y sus hermanos eran niños silenciosos, pues las reglas de las abuelas eran rígidas; tenían que ser fuertes para sobrevivir. Mi madre a veces salía a
pasear por la calle Madero, para encontrarse a escondidas con sus amigas o simplemente para comprar un refresco y sacudirse el pesar de su casa. La casa de mi padre, en Ocampo, era muy distinta, porque allí vivían cerca de veinticinco personas. Mi bisabuela Josefina quedó viuda muy joven y, para sobrevivir con sus dos hijos, rentaba algunos de los cuartos de la casa a otras familias. Había mucho ruido, una maraña de olores se levantaba en los pasillos, pues en ese lugar había por lo menos cuatro cocinas, y los múltiples lavaderos escupían espuma y burbujas de colores. Mi padre, sus hermanos, sus primos y sus vecinos jugaban en la huerta que se levantaba al fondo, donde un arroyuelo atravesaba y donde la bisabuela criaba gallinas, conejos y cerdos para alimentar no solo a la familia, sino a todos los inquilinos. Mis abuelos tenían una miscelánea llamada Candy en uno de los cuartos que daban a la calle y trabajaban allí desde el amanecer hasta muy noche.
De niña viví en la casa de Ocampo, la cual era una fábrica de jabones antes de que mi bisabuela llegara. Recuerdo el miedo que me daba el reloj de la catedral cuando cantaba con tristeza a las doce de la noche y a las seis de la mañana. La adicción que me generaban los frijoles que hacía mi tía abuela. La alegría que me provocaban los cuarenta gatos de mi abuelo.
La colección secreta de literatura erótica que mi abuela guardaba bajo el sillón. Las pijamadas ruidosas e interminables con mis hermanas y primas en el ático. Mi primer trabajo ayudando a mis abuelos con la miscelánea. La casa de al lado, que hoy es un hotel boutique, donde vivía mi amigo metalero con su abuelita y donde ocurrieron las primeras fiestas a las que acudí.
A Madero nunca iba de niña; creo que a mi mamá le dolía estar ahí. Pero en mi época universitaria todos mis amigos vivían en esa calle. Desde lejos veía la casa y me parecía muy ajena. Tiempo después, cuando algunas cosas cambiaron, volvimos a frecuentar ese sitio verde. Al hacer una remodelación, salieron interminables fotografías en sepia, en blanco y negro, con mujeres de rostros idénticos al mío, a los de mis hermanas y al de mi madre, decenas de poemas bucólicos y amorosos escritos por mi bisabuelo Guillermo y cartas secretas cuya caligrafía está a punto de borrarse por completo. Pero también salieron heridas ancestrales que aún no hemos terminado de sanar. ***
Hace unos días fui a sentarme a las escaleras de la catedral. Vi a mis padres, jóvenes estudiantes de derecho, cuando empezaban a conocerse.
Hace unos días fui a sentarme a las escaleras de la catedral. Vi a mis padres, jóvenes estudiantes de derecho, cuando empezaban a conocerse. Vi a mi abuelo trabajando en los sombríos Almacenes Nacionales de México —hoy Palacio Conín. Nos vi, a mis hermanas y a mí, de niñas haciendo travesuras mientras la misa ocurría y a nuestra abuela pellizcándonos. Vi a mis bisabuelos y abuelos asomándose por la torre del templo de Carmelitas, donde ahora sus cenizas descansan. Y vi a mi padre, justo en los últimos días de su vida, caminando hacia su oficina en el antiguo palacio municipal.
Vi a mi abuelo trabajando en los sombríos Almacenes Nacionales de México.
Una amiga muy querida me dijo que son las historias familiares las que le dan vida a los edificios, y tiene razón. Estos lugares tienen una especie de memoria interna que permite reconocernos, descubrirnos, recordarnos, confrontarnos. Todos deberíamos volver, de vez en cuando, a los edificios o calles donde hemos sentido. «Sin emoción, no hay memoria», dice Siri Hustvedt, y sin memoria no hay registro de la existencia.
20 años de Los insurgentes
Este año, Los insurgentes cumple dos décadas de presentarse en la ciudad. Esta destacada obra teatral es una loable tradición de Querétaro. En ella se abordan momentos épicos en la vida de doña Josefa Ortiz de Domínguez y su gloriosa participación en la conspiración independentista de 1810. A través de esta puesta en escena, con libreto de Jorge Flores, el público también conoce los ideales y pensamientos de próceres personajes de la historia de nuestra patria. Los boletos se entregan por dinámicas en las redes sociales de la Secretaría de Turismo del Estado de Querétaro.
1, 2, 3, 8, 9, 10, 22, 23, 29 y 30 de septiembre, 21:30
T. 442 329 4204
Andador 5 de Mayo s/n, Centro Histórico de la ciudad de Querétaro, Qro. losinsurgentes2010@hotmail.com
FB. Los insurgentes
Casa de la Corregidora Viernes, sábados y domingos de septiembre
Centro Histórico de Santiago de Querétaro
Acueducto
Aud. Josefa Ortiz de Domínguez
Cerro de las Campanas
Delegación Centro Histórico
Antigua Estación del Tren
Mirador de los Arcos
Patio Barroco
Panteón y Recinto de Honor de
Personas Ilustres de Querétaro
Centro Cultural de la Ciudad
Cómicos de la Legua
Corral de Comedias
Teatro de la República
Teatro Sol y Luna
Catedral
Convento de la Santa Cruz
Templo de Santa Clara
Templo de Santa Rosa de Viterbo
Casa de la Zacatecana
Museo de Arte
Museo de la Ciudad
Museo del Cerro de las Campanas
Museo de la Restauración
Museo Regional de Querétaro
Galería Municipal
Galería Libertad
Museo de los Conspiradores
Museo de Arte Sacro
Museo de Arte Contemporáneo
Querétaro
Área de Casonas
Casa de don Bartolo
Casa del Corregimiento
Palacio de Gobierno
Casona de los 5 Patios
Jardín Guerrero
Jardín Zenea
Cajón de estacionamiento para Persona con discapacidad Parada de autobús
Personas con discapacidad motriz Accesible sin di cultad
Personas con discapacidad motriz Accesible con di cultad
Personas con discapacidad motriz Sólo con ayuda
Personas con discapacidad visual Pavimento táctil
Mapa del estado de Querétaro
COLOFÓN
Colaboradores Septiembre 2023
Edgardo Moreno Pérez
Se ha dedicado durante más de tres décadas a la docencia, investigación documental y de campo en ciencia† sociales, en las líneas de trabajo: vida cotidiana, territorios, memoria colectiva y resignificación de espacios y usos. Ha intervenido en trabajos y proyectos para Unesco y la Casa de las Américas. Es miembro del Seminario de Cultura Mexicana Capítulo Querétaro y de la Academia Nacional de Geografía e Historia.
María José Vázquez de la Mora
Maestra en Literatura Comparada: Estudios Literarios y culturales por la Universidad Autónoma de Barcelona. Desde 2014 es profesora de narrativa, guionismo y humanidades en el departamento de Medios y cultura digital de la Escuela de Humanidades y Educación, así como directora nacional del programa de Comunicación en el Tecnológico de Monterrey. Actualmente realiza el Doctorado en Letras Modernas en la Universidad Iberoamericana.
Connie Garrido
Fue parte de la Residencia en Dramaturgia del FITU-UNAM 2021 y publicó en la antología que la editorial El Milagro conformó a partir de la residencia. Obtuvo el segundo lugar en el primer certamen de Crónica Joven 2022 organizado por la Secretaría de Cultura del Municipio de Querétaro. Actualmente estudia la Maestría en Estudios Históricos de la UAQ.
Fe de erratas: En el reportaje turístico del número 231 de la revista, correspondiente al mes de julio del año en curso, titulado «Los caminos de san Junípero Serra», se menciona que el fraile franciscano fue llamado por la Corona española para encabezar el proyecto misionero de la Alta California en 1968, siendo 1767 la fecha correcta.
Como si de un conjunto de hilos se tratara, en el estado los distintos trabajos artesanales —con sus propios materiales y características — se entrelazan a modo de tela para formar un panorama de la tradición de Querétaro: trajes, faldas, fajas y otros elementos de indumentaria, con sus textiles y bordados, que son identitarios de la región.
Fotografía: Archivo Sectur y cortesías. Arturo Ochoa p. 20-21 .Guillermo Gaeta Balderas p. 48 Héctor Muñoz Huerta p. 1 (Turismo y perfil), 5, 8, 9, 10-19, 47 y 52. Jacobo Zanella González p. 44. Jean Bérard p. 61. Mauricio Mallet Jiménez p. 1 (Cultura) y 28-48.
"H ab í a u na ve z …si gu i e nd o l a t rad i c i ó n t e qu i l e ra d e su s fami l i as, e n e l año 20 1 3 d o s mu j e re s e mpre nd e d o ras y vi si o nari as d e c i d e n ro mpe r parad i gmas y l o grar l a fu si ó n d e l T e qu i l a c o n b i o d i ve rsi d ad , c o nt rast e s y mat i c e s qu e h ac e n d e l Méxi c o ac t u al u n paí s c au t i vad o r
El art e d e l c o l o r h e c h o t e qu i l a "
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