CRECIMIENTO Y DESARROLLO:
3. ¿Puede la iglesia sustituir al Reino de Dios?
Hanz Gutiérrez Profesor de Teología Sistemática Facultad de Teología, Istituto Avventista di Cultura Biblica “Villa Aurora”, Florencia, Italia
U
n segundo paso que nos permite ir más allá del positivismo eclesiológico es poder diferenciar entre crecimiento y desarrollo de la fe. Al igual que en la economía, también podemos hablar de crecimiento y desarrollo en la vida espiritual. Estas dos dimensiones ciertamente están relacionadas, pero no se superponen ni son intercambiables. Aunque ambas describen un proceso de mejora y maduración, no lo hacen de la misma manera. El crecimiento expresa una mejora cuantitativa, que es importante y necesaria, pero todavía insuficiente para explicar y fomentar una más orgánica y cualitativa. Desarrollo, en cambio, expresa una mejora cualitativa que debe tenerse en cuenta para poder hablar realmente de un proceso económico o espiritual digno de ese nombre. En economía, por ejemplo, el sorprendente y continuo crecimiento de los países BRIC (Brasil, Rusia, India, China), desgraciadamente no es directamente proporcional a su desarrollo.1 El indudable crecimiento espiritual de algunas comunidades religiosas no siempre parece ir acompañado de un desarrollo espiritual paralelo y necesario. Los criterios de desarrollo son diferentes de los que determinan el crecimiento. En economía, un criterio esencial para determinar el crecimiento es la medición del PIB anual. Sin embargo, los criterios para determinar el desarrollo son otros como, por ejemplo, la fiabilidad de las instituciones, la división de poderes, el respeto a las minorías… Los criterios de
crecimiento espiritual son los bautismos, la programación, las construcciones de edificios y programas nuevos, los libros publicados y distribuidos… Los criterios para el desarrollo espiritual son, por otro lado, la garantía de alternativas internas, el respeto a los distintos niveles de gobierno de la iglesia, el grado de satisfacción personal, el reconocimiento de la misión y los ministerios de otras iglesias, una hermenéutica bíblica inclusiva y abierta…
1 Paul Krugman, Arguing with Zombies. Economics, Politics, and the Fight for a Better Future (Nueva York: W.W. Norton & Co Inc, 2020), pp. 14-28. Ed. esp.: Contra los zombis:
Economía, política y la lucha por un futuro mejor (Barcelona: Editorial Crítica, 2020).
20 Aula7
1. Crecimiento y desarrollo en el Antiguo Testamento No siempre es fácil determinar cuándo uno se ha quedado atrapado en una dimensión solo de crecimiento. Los signos de desarrollo espiritual son, por ejemplo, la percepción de un cambio de registro en la fe, la percepción de los límites de las virtudes, un cambio cultural que afecta a nuestra afiliación religiosa o la posible unilateralidad de nuestras convicciones, los valores a los que nos referimos o las verdades que profesamos. Ante este dilema, me gustaría citar el ejemplo de los profetas. Una idea común y extendida es que los profetas se limitaron a aplicar la teología de la Torá con fidelidad y con mucha coherencia. En realidad, los profetas introducen una gran innovación teológica. Ellos escogen una «teología reflexiva» que va más allá de una simple «teología aplicativa». Su teología no es una simple extensión de la teología canónica del Pentateuco. De frente a una situación histórica