AULA 7 NÚMERO 25 / DICIEMBRE 2012

Page 19

:: El cristiano ante el sufrimiento de la Creación Andrés Villá Henriksen MSc Ingeniería de Biosistemas (Aarhus University, Dinamarca)

«Sabemos que toda la creación todavía gime a una, como si tuviera dolores de parto.» Romanos 8:22 (NVI)

E

l sufrimiento no es exclusivo del ser humano. Los animales y plantas, la naturaleza y la Tierra, en general, padece no solo las consecuencias del pecado, sino que también sufre la sobreexplotación, el abuso y mal uso que hacemos del “huerto” que Dios nos dio el honor de cuidar. Los cristianos generalmente afirmamos que nos gusta la naturaleza, pero normalmente no nos afanamos en protegerla, ni nos involucramos con grupos o actividades ecologistas. Y no solo eso, sino que también ignoramos cómo nuestro estilo de vida destruye sistemáticamente nuestro planeta. Aunque esa ignorancia, pasividad e indiferencia no es exclusiva de círculos cristianos, sino que es la norma general en nuestra sociedad. Pero antes de seguir con el tema, cabe hacerse unas preguntas, que con seguridad alguna vez hemos escuchado o incluso pensado. 1. ¿Por qué hemos de pensar en el sufrimiento de la naturaleza? ¿No sufrimos ya lo suficiente los seres humanos como para pensar también en animales y plantas? 2. ¿No nos mandó Dios gobernar la Tierra y dominar a los animales? 3. ¿No vino Jesús a salvar a la humanidad solamente? 4. ¿Para qué preocuparse por la Tierra si pronto será destruida y Dios hará una Tierra Nueva? Si no tenemos una respuesta clara en favor de la Creación, sería inútil continuar hablando sobre el tema. De modo que a continuación presentamos brevemente algunos argumentos, con notaciones bíblicas, sobre por qué nos debe importar el sufrimiento de la Creación. Considerando la primera pregunta, tan solo hace falta comprender que si ensuciamos y destrozamos nuestra propia casa, necesariamente implicará consecuencias directas sobre nosotros mismos. Tampoco hay que olvidar la empatía natural que sentimos o deberíamos sentir por todo lo creado. Dios creó la Tierra y todo lo que hay en ella y «... contempló todo lo que había hecho, y vio que era bueno en gran manera.» (Génesis 1: 31). De hecho, Dios sigue cuidando y preocupándose de todo lo creado (ver Mateo 6: 26,30). Por lo tanto, ¿qué derecho tenemos

a destruir, o tan siquiera ignorar, el regalo que el Creador nos ha dado y que con tanto amor cuida? ¿Tan superiores nos creemos que eso nos da derecho a maltratar el resto de la Creación? Todos somos seres creados, los animales incluso durante el mismo día que nosotros. Es más, el sabio Salomón nos recuerda lo semejantes que somos a los animales, que incluso todos tenemos el mismo aliento de vida (ver Eclesiastés 3: 18-20). Por supuesto los humanos somos superiores a los animales y las plantas (ver Salmos 8: 3-8), pero eso no nos da ningún derecho particular a ignorar el sufrimiento de la naturaleza. Si reconocemos a Dios como el Creador, no podemos olvidar el resto de lo creado. Pero, ¿no nos mandó Dios gobernar la Tierra y dominar a los animales (ver Génesis 1: 28)? Algunos cristianos creen que eso les da derecho a tratar a la Tierra en general, y a los animales en particular, como les da la gana. Simplemente, esas personas no conocen a Dios. Porque si Dios es amor (ver 1 Juan 4: 8), ¿cómo va a querer Dios que maltratemos y abusemos de su Creación? Además, no hay que olvidar que ese fue un mandato que el Señor dio a Adán y a Eva antes de que conocieran el pecado, por lo que sería impensable que ellos hubieran entendido que eso les daba derecho a abusar y explotar la naturaleza para nuestro egocéntrico provecho. Gobernar y dominar son palabras que entendidas en un contexto sin pecado, solamente pueden significar tratar con amor, del mismo modo que Dios gobierna y domina a la humanidad. Si seguimos leyendo el texto, más adelante usa términos más acordes a “tratar con amor” desde el concepto actual que tenemos de las palabras. Cuidar y cultivar (ver Génesis 2: 15), son palabras que todavía no han perdido el trasfondo de amor que requieren. Además, en Job 12: 7-10, como en muchos otros textos, leemos cuánto se puede aprender de la naturaleza sobre nuestro Creador. Por lo tanto, ¿cómo vamos a aprender de la naturaleza acerca de Dios si nuestro gobierno y dominio la destruye y explota? Dudo mucho que a Dios le agrade que hagamos lo que nos venga en gana con la naturaleza, sobre todo cuando somos conscientes de la tendencia continua que tenemos al mal. 19

Aula7::


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.